martes, 29 de mayo de 2012

 

Reproducimos en esta oportunidad la sentencia proferida  por el Tribunal, que se instaló el 22 de mayo, en el salón Boyacá del Capitolio Nacional, y sesionó en el Auditorio Camilo Torres de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, entre el 23 y 25 de mayo, con una concurrida y beligerante asistencia de sindicalistas, asociaciones sindicales de trabajadores empleados y desempleados, y abogados e intelectuales ligados con la causa obrera. 
 
La convocatoria fue hecha por la Asociación de  Abogados Laboralistas de Trabajadores y la FMS, y contó con el respaldo en la Facultad del Grupo Presidencialismo y Participación, quien distribuyó gratuitamente, el día del fallo, la publicación sobre Violencia Sindical, dos volúmenes, entre los participantes, en el interés de contribuir al proyecto (Anti) escuela Ciudad Blanca que hace parte del ejercicio de Extensión solidaria, y Gestión de lo Común, durante el año 2012.  Felicitamos a los organizadores, y esperamos que este ejercicio internacionalista rinda sus frutos, luego que se ha frustrado la pretensión de un exsindicalista, Angelino Garzón, de presidir la OIT, y en su lugar haya sido elegido un obrero británico, procedente de una de las más severas cunas del neo-liberalismo y la tercera vía, el líder sindical Guy Rider. N de la R.
 
 
 
Tribunal Mundial de Libertad Sindical
COLOMBIA
Bogotá  D.C.,  veinticinco (25) de mayo de dos mil doce (2012).
 
El Tribunal Mundial de Libertad Sindical  integrado por los siguientes Magistrados: LUIS ENRIQUE RAMÍREZ, Presidente; LYDIA GUEVARA RAMÍREZ, Secretaria; LUIZ SALVADOR, OSCAR ALZAGA, JOSÉ LUIS CONTRERAS MONTES, GRETEL HERNÁNDEZ OLIVA y SEBASTIÁN VISCUSO, reunidos en sesión plenaria, en el expediente caratulado  “Sindicatos de Colombia c/ República de Colombia s/ Violación del principio de libertad sindical” (Causa No. 001/ 2012.), dicta la siguiente

sentencia

I.-objeto de la controversia
 
El Tribunal ha recibido una demanda general que resume la presentada por 81 organizaciones sindicales y por trabajadores independientes, cuyo detalle se realizó en el auto de admisión de la demanda, de fecha 23 de mayo de 2012.

En ella se denuncian graves violaciones al principio de libertad sindical por parte de la República de Colombia, alegándose que los trabajadores de este país, “siempre han sido blanco de los ataques de la clase política tradicional”, situación que se habría agravado a partir de 1965, según los demandantes, cuando “se acogió por el Estado la doctrina de la seguridad nacional o del enemigo interno”.

Dice la demanda que “el paramilitarismo se ha convertido en una política de Estado, cuyo blanco principal son los defensores de derechos humanos, los opositores y los trabajadores.”

Luego la demanda desarrolla y fundamenta este punto, explicando la responsabilidad de los Estados Unidos en la actividad paramilitar en Colombia y la complicidad de los partidos políticos tradicionales. La demanda también relata otras violaciones graves a los derechos humanos, cuyo origen se vincula al derecho de libertad sindical, que prácticamente es impedido su cabal ejercicio por los trabajadores.

II.- Competencia
 
En el auto de fecha 23 de mayo de 2012 el Tribunal fundamentó su legitimidad y su competencia para conocer en el presente caso. En primer lugar, por estar conformado por juristas y personalidades sociales  de diferentes países, ajenos a la controversia planteada.

Decíamos en esa oportunidad, que el Tribunal Mundial de Libertad Sindical – Colombia (TMLS), es un tribunal ético internacional, fundado por representantes de la sociedad civil que pretenden denunciar y hacer visible, ante la comunidad nacional e internacional, la sistemática violación en Colombia de una de las libertades fundamentales de la persona humana: la libertad sindical.

Es un tribunal ético, porque nace con el propósito de generar conciencia sobre la degradación  de ese derecho humano, que la institucionalidad no ha podido, o querido, preservar. Su existencia se explica por el fracaso de las estructuras políticas formales, en dar una respuesta adecuada a las agresiones que sufre la libertad sindical en este país. Cuando los sistemas judiciales convencionales se muestran impotentes para suprimir esos comportamientos, por ser incompetentes, tolerantes o, peor aún, cómplices, entonces las víctimas y los pueblos tienen el derecho de reapropiarse democráticamente de la justicia, generando un espacio para la denuncia, la condena y la difusión de los hechos de violación de la libertad sindical, identificando a sus responsables.

El Tribunal no sustituye a los tribunales formales, sino que coadyuva a que las normas nacionales e internacionales se reconozcan y apliquen.

Sin lugar a dudas, este es un paso para terminar con la impunidad, al exhibir ante la comunidad local e internacional hechos que repugnan a la conciencia social de la humanidad, y que van a contramano del siglo XXI, que es el siglo de los derechos humanos. Se trata, ni más ni menos, que desenmascarar la injusticia, y forzar la reacción de aquellas personas e instituciones, que tienen la capacidad de movilizar mecanismos correctivos de estas conductas socialmente reprochables.

Cuando la violación de los derechos en general, y de la libertad sindical en particular, pasan a ser parte del escenario de lo cotidiano, y cuando las conciencias parecen estar anestesiadas, seguramente como mecanismo de defensa para poder sobrevivir a semejante degradación social, entonces las instituciones entran en una profunda crisis. Pierden legitimidad porque pierden credibilidad. Y llegado a este punto, los pueblos tienen el derecho a exigir y buscar justicia, la que les permite alzar la voz y denunciar a los violentos, a los corruptos, a los delincuentes, a los explotadores, que degradan las instituciones republicanas y, en nuestro caso, a los que sistemáticamente violan el principio de libertad sindical en sus diversas manifestaciones.

III.- Trámite ante el Tribunal
 
Recibida la demanda, al estar designadas las partes y  pertenecer los hechos denunciados al marco de competencia del Tribunal, se ordenó notificar al Presidente de la República de Colombia, Señor Juan Manuel Santos Calderón para que pueda ejercer el derecho de defensa.

Paralelamente, se dispuso la producción de la prueba ofrecida por la parte demandante, ordenando que por Secretaría y atento a su volumen, sea reservada y archivada la documentación, y que se tome declaración a los testigos ofrecidos realizándose las audiencias los días 23 y 24 de mayo de 2012 en el horario de 09:00 a 12:30 y de 14:00 a 16:30 horas.

 
 
Para resolver la controversia planteada, el Tribunal ajustó su decisión a la Constitución Política (CP) de la República de Colombia, artículos 25, 39, 53, 55 y 56; al Código Sustantivo del Trabajo (CST), a los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), números 87 (1948) sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicación, 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949), 151 sobre las relaciones de trabajo en la administración pública (1978) y 154 sobre el fomento de la negociación colectiva (1981); a la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art.23); a la Declaración Universal de Derechos Humanos (arts. 20 y 23.4), a los llamados “Pactos de Nueva York”, el relativo a los Derechos Civiles y Políticos (art. 22.1) y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 8.1), el Protocolo de San Salvador (art. 8) y demás tratados que conforman el Derecho Internacional de los Derechos Humanos en materia sindical.

También se tuvieron en cuenta los dictámenes y resoluciones de los organismos internacionales de interpretación y aplicación de dichos tratados y convenios, como, por ejemplo, la Comisión de Expertos, la Comisión de Aplicación de Normas y el Comité de Libertad Sindical de la OIT.

Por último, pero muy especialmente, el Tribunal apoyó su decisión en la doctrina de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en particular en los casos “Baena, Ricardo y otros” (02/02/2001) y “Huilca Tecse c/ Perú” (03/03/2005).

El Tribunal destaca que la profusión de normas internacionales que consagran el principio de libertad sindical, permite considerarlo como un derecho humano fundamental integrante del “ius cogens” o derecho consuetudinario de gentes, obligatorio para todos los países, conforme al Convenio de Viena sobre Derecho de los Tratados.

V.- La libertad sindical
Ingresados en el siglo XXI, el Tribunal considera innecesario explayarse mayormente sobre la libertad sindical, uno de los pilares de toda sociedad democrática. Baste decir que la libertad sindical comprende tanto a la llamada libertad sindical individual, consistente en la facultad de constituir sindicatos, afiliarse, no afiliarse o desafiliarse, como la libertad sindical colectiva o autonomía sindical, que permite a las organizaciones sindicales realizar toda actividad lícita, incluida la huelga, para la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores.

La función de los sindicatos, en las sociedades modernas, es crear una fuerza social que contrarreste los poderes empresariales. Pero el desconocimiento sistemático de la libertad sindical deriva en una situación de debilidad estructural de las organizaciones gremiales, lo que facilita los abusos y atropellos a los derechos de los trabajadores.

La libertad sindical está íntimamente vinculada con la subsistencia del trabajador y de su familia, con la protección y mejoramiento de sus intereses y derechos, ya que es la garantía para el ejercicio de sus derechos laborales, como son al trabajo digno y estable y a una remuneración justa. Y si la libertad sindical está relacionada con la subsistencia de la persona, entonces está vinculada con el derecho a la vida, que es el primer derecho humano. Esto explica que la propia O.I.T diga en sus informes, que la libertad sindical y la libertad de asociación son un derecho humano fundamental y un valor medular del sistema, cuyo propósito principal es que los trabajadores defiendan sus derechos adquiridos y aún puedan mejorarlos.

Las normas constitucionales y la ratificación de los tratados internacionales sobre derechos humanos y los Convenios de la O.I.T., es un dato importante para juzgar la situación de la libertad sindical en Colombia. Pero lo  verdaderamente esencial es el grado de aplicación efectiva de esa normativa. Este Tribunal ha podido comprobar, con las pruebas producidas, que en Colombia existe una enorme brecha entre la norma jurídica protectora y su aplicación en la realidad.

Se viola la libertad sindical cuando el ordenamiento jurídico interno crea condiciones para la existencia de organizaciones de trabajadores débiles y sin capacidad de acción sindical. También cuando se reglamenta el derecho de huelga para que sea inofensiva, o cuando la negociación colectiva es un burdo simulacro. Pero la más grave violación de la libertad sindical se produce cuando la violencia contra el sindicalismo es permanente, en el marco de una  evidente impunidad, sobre todo de los grupos paramilitares, lo que nos habla de un Estado ausente o, peor aún, cómplice.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso “Huilca Tecse c/ Perú” (03/03/2005), ha dicho: “El estado debe garantizar que las personas puedan ejercer libremente su libertad sindical sin temor de que serán sujetos a violencia alguna, pues, de lo contrario, se podría disminuir la capacidad de las agrupaciones de organizarse para la protección de sus intereses”. Agregando: “Por lo tanto, la ejecución de un líder sindical, en un contexto como el del presente caso, no restringe sólo la libertad de asociación de un individuo, sino también el derecho y la libertad de un determinado grupo a asociarse libremente, sin miedo o temor”.      

La O.I.T ha señalado: “un clima de violencia, de presiones y de amenaza de toda índole contra dirigentes sindicales y sus familiares no propicia el ejercicio libre y el pleno disfrute de los derechos y libertades que consagran los Convenios núms. 87 y 98 y todo Estado tiene la ineludible obligación de fomentar y mantener un clima social donde impere el respeto a la ley, como único medio para garantizar el respeto y la protección a la vida”.

(Véase Recopilación de 1996, párrafos 61 y 62; 306.º informe, caso núm. 1903, párrafo 489, 331. Informe, casos núms. 1937 y 2027, párrafo 106; 327.º informe, caso núm. 1787, párrafo 342 y 333. Informe, caso núm. 2268, párrafo 755.) 

La experiencia indica, que el ejercicio de la libertad sindical está claramente condicionado, por el nivel de respeto que exista en un país de las libertades individuales, en particular el derecho a la seguridad de las personas, la libertad de opinión y expresión, la libertad de reunión, el derecho a la defensa en juicio ante tribunales independientes e imparciales y el derecho a la protección de los sindicatos.

En un país en el que se verifican graves violaciones de las libertades civiles, no puede existir libertad sindical. Colombia es un ejemplo, pues la sola existencia de los paramilitares es un atentado contra la legalidad y el Estado Social de Derecho.

Estrechamente vinculado con esta situación, aparece generalmente una administración de justicia deficiente, lo que sirve para incrementar aún más el clima de impunidad e inseguridad  existentes.

Las restricciones civiles y políticas constituyen una de las principales causas de violación de la libertad sindical, reconoce la O.I.T., lo que explica que casi la mitad de las quejas que recibe el Comité de Libertad Sindical se refieran a violaciones de derechos humanos. El mismo organismo internacional ha dicho, reiteradamente, que el concepto de derechos sindicales carece totalmente de sentido, cuando no existen las libertades civiles. Por ello ha insistido que un clima de violencia e inseguridad, es extremadamente perjudicial para el ejercicio de las actividades sindicales.

Es responsabilidad directa del Estado garantizar a los dirigentes sindicales, no sólo su vida, su integridad física, o su libertad, sino también la libertad de movimientos y de circulación, sin temor a represalia alguna. El Tribunal, conforme a la abrumadora prueba producida en esta causa, considera que el Estado colombiano no cumple con esa responsabilidad.

VI.- Sobre los hechos comprobados
El Tribunal ha podido comprobar que en el Estado y sectores empresariales colombianos existe una especie de cultura antisindical, que corre en paralelo con una cultura de la violencia como forma de resolver los conflictos. Un comportamiento es cultural cuando mas allá de su legalidad o legitimidad está socialmente considerado como incorporado al orden natural de las cosas.

Está demostrado que la violencia ejercida desde el Estado o desde los grupos económicos, reduce la sindicalización y dificulta enormemente la formación de nuevos sindicatos. En 1970 había una sindicalización del 14% de la población económicamente activa, y en la actualidad es menor del 4%, resultando que sólo el 2% de los trabajadores está amparado por la negociación colectiva.

Con procesos de violencia contra la fuerza de trabajo se ha logrado en este país deslaboralizar la contratación individual, disfrazada como contratación civil, y sustituir al trabajador formal por trabajo subcontratado o tercerizado. Paralelamente, este proceso ha sido acompañado por una fuerte ofensiva contra el derecho a la negociación colectiva, desnaturalizándose e incumpliéndose los convenios colectivos de trabajo vigentes, cuyas cláusulas son sistemáticamente violadas, tanto por el Estado como por los empleadores privados.

La violencia antisindical ha posibilitado la aparición de cooperativas de trabajo asociado fraudulentas, que disfrazan como socios cooperativos a quienes no son otra cosa que trabajadores dependientes. Otro fenómeno similar es la utilización fraudulenta de las agencias de servicios eventuales o temporarios, que pretenden reemplazar a los trabajadores efectivos por trabajadores que originan un menor costo laboral y que representan una fuerza de trabajo de difícil o imposible sindicalización.

Este Tribunal considera que la mayoría de los trabajadores colombianos se encuentran en una situación laboral, que podríamos calificar como la prehistoria del Derecho del Trabajo, situación a la que se llega merced a los hechos reiteradamente mencionados y denunciados en esta causa.

Frente a la violencia irracional, generalmente originada en función de la protección de los intereses de los grupos económicos y de las empresas multinacionales, la reacción del Estado  colombiano, reiteradamente denunciado y condenado por los organismos internacionales, ha sido la de desarrollar ineficientes procedimientos de protección de los dirigentes sindicales, omitiendo atacar con auténtica convicción política las causas que motivan dicha violencia.

El Tribunal da por acreditado que en Colombia existe una indisimulada alianza entre el Estado y los grupos económicos y financieros, locales y extranjeros. Por lo tanto, resulta evidente que existen poderosos intereses para mantener un movimiento sindical débil y fragmentado, situación que a veces se agrava por la actitud de alguna dirigencia sindical, que actúa según sus propios intereses.

Ante los hechos notorios de graves violaciones a los derechos humanos de la clase trabajadora el Tribunal tiene por debidamente probada la impunidad con la que actúan los responsables de dichas violaciones. Y en este fenómeno es clara la responsabilidad del Poder Judicial.

Los fueros sindicales, que son la herramienta que permite garantizar la actividad de los representantes sindicales, y que están reconocidos en la Constitución Política de Colombia y en los Convenios de la O.I.T., son sistemáticamente violados. El Tribunal ha podido comprobar, que el despido arbitrario de los dirigentes y activistas sindicales es un hecho que se reitera con llamativa regularidad. Situación que se ve agravada cuando con total impunidad se desconocen órdenes judiciales de reintegro de los trabajadores afectados.

En Colombia las relaciones laborales no son democráticas ni participativas. Son profundamente autoritarias. El trabajador es un sujeto sin voluntad, que deja en la puerta del establecimiento sus derechos ciudadanos. La empresa es, en general, una estructura autocrática, donde uno manda y los demás simplemente obedecen. Se desconoce el acuerdo bilateral y democrático de las partes que integran la relación laboral. El trabajador es un simple engranaje, fácilmente sustituible, de una maquinaria cuyas palancas son movidas por manos, cuyo dueño ignora.

La estabilidad laboral es la madre de todos los derechos laborales, porque un trabajador sin estabilidad tiene escasas posibilidades de defenderlos. El Tribunal ha podido comprobar que en Colombia las relaciones laborales son inestables, violentándose el principio de la permanencia del contrato de trabajo. La ausencia de libertad sindical, que lleva a un sindicalismo débil y fragmentado, permite que relaciones laborales que deberían ser por tiempo indefinido, por responder a necesidades empresariales permanentes, terminan disfrazadas como relaciones por plazo determinado, o como contratos de naturaleza civil, o como relaciones cooperativas, todas claras situaciones de burdo fraude laboral.

Es lógico que en este escenario, con una fuerza laboral temerosa de perder su puesto de trabajo, la discriminación, el abuso y la prepotencia patronal sean una consecuencia natural. El contrato de trabajo es, de por sí, una relación de poder; poder que se descontrola cuando no hay libertad sindical, como en el caso de Colombia. La debilidad del movimiento obrero en este país no es una casualidad, ni un hecho inevitable de la naturaleza. El Tribunal tiene por demostrado que hay un plan para que en Colombia exista una mano de obra dócil y barata. Y para ello es necesario que el sindicalismo no sea un obstáculo. El procedimiento seguido para alcanzar este objetivo ha quedado a la vista en este expediente: la represión de la actividad sindical, la violencia extrema y la impunidad, dignas de los albores del siglo XIX y no de una sociedad democrática y moderna.

En este marco de franca desprotección de la clase trabajadora colombiana y de extrema debilidad del sindicalismo, no debería extrañar que el índice de siniestralidad laboral sea elevadísimo, lo que se ha podido comprobar a pesar de la ausencia de estadísticas oficiales confiables. Las condiciones de trabajo de un importante sector de trabajadores, son deplorables.

Tales condiciones llevan a que un reducido número de trabajadores alcance los servicios de la seguridad social, desprotegiendo a la mayoría.

La protección de la vida y la salud del trabajador, que son su único patrimonio, es considerado un costo laboral, que no todos los empleadores están dispuestos a pagar. A ello se suma la ineficacia de los organismos estatales, que deberían controlar el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad laboral.

El Tribunal se hace cargo que el discurso oficial pretende, especialmente en los foros internacionales, alegar que Colombia es un país en el que actualmente se respetan los derechos de los trabajadores y la actividad sindical. Sin embargo, la mejor prueba de la falsedad de tales afirmaciones es la resolución adoptada por la Corte Constitucional de Colombia en el caso P 750/2011, en la que expresamente se declara “la actividad sindical en el país es de alto riesgo”.

VII.-NORMATIVIDAD REGRESIVA
1.   Aún está vigente el artículo 430 del Código Sustantivo de Trabajo (CST) que prohíbe la huelga en una amplia gama de actividades económicas que no son servicios esenciales, pese a que los organismos de control de la OIT, especialmente el Comité de Libertad Sindical, en varias ocasiones ha recomendado reglamentar el derecho de huelga, conforme a los criterios de la propia OIT en materia de servicios esenciales.
2.    Las federaciones y confederaciones tienen prohibido declarar la huelga en el artículo 417 del CST.
4.    Véase convenio colectivo La negociación colectiva cubre a menos del 2% de los trabajadores colombianos. Por la exclusión de un gran número de trabajadores de la aplicación del régimen laboral del Código Sustantivo del Trabajo, de los 19´138.000 trabajadores, solo al 30% se les aplica dicho Código, y sólo 124.200 trabajadores se benefician de algún tipo de acuerdo colectivo. Se aprecia una grave exclusión del derecho de negociación colectiva de los trabajadores con vínculo diferente al contrato de trabajo. 
5. La Ley 1453 reformó el artículo 200 del Código Penal, condenando a quien perturbe reunión, asociación o huelga. Esta protección es insuficiente. Es una norma inane, a la fecha no se ha estrenado y no se conoce una sentencia que aplique esta disposición.
6.    El Estado colombiano expidió el Acto Legislativo No 01 de 2005, prohibiendo el tema de pensiones en la negociación colectiva.
7.  El Estado colombiano expidió el Decreto 535 de 2009, por medio del cual se reglamenta la concertación de las condiciones laborales de los empleados públicos, con lo cual se niega la negociación colectiva de dichos trabajadores. Pero aún con la “concertación”  se niega asuntos que excedan el campo laboral, tales como: la estructura organizacional, las plantas de personal, las competencias de dirección, administración y fiscalización del Estado, los procedimientos administrativos y el principio del mérito como presupuesto esencial de la carrera administrativa.

VIII- Violaciones contra la vida e integridad personal, al derecho de asociación y negociación colectiva,  persecución sindical, criminalización de actividad sindical.
Para simplificar la lectura de la presente sentencia y atento a la significativa cantidad de casos que han sido presentados ante el Tribunal durante las audiencias de los días 23 y 24 de mayo de 2012 y los que han continuado llegando durante el desarrollo de las sesiones del Tribunal, el detalle de los mismos se contiene en el Anexo No. 1, que debe considerarse formando parte integrante de esta Resolución.

IX. En mérito  de todo lo expuesto y sobre la base de la prueba colectada,  El Tribunal Mundial de Libertad Sindical,

RESUELVE:


Condenar al Estado de la República de Colombia por ser responsable de los hechos sistemáticos de violación del principio de Libertad Sindical, en calidad de autor directo, coautor, cómplice o encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con motivo del ejercicio de la actividad sindical.
Exhortar al Gobierno de la República de Colombia a que adopte todos los recaudos necesarios para garantizar en el país la Libertad Sindical, suprimiendo de inmediato todos los obstáculos y restricciones que han sido denunciados en esta causa.
Exigir al Gobierno de la República de Colombia que prohíba, cese y sancione con el rigor necesario, todos los comportamientos violentos, cualesquiera que sean sus autores, que afectan el libre ejercicio de la actividad sindical.
Dirigirse a cada una de las empresas e instituciones públicas involucradas en la denuncia recibida, para que cesen en sus actos y políticas antisindicales. En el caso de empresas multinacionales, el Tribunal se dirigirá a la casa matriz.
Poner en conocimiento de la Organización Internacional del Trabajo la presente sentencia. Designar a la Dra. Gladys Delgado de Rodríguez para realizar los trámites de notificación.
Comunicar a todo el movimiento obrero organizado, local e internacional, lo resuelto en esta causa.
Notificar esta sentencia a los organismos defensores de los Derechos Humanos, locales e internacionales.
Pasar a un cuarto intermedio, hasta la fecha y en el lugar que oportunamente se fijarán, para analizar la evolución de la situación de la Libertad Sindical en Colombia.

Redactado en español, en Bogotá, el 25 de mayo de 2012

Notifiquese y cúmplase
Firmados,
Luis Enrique Ramirez                           Lydia Guevara Ramirez
Presidente                                             Secretario

Luiz Salvador            Oscal Alzaga            Gretel Hernández Oliva
Magistrado                Magistrado                Magistrado

José Luis Contreras Montes                    Sebastian Viscuso
Magistrado                                                 Magistrado

                                         Mariana Muñoz Marín
                                        Secrataria Adjunta









domingo, 27 de mayo de 2012

El colega Marco Aurelio Chaux, quien adelanta estudios de lengua inglesa en Australia,  nos envía este texto de Chomsky, que nos ayuda a pensar a las guerras mediáticas que "padecemos" en presente, en Colombia, y en buena parte del mundo. Hay un conjunto de consejos prácticos y analíticos que sirven para indagar por la verdad en los enrarecidos escenarios de la política. N de la R.


TÉCNICAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA COMENTADAS POR NOAM CHOMSKY

Noam Chomsky es una de las máximas autoridades mundiales en linguística y publicidad. Actualmente trabaja como profesor en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts -MIT- por sus siglas en inglés. El elaboró una lista con las principales Estrategias de manipulación empleadas por los medios masivos de comunicación.




1.La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales" (cita del libro ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas”). Se trata de la vieja técnica del pan y circo.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. Se trata de la vieja técnica del mesianismo.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas como el neoliberalismo fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4.La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5.Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6.Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos. El moderno márketing va dirigido a los instintos más básicos e inconscientes, no a las razones, por eso para vender un producto se muestra una bella modelo, o para vender un seguro se muestra a una familia. 

7.Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que él es el único culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

9.  Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances de la ciencia y la tecnología han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. 

El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos. Sin embargo, así como la dominación es más sofisticada, la capacidad crítica es igualmente sofisticada (cuando se tiene acceso a información de calidad).

jueves, 24 de mayo de 2012

El colega investigador Miguel Eduardo Cárdenas nos remitió este texto que hace parte de un trabajo mayor acerca de la situación política actual de Venezuela, apenas a cuatro meses de la elección presidencial, y con un Hugo Chávez que ha tenido que lidiar con las contingencias de su cáncer, que sin duda lo ha debilitado físicamente, y fortalecido las expectativas de la derecha unificada en la candidatura de Henrique Capriles. 

Pero, quienes en últimas decidirán la contienda son los electores, y en particular,  los pobres y trabajadores que han participado de los beneficios del proyecto popular bolivariano. Estas multitudes se han organizado a lo largo de este gobierno ininterrumpido del Chavismo, que ha tenido que asomarse al imponderable de la muerte de su principal líder, y se pondrán a prueba a propósito de esta singular construcción del socialismo del siglo XXI con el apoyo manifiesto de Cuba.  N d la R.

Diario de un historiador colombiano en la República Bolivariana de Venezuela
— Capítulo 2 —
De cómo estoy viviendo en Venezuela – Coyuntura política de esta revolución.
 
Antes de entrar a Venezuela, cuando llegué a Cúcuta sentí una gran vergüenza al constatar que una de nuestras puertas, la frontera, era tan fea. La terminal de transportes allí es un infierno, el calor, los agiotistas, los embaucadores, los paramilitares. No lo dudé, no quise permanecer un instante allí. Tomé un bus que iba de Cúcuta a San Antonio, de allí, literalmente me embarcaron en otro para San Cristóbal, y de ese, en otro bus gigante de dos pisos, me llevaron a Caracas. 

Yo, el último romántico, pensé que ya no había fronteras, que como la Patria es América no había paradas, ni requisas, ni preguntas, ni restricciones. Pero… no. Resulta que me metí en mi primer problema, que oficialmente este historiador vagamundo no ha salido de Colombia, ni ha entrado oficialmente a Venezuela, a pesar de que llevo dos meses andando por Caracas. Pues bien, que me tocará, devolverme a Cúcuta, no sé cuándo, a que me pongan un sello en un pasaporte, que si no estoy ilegal en la patria de América.
 
Y para acabar de ajustar, soy colombiano…que acá en Venezuela, esta no es, propiamente la mejor presentación. ¿Se acuerdan mis lectores que en el primer capítulo de este diario, como cosas negativas que veía, hablaba de unas montoneras? Pues resultó que muchos de estos desordenes era de colombianos; pues que en lo que va de corrido en esta revolución, muchos desplazamientos de “neogranadinos” se han dirigido a Venezuela, y entre ellos, mucho paramilitarismo y gente de “mal vivir” como dicen acá. 

Colombianos excluidos socialmente en nuestro país que han venido acá a “montar” barrios de “invasión” y que han traído entre tantas necesidades de hambre, también la violencia. Si por casualidad algún godo, reaccionario, santanderista, derechoso, oligarca en Colombia, lee este diario, le quiero preguntar: si Colombia es un “paraíso de seguridad y democracia” ¿por qué son los colombianos los que se vienen para esta “infernal dictadura” y no los venezolanos los que se van para allá? 

Una noche que no pude dormir y que estaba cerca de esos lugares de invasión, descubrí que esos barrios efectivamente sí eran de colombianos, pues que aunque las paredes eran de cartón, varios bafles (acá se les dice cornetas) de los más modernos equipos de sonido, ondearon toda la noche, en el más alto volumen los ballenatos de Diomedes Díaz y el Reggaeton que no podía faltar. Pero bueno eso es lo de menos, lo de más y principal peligro para esta revolución es el paramilitarismo de Uribe, ya han visto el veneno que ha destilado éste último, ser abominable que en los últimas días, ha arremetido contra de Venezuela cada vez que puede.
 
Bueno, este historiador, sin pasaporte sellado, antes de conocer a nadie, se dio a caminar Caracas. Lo primero que descubrí fue un gigante y hermoso parque llamado el de los Próceres, varias cuadras de jardines y monumentos alusivos a la gesta de la independencia. Me sentí maravillado, era de noche, la belleza del lugar, a pesar de que eran las nueve de la noche, se veían familias, niños jugando, parejas de novios, personas haciendo deporte, tranquilidad. Y no sólo este bello lugar, luego descubrí, que esta revolución ha rescatado muchos lugares públicos para el pueblo y sobre todo en el centro de Caracas. Lugares que en la época del neoliberalismo de los noventa eran territorios oscuros de miedo y desolación. Ahora en estos espacios se respira auténtica ciudadanía.
 
Cómo no podía seguir deambulando sólo, busque los contactos que había hecho por internet. (Descarto hablar todavía de unas cartas de recomendación que traje para presentarme a unos profesores de la universidades, por el momento basta decir, que intuyo por lo que he visto, que la academia universitaria acá está en manos de las burocracias del mercado y de la oposición. Aunque la revolución creó la Universidad Bolivariana, creo que le ha faltado al pueblo venezolano, recuperar las otras universidades que ahora están en manos de los doctos, serviles de la burguesía.) Decía que busqué mis contactos que había hecho por internet. —Ves mi amigo y hermano Raúl que Facebook sirve para algo distinto a la farándula y a la vanidad de los yoes—. Ya con anterioridad, mi bella amiga Tatiana, revolucionaria y literata colombiana, más conocida en el mundo social y virtual como Tigra, me había contactado con varias personas revolucionarias en Caracas. 

Uno de esos contactos se convirtió en mi “ángel de la guarda” en Caracas;  es tanto mi ateísmo, que ella, me corrigió hace poco, que le estaba diciendo era, ángel de la guardia. Hablo de Yakelin una mujer poeta, militante apasionada de esta revolución, que al tiempo es la exquisitez hecha persona, de la gastronomía y la genuina amistad. Ella se ha vuelto la mejor anfitriona, igual que su bella madre la señora Luisa que con mucho amor en algunas noches me han hospedado en su apartamento en el centro de Caracas.

Bueno del centro ya conocía algo de la mano de la bella y revolucionaria Adriana Castaño, abogada colombiana que hace poco también tomó la decisión de venirse a vivir acá del amor y del fervor bolivariano, y que dicho sea de paso, y se lo ha agradezco eternamente, siempre ha estado atenta de mi destino acá. Yakelin pues, a su vez presentó a mi otra ángel de la guarda, Sanyira, filosofa, docente y directiva universitaria, pero ante todo, mujer amorosa, corajuda y dadora de vida, militante y defensora de Chávez, que tuvo el gesto solidario e increíble, de ofrecerme su casa para vivir gran parte de los primeros días en que he estado acá. Espero que no haya sido yo tan mal habitante de casa, allí cometí mi primeros desastres cocinando, si es que hacer un arroz quemado y apresurado, a eso se le puede llamar cocinar.
 
Con ellas, Adriana, Yakelin y Sanyira he conocido también a muchas otras personas valiosísimas en este proceso, líderes populares, periodistas, poetas, cantoras, e intelectuales. Una velada maravillosa que viví, fue en una fiesta donde para sorpresa mía, dos músicos de esta tierra interpretaron para mí esta canción de Alí primera: La guerra del Petróleo:
 
“Ven amigo colombiano vamos juntos a luchar. / Nuestros lazos de amistad por siempre perdurarán. / Somos hijos de la Patria que nos dejó el Libertador […] Contra el oligarca, soldado vuelca el fusil, contra el oligarca. / Quieren engañar al Pueblo de tu tierra y mi país […] Ven, amigo colombiano, vamos juntos a cantar por segunda independencia, vamos juntos a luchar”.
 
Ya se imaginarán la emoción que me causó este cálido y pasional momento. Luego otro momento, no menos emocionante, fue la multitudinaria concentración para saludar a Chávez el 13 de abril. Ya había hablado de esto, cuando llegué hasta el Balcón del pueblo, pero lo que quiero señalar en este momento, es la increíble organización de los militantes de la Revolución Bolivariana para hacer estar marchas, son miles y miles de personas, en unas multitudes que se unen en un fervor político, sin que haya un sólo desorden o altercado, todos rojos y unidos por un amor a su revolución. Igualmente fue así, la marcha del 1ero de Mayo, yo estaba dichoso, fue una fiesta en toda la ciudad, coincidía con la Nueva Ley Orgánica del Trabajo, que Chávez firmó como un nuevo rumbo para la justicia social.

 El pueblo cantaba alegría. Bueno, no hay que ser un economista, para darse cuenta que mientras que en el resto del mundo del capital se aumentan las jornadas laborales y se reducen los sueldos, acá en Venezuela, Chávez reduce la jornada laboral y aumenta los sueldos. Muchas carajadas se hablan en los medios burgueses del mundo sobre Chávez y Fidel, pero no muestran esta diferencia, mientras en el resto del mundo las marchas del 1ero de mayo, son escenas de policías golpeando a los trabajadores, en Venezuela y en Cuba los trabajadores salen a celebrar.
 
En el municipio en que estuve viviendo conocí la gente del pueblo y constaté como vive la gente su revolución. Conocí una Aldea Universitaria de la Misión Sucre, donde por iniciativa del gobierno, se crearon estos proyectos para llevar educación superior de alta calidad a las regiones apartadas de los centros urbanos. Sí la suerte me sigue acompañando, en junio me darán trabajo en unas de las cátedras de estas aldeas. Constaté además las otras Misiones para el pueblo, mercados populares, la salud con calidad y dignidad. Presten atención colombianos, ya saben el infierno que se vive en Colombia dado que la salud allá se la entregaron a las mafias privadas de las EPS, pues bien, acá por ejemplo, existe una Misión que se llama Barrio Adentro, donde en lugares cercanos a los barrios, ubicaron centros de salud integrales. 

No estoy haciendo panfletos, o transcribiendo consignas idealistas, no. Estoy hablando de lo que estoy viviendo. Yo, por ejemplo, que tengo un problema de cataratas en los ojos, fui a esta Misión, como me atendió una doctora cubana, me llené de emoción, Fidel manda la medicina cubana para el beneficio del pueblo venezolano, pues bien, con tan sólo preguntarme mi nombre, sin pedirme papeles y hacerme esperar indignamente como se acostumbra en Colombia, me atendieron, fui remitido a tres citas de oftalmología especializada y en dos semanas me entregan mis lentes, y todo esto sin pagar un solo bolívar. En toda Venezuela igual está funcionando la salud de esta forma. ¿Se necesita otro argumento, para demostrar que la revolución bolivariana es del pueblo y para el pueblo? Yo creo que no. Basta mirar el desastroso capitalismo en el resto del mundo. Acá se está viviendo otra realidad.
 
Entre tanto, presenté mi conferencia: “¿Por qué en Colombia no quisieron a Bolívar?”, en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, fue un acto conmovedor, los participantes de la Cátedra Bolivariana de allí me escucharon, me aplaudieron y me dieron otro fraternal recibimiento. Allí conocí a un nuevo amigo, el profesor Henan Rubin, catedrático de inglés y productor de cine, quien ama también a Bolívar y quien luego me invitó a la Fundación John Boulton y al Centro Nacional de Historia, donde quizá me publiquen mi conferencia y algún artículo sobre Fernando González que aún no he escrito.
 
He estado caminando mucho el centro de Caracas, he vuelto a visitar varias veces la Casa Natal del Libertador, el Museo Bolivariano, la Plaza de Bolívar, yo me detengo y me pongo a pensar, que acá el pueblo, en verdad, sí se está transformado. Aunque permanecen formas capitalistas en la estructura social, mientras que se da el gran desafío de una transición al socialismo, el pueblo venezolano ya vivió una ruptura con el neoliberalismo, desde el Caracazo ya Venezuela no es la misma, hubo una ruptura social, política y económica con el modelo neoliberal, modelo que la gente acá ya no admitirá más. 

¿Qué un nuevo socialismo en el siglo XXI está por consolidarse? Pues sí, así no lo quieren entender los escépticos del mundo. ¿Qué está sociedad venezolana se volvió en su mayoría de izquierda? Sí, no hay duda. ¿Qué aún hay mucho por corregir? ¡Pues claro! ¿Quién ha dicho que los cambios revolucionarios se hacen apresuradamente? Son muchos los vestigios de la sociedad inequitativa y egoísta que hay que superar. Yo me atrevo a decir, que actualmente en la República Bolivariana de Venezuela se está gestando un cambió de conciencia popular que dejará huellas profundas en el devenir de América Latina.
 
¿Qué está haciendo la derecha? Pues conspirar con la ayuda de los EE.UU. y la oligarquía colombiana. Acá se teme, en verdad, que como la oposición, electoralmente ya se sabe derrotada, comience a utilizar la violencia para desestabilizar al país, pero el pueblo y el gobierno están alertas. Incluso se ha llegado a ver indicios de que la misma derecha puede atentar contra la vida de su propio candidato presidencial para crear confusión y achacarle esto al chavismo. Y no es una idea descabellada, ya sabemos que las oligarquías pueden hacer esto y mucho más. Esta minoría cegada por la ideología imperial y burguesa está desesperada y como son tan irracionales y asesinos (no todos por supuesto, hay gente de derecha que por más derechosa que sea no admite la muerte, pero hay otros muchos que sí) de ellos se puede esperar cualquier cosa. No es exageración de este historiador, en Venezuela, en esta coyuntura se está jugando una contienda entre la vida y la muerte, y la vida hoy acá, es socialista y roja y va triunfando.
 
A propósito de la Plaza de Bolívar, esta semana en una mañana vi allí la siguiente escena. Pasaron dos niñas con su uniforme escolar y se le acercaron a un soldado de boina roja que estaba cuidando el lugar. Le pidieron el favor, que si se dejaba tomar una foto él sólo al lado de la estatua de Bolívar, el accedió y se dispuso para la foto. Las niñas tomaron su fotografía y luego ellas y él, sencillamente sonrieron. Ellas siguieron su camino, el soldado volvió a su lugar y yo en un banca pensé: esta si es la genuina unión de un ejército con su pueblo y sólo esto está pasando en Venezuela. Vaya a ver, si esto pasa en Colombia con los militares y los policías, que con justa razón, uno lo que les tiene es miedo y fobia, por las múltiples agresiones que le propinan al pueblo.
 
Me ha ido muy bien, sin embargo no todo ha sido tan fácil, el dinero que recogí con mi conferencia hace rato se acabó. He sobrevivido por los auxilios de mi hermano en España y unos amigos. Aunque mi conferencia ha gustado —hoy vuelvo a presentarla en un canal de televisión local de Caracas— aún no he encontrado trabajo, ya no puedo seguir viviendo en la casa que estaba, tengo que volver a la frontera, a esa fea Cúcuta, a ponerle un sello a mi pasaporte y volver a Caracas, a seguir con esta aventura. ¿Cómo lo haré? Al terminar estas líneas, yo mismo no lo sé.
Frank David Bedoya Muñoz.
Caracas, 22 de mayo de 2012.

sábado, 19 de mayo de 2012


CARLOS FUENTES EN LA FUENTE


 Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, Ciencia Política
Universidad Nacional de Colombia
miguel.herrera@transpolitica.org
                                                                  
De repente recibimos el anuncio periodístico que Carlos Fuentes había fallecido a los 83 años, o algo así, sin que él mismo se lo esperara. Estaba metido en sus proyectos literarios, y a punto de publicar una nueva novela. A la vez, hacía poco conocimos en Lecturas de El Tiempo, lo que pudo ser su último o penúltimo ensayo, en este caso dedicado al examen del partidismo estadounidense, sus volteretas, y una "predicción" casi póstuma: "Obama será reelegido en noviembre".

 El inventario que Fuentes  hacía de los modernos partidos estadounidenses, demócratas y republicanos, mostraba cómo habían mutado de cuando en vez. El  recordó cómo los demócratas estuvieron asociados con la presidencia de Andrew Jackson (1830), y cómo el tópico de la liberación de los esclavos dividió al joven partido. El campeón final del anti-esclavismo fue un republicano, Abraham Lincoln, quien murió en el intento al culminar la guerra civil en 1865, que selló también la unión impuesta en la guerra entre el norte y el sur.
Tótems y Tabús

 En cuanto a los tótems que simbolizan las dos asociaciones banderizas, elefantes y burros, Carlos  señaló que los republicanos son hoy unos "burros", y "su elefante emblemático es, por lo menos, un elefantito". Todo ello sin perjuicio que el burro no tenga velas en este entierro republicano superanunciado. Más si recordamos el "Platero" de Juan Ramón Jiménez, o aquella requisitoria que insiste en que los mejores filósofos son los burros, que se la pasan pensando absortos, cuando no son azotados por la carga que les ponen cuando son tratados como bestias.

 Luego de un periplo histórico, plagado de contradicciones, muestra a lo que condujo Lydon B. Johnson, un demócrata sureño, quien pretendió combinar la bonanza en casa con el aplastamiento con napalm a los vietnamitas, y el sueño de "la gran sociedad" se esfumó ante sus ojos. Con los años, el segundo Bush prendió varios incendios, y vivió el desastre en su propio patio. Así apareció enseguia el primer presidente negro, Barack Obama, contrario a la guerra en Iraq, "obligado en primer término, a deshacer los entuertos de Bush y devolverle a EEUU., a pesar de la crisis heredada, su dinamismo social en medio de una economía en crisis..."
 Luego de enumerar lo hecho, viene la predicción del ensayista panameño/mexicano, nuestro pariente, y un gran amigo de todas las horas de Gabo, quien lo sobrevive.  Fuentes concluye a mitad de su nota: "Todo ello -y me quedo corto- le dan un éxito mayoritario a Obama, aunque pierda apoyo en su izquierda demócrata (lo recuperará a la hora de elegir en noviembre) y gracias a que lo ha ganado entre los independientes que son la mayoría electoral en EE.UU".  Y así, él nos repite, una gran verdad política, en el bipartidismo estadounidense es la franja independiente la que en últimas decide las rivalidades, y no los fundamentalismos por "burros" que aparezcan. Y así acaba de ocurrir también en Francia, la república democrático liberal que le es coetánea a la estadounidense.

Una paradoja de cierre

Sin embargo, hay una cita de Carlos Fuentes que es paradójica, como la misma vida del México moderno, a lo cual, a sus misterios, él dedicó la mayor parte de su ficción registrada en novelas inolvidables, y en  algunos cuentos, que más bien son rareza en su producción, creo. Esta es la expresión que acompañó su pronóstico del triunfo de Obama, "Solo que en mi calendario no figuran las catástrofes". Si tal fuera el caso, el desenlace sería el triunfo del conservador George Romney, que adelantó a sus compañeros republicanos unos reales "pitecántropos políticos".

 Ahora bien, la verdadera catástrofe fue su muerte. Eso sí, queda abierta la expectativa de lo que ocurrirá en la Convención de Tampa, donde se definirá, por fin, quién será el candidato a vencer por Obama. Si en el entretanto no hay mayores catástrofes, que un optimista, gran literato y fino ensayista, hombre de dos mundos ya no verá porque  no nos acompaña. El demócrata liberal que fuera en vida permanecerá expectante mientras tanto, en lejanía.
Un tequila por quien ya no nos acompaña!!!