domingo, 30 de agosto de 2009

DE CAÍN A CAMBALACHE

Miguel Ángel Herrera Zgaib

Profesor Asociado, Ciencia Política, Unal

www.praxisur.blogspot.com

“La segunda etapa fue la declaración final, la que queda para la historia y que representó un triunfo olímpico de la diplomacia colombiana. En los considerandos se recogió sólo una pálida mención a “los acuerdos de cooperación” que deben regirse por los principios tanto de la ONU como de UNASUR. Augusto Ramírez Ocampo, No es para cantar victoria.

Haciendo honor al territorio que la albergó, San Carlos de Bariloche, la delegación colombiana presidida por Álvaro Uribe Vélez y el canciller Jaime Bermúdez, anteriormente embajador en Argentina, hizo frente a las observaciones, señalamientos y enjuiciamientos hechos por el resto de miembros de UNASUR al acuerdo inmodificable según Colombia que da “cabida a “bases militares” y operaciones con Estados Unidos, como lo apuntó el excanciller Ramírez Ocampo en su columna.

En verdad, Colombia llamada antes el “Caín de América” porque favoreció la agresión británica a las fuerzas armadas argentinas en las Islas Malvinas, reafirmó su causa común con E.U., un aliado obligado de la oligarquía nacional desde los tiempos del humilde gramático Marco Fidel Suárez, célebre por su sentencia política internacional: respice polum. Al hacerlo, el presidente Uribe tomó partido por Francisco de Paula Santander en otra disputa más añeja y dolorosa, la vivida en torno al Congreso Anfictiónico en Panamá, cuyo promotor fue el libertador Simón Bolívar.

¿Cuál cambalache?

…El que no llora no mama, el que no afana es un gil. Versos del tango Cambalache

Ahora, impregnada de la personalidad antioqueña, la diplomacia colombiana encarnó la música y la letra de Cambalache, el tango del siglo XX. Para extender sus desgracias y alegrías a los afanes económicos del siglo XXI. Obtuvo, conviene decirlo, la complicidad activa del presidente Lula, a cambio, bajo tutela imperial de Barack Obama, ser el líder indiscutido de una UNASUR, eso sí, sin poderes efectivos contra las secuelas actuales de la doctrina Monroe.

Así las cosas, las palabras del presidente Correa, con la más juiciosa y argumentada exposición de la Cumbre, refutó uno a uno los argumentos esgrimidos por su homólogo Uribe Vélez, suenan a una amarga victoria cuando anticipa que la resolución del Consejo de Defensa de Unasur permitirá controlar “esas bases colombianas”. Máxime cuando él mismo sentenció, porque lo vivió Ecuador: “Es mentira que se puedan controlar bases gringas. Nosotros no pudimos cuando estaban en Manta”.


El episodio de Angostura es definitivo al respecto, porque sigue pendiente el esclarecimiento de qué modo desde Manta se monitoreó con Awacs la existencia del campamento donde fue encontrado y liquidado Raúl Reyes, a un ciudadano ecuatoriano, y más de 20 personas, calificadas como guerrilleros o sus auxiliadores por el gobierno colombiano.


Como si fuera poco, está el episodio de la base aérea de Palmerola, con presencia militar estadounidense. Fue el lugar donde se recibió y partió expulsado el presidente electo de Honduras, Manuel Zelaya. Ni él ni las autoridades militares y políticas de Estados Unidos han dicho al respecto esta boca es mía.


Libro blanco y amarga victoria


Unasur fue un éxito. La resolución del Consejo de Defensa permite revisar, supervisar, esas bases colombianas. Rafael Correa.


Al inicio de la reunión de UNASUR, después que el discurso de Uribe puso los puntos sobre las íes, según lo acordado con su aliado Obama en Washington a cambio de la continuidad del Plan Colombia, el presidente Hugo Chávez comentó apartes del “Libro Blanco” del Comando de Movilidad Aérea de Estados Unidos.

Ese documento no oficial, - lo dice el Departamento de Estado pero no desmiente el contenido -, menciona la posible utilización de la base colombiana de Palanquero para operaciones no civiles. porque, La verdad, no tenemos noticia hasta la fecha, que, p.e., el exitoso dueño de Avianca, el confiado inversor Efrémovich licite una “franquicia” paralela para allí abastecer aviones de Avianca para cubrir sus destinos extranjeros. Peor, hoy lo escrito por el Comando de Movilidad Aérea es letra viva, ampliado tanto por el “alquiler” de $46 millones de dólares a Palanquero, y el préstamo de otras bases, aérea y terrestres en Colombia.


Al respecto, lo propuesto por Evo Morales en la misma reunión de Unasur sonó desafiante y premonitorio para la naciente Unasur. Él sugirió que en la Declaración final se consignara por escrito lo repetido por el presidente Uribe que las siete bases del Acuerdo de cooperación con Estados Unidos siguen siendo colombianas.


Más aún, antes de reunirse, él mismo planteaba un referendo continental sobre la utilización de las bases colombianas. Evo emulaba con la insistencia local de Uribe de impulsar su referendo interno, que de ganarlo lo habilitará para ser presidente por tercera vez.


Las iniciativas de Morales se hundieron en el desierto de lo real, tal y como ocurre al final de la película inaugural de la saga Matrix de los Watchovsky.

Porque, para nosotros la guerra continúa, es el precio a pagar por el cambalache, que de pronto se lleva también con su virus de guerra la reelección que contagió a Uribe!!!


domingo, 23 de agosto de 2009

¿ESTADO DE OPINIÓN O ESTADO POLICIACO?

Miguel Angel Herrera Zgaib

Profesor Asociado, Unal

www.praxisur.blogspot.com

miguel.herrera@transpolitica.org

¿Qué mejor prueba?

Todo esto ha sido patético y penoso. Más propio de un torpe estado policiaco. Enrique Santos C. El Tiempo, 23 de agosto 2009, p. 1-21.

El escritor estrella y presidente de la SIP, Enrique Santos hoy incursiona con algo de timidez en los meandros del poder político real y corrupto con que se gobierna a Colombia, por lo menos, hace 20 años. Aunque su columna "Hoy, como ayer" ausculta a su manera lo que pasa con el G-3, Grupo Especial de Inteligencia creado en el 2004.

Esto ocurre bajo la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, superior del DAS, quien con su atribulado corazón aseguró de manera vehemente que "jamás ha dado orden de vigilar a nadie y que él mismo se sentía víctima de lo sucedido".

¡Qué mejor prueba retórica, no! Que el responsable político principal de la agencia estatal de seguridad se señale como víctima de ella. Para exculparse mondo y lirondo del espionaje hecho sobre sus opositores, la prensa independiente, la mismísima Comisión Interamericana de Derechos Humanos; y aún más, los asesores de los congresistas norteamericanos, quienes no se aturden con los cantos de sirena de la seguridad y el terrorismo esgrimidos como pretexto.

Pero el periodista Santos parece también no darse cuenta de lo que implica hablar de un torpe estado policiaco para referirse al orden político nacional en tiempos dizque del Estado de opinión, del que también escribe su vecino, Daniel Samper en la columna dominical Cambalache. No es fácil pensar que a aquel también le ronde la idea, entonces, de un sofisticado Estado policiaco que se tome la molestia de ocultar sus procederes.

Ahí tenemos, un ejemplo imperial, la conducta farsesca de un estado democrático liberal, los Estados Unidos en los tiempos de George W. Bush, cuyos daños aún no repara el nuevo presidente cuya popularidad desciende a zancadas, como que va ya en once porciento menos. La CIA empleó torturas, hasta ayer impunemente, como lo denuncia la American Civil Liberties Union (ACLU); y desconoció libertades individuales de los estadounidenses chuzando teléfonos y computadores a diestra y siniestra. Porque fue ahora nombrado un fiscal especial para investigarlas.

Alegando el expediente del terrorismo global, el expresidente imperial autorizó el uso del miedo y la violencia. A un supuesto comandante de Al Qaeda, Abdurraman al-Nashiri, le pusieron un taladro en su cabeza en ademán de lesionarlo varias veces, y torturado continua sin juicio en Guantánamo desde 2002. Todos estos actos inaceptables harían palidecer a Cesare Beccaria, autor "De los delitos y las penas", un paladín liberal reformador de la justicia europea en el siglo XVIII,a quien aún se cita en las cátedras de derecho penal colombianas, aunque con poca fruición.

El caso Hollman Morris

A estas vergozosas prácticas de aniquilamiento de las instituciones representativas y la decencia política se ha otorgado el nombre de Estado de Opinión, y en su discurso del 20 de julio el Presidente lo llamó "fase superior del Estado de Derecho". Daniel Samper, en Cambalache.

El antiguo director de Alternativa donde también participaron Antonio Caballero y Gabo, revista que sufrió atentados y crisis financiera por ser un medio de prensa independiente, trae como contra-ejemplo del "Estado de opinión" uribista. Es el caso del periodista independiente Hollman Morris víctima de los seguimientos del G-3. La raíz está en su programa de denunciaContravía, así como el cubrimiento de las liberaciones de los políticos Alan Jara y Sigifredo López, quienes liberados expresaron libremente sus puntos de vista al país.

Ya fueron presos por este tipo de actos ilegales 11 exdirectivos del DAS, pero nada pasó aún con el evangelista del "Estado de opinión" y sus acólitos. Esta farsa política se metamorfosea ante nuestros ojos en la oruga del Estado policiaco, tras el velo de la llamada voluntad popular invocada y manipulada de modo truhanesco. Tal y como se desprende de lo informado por el Registador nacional, de las denuncias del confeso Superintendente de notarías; y del cambio hecho por los congresistas, investigados por la Corte Suprema, al texto original del referendo planteado que lo firmó una parte de la ciudadanía, y que tenía como fecha de realización de la reelección para el año 2014, y no el 2010 como ahora se busca imponer burlando su "sagrada" voluntad.

El Estado de la Opinión Libre

Una de sus consecuencias es la imagen internacional de un aparato de seguridad del Presidente de la República que espía ilegalmente a los líderes opositores. Enrique Santos C.

En otro escrito del blog llamé la atención sobre el antecedente lejano de aquella noción, Estado de opinión, que ha hecho correr tinta de todos los colores por estos días en Colombia. Recordaba las reflexiones de de G.W. Hegel, sobre el papel de la prensa y la opinión pública, surgidas de los clubes y asociaciones animadas antes y después de la revolución francesa. Novedades que afectaron positivamente a la Europa de entonces, a la caída del absolutismo monárquico durante los siglos XVIII y XIX. Acerca de lo cual escribía en años recientes el fallecido historiado francés Francisco Xavier Guerra, un estudioso de la ciudadanía en América Latina.

No puede existir un Estado de opinión, donde su mayor publicista, el presidente de la República sindica, lo recuerda Enrique Santos, al periodista Morris de cómplice de las Farc o algo más, por lo que éste denuncia en el programa Contravía, un espacio televisivo que pasa al filo de la noche. Con todo, el presidente de la SIP no ha sido un consecuente adalid para que este organismo investigue tales procederes, y produzca con las pruebas requeridas, la condena continental que esta conducta inaceptable e inexcusable reclama en una democracia vigorosa.

Mucho menos se ha dicho y hecho, por el exdirector de El Tiempo, a raíz de la mentira que patrocinó en materia de información su pariente, el exministro de defensa, Juan Manuel Santos, cuando con ocasión de operación Jaque negó y renegó en público que se hubieran utilizado signos de la Cruz Roja Internacional y Telesur, y una Ong basada en España

De otra parte, en perspectiva filosófica, Platón comentaba en uno de sus celebres diálogos, que hay opiniones que coinciden con la verdad de los hechos, pero ello no en la gran mayoría de los casos. Esta consideración epistemológica permitía a Platón criticar el juicio de su maestro Sócrates realizado por la democracia ateniense, un ejercicio que poco tiene que ver con nuestra actual farsa "democrática".

Pero, dicha cualidad: la verdad, que cuestiona, de ser necesario, "la voz del pueblo", esto es, el (neo)populismo actual que es un placebo democrático es una condición ineludible, imprescriptible de un gobierno democrático. El gobierno de los seres humanos no puede estar soportado sobre las mentiras, pretextando eficacia como último argumento.

El asunto Maza y los expresidentes en el banquillo

Mi pelea no es con el expresidente Samper, no pretendo acusarlo. Mi reclamo se origina en las profundas inquietudes que me generaron las declaraciones del general Maza Márquez". César Gaviria Trujillo. Vientos de guerra en el liberalismo, p 1-4, El Tiempo, 23 de agosto 2009

Todas las maniobras falaces que se hacen pasar como componentes de la vida democrática, el uso del miedo, y el terror oficial que cumplen de modo sistemático agentes del Estado ya es inocultable. Se hizo patente, cuando para salvar la impunidad que ensombrece el asesinato de Luis Carlos Galán, ocurrido hace 20 años la Fiscalía, inducida, entre otros, por la prensa y la Procuraduría, califica este asesinato como un crimen de lesa humanidad. Como tal no prescribirá.

Al hacerlo, también se derivan una serie de hipótesis que entre otras actuaciones han conducido al arresto del exgeneral Miguel Maza Márquez, ex director del DAS, quien rechaza cualquier responsabilidad, en "la pecaminosa pero eficaz alianza que se engendró entre la fuerza pública colombiana, los narcos enemigos de Escobar...y los propios gringos, para eliminar al jefe del cartel de Medellín", tal y como lo recuerda Santos en Contraescape.

De otra parte, desde el pasado miércoles existe un rifirrafe sobre la captura de Maza Márquez, entre los expresidentes liberales Gaviria y Samper, a un mes de la consulta para escoger candidato presidencial. Gaviria recordó que Maza adhirió a la campaña presidencial de Samper en casa del periodista Alberto Giraldo, relacionista de los hermanos Rodríguez Orejuela, en Cali. Y Samper le ripostó recordando la relación del gobierno Gaviria con la banda de los "Pepes" en la muerte de Pablo Escobar. El episodio parece cerrado con la máxima perversa, el partido Liberal por encima de la verdad.

Estado Policiaco y excepcionalidad presidencial

Sería perfectamente posible emprender un análisis comparativo de los sistemas político y parapolítico, o bien considerar ambos como los referentes primarios de un análisis conceptual...El objetivo primordial del análisis político es comprender de qué modo lograr subsistir los sistemas políticos. David Easton. Esquema para el análisis político. Ed. Amorrortu, p. 80

En el libro, El 28 de mayo y el presidencialismo de excepción en Colombia, enfrentados con las reveladoras realidades de la para-política, establecimos con el grupo Presidencialismo y Participación una caracterización del actual régimen político nacional como para-presidencial.

Al hacerlo tuvimos sostén en las reflexiones de David Easton, el politólogo canadiense-estadounidense célebre por su enfoque sistémico de la política. Con este referente hemos indagando acerca de la naturaleza "perversa" que ha ido adquiriendo el orden político establecido en 1991, el cual desde un comienzo tenía plasmada una tensión manifiesta en todos los niveles institucionales entre las formas políticas de la participación y la representación.

Dicha tensión, a la vez, se encuentra sobre-determinada en Colombia por la existencia en casi dos siglos de vida independiente de un manifiesto orden económico y social de desigualdad. cuya última prueba acaba de ofrecernos la estadística publicada por el Dane . Lo cual también quedó consagrado en el mismo texto constitucional, en su artículo 13, donde se establece al revés, un propósito reparador, que el Estado promoverá que la igualdad sea real.

Dicho de otro modo, desde una perspectiva sociológica, lo que se establece en el documento nacional por excelencia es que nuestra sociedad es una sociedad contrahecha por los privilegios, un lugar donde ni por las buenas ni por las malas se ha establecido la igualdad social, realidad que de no modificarse mina cualquier arreglo democrática antiguo o moderno. Y nos acercamos a veinte años de posconstitución sin que nada significativo ocurra al respecto.

Esta contradicción plasmada en la gramática constitucional que alude a las fuerzas realmente existentes, como lo diría el socialdemócrata Ferdinand Lasalle, se ha pretendidor resolver acudiendo al expediente de todas las formas de lucha, incluido el terrorismo de estado, para acallar esta exigencia impostergable.

Así se duplica el naciente sistema político colombiano, con un sistema parapolítico que no cesa de incidir de modo perverso, y “eficaz” en el quehacer cotidiano de la política doméstica. Peor aún, su líder visibel insiste en ser reelecto, de modo personal, bajo la fórmula de la seguridad "democrática", que de ello ya no conserva nada, después del fraude de hecho que se ha perpetrado con el ejercicio preliminar de la participación por vía del referendo.

Para que esto prospere, se ha acudido a todo, desde la mentira hasta el genocidio en masa, para ganar elecciones y reelecciones. Para combatir a los opositores políticos recientes con el despliegue del G-3. Antes, el combate a los rivales políticos y económicos ilegales, las mafias del narcotráfico, se han burlado del Estado de derecho acudiendo a la tortura y la desaparición.

Ahí tenemos en curso el patético caso del coronel Plazas Vega. Se ha mentido a la opinión pública hasta la saciedad. Los reclamos por una prensa libre han naufragado, y los grandes diarios, sus columnas de opinión aparecen plagadas de lugares comunes, y pasmadas en la urgencia de de sacar las consecuencias de estas conductas delictivas e inmorales que se encadenan en el tiempo sin cesar.

No más Estado Policiaco!!!

Las apreciaciones de Gaitán, antes de su muerte, quien invitaba en forma vehemente, hasta con el silencio de las multitudes, por la restauración moral de la república son urgentes razones que motiven un primer acto ciudadano: denunciar estos hechos, más ahora cuando vienen apoyados, intercambiados por la incidencia directa y abierta de un centinela extranjero, los Estados Unidos, como garante de que este estado de cosas inmoral y mentiroso se seguirá manteniendo en la impunidad.

No es posible. Esperamos que el 28 de agosto, los países de Suramérica, sus ciudadanías en movimiento acepten el reto político tronchado por la muerte de Gaitán y Galán, sumergido en el establecimiento, y tantos otros. Ojalá ellos restauren moralmente el rumbo autónomo del continente americano, mancillado por tantas agresiones.

Y que a su turno en lo interno, los congresistas de la Cámara pongan fin a esta farsa democrática que han llamado referendum popular, y rectifiquen públicamente su yerro clientelista. Y si no que la Corte Constitucional lo haga, rescatando lo poco que de democracia liberal sobrevive en el desmantelamiento institucional que experimentamos.

Si no, queda un camino, reclamar en la calle y por todos los medios democráticos directos la corrección de este rumbo siniestro y desastroso.