miércoles, 31 de marzo de 2010

NO MÁS CUENTOS

Miguel Ángel Herrera Zgaib
Profesor Asociado
Departamento de Ciencia Política, UNAL
miguel.herrera@transpolitica.org

PASÉMOLE LA CUENTA A LA PARAPOLÍTICA Y LA GUERRA.

Si hay hechos anormales, decir que los hubo, y si no, absolver a los implicados. Angelino Garzón. El Tiempo, 30 de marzo 2010, p: 1-4.

Al comienzo de la semana final de marzo, la corporación Arcoiris dio a conocer en una entrevista realizada a León Valencia por una destacada periodista de El Tiempo, en Bogotá, la reveladora contabilidad de 22/23 senadores electos, y los cuales él afirma que tienen nexos directos o indirectos con congresistas vinculados a la parapolítica. Hay incluso senadores que antes de ser electos se encuentran investigados por la justicia colombiana aunque no inhabilitados.

Después vinieron las liberaciones de dos militares privados de su libertad en acciones de guerra, a través de Colombian@s por la paz, con la presencia de la senadora electa, Piedad Córdoba; la Cruz Roja Internacional y la Iglesia Católica, en la persona de monseñor Leonardo Gómez Serna, de una parte; y el mensaje de las Farc que insiste en la fórmula del canje humanitario, a lo cual también ya hubo una respuesta del presidente saliente de Colombia, de otra.

A la par se revela en público el triunfo de una nueva ciudadanía, que encarna bien una familia de Sandoná, Nariño, representada en la singularidad del maestro Gustavo Moncayo, y el hoy sargento Pablo Emilio Moncayo, su hijo, quien estuvo 12 años en poder de la guerrilla, y regresa maduro para luchar por la paz sin denigrar de su dignidad de soldado.

Todo lo cual define la coyuntura de la elección presidencial que ocurrirá entre mayo y junio de 2010, a los doscientos años del grito de la independencia, con un doble desafío: liberarnos l@s colombian@s de la parapolítica y de la guerra, los dos pilares del presidencialismo de excepción con el que Uribe y el bloque en el poder han gobernado a Colombia.

Una luz en el túnel

Lo que calificamos en estas investigaciones no es el apellido, sino que sean herederos del botín. Son familiares en el delito, no solo familiares por el apellido. Por ejemplo, Teresita García Romero hereda toda la estructura política de Álvaro García Romero. León Valencia, El Tiempo, 29 marzo de 2010, p: 1-6.

El listado ofrecido por Arco Iris, la fundación que estudia elecciones y parapolítica, produjo la respuesta de partidos cuyos militantes aparecen referidos allí. Fernando Araújo, presidente del Conservatismo, la corrigió señalando que Oscar Josué Reyes, reemplazo de Luis Alberto Gil, con 31.537 votos no fue elegido Así, la lista quedó en 22 senadores de un total de 104.

El mismo Araújo defiende a los restantes cinco senadores. Dijo que Olga Suárez, el reemplazo de Oscar Suárez, y obtuvo 112.475 votos no tiene ninguna investigación; Carlos Barriga con 40.724 sufragios tiene investigación preliminar. Eduardo Enríquez, con 55.147 obtuvo un auto inhibitorio, y lo mismo ocurre con Juan Manuel Corzo, quien consiguió 58.652. No dijo nada de Juan Sammy Merheg sustituto de Habib Mehreg, y quien elegirán con 43.797 sufragios. Sumados los votos obtenidos resultan 342.332 votos de influencia non sancta.

Angelino Garzón, flamante vicepresidente del partido de la U, controvirtió los señalamientos a sus copartidarios circunstanciales, quienes tienen el mayor cupo, 10 senadores, y suman 622.523 votos. El ex-líder sindical, cristiano de izquierda, defendió a Dilian Francisca Toro, con la hipótesis que “no todo aumento en una votación por determinado partido o candidato obedece a hechos anormales”.

En la lista también están dos senadores de Cambio Radical con un total de 125.235 votos . El Liberalismo tiene a la esposa de Juan Manuel López Cabrales, Arleth, quien obtuvo 111.752 sufragios; y el PIN que consiguió 4 senadores, y una votación de 218.139.

Sumados estos guarismos sacados del informe de Arco Iris, los votos relacionados con la parapolítica y la elección a senado es de 1.419.981 sufragios. Lo cual corresponde a casi el 11% de la votación total. Ahora bien, el investigador León Valencia también señaló que en la cámara el número de representantes elegidos llegó al 25 por ciento influidos por la para-política. Y él recuerda como colofón de la manifiesta corrupción política nacional que tanto el presidente , su ministro del interior como el congreso uribista no hicieron lo que debían para frenar la corrupción, “ le faltó la sanción política. Y lo que se está confirmando es que la sanción política es más importante que la penal y que la social”.

Se le olvida al analista León Valencia, por supuesto, la sanción económica que tampoco ocurrió hasta el día de hoy para el efectivo desmonte del fenómeno parapolítico que dejó impune la ley de justicia y paz. Sin embargo, en cifras electorales, sumando senado y cámara habría alrededor de un 36% de todo el congreso influido por la parapolítica, es decir, un11 por ciento del senado, más un 25 por ciento de la cámara recién elegidos. Lo cual implicaría un incremento del porcentaje anunciado en la anterior elección por los jefes de las AUC, Salvatore Mancuso y Vicente Castaño cuando hicieron una visita de cortesía al congreso admirable del libelista Fernando Londoño.

Las últimas encuestas

No se trata de que él (Santos) tenga el 36 porciento, porque al pasar a una segunda vuelta puede tener el 49 por ciento, y sin embargo no pasa. Sergio Fajardo, candidato de CCC, El Tiempo, 30 marzo de 2010, p: 1-4.

Después de las elecciones hubo tres encuestas casi en línea, Gallup, Datexco e Ipsos. Si promediamos las tres, según cálculos de Mauricio Vargas, el resultado es que Juan Manuel Santos tien el 36 por ciento de la intención del voto; Noemí Sanín obtiene el 20 por ciento, y la presencia de un tercero en discordia, Antanas Mockus con cerca del 10 por ciento. Aparece un segundo grupo sin opciones de ser elegidos presidentes:Gustavo Petro y Germán Vargas, quienes no superan el 7 por ciento; y la pareja de los coleros: Rafael Pardo y Sergio Fajardo, quienes tienen apenas el 5 y el 4 por ciento de las preferencias ciudadanas.

El periodista se atreve a señalar que el gran ganador de las encuestas fue el perdedor de la segunda reelección, Álvaro Uribe Vélez; más aún advierte, que quien no esté cerca de él no tiene chance en la elección presidencial. De la conjetura intencionada de Vargas , si no queda duda, a pesar suyo de lo siguiente, que los agrupamientos de los dos punteros están inflados por la corrupción parapolítica en sus propias filas, y todos han hecho mutis por el foro, incluido el prestigioso columnista.

Tan solo Juan Manuel Santos, desmontándose por las orejas, ha dicho que no aceptará el apoyo del PIN, que no inscribió candidato, se reclama uribista, y tiene las manos libres para sumarle voticos. En cambio, Noemí nada dice acerca de los senadores conservadores enlistados por Arco iris en el reportaje Cara a Cara con María Isabel Rueda. En particular, hay dos mujeres, específicamente, Dilian Francisca, acusada por Rasguño, y Olga Suárez, cuyo hermano está siendo investigado, que resultan ser más que notorios para empatanar la impoluta presencia de la antes candidata de los independientes. La corrupción no hace distingos de género ni de sexo en Colombia.

El caso de Antanas es menos grave, aunque los Verdes sí utilizaron el cobijo del partido Opción Centro, que en el pasado no tuvo un claro deslinde con el clientelismo y la para-política. Es importante precisar el caso del presidente de dicho partido, quien de gobernador de Boyacá pasó a ser ahora senador electo por el llamado Partido Verde. La misma circunstancia, no publicitada, parecería que distanció a Sergio Fajardo de los verdes y Opción Centro, y acercó a Antanas a la política tradicional abandonando la clorofila ética.

Así lo hizo constar ya Alicia Eugenia Silva en su escrito Mockus politickus: "Mockus permitió sin compunción el apoyo de Christian Moreno, gobernador de Cesar, a su candidato Felix Varela. Y no le incomodó la cercanía de sus compañeros de partido santandereanos a Luis Alberto Gil, antiguo senador de Convergencia ciudadana, hoy detenido en la cárcel La Picota, por escándalos de parapolítica".

Ante los hechos parece válida la boutade que, en verdad, los actuales exalcaldes son un trío de “viejitos verdes”, con el encime fundamentalista de Gilma Jiménez, cobijada en la frágil causa de los niños, quien, por ejemplo, casi nada dice de la pederastia de la Iglesia católica cuya complicidad abarca tanto al Papa vivo como al que está a punto de ser canonizado. Y Mockus, el difusor de la paideía, devela su vena autoritaria, y silencia su lema que "la educación lo es todo" con el objetivo conformista de sumar votos.

En el segundo grupo están también untados de para-política los partidos Cambio Radical y Liberalismo. Pero sus dos candidatos nada dicen al respecto de sus senadores electos. Sin embargo, Pardo dice que no se expidan avales hasta julio, una vez que todas las denuncias se hayan tramitado. Todo lo cual no deja de ser un sueño guajiro, porque conocemos cuánto tardan los juicios electorales en Colombia.

Sólo quedan por fuera de la para-política Fajardo y Petro. Ambos hacen denuncias antes y ahora. Fajardo insiste en la denuncia ética después de su estruendosa derrota. Su imperdonable cálculo matemático sólo es excusable moralmente en el rehusarse a juntarse con Opción Centro, cuando dice ahora, "no estamos en política por cálculos, sino por convicciones. Eso significa que no tenemos precio". Poniéndose, según parece, en la línea del topólogo Grigori Perelman, "hay muchos matemáticos que son más o menos honestos, pero casi todos son conformistas, es decir, son más o menos honestos, pero toleran a quienes no son honestos".

Petro, candidato del PDA por una diferencia menor a la que obtuvo Noemí sobre Andrés Felipe en el conservatismo ha preferido cambiar votos por balas. Habiendo denunciado en el congreso el nacimiento de la parapolítica en las propias barbas del presidente, cuando éste fuera gobernador de Antioquia, ahora el dizque candidato de la izquierda democrática calla ante la parapolítica y vocifera contra el canje humanitario. Olvidándose de la letra y el espíritu del derecho internacional humanitario, del desastre vivido en el Palacio de Justicia, de las desapariciones forzosas y el armagedón de los falsos positivos, repite la profesión de fe del vicario saboyano, colocándose a la cola de Uribe y el ultramontano pocurador que ayudó a elegir para dizque defender las libertades fundamentales de los colombianos.

La coyuntura del canje

Acuerdo humanitario es aceptar que el secuestro se siga utilizando como instrumento de lucha política. Germán Vargas, Cambio Radical.

La guerrilla no tiene otra opción que hacer liberaciones unilaterales de los secuestrados. Gustavo Petro, PDA.
Un acuerdo humanitario tiene como condición que aquellos integrantes de las Farc que lleguen a salir de la cárcel no regresen a delinquir. Alvaro Uribe Vélez, El Tiempo, marzo 29 de 2010, p: 1-3.

El 30 de marzo se produjo la liberación del hoy sargento Pablo Emilio Moncayo, y antes la de Josué Daniel Calvo, y pronto estarán los restos del policía muerto en poder de las Farc de vuelta con su familia. El silencio discrecional del primero liberado contrastó con la madurez reflexiva del hijo del profesor Moncayo, quien recorrió el país , y parte del mundo insistiendo en la libertad para su hijo enfermo, y para todos los militares y policía. Ahora, el canje vuelve a ocupar el primer lugar en la discusión política, y los presidenciables ya están en el tire y afloje al respectp alinderados en dos bandos.

La senadora Piedad Córdoba anuncia una gira por Europa para encontrar apoyos para el Acuerdo Humanitario con una comisión de la que hace parte el expresidente Ernesto Samper, quien expía culpas pasadas sin hacer fila en el confesionario de la opinión pública, como fiel escudero que fuera del difunto Alfonso López Michelsen afectado en vida por los escándalos de la Haendel y la hacienda la Libertad, que ya muy pocos recuerdan.

Mientras tanto, la izquierda y Colombian@s por la Paz no salen de una sorpresa mayúscula al escuchar al candidato Gustavo Petro, quien desplazó en radicalidad guerrera al presidente Uribe, quien aún habla de acuerdo al final de sus días de gobernante. Petro choca frontalmente con el comunicado de las Farc-ep, leído por Piedad Córdoba al regresar con el sargento Moncayo. Las Farc reiteran que no harán más entregas unilaterales de policías y militares, los 21 que están en cautiverio. Ahora es el tiempo del canje, el cual incluye a tres guerrilleros de las Farc, Trinidad, César y Sonia, extraditados a los Estados Unidos, y quienes permanecen en las cárceles. Al abreirse de nuevo una puerta para la negociación política el candidato del PDA, asustado por el espectro de su pasado se refugia en la sombra de su mediocridad.

Volviendo a los demás presidenciables, el fantasma de la seguridad revivió como contrapunto el de Manuel Marulanda, quien habló del canje humanitario desde 1999. Y no es menos cierto que el secuestro y la retención han funcionado como táctica de guerra en el quehacer de las Farc desde el ataque a la base de las Delicias, el 30 de agosto de 1996. Eran los tiempos del presidente Ernesto Samper, quien ahora hace penitencia en compañía de Piedad.

Eran los tiempos en que esta organización guerrillera pretendía escalar de la guerra de movimientos a la de posiciones, acorde con la teoría clausewitziana, movilizando fuerzas regulares para golpear a las unidades militares y policiales del establecimiento corrupto por la mafia y la naciente parapolítica en los departamentos de Antioquia y Córdoba. Ese sueño se convirtió en pesadilla con la toma de Mitú, donde operó con relativa eficacia el acuerdo político militar llamado Plan Colombia.

Vino la acción aérea de la FAC que volvió imposible avanzar hacia la guerra de posiciones en lo militar. Se abría así una nueva etapa, marcada por la disputa por la hegemonía política escenificaba en la zona del despeje. Allí la representación guerrillera fracasó en su estrategia política. No entendió que la guerra de posiciones se libraba ahora en el terreno de la democracia , hasta que hubo la declaratoria de guerra por el gobierno de Pastrana, quien cerró esa etapa de negociación de la paz.

Hoy, derrotada la candidatura de Uribe, tenemos a otros competidores quienes se disputan su heredad. El primero, el puntero, Santos, ex ministro de varias carteras incluida defensa dice: “en ningún caso canje”. Lo cual parece contradecir al presidente. Le hace eco su rival uribista y guerrero, golpeado electoralmente, y sin claro deslinde con la parapolítica, quien descalifica el acuerdo humanitario, quien insiste en hablar de secuestro en lugar de retención en el caso de policías y militares. El trío lo cierra Petro, un exguerrillero, que rechaza cualquier tipo de acuerdo o canje. Noemí prefirió no contestar al tema, ocupada como estaba en escoger y anunciar su forma vicepresidencial.

El otro bloque, los que tienen en mente la negociación política mediata, invierten en la idea del acuerdo. Pardo, dice que sí al acuerdo mirando las condiciones, y se acerca así a lo dicho por Uribe. Antanas habla de canjear combatientes por combatientes, ateniéndose a las categorías del derecho internacional humanitario, o derecho de la guerra, y Sergio Fajardo, recuerda que “en medio de los conflictos más feroces” hay espacio para un acuerdo humanitario. Y no hay duda que el colombiano es uno de los conflictos más feroces, superior a lo acontecido en el tiempo de la Violencia, donde los “falsos positivos”, y las acciones punitivas e intimidatorias de los paramilitares, sus auxiliadores y perpetradores militares y civiles son bestiales e inaceptables para cualquier consideración humanista, y siguen siendo objeto de censura y castigo internacional.

No a la reelección de la parapolítica y la guerra

En el debate de RCN, todos los candidatos, con la tímida excepción de Sergio Fajardo, demostraron una falta de interés por la vida y los destinos de más de la mitad de la población colombiana. Florence Thomas, en El Tiempo, marzo 31 de 2010, p: 1-21.

En la empresa de buscar un mensaje de renovación política que llegue a los electores y una propuesta de unidad que sacuda la campaña electoral nos estamos jugando la calidad del próximo gobierno. León Valencia, Una alianza para convocar el voto independiente, en El Tiempo, 31 de marzo 2010, p:1-21.
Tomando en consideración los dos asuntos principales de la coyuntura, la corrupción política electoral de Colombia, el que se supone acto prístino en cualquier ejercicio democrático liberal, y la propuesta de canje/acuerdo humanitario de cara a la elección presidencial de 2010, no queda la menor duda, que urge reclamar por parte de la ciudadanía una limpieza del ejercicio electoral misma y una clara definición frente al tema de la paz y de la guerra.

Aunque el candidato de la izquierda democrática, como acostumbra a llamarse el PDA, se alindere en el lado de la guerra, y no haga un claro deslinde con el régimen para-presidencial que sigue definiendo el juego político colombiano, es necesario que las bases y los delegados del II Congreso tomen la iniciativa política sobre el asunto de la corrupción política electoral y de la guerra por los cuernos. Es necesario someter a escrutinio directo el quehacer del candidato en un plénum partidista con la previa consulta de las bases, el cual debe convocarse de inmediato, a través de la nueva presidente, quien dio inicio al esclarecimiento de la parapolítica con su acción ante la Corte.
Es necesario interpelar al trío que conforman Antanas, Sergio y Rafael en el interés que purifiquen cualquier duda acerca de su posición frente a la parapolítica. Luego, que se dispongan junto con el candidato del PDA a constituir un frente político de acción inmediata contra la reelección parapolítica. Exigir la aplicación de la silla vacía que produzca la salida de los senadores y representantes electos implicados en una corrupción política más severa que la del proceso 8.000.

Que ellos liderando a la multitud ciudadana hagan uso de la estrategia electoral del voto en blanco como último recurso, en caso que los demás partidos se rehusen a prescindir de los congresistas señalados. El objeto de hacer efectiva la medida de la silla vacía, reviviendo de una manera radical la reforma política que hundió el gobierno y el congreso uribista.

Entonces, se trata no sólo de derrotar la guerra como fórmula política, y su peor engendro interno, el cáncer de la para-política. ¿Cómo? Exigiendo la salida de los congresistas vinculados a procesos judiciales; prohibiendo su reemplazo por otros en sus partidos, esto es, aplicándoles la silla vacía, a éstos y a sus familiares; y la disolución de los partidos que tengan una mayoría vinculada con la parapolítica, como ocurre en este caso con el PIN, al que confluyeron como se sabe, Convergencia Ciudadana, Colombia Viva, Colombia Democrática y parte de Apertura Liberal.

En tiempos del IX Festival Iberoamericano de Teatro, se trata de recordar a Shakespeare, y a Hamlet, porque algo anda podrido no sólo en Cundinamarca, sino a lo largo y ancho de Colombia. Tal cáncer debe ser extirpado de una vez por todas, respondiendo en forma multitudinaria al dilema de ser o no ser demócrata. Esa es la cuestión que nos permitirá desmontar la parapolítica y la guerra como forma excepcional, corrupta de gobernar. Así habrá no sólo una segunda vuelta, sino lo que es más importante, una segunda oportunidad para tod@s sin más masacres, genocidio, miseria y exclusiones.




domingo, 28 de marzo de 2010

MIRANDO DESDE EL SUR A LA DEMOCRACIA Y EL ORDEN
GLOBAL

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Profesor Asociado
Universidad Nacional de Colombia
Director Grupo Presidencialismo y Participación
maherreraz@unal.edu.co
miguel.herrera@transpolitica.org

¿Preámbulo promisorio?

Las nuevas guerras surgen en el contexto de una erosión de la autonomía del Estado y, en ciertos casos extremos, la desintegración del Estado. En concreto, aparecen en el contexto de la erosión del monopolio de la violencia legítima. Mary Kaldor. Las nuevas guerras. La violencia organizada en la era global. Tusquets. Barcelona, 2001, p: 19.

Se han dado muchísimos esfuerzos de los países latinoamericanos para armar esquemas de cooperación e integración. Eso es positivo…Yo creo que no solo Colombia estaría en contra de crear un organismo que reemplazara a la OEA. Arturo Valenzuela, subsecretario para el Hemisferio Occidental, EUA, en: El Tiempo, 24 febrero de 2010, p: 1-10.


Este ensayo revisa dos visiones principales, la que expuso David Held, reconocido estudioso británico de las relaciones internacionales en el libro La democracia y el orden global, y la contribución de Mary Kaldor en Las nuevas guerras, acerca del inmediato presente de la violencia organizada.

La reflexión mira desde el Sur a la democracia y el orden global, desde el atalaya del subcontinente latinoamericano como el laboratorio renovador, plural y diverso que se extiende desde el sur del Río Grande hasta la Antártida en disputa.

Para acoplar y contrastar los tópicos enunciados en el libro de Held consideraré, de modo principal, las Historias de la democracia: lo viejo y lo nuevo; La democracia, el Estado-nación y el orden global I, II; y aquella titulada Elaboración y alegato: democracia cosmopolita. Para ponerlo a tono con las novedades reformistas y revolucionarias que en materia de democracia y globalización experimenta América Latina. Otro tanto haré con el trabajo de Mary Kaldor, donde en lugar de democracia nos habla de guerra, una nueva guerra que cuestiona cualquier optimismo democrático.

La operación crítica consiste en revisar nuevas realidades sociales, económicas y políticas que implican no sólo la rectificación del discurso neoliberalismo en retirada, sino, que también atienden al cambio de rumbo presente. Estos cambios no pocos los identifican con la premisa del socialismo del siglo XXI que exige la configuración política de un nuevo republicanismo, sino con los llamados a la democracia radical; además, otros análisis confrontan las experiencias regionales de la Unión Europea, y Unasur en nuestro continente; y de otra, reconsidera el más tradicional experimento de la república imperial estadounidense y la novedad de su nuevo gobernante.

Disputando la hegemonía regional

Hace poco, en Cancún, los presidentes latinoamericanos crearon una nueva organización que quizás se llame Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Sus integrantes son todos los países del hemisferio menos Estados Unidos, Canadá y…Honduras. ¿Por qué no Honduras? Porque su nuevo gobierno, elegido en un proceso que nadie objeta, es el sucesor de un gobierno que derrocó a un presidente democráticamente electo. Moisés Naim, El ejemplo de Cancún. Tramposos, hipócritas y mentirosos, en: El Tiempo, 7 marzo de 2010, p. 1-21.

La mayor novedad desde el mirador latinoamericano, la expresa bien la Vigésimoprimera Cumbre del Grupo de Río, que reunió en Cancún a 33 países latinoamericanos y caribeños, sin Estados Unidos, Canadá y Honduras, excluida por el golpe de Estado contra Manuel Zelaya. En Cancún se perfiló una nueva organización continental, que toma distancia y autonomía de la OEA que era la continuación de la Unión Panamericana nacida en Bogotá en abril de 1948, con la presencia tutelar del general Marshall. Ambas seguían sujetas al poder imperial estadounidense.

Esta hegemonía sobre los asuntos continentales es puesta ahora en cuestión ante el promisorio anuncio de Cancún. Como se ejemplifica en el artículo citado en el epígrafe escrito por el editor de Foreign Affairs. Sus promotores, según Naim, caen bajo la denominación de tramposos, hipócritas y mentirosos. Ellos son, entre otros, Cuba, un ejemplo de “democracia”; Cristina de Kirchner, porque Argentina está en la fosa de los países más corruptos según Transparencia internacional; Colombia y Venezuela con las disputas entre el “vete al carajo, y sea varón”, y el Brasil de Lula, quien declaró “que no se puede juzgar a un país o la actitud de un gobernante en función de la actitud de un ciudadano que decide empezar una huelga de hambre”.

A pesar de los detractores y críticos, los estatutos de esta unión, uno de cuyos principios es promover el respeto al derecho internacional, se discutirán en Caracas hasta la mitad de junio de 2011, donde deberán aprobarse. De seguir adelante los 25 jefes de Estado, asistentes a la Cumbre de Cancún, la organización en ciernes será una rectificación histórica mayúscula. La iniciativa tiene una trayectoria cercana a los doscientos años, ya que pudo comenzar promisoriamente, cuando Simón Bolívar convocó el Congreso Anfictiónico en Panamá para junio y julio de 1826.

Aquel proyecto de unidad original fracasó enfrentado a los designios manifiestos del Monroísmo; pero, ante todo, se hundió por la inconsecuencia política de los compañeros de viaje americanos, a quienes no entusiasmaba de a mucho la idea de una presidencia imperial en cabeza del Libertador que disminuía sus fueros locales. La nueva asociación vuelve a dejar por fuera a los Estados Unidos y al Canadá, e incluye circunstancialmente a Honduras. Ahora, en cambio, tiene el liderazgo a Brasil, México y Venezuela, una tripleta con diversa tonalidad política, y un indiscutible poderío económico.
El más cercano antecedente de unidad regional estuvo en la reunión de Unasur en Bariloche, al tratar la seguridad continental y la necesidad de poner a raya la injerencia estadounidense. Brasil invitó a Estados Unidos, para definir los efectivos alcances de su acuerdo de cooperación militar con Colombia para utilizar siete bases militares de su territorio. Laura Gil anota, que era ésta una oportunidad para que Barack Obama probara el poder inteligente, que consiste en que “otros son persuadidos a hacer lo que no querían porque es de su interés hacerlo”.

La respuesta fue la ausencia estadounidense, y el silencio acerca de los verdaderos móviles del acuerdo, que ahora está bajo escrutinio de la Corte Constitucional de Colombia. Ante tal curso de acción se vienen perfilando en el continente americano dos bloques político-ideológicos, y dos presencias discursivas, que se ejemplifican bien con las disputas arriba mencionadas. Una de las cuales tuvo como activo al presidente Hugo Chávez, quien divulgó una carta para decir al mundo, que “el imperio norteamericano ha iniciado una contraofensiva anti-histórica y retrógrada”.

A raíz de esta polémica de las bases ninguno de los países promotores de la CELC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, utilizó como tribuna de debate a la maltrecha OEA. Esta permaneció bloqueada por la acción estadounidense en la crisis sobreviniente al golpe de Estado en Honduras, y a las puertas de reelegir a José Miguel Insulza, quien contraría los designios del bloque que lidera el gobierno estadounidense, quien rechaza su intervención en Honduras a favor del presidente depuesto, y que aceptó a regañadientes el levantamiento de la exclusión de Cuba de la OEA, en los tiempos del Ché Guevara. A lo cual Cuba no respondió incorporándose, recordando el embargo del que sigue siendo objeto por los Estados Unidos.

El texto completo se publicará en la Revista SURMANÍA 4. Invitamos a consultar los números anteriores de la revista que tiene su propio sitio en la web.

martes, 23 de marzo de 2010

PARAPOLÍTICA, MERCADO DE VOTOS Y CONSULTA DEMOCRÁTICA

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
maherreraz@hotmail.com
miguel.herrera@transpolitica.org

LOS HECHOS DEL 14 DE MARZO

La Registraduría le ha fallado al país…Mientras las F.A. de Colombia han hecho una gran tarea en derrotar la interferencia de la violencia en el ejercicio libre de las elecciones, la Registraduría crea enorme desconfianza”. El presidente en: El Tiempo, 18 de marzo 2010, p: 1-4.

Primero, quien había violado la ley seca era yo, ahora es la Registraduría. Es muy difícil para mí responder por el comportamiento de 3.300 funcionarios de la entidad y 10.000 supernumerarios que se contratan en los días electorales. Carlos Ariel Sánchez, Registrador Nacional.



Los resultados definitivos de la primera jornada del ciclo electoral no están consolidados. El CNE dará su última palabra. El martes pasado hubo una suspensión del escrutinio, y una protesta de activistas del PIN y del PDA, quienes exigen que el conteo se haga voto a voto juntando los dos extremos de espectro electoral .
Sin embargo, de 29.852.099 posibles votantes hubo una participación superior a los 13.200.000 millones de votos. También estuvo claro desde antes que el censo electoral se incrementó en 3.256.928 ciudadanos, que coincide con los más de 3 millones de votos que acortaron la abstención de la pasada elección de Congreso de Colombia. El conteo arrojaba estas cifras: 93.82 para senado, 93.96 para cámara; en el parlamento andino, el 93.27 del total de la votación. Las consultas por los verdes y conservadores ya son conocidas. Más de 1.600.000 por los primeros, y más de 2.900.000 para los segundos.

En la consulta conservadora Noemí Sanín aventajó a Andrés Felipe Arias en 42.000 votos. La candidata conservadora es la segunda heredera de la seguridad democrática después de Juan Manuel Santos. Noemí barrió en el Valle y Caldas y el Eje cafetero; también ganó en Sucre y Atlántico. Ella perdió en Medellín y en Bogotá, donde Andrés Felipe obtuvo la mayor diferencia a su favor. Está claro que en esta “consulta libre” metieron la mano ciudadanos de diferentes filiaciones, en particular, de dos filiaciones, el partido de la U y el PIN, donde concurren los asociados de la para-política en mayor número.

Con las cifras por consolidar, pero con la derrota en ciernes del exministro Arias, el gobierno orquestó un doble escándalo en cabeza del Presidente y su Ministro del interior contra el Registrador para deslegitimar los resultados que le impiden ganar en la primera vuelta con la dupla Santos-Arias, el sueño guajiro incumplido.
Carlos Ariel Sánchez fue primero acusado de infringir la ley seca por un comentario del presidente de Fedegán, José Felix Lafourie, de la cuerda del presidente; y, después, la Registraduría es señalada por el retardo en la divulgación de los votos contados el día domingo. El proceso licitatorio con la firma UNE-EPM y la firma subcontratista está bajo indagación. El gerente Ribón adujo que un hacker atacó la red hasta bloquearla con 75.000 entradas simultáneas. Sólo hasta el martes se rehabilitó el servicio, y el miércoles fue removido el subcontratista ineficaz.

PARAPOLÍTICA, INDEPENDIENTES Y BLOQUES

En las encuestas no incluyen mi nombre, pero hay miles de colombianos que reconocen el trabajo que hemos hecho…los desplazados, las víctimas de la violencia, las mujeres. Jaime Araújo Rentería, ASA. El Tiempo, 23 de marzo 2010, p: 1-5.

Al ser Noemí la ganadora de la consulta azul hay un necesario alinderamiento del bloque reaccionario, y de las demás fuerzas electorales agrupadas en los bloques de centro-derecha, y centro-izquierda, y los independientes, es decir, Verdes, y CCC de Sergio Fajardo. Habrá dos campos definidos para la segunda vuelta, aunque todos los socios futuros se hagan contar en la primera para capturar una suma por la reposición de votos y fijar condiciones de participación en el futuro gobierno, 2010-2014.

El primer campo reaccionario quiere continua la seguridad y la confianza inversionista. El candidato Juan Manuel Santos tiene la disputa con Noemí en la primera vuelta. El segundo campo lo conforman los opositores de la reelección con dos alas: de centro-derecha, que tiene como posible candidato al liberal Rafael Pardo que requiere el apoyo de Germán Vargas, y de centro izquierda socialdemócrata, que requiere la alianza Gustavo Petro y Antanas Mockus, a la que se podrían sumar los apoyos de Sergio Fajardo, ASA y una fracción indígena. Pero, éstos últimos tendrán que sortear el impasse como en la democracia ateniense, a la suerte, para definir el candidato en la segunda vuelta.
La derecha y la reacción acostumbran la diplomacia y los arreglos de puestos y dinero entre bambalinas. La democracia en “los partidos” y por fuera de éstos es una convidada de piedra. Los perdedores buscan acomodo en los bloques con posibilidad de ganar, siendo el más notorio de todos, el exalcalde Sergio Fajardo, el gran derrotado. Él quiere denunciar el fraude electoral y los chorros de dinero ilegal y legal de las pasadas elecciones.

UNA OPCIÓN DEMOCRÁTICA RADICAL

De otra parte están quienes perdieron con una posición democrática radical en lo electoral, y anticapitalista en sus denuncias. Ellos rechazan la presencia de la parapolítica antes y después de las elecciones al Congreso en la política colombiana. Estos agrupamientos adelantan reuniones mucho menos numerosas para constituir un bloque que exige la denuncia y el retiro de los congresistas vinculados con la parapolítica, los que están en el PIN, y en casi todos los partidos que obtuvieron congresistas. Los para-políticos, electos por interpuesta persona, sabido es que le adeudan a los colombianos 7 mil millones de pesos por concepto de multas.
Aquellos partidarios de la democracia radical exploran la posibilidad de votar en blanco para obtener la anulación de la votación presidencial. Sería una medida extrema para excluir de ese modo en la siguiente elección las candidaturas afectadas por la asociación directa e indirecta con la para-política, y tienen dos vueltas presidenciales, hipotéticamente, para pulsar la opinión pública libre.
O constituir un frente electoral con los candidatos presidenciales contrarios a la para-política, que en este caso lo son Gustavo Petro, Antanas Mockus, Sergio Fajardo, y Jaime Araújo Rentería, con el interés de desarrollar una verdadera política renovadora con un compromiso democrático y social firme.
Pero, para no pocos analistas, y un sinnúmero de ciudadanos dedicados a no perder su voto, ésta es una forma de pensar con el deseo. Y es cierto, se trata de pensar con el deseo democrático, que no es otro que el deseo de las multitudes necesitadas de un vuelco social y político que quiebre el gobierno oligárquico de Colombia. El mejor momento para proclamar la disutopía será la celebración del próximo 1o. de mayo. Dejar claro que ésta es la opción de los muchos, cuyo primer deslinde es con la violencia y el para-presidencialismo que haga posible la construcción democrática.

domingo, 14 de marzo de 2010

UN COMENTARIO ESCLARECEDOR SOBRE EL BLOQUE EN EL PODER
Héderman Castro
Proyecto @utonomista

Miguel, me asalta la duda de si el resultado cualquiera que sea, o haya sido puede fragmentar el bloque en el poder en nuestro país. O, por el contrario, si también cualquiera que sea este resultado no lo afecta. Claro que esta inquietud es a posteriori, pero creo que ésta sigue siendo válida. El estado, por ejemplo, sigue siendo un aparato ante todo burocrático y de él se nutre y cohabitan en él casi todos los grupos de izquierda y derecha. Por lo menos es lo que vemos en la izquierda, donde el supuesto de diferente paradigma político sólo lo sabemos implícito.
Ahora bien, me asalta otra duda. En el análisis podríamos introducir dos elementos: uno el de valoración; el otro es el de coherencia. Desde el punto de vista de la valoración el bloque en el poder se encuentra quebrado hace mucho tiempo. Pero, desde la coherencia, la manera como asume la economía, la ofrece a la sociedad y hace esfuerzos por resolver sus peticiones, creo que no.
Mientras Uribe ha actuado a su arbitrio, en contra de la legalidad, de valores públicos, concentrando el poder y faltando al respeto o desconociendo la división de los poderes, etc.etc., ha sido coherente con el desarrollo económico en términos actuales. Él ha buscado dar soluciones a las peticiones de la gente. Si no fuera así, ¿por qué se ha fortalecido electoralmente y avanzado en la toma del estado, y en cambio la izquierda su opositor ha retrocedido?

En últimas, pienso que estamos lejos de un resquebrajamiento del bloque en el poder, entre otras por que no tiene oposición. La que se dice ser la oposición del bloque en el poder paradójicamente lo reafirma. En este sentido, el vacío político de algo alternativo es dramático, y lo peor, no lo sopesamos en su verdadera dimensión. Por esa razón organizaciones como el Polo no tienen que ver con un proyecto de cambio social en las actuales circunstancias. Tenemos la necesidad de replantearlo todo.
La renuncia de Dussán a la presidencia del partido muestra su carácter estrictamente electorero, y desconoce toda estrategia que no sea el acceso al poder, en nuestro caso por el poder, en lo abstracto, pues en verdad no se sabe para qué el poder.


ELECCIONES, RÉGIMEN PARAPRESIDENCIAL, DEMOCRACIA Y CAPITAL

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, Unal, Bogotá
Director Grupo Presidencialismo y Participación
miguel.herrera@transpolitica.org

Hoy experimenta Colombia, su ciudadanía, el inicio de un nuevo ciclo electoral con tres asuntos inmediatos a decidir: quiénes integrarán el Congreso, cuáles serán el candidato Conservador, y el de los exalcaldes Verdes con el aval de Opción Centro; así como los cinco primeros colombianos para el Parlamento Andino.

Pero, en verdad, las elecciones definirán si se fragmentará el bloque en el poder nacional con la salida de Álvaro Uribe Vélez; quiénes serán los herederos de la seguridad oligárquica, y si el régimen para-presidencial seguirá vivo; y de otra parte, cuáles son las alternativas al estado de opinión que respaldó el desastre social que arrojó 8,2 billones de ganancias para el capital financiero, así como el caos institucional con la excepcionalidad como instrumento de gobierno permanente.

LAS MUJERES DECIDEN

De 29.852.099 ciudadanos habilitados para votar, la mayoría son mujeres con 15.499.591. De quererlo ellas serán las que inclinen la balanza en las 76.940 mesas de votación este 14 de marzo. Para escoger, hombres y mujeres tienen 1634 candidatos a la cámara, 842 para senado, y 63 al parlamento andino. Habrá también un ejercicio particular, el voto Caribe, que da pasos en la dirección de la regionalización, en un territorio atacado por dos males políticos, un clientelismo dos veces centenario, y la para-política que tiene en la Costa notable arraigo antes y después de la Ley de justicia y paz.
La Registraduría nos informará entre hoy y mañana los nombres de los nuevos representantes ante el poder nacional y regional, es decir, 102 senadores, 166 representantes y 5 cupos en el parlamento de la CAN, y los partidos oficialmente ganadores en votos y en curules, que no son coincidentes.


CLIENTELAS, PARAPOLÍTICA Y EXODO

Adicionalmente, de algo más de 4 millones de colombianos fuera de Colombia, hay apenas un total de 410.657 que podrán votar en 197 puestos de votación en 60 países. Las elecciones las monitorean los tribunales de garantías electorales en 23 departamentos, 100 delegados de la Misión electoral de la OEA, y 237.500 de la fuerza pública; y por supuesto, los testigos electorales.
Éstos en el pasado no han podido precaver la comisión de fraudes escandalosos, los carruseles, la compra de votos que ya se cotizan en determinadas regiones a $200.000 por votante, y la intimidación armada que permitió decir a las AUC que obtuvieron en el pasado la elección del 33 porciento del congreso como cercano a su proyecto económico y político reaccionario.

CONGRESISTAS Y POSIBLE PRESIDENTE

Casi todos los analistas coinciden que hoy se definen las alianzas para elegir al próximo presidente de Colombia, luego que conocemos las fórmulas vicepresidenciales, excepto dos, la Conservadora y los Verdes. Esta vez, como nunca en el pasado inmediato, los congresistas tendrán que “sudar la camiseta” para elegir el presidente de su preferencia. Lo cual presagia que habrá una votación superior al 50 porciento en la elección presidencial, porque las clientelas se mantendrán aceitadas, y el capital financiero, legal, y las fortunas ilegales invertirán en que esto ocurra.

La ciudadanía en la segunda parte del ciclo electoral tendrá que escoger entre gobierno oligárquico y democrático, entre desmontar el régimen para-presidencial o afianzarlo como forma de degeneración democrática en un orden que le apuesta en todos los casos a la continuidad del capitalismo dependiente. Y el presidente Uribe ya obtuvo la bendición del hegemón imperial, Barack Obama, quien lo felicitó por respetar la decisión de la Corte Constitucional, que le puso un tatequieto a la aspiración inconstitucional de ser cabeza del ejecutivo por tercera vez.

En materia de cálculos, los llamados partidos uribistas, la U, Cambio Radical y el PIN deberían obtener la mayor votación total, pero no hay garantía de unión en la primera vuelta. La U tiene 73 curules entre senado (31) y cámara (42), y dicen que obtendrán 2.300.000 con el apoyo del transfugismo clientelista; CR le quedaron 26, 17 representantes, y 9 senadores, y aspira a 1,5 millones de votos con la inyección del clan Char y la exitosa alcaldía de Barranquilla.
El PIN es una confluencia del llamado salón de rechazados, por lo que su votación definitiva es incierta, pero podría superar el medio millón de votos. La U y CR definirán quién comandará la alianza presidencial uribista.

En otro campo aparece la oposición electoral, el Liberalismo, con 18 senadores y 36 representantes, y aspiran ahora a obtener 2 millones de votos, el doble de la consulta interna para presidente. El PDA, tiene 11 senadores y 8 representantes, y aspira a obtener una cifra superior al 1.000.000, que doblaría la obtenida en la consulta interna, que en palabras de su presidente le permitiría obtener un nuevo senador y representante.

Como tercero en discordia está el Conservatismo, cuyo candidatos más opcionados son Noemí Sanín y Andrés Felipe Arias. Ambos de talante uribista, pero la primera tiene agenda propia, y un pasado como la candidata independiente conservadora más votada, después de Alvaro Uribe, que hizo lo propio en el liberalismo. De acuerdo con el expresidente del senado, Hernán Andrade, los conservadores estarían a gusto de obtener 2.000.000 de votos.

El cuarto grupo de presidenciables lo constituye el variopinto espectro de los independientes, esto es, los partidos de los excaldes: Compromiso Ciudadano por Colombia, con Sergio Fajardo, el más exitoso de todos en su gestión local podría obtener entre 250 y 300 mil votos; el partido Verde/Opción Centro, que es la primera muestra de un bloque pluralista de centro entre 300 y 350 mil.

Con alguna importancia regional y/o sectorial están el partido cristiano MIRA, y la ASI, que se dividió recientemente entre Daniel Piñacué y Aida Quilcué que orienta el Movimiento Social Indígena, y que se nutren de las luchas indígenas por la autonomía, la tierra y la identidad étnica. Los últimos no tienen candidato propio. Este bloque de independientes podría alcanzar una sumatoria de 1 millón de votos, y darse por bien servido.

EL DESENLACE

Con las consideraciones anteriores es posible que se constituyan, a partir de mañana tres bloques para encarar la elección presidencial: el bloque de la reacción, conformado por los partidos uribistas tout court, La U y PIN; la centro derecha con CR, el partido Conservador, si gana Noemí la consulta, y el MIRA; de lo contrario, con Andrés Felipe Arias como ganador, el conservatismo será aliado de la presidencia de Juan Manuel Santos; el bloque de la oposición de centro izquierda, en la que confluirían el Liberalismo, el PDA, Compromiso Ciudadano por Colombia, los Verdes, la ASI y el MSI.

Es perfectamente posible que se diera una alianza inesperada entre el partido Conservador liderado por Noemí y el partido de los Verdes presidido por uno cualquiera de los tres alcaldes verdes, quienes jugarían sus cartas en la primera vuelta, aspirando a convertirse en fiel de la balanza como tercería entre los dos principales contendores de la segunda vuelta.

De no haber novedades en el comportamiento electoral de Colombia, es posible pensar en una votación entre 10.450.000 y 11.000.000 para las elecciones de congreso, incluyendo votos nulos y en blanco. Repartidos los votos efectivos del siguiente modo según los bloques arriba apuntados: reaccionario, 3.800.000; si gana la consulta conservadora Arias, que le sumaría 1.000.000 de votos, a las 2.800.000 de base de la reacción uribista, de lo contrario la votación total podría llegar a 2.800.000.

La centro derecha estaría así: 3.300.000, sumando CR (1.500.000), Conservadores, si gana Noemi, quien sumaría 1.500.000 y el MIRA, 300.000; la centro izquierda podría obtener: 3.350.000, sumando el Liberalismo, 2 millones, PDA, 1 millón, y Verdes, 350.000 votos. Quedan flotando la CCC de Sergio Fajardo, 300.000 sufragios, ASI, 100.000 votos, y MSI, 100.000 votos, y otros partidos menores.
Podría construirse un bloque de independientes, en el cual se sumaría Noemí, los Verdes, CCC, MIRA y ASI como fuerzas principales y secundarias, en cuyo caso, tal votación reuniría un capital de votos posibles cercano a los 3.000.000.

Finalmente, está claro, cualquiera sea el resultado, que la nomenclatura de las clases y grupos sociales en Colombia, que se expresan directa e indirectamente en las elecciones en lo estratégico se mueven en una disputa hegemónica pos Caguán. Ella está mediada por el episodio de la guerra interna, que cubrió tres presidencias, Pastrana y dos gobiernos de Uribe. La conducción del bloque de la izquierda está en buena parte desdibujado, al no haber zanjado en forma acertada la confrontación entre la tendencia de centro liberal y la izquierda democrática, expresada en la disputa Petro y Gaviria.
La oposición liberal está afectada por el desprendimiento uribista, y no fue capaz de articular una alianza efectiva con los sectores populares de izquierda. Lo cual se expresa bien en la vicepresidencia de Aníbal Gaviria, que privilegia la alianza regional entre el bloque cundiboyacense y antioqueño.

El bloque reaccionario está fragmentado como resultado de la aspiración reeleccionista, y hace imposible la alianza entre Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras, clara expresión de la derecha (neo)liberal. Lo cual convierte al Conservatismo en un socio necesario, más la sumatoria no querida en público (pero aceptada en privada) con el bloque regional de la para-política.
Por lo cual, Noemí o Andrés Felipe Arias se vuelven decisorios en su suerte en la segunda vuelta, al inclinar la balanza del triunfo o la derrota de la reacción política nacional, esto es, los sucesores del régimen hacendario que cumplirá 200 años, con pocas interrupciones en el control del régimen presidencial autoritario con que se gobierna a Colombia.
La oposición de centro e izquierda podrá hacer una coalición con el conservatismo liderado por Noemí, porque los tres candidatos son seguidores confesos del régimen de la seguridad y de la guerra contra la oposición armada de las guerrillas y sus soportes y simpatizantes en la sociedad civil de abajo, que tienen asiento principal en los espacios rurales de disputa de frontera agrícola, y donde existe por más de cuarenta años una reforma agraria precaria defendida con la fuerza de las armas.

DISPUTA HEGEMÓNICA, REACCIÓN, DEMOCRACIA Y ANTICAPITALISMO

En esta disputa hegemónica, el partido de la democracia está en super minoría en términos de acción política electoral. Sólo hay en los espacios de participación del PDA, algunas representaciones que es muy probable no obtengan curules en esta contienda, pero que de todos modos adquieren visibilidad e importancia como referencia inmediata.
Porque la democracia radical y la lucha anticapitalista tiene que seguir. Hacen parte de la vida productiva de las multitudes. Es un proceso estratégico en que la acción extra-electoral, a través de los movimientos y las acciones de lucha social, política y económica vayan dando espacio y tiempo a la constitución del nuevo sujeto colectivo, el cual se expresa también en el llamado sector independiente bajo diversas y ambiguas denominaciones.
Aquí donde confluyen las más novedosas conductas políticas, y también los más amplios interrogantes sobre el sentido de las nuevas fuerzas en gestación. Y, por supuesto, están las mayorías que se abstienen, las multitudes en estado de letargo, que fueron en parte interpeladas y clientelizadas por el neopopulismo reaccionario que encarna el actual presidente de Colombia, con lo cual hizo viable su ejercicio de un presidencialismo de excepción, que hizo posible en parte, después del Caguán, la desviación del curso de la revolución democrática que tiene lugar también el resto del subcontinente.
Por último, la disputa hegemónica por la democracia golpea ya incluso las puertas de los Estados Unidos, al ser elegido un presidente carismático y contradictorio cuyas ejecutorias internacionales difieren de los compromisos con los estadounidenses; y también afectan negativamente el rumbo de la política nacional, al intervenir imperialmente con los dictados y complicidades del gobierno de Obama, porque a cambio obtiene aquí su principal base de apoyo y control estratégico para Suramérica, y el acceso a los recursos estratégicos de Colombia, por lo demás, vecina de Ecuador, Venezuela y Brasil.