lunes, 15 de junio de 2009

¿Un Nuevo Horizonte para la Izquierda Colombiana?

Decisiones

"Norberto Bobbio decía que la igualdad es la estrella polar de la izquierda. No hay izquierda sin lucha por la igualdad." Edgardo Mocca. Las dos almas de la izquierda reformista argentina. Nueva Sociedad, 217, p. 142.

La semana pasada nos muestra al PDA con nuevo presidente provisional, el líder sindical de Fecode, Jaime Dussán, elegido por unanimidad. Aunque no conocemos del todo los íntríngulis de su escogencia, lo cierto es que marca al "partido" con el componente decisivo del anapismo de la casa Rojas, donde la capitana y sus hijos son la dirigencia visible de un populismo asistencialista y clientelista tradicional.

De otra parte, quedan también, - acogida la sugerencia de la Comisión ética-, tres candidatos de los diez que aspiraban a competir por la presidencia del país: Carlos Gaviria, Gustavo Petro y Edinson Lucio Torres, el menos conocido del Comité ejecutivo nacional y dirigente en la Costa. A fines de septiembre sabremos si se queman las ilusiones neoliberales sobrevivientes y se ve el humo de la democracia radical, potenciada por un programa que reivindique el compromiso de la igualdad social de y con los grupos y clases subalternas de Colombia.


Liberales e independientes


Entretanto, el espectro del liberalismo, el sector progresista proclive a aliarse con la izquierda democrática no tiene un liderazgo reconocido, y en cambio sí muchas tentaciones de inclinarse del todo a la derecha. Tod@s están a la expectativa de qué ocurrirá con el esperpento inconstitucional que es el referendo/plebiscito para la segunda reelección de Uribe Vélez.

Rodrigo Rivera, niño mimado del liberalismo gavirista, descubrió sus cartas, y lo profunda que es la vocación derechista que marcó la bancarrota ideológica de su partido, que hizo primero posible el triunfo de César Gaviria, y después la seguidilla de Alvaro Uribe Vélez. Ahora Rivera y José Obdulio Gaviria trabajan la opción de otro "partido" uribista, Primero Colombia que alimenta un nacionalismo autoritario para equilibra a su gemelo, el partido de la U, donde se enfilan Luis Carlos Restrepo y Juan Manuel Santos, y copar así las expectativas de centro y derecha.


Los aspirantes del liberalismo oficial no despegan, mientras la fórmula mediática de los quíntuples se va desvaneciendo en el horizonte inmediato. Allí afincó reales Lucho, el exalcalde del Polo, con la peregrina idea del partido de la calle que no construyó cuando podía. Para competir extemporáneamente en el reparto del voto independiente, que cada vez cosecha más pretendientes, pero que tiene un limitado caudal de votantes. Claro, los independientes, está probado, son decisivos para inclinar cualquier elección nacional, pero hasta hoy, por sí solos tampoco una elección regional o local.

Así lo prueban, p.e, los casos electorales de las capitales como Bogotá, donde su alcalde, Samuel Moreno, dice que su triunfo resultó de la coalición a la cual el PDA aportó alrededor de 300.000 votos de algo más de 900.000. Esta aritmética señala que ganar de modo normal la presidencia y los puestos para congreso requiere alianzas non sanctas, y negociaciones con las clientelas. A no ser que se movilice a la abstención, que es el partido expectante que aumenta con el rechazo pasivo de las multitudes de pobres, desempleados y miserables de las ciudades y campos de Colombia. A lo cual se suman las minorías étnicas activas, que hoy animan la propuesta de resistencia llamada minga nacional .

Los actores político militares

"Estamos en un momento culminante, en un momento en el que el fin del fin que hemos anunciado es prácticamente una realidad en curso". General Freddy Padilla de León, ministro de defensa (e), en El Tiempo, 14 junio 2009, p. 1-8

Para complejizar el análisis pre-electoral está la presencia de los actores armados, ubicados a la izquierda y derecha del espectro político; con peso e influencia en los antiguos territorios nacionales y los departamentos que circundan la región andina. A un lado está el bloque parapolítico, que se recompone en silencio, y moviliza su destacamento punitivo, las Aguilas Negras, que amenazan, intimidan y matan a los activistas sociales y políticos sobrevivientes de las masacres y genocidios de los últimos 25 años de brutal sangría que historian Carlos Medina Gallego y Guido Piccoli, entre otros.

En la otro orilla están las Farc y el Eln, golpeados de modo diferenciado por la parapolítica contra-insurgente, y por el accionar renovado de las FFAA auxiliadas por el hegemón militar norteamericano, con quien el gobierno de Pastrana y Uribe han modernizado el ejército contra-insurgente, dotando de dientes a la política pública de guerra, mejor conocida como Plan Colombia y sus sucedáneos.

Las Farc, según Camilo Echandía, han sido vulneradas, y para Alfredo Rangel caminan a su liquidación. Sin embargo, después del año 2008 de durísimos golpes en sus estructuras medias, y de mando superior con el interregno incierto producido por la sucesión de Manuel Marulanda, Alfonso Cano recompuso la dirección político-militar y reactivado el accionar en las zonas de mayor influencia histórica. Es lo que sostiene León Valencia, ayudado por el analista David Spencer. Valencia habla de la nueva estrategia de recuperación, después de las acciones guerrilleras de Putumayo, Caquetá y Nariño, a propósito de la toma de Garzón, la tercera ciudad del departamento del Huila. Él insiste, al final, en lo que será la seria incidencia de las Farc de cara a las elecciones de 2010.

Ahora bien, el Eln golpeado de modo principal por el paramilitarismo, perdió varias poblaciones medias y pequeñas que estaban bajo su influencia política; sigue replegado, desplazado a sangre y fuego de los escenarios semiurbanos del Magdalena Medio,en las serranías de San Lucas, Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta. Mientras disputa con las Farc su influencia política y militar en el departamento de Arauca y Nariño, teatros fundamentales de sus operaciones, escribe a Colombian@s por la Paz, en procura de interlocución política.

La Guerra Social y Colombian@s por la Paz

También en la semana que pasó prensa difundió el anuncio del despacho del Procurador, que inició indagaciones contra Piedad Córdoba, Gloria Inés Ramírez, Jorge E. Robledo, Wilson Borja, y el concejal Jaime Caicedo, por posibles nexos con las Farc, en lo que la picaresca política denomina la Farcpolítica. Situación a la que se unen, la aceptación de Yesid Arteta a ser gestor de paz, y el rechazo hecho por Uribe a la solicitud de Salvador Mancuso de cumplir la misma tarea.

Detrás de estos eventos avanza y crece en forma subterránea un proceso de rechazo a la guerra, por el Acuerdo Humanitario que lidera Colombia@s por la Paz,CsPP, y en procura de la igualdad social que reclaman varios movimientos sociales y las minorías étnicas organizadas. Es parte de la fórmula de solución sustancial al conflicto histórico colombiano que alimenta en grado sumo la desigualdad social no resuelta por ninguno de los gobiernos que se han turnado del 9 de abril de 1948 para acá.

El Acuerdo Humanitario es la parte más visible de esta tendencia plural, que agrupa a las fuerzas de izquierda y democráticas de todos los matices, incluida la iglesia católica como un actor más, y a Piedad Córdoba como interlocutora firme y prudente de estas demandas. El último pronunciamiento de CsPP fue la respuesta a la carta del Eln excluyendo al secuestro de la mesa de diálogos y negociaciones de paz, y exigiendo el aval y el consentimiento del Gobierno Nacional para cualquier reunión.

A todas luces, la paz es el centro de la agenda electoral junto con la cuestión social, es decir, la lucha contra el hambre y la exclusión social. Pero, la izquierda y los demócratas de Colombia no tienen la iniciativa, ni tampoco la reclaman en firme frente a sus adversarios en el gobierno construyendo un Frente Amplio de Unidad. Sin embargo, en la liza política se destacan, por su actividad, CsPP, la Minga Indígena, y el PDA por su compromiso programático refrendado por el ideario de unidad del II Congreso, que se empeña "en conseguir una seguridad integral derivada no sólo de la ausencia de actores armados irregulares, sino de la satisfacción de un mínimo (al menos) de las necesidades básicas."

Un Frente Amplio Electoral y Social

"Colombia necesita de fuerzas colectivas y no individuales para una transformación eficaz de la política". Gustavo Petro, entrevista. El Tiempo, 6 de junio de 2009, p. 1-4

Una necesaria articulación de estas fuerzas, en torno a un programa de unidad para la acción antes y después de elecciones, permitirá a las multitudes organizadas o no, dar pasos en firme para descartar la falsa receta de la reelección, y avanzar en la cura de la pandemia de una sociedad enferma, simbolizada por los extremos a que hemos llegado en tiempos de la seguridad "democrática". Unos y otros insultan cualquier conciencia y ofenden toda dignidad humana, atea o creyente, en medio de una severa crisis capitalista global, que no hay duda los agravará si no hay una acción radical contra la exclusión social y la estructura de privilegios.

Según el inventario sumario hecho por Lucy Nieto de Samper,de un lado está, el sector financiero de los "cacaos", quienes en 2009 han ganado 3,14 billones de pesos; y del otro, el 60 porciento de la población que vive en la pobreza, y 11 millones en la completa miseria. Las cifras del desastre social son como siguen: 13,1 por ciento de desempleo; 36 por ciento sin servicios básicos; defícit de 2.300.000 unidades de vivienda de interés social; 2.400.000 adultos se acuestan con hambre; 3.300.000 colombian@s emigraron en busca de trabajo; no tienen vivienda digna 2.500.000 personas, en 600.000 casas no hay servicios públicos; los gastos de la seguridad democrática, la política pública de guerra quema 19 billones de pesos;el 15 por ciento de la población es analfabeto.

Para completar la hecatombe, las cifras que tienen que ver con el no futuro para los jóvenes son así: los menores de 16 años cometen el 75 por ciento de los 84 asesinatos diarios en el país; del conflicto armado desertaron en 2008, 3.108 menores, el 40 por ciento de los reisertados tienen edades entre los 18 y los 26 años; al día hay 45 violaciones infantiles, 1.000 abortos clandestinos, 3 niños asesinados y 35.000 niños explotados sexualmente.

En suma, concluye Lucy, asistida por las cifras recopiladas por el senador Ricardo Arias Mora, "el 70 por ciento de la población colombiana vive en condiciones infrahumanas". Ella es lamentablemente es generosa con su balance, porque aquí no aparece contabilizada, para citar una, la brutal cifra de los desplazamientos por causa de la guerra social y política que sufre la Colombia del común sin reparación a la vista.

Liberémonos de la guerra, el hambre y la exclusión social


Estas son las dimensiones de la tragedia nacional, y es aquí donde se perfila de manera urgente, inaplazable el nuevo horizonte para la izquierda y la democracia radical colombiana; y la vocería intelectual y social agrupada en el PDA, no puede pasar de agache, ni el liderazgo social y político que orienta el quehacer democrático que enfrenta y resiste el autoritarismo y el capitalismo. Tienen que quedar a un lado las metas y las ambiciones personales, y ser parte activa de un Frente electoral y social plural que consulte con los muchos, y el apoyo solidario de las poblaciones vecinas y sus gobernantes, la fijación de un horizonte nuevo para Colombia que nos libere de esta debacle.

lunes, 8 de junio de 2009

La suerte del PDA va más allá de escoger presidente



Una vez pasó el ejercicio del II Seminario Internacional Antonio Gramsci, los acontecimientos en la realidad de Colombia no han cesado, y en el espacio de la llamada izquierda democrática, está claro que competirán por la candidatura del Polo, Carlos Gaviria y Gustavo Petro, y ocho aspirantes menores. A la vez hoy se tendrá que resolver quién será el presidente, y están postulados Jaime Dussán y Luis Carlos Avellaneda.

La verdad sea dicha, hay un malestar inocultable en su militancia que proviene de una deficiente vida democrática interna, que sigue siendo una promesa;una liviandad en el manejo del presupuesto, una ineficacia en la estrategia de medios, donde el periódico es una vena rota, a la vez que para nada cumple con un posicionamiento nacional de un punto de vista reconocido, citado y discutido.

Todo lo cual conduce a que tenga que producirse un cambio efectivo, que no se reduce a un reemplazo en los puestos de dirección, sino a una definición de una clara estrategia para triunfar en las elecciones y fortalecer las bases de lo que hoy por hoy, en el mejor de los casos, no es un partido, sino un frente, que no tiene reglas claras para resolver los entuertos. Y en términos de frente, mucho tiene que aprenderle a ejercicios exitosos como el del Frente Amplio del Uruguay.

Por lo pronto, es necesaria una consulta a la militancia para resolver con qué programa se participará en elecciones. Si es suficiente lo dicho y recordado en la pasada columna de Carlos Gaviria, o si por el contrario, en efecto, se da crédito a lo que Petro agita como bandera electoral. En cualquiera de los dos casos, lo que faltan son las multitudes que acompañen el quehacer de este proyecto de partido, y que Uribe y lo que llaman el uribismo corporado tenga en efecto un contradictori válido y de consideración. Todo lo cual no ocurrirá con las aguas tibias en las que se baña casi toda la dirigencia polista.
En suma, el PDA que conocemos carece de autonomía tanto política, como social y financiera, y ha sonado la hora de nona, para que la luz de esperanza que ha alimentado no sucumba, en primer lugar, en la ciudad capital, en la gobernación de Nariño, y por supuesto en aquellos lugares donde ha conseguido una representación.

Para avanzar en esa dirección es requisito indispensable ajustar cuentas con el clientelismo de todos los pelambres y hacer una clara convocatoria contra la guerra interna, y un claro compromiso con la democracia radical, y los programas de integración regional alternativos, que para el caso son dos, principalmente, uno liderado por Chávez, y otro por Lula. Y claro, una postura decidida frente a la crisis global del capitalismo, que pasa por poner en su lugar el discurso y los hechos que viene liderando el presidente Obama; a la vez que tomar una clara posición crítica frente a la bancarrota europea de la socialdemocracia adherida al capitalismo y su agenciamiento sin atenuantes.

Hoy, pues, militantes del Polo, y ciudadanos, se juega algo más que escoger, entre clientelismo y democracia. Está de por medio, un devenir diferente para los grupos y clases subalternas empobrecidos más y más, y sometidos a un autoritarismo asfixiante en todos los órdenes.