domingo, 26 de enero de 2014

LAS FARC-EP MADURAN Y LA GUERRA SE APICHA

"La guerra no es como la pinta el gobierno." Timochenko

"Condenamos por supuesto los ataques terroristas. No están dentro de las reglas del juego acordadas para los diálogos de paz." J. M. Santos.

                                                        El episodio brutal de Pradera, uno de los dos municipios que en el pasado, antes de las negociaciones de paz, en tiempo del ex Uribe Vélez, proponía le frente occidental sirviera como escenario para la negociación de la paz, fue objeto de la utilización de una "moto-bomba" de efectos mortales sobre un transeúnte, y más de 60 heridos, así como la destrucción de muchas propiedades a la redonda de la onda explosiva.

El comandante Timochenko anuncia que al interior de la guerrilla se practicarán sanciones disciplinarias a los guerrilleros responsables del atentado de Pradera. Por supuesto, no contará con el auxilio "doctrinal" del Procurador, que tan poco ha hecho en los últimos meses por la paz de Colombia, tratando de sacar del "juego político" a tres figuras de la política de centro izquierda Piedad Córdoba, Gustavo Petro y Guillermo Asprilla, que libra una dura batalla con la muerte prematura, en perfecta lucidez.

Verdades a medias y sin zapatos

Antes de lo acontecido en Pradera, en tiempos de la tregua unilateral anunciada por las Farc-Ep, hubo el derribo de dos helicópteros, uno silenciado por las Fuerzas Armadas, y el Gobierno, y el otro reconocido, en su ocurrencia, pero estigmatizado con la indicación que era una misión de paz, en una aeronave civil, en la que iba un capellán militar entre los siniestrados.

El "príncipe de los trinos", el ex Uribe había develado el derribo del helicóptero en Anorí, poniendo de presente que la guerra se apicha, a pesar que en otra operación cayó una avioneta en la que iba personal militar de Estados Unidos, y la secretaría de estado, dio orden inmediata de suspender este tipo de operaciones ejecutadas por "contratistas" de la guerra.

Aquí el gobierno nacional insiste, a contra mano de los hechos, en utilizar la misma fórmula con resultados a la vista. Ahora tuvo que contabilizar 6 muertos más, con igual número de familias enlutadas. Y la desazón de parte y parte que esta "guerra de cincuenta años se apicha". Hiede, huele mal.

El helicóptero fantasma de Briceño

"Por lo menos valoro que hayan reconocido que fueron ellos los que hicieron el ataque". Presidente Santos , en Davos.

"¿una guerrilla asediada y derrotada?" Timochenko.

En la otra guerra aérea, en la que no intervienen aviones fantasma, drones, ajenos y "propios", y otras sofisticaciones letales, el mismo Timochenko le lleva la contraria a la estrategia del silencio, puesta en práctica por el general Leonardo Barrero, quien había terciado en la denuncia de Uribe sobre el desastre civil/militar de la aeronave impactada por proyectiles, se dice, de una operación conjunta Farc/Eln.

Timochenko recuerda, a la vez que denuncia, cómo ellos derribaron un helicóptero en Briceño (Antioquia), durante la tregua, el pasado 22 de diciembre, cuando el ejército en cumplimiento de lo dispuesto por el presidente en campaña, ordenaba atizar la guerra contra la subversión, en este caso en una operación dirigida contra unidades del Bloque Iván Ríos. Pero no extiende la cuenta de vidas desgraciada por los fragores de una contienda mentirosa.

"Entons,"  ¿qué?
                                                                  El ejército colombiano no puede seguirle el juego a ocultar la verdad de la guerra, y mucho menos la ciudadanía dejar que las negociaciones de paz se avinagren a cuenta de favorecer unas candidaturas u otras, de cara a las elecciones que son inminentes, que incluyen por lo pronto tres votaciones diversas: revocatoria del alcalde de Bogotá, elección de Congreso, y Presidencial para cerra este ciclo de 2014.

A la luz de las encuestas puntea Santos, pero con su porcentaje de 26 % no gana en la primera vuelta, y hay más de uno que sumados, eventualmente, pueden abrir las compuertas a un resultado inusitado. El primer favorito de la opinión que se mide, es Peñalosa del partido recién formado, para participar en elecciones, Alianza Verde, al que el politólogo César Caballero y su agencia de marketing le marca 9 % de favorabilidad.

El porcentaje de indecisos y de voto en blanco es tal, que en el curso de las siguientes semanas se definirá la tendencia de qué resultará en la primera vuelta presidencial, a la vez que desinflará los globos de optimismo de cómo quedará configurado el congreso, que esta vez no dará mayorías confiables a ninguno de los tres arreglos principales que están en la partida: De la U, Centro Democrático, y Alianza Verde. Habrá, eso sí, un florecimiento del "parlamentarismo" y tendrá que enfrentarse al reclamo desde abajo por una constituyente que fije otras reglas de juego.

Por último

 Estamos con los vaivenes y veleidades de la rama jurisdiccional del poder público, asediada por su falibilidad, y a la espera de que la Comisión Interamericana, limpie el establo de augías. ¿Cómo? pronto lo veremos. O si será que también falla fallando.

viernes, 17 de enero de 2014



LA IGUALDAD DE CULTOS EN PERJUICIO DE LOS (IN) CULTOS (parte II)
                                                       Además de la senadora Alexandra Moreno, hija de la cofundadora de la Iglesia, Carlos Baena, y la candidata Gloria Stella Díaz, dan prueba que en Colombia tampoco existe todavía la separación entre iglesia y estado. Esta es una causa que se amplió con la fórmula de la igualdad de cultos, que para nada impide que se organicen partidos abiertamente católicos, sectarios, del tipo del Mira, que ahora corre el riesgo de no alcanzar el registro electoral, si no alcanza los 450.000 votos, dicen algunos, mientras otros pronostican que serán capaces de elegir entre 6 y 7 senadores.


Pero, la asociación Mira/Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional superó este límite al revelarse sus prácticas discriminatorias, que la acercan peligrosamente a los predicados de la pureza de la raza, y por esa vía al terror del siglo pasado, que condujo a los desafueros brutales del nazismo, el fascismo, y a las operaciones de "limpieza" que vuelven a brotar en territorio colombiano.

El ministro del Interior, Aurelio Irragorri, salió en defensa de la causa de los discapacitados, a quienes se les ha de permitir igualdad en los escenarios asociativos políticos y civiles. Lo cual no está garantizado, sino proscrita la posibilidad de ser pastor, conductor espiritual en esta iglesia, porque afectaría el entusiasmo e interés de la feligresía actual y futura.

El propio presidente en campaña, metió baza en el asunto, señalando que no se pueden permitir discriminaciones de ningún tipo en nombre de la religión. Excepto la discriminación positiva en favor de los creyentes, a quienes se les permite asociarse, como a las entidades educativas, sin que tengan que pagar los impuestos que sí les toca al común de los mortales, y por supuesto al creciente grupo de los ateos, aquí y en el mundo.

¿QUÉ HACER?

"¿La religión es el opio del pueblo?"

Al joven comunista, Carlos Marx, esta sentencia lo hizo famoso y lo señaló como una especie de lucifer redivivo hasta la fecha. Eran los tiempos en que Marx disputaba con los dictados de Hegel, un cristiano, y Feuerbach, un materialista mecanicista. Tal y como aparecía derivado de su estudio La esencia del cristianismo.

Marx se refería a la religión en esos términos. Por supuesto estaba en un escenario donde el cristianismo era la religión oficial del estado alemán, no había igualdad de cultos. Al judaísmo se prohibía disfrutar de una ciudadanía plena. Razón de un polémico intercambio entre Marx y compañero filosófico Bruno Bauer, consignado en "La cuestión judía (1843, 1844)."

Lo que procede de inmediato es grabar con impuestos al culto religioso de una parte, y de otra prohibir el proselitismo religioso en función política que discrimina la participación política de la ciudadanía. Por supuesto, en privado, cada quien podrá conforme a sus creencias decidir por quién vota y a quién representa políticamente.

Un caso dramático de la confusión entre fe y función pública lo representa la escogencia del Procurador general para orientar el Ministerio Público, y quien ha sido ratificado para un segundo periodo.

Sus creencias se han manifestado en providencias y opiniones que hace visibles investido de una función pública en materias polémicas como el aborto, el matrimonio para personas del mismo sexo, y en actos anteriores de intolerancia religiosa como quema de libros "indeseables" hecha en público.

Hay una línea muy delgada de separación, por estos días, entre las declaraciones de María Luisa Piraquive , y las de Alejandro Ordóñez, con la diferencia que se reclaman de diferentes cultos religiosos. Ella de su propia iglesia, y el otro del fundamentalismo católico que tuvo en Mons. Lefebvre a su paladín.  

Ni uno ni otro pueden tener cabal cabida en orden laico del que se precia Colombia, y el cual por supuesto tendrá que consagrarse a plenitud con ocasión del nuevo ejercicio constituyente, que ponga cortapisas a esta indistinción entre política y religión, que nos habita con la silenciosa voracidad de un cáncer moral e intelectual. 

Pero, sabido es, que tal separación se trata de un remedio provisional, mientras que haya entre nosotros tanta miseria y pobreza, La que es superior a los 24 millones de personas, según los cálculos más optimistas. 

Solo cuando todos seamos efectivamente libres de los lazos humanos de explotación, subordinación y dominio, las religiones como fórmulas instrumentales en beneficio de pocos en detrimento de los muchos seguirán siendo prácticas corrientes.
EL DERRUMBE:  "MIRA"  Y LA IGLESIA DE DIOS MINISTERIAL DE JESUCRISTO INTERNACIONAL.

"Hay una antigua leyenda que serviría paa iluminar la vida futura de la militancia comunista: la del Santo Francisco de Assisi. Consideremos su obra. Para denunciar la pobreza de la multitud el adoptó esa condición común y descubrió en ella el poder ontológico de la nueva sociedad." Hardt & Negri. Imperio.

                                                      Colombia es un país repleto de religiones que se nutren de la fe, y las creencias de millones de pobres y gente de clase media. 

Estos fieles contribuyentes explican la "prosperidad" de varias iglesias "protestantes", cristianas y de infinitas e inverosímiles denominaciones. Ninguna de las cuales, por supuesto se atreve a hacer votos de pobreza, en serio, y mucho menos a renunciar a la exención de impuestos que las cobija a todas, católicas o no.

 A cambio ofrecen consuelo a sus fieles contribuyentes, con más éxito que la Dian, y profecías que dan esperanza a uno de los países con más desigualdad real bajo la tierra. 

Por lo pronto, según reporta el Mininterior de Colombia, tenemos por lo pronto 5.000 iglesias registradas, y un número conocido de las llamadas "iglesias de garage" que no están institucionalizadas.

LA POLÍTICA,  LA RELIGIÓN   Y COLOMBIA

"Si ven el predicador sin un brazo, (los fieles) no se van a agradar mucho...El espíritu santo nos enseñó que el predicador debe ser una persona que tenga todos sus miembros." María Luisa Piraquive, cofundadora de la Iglesia de dios ministerial de Jesucristo internacional.

"...en la iglesia evangélica los discapacitados no están impedidos." Edgar Castaño, presidente Confederación Evangélica de Colombia

                                                   Quizá la anterior situación explica por qué el  Ministerio del Interior recibe un promedio de tres solicitudes diarias de institucionalización de nuevas iglesias. Tal es el reporte del año 2013, y fueron autorizadas de un número a 900 la mitad de estas. Ellas son el mejor ejemplo de iniciativa privada, en el campo de las pyme, que da cuenta del poder del "emprendimiento" en Colombia, sin pagar impuestos, y con fuga de capitales a costillas de los "devotos" fieles.

Casi sin excepción  se trata de empresas familiares, con una férrea autoridad centralizada. En ellas la democracia está proscrita, y el absolutismo monárquico es la medida de su gobierno. Todas están cobijadas aquí por la franquicia "sin ánimo de lucro". 

Y qué tan cerca está el "evangelio" del ex Uribe del país de los propietarios de realizarse en la tierra. Todo ocurre "invocando la protección de Dios". Tal y como lo consagró el Preámbulo de la Constitución de 1991, todavía.

Casi ninguna de estas religiones, que no prometen  el cielo en la tierra, está entusiasmada con lo que ahora predica el papa Francisco, quien tampoco está dispuesto, a renunciar a que deje de ser Estado su congregación, y mucho menos al dinero que llega a sus arcas, por diversas vías, de la explotación de la relación capitalista dominante. 

Tal y como sí lo hiciera en el siglo XIV, el hijo de comerciantes, Francisco de Asís, por el lugar donde nació. Francisco le dió existencia a una orden "mendicante", que corrió con suerte hasta estos días.

UN BOTÓN DE MUESTRA

                                                      La Iglesia de Dios Ministerial es un botón de muestra de lo que pasa con la creencia religiosa y el capitalismo. Se pone en práctica lo advertido a comienzos del siglo pasado, por el sociólogo Max Weber, quien habló de la relación entre religión y capital en un célebre ensayo. 

En pocos días, esta Iglesia a través de Carlos Alberto Baena (senador, y pastor general de la Iglesia), y María Luisa Piraquive tendrán que declarar en investigación que la Fiscalía adelanta por lavado de activos. 

Tales activos tienen como origen principal la recolección "voluntaria" del diezmo, acudiendo a la costumbre inveterada que figura en los texto del antiguo testamento; y que tiene por fin dotar de fondos a las arcas de cada una de las instituciones que trafican con la fe, la creencia y la ignorancia en este "mundo de los vivos". 

Por eso, es urgente saber cuál es el patrimonio de cada una de estas denominaciones religiosas que obran en Colombia como agencias de salvación, y consuelo abstracto, ante la casi nula administración, pronta y eficaz de la justicia terrena.

Esta Iglesia, la más exitosa en Colombia, después del Catolicismo que existe desde la conquista española, tiene hoy más de 850 templos en 45 países, y 180 templos en Colombia. 

Con tal arraigo y extensión empieza a ser competencia de órdenes religiosas tradicionales, de las cuales esperamos que el papa Francisco informe sobre sus votos de pobreza, y de qué modo asumirán la cruzada en favor de los pobres del mundo, siguiendo el ejemplo de Francisco de Asís.

viernes, 10 de enero de 2014

LA PARADÓJICA  MARCHA DEL DERECHO Y LA POLÍTICA.

DEMOCRACIA  A LA CALLE!!!

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, C. Política, Unal, Bogotá.

                                                     Este jueves se supo, que el gobierno nacional dio respuesta a la petición de información hecha por la CIDH, para el trámite de las solicitud de medidas cautelares hecha por los abogados que representan la causa del alcalde de Petro. En particular, hemos estado  escuchando las argumentaciones del jurista Carlos Rodríguez Mejía, quien fuera parte de la Comisión andina de juristas, y quien proviene de una tradición de izquierda, que se remonta a los tiempos de la URS, la Unión revolucionaria socialista.

De lo que se conoce de la respuesta, el presidente Santos y las instancias respectivas, en particular, el minjusticia que encabeza el liberal Alfonso Gómez, un abogado penalista, que también se desempeñó en el pasado como Procurador de la nación, han respondido con lo obvio: "Colombia respeta el derecho a la defensa del Alcalde". Ni más faltaba!

Aquella es una fórmula que se parece a la que se usa con ocasión del fallo desfavorable en el litigio internacional con Nicaragua, donde la autoridad nacional responde que Colombia acata lo dispuesto por la Corte de la Haya, pero no puede cumplirlo. Amén de la circunstancia que sus prestigiosos asesores, nacionales e internacionales, persuadieron al gobierno de no utilizar el recurso de revisión ante dicha instancia, porque, en síntesis, no hay un "hecho nuevo" para aducir en defensa de los intereses nacionales. Tal y como lo resumió el abogado Carlos Gustavo Arrieta, cabeza del equipo dispuesto por la cancillería.

El choque de trenes

                                                        Sin embargo, en las dos situaciones, internacional y local, las apariencias no son todo. En la destitución e inhabilidad del alcalde Gustavo Petro se juntan de manera explícita, la política y el derecho, en cabeza de un sola función, la Procuraduría. Su competencia, con todo, tiene una talanquera, una palanca que puede y no quiere accionar el presidente Santos. Para ello lo empodera la misma Constitución de 1991.

El minjusticia ha salido a excusarlo, en su aparente neutralidad, cuando colisionan competencias administrativas/disciplinarias y jurídicas, en abierta contradicción con lo dicho por la Fiscalía. Esta ha recordado, que una instancia internacional como la CIDH ha precavido que una autoridad política electa solo puede ser destituida, cuando dicho funcionario/gobernante haya sido objeto de una causa penal, y como resultado de esta tenga una sentencia de condena.

La suerte de la democracia a secas

"Antes de tomar una decisión sobre la solicitud de medidas cautelares, la Comisión requerirá al Estado involucrado información relevante, salvo cuando la inmediatez del daño potencial no admita demora". Art. 25, numeral 5, Reglamento de la CIDH.

"El pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano...dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo...sanciona y promulga la siguiente Constitución Política de Colombia". Preámbulo de la Constitución Política.

                                                La CIDH, su estatuto, establece tal salvaguardia de la democracia  en consonancia con la llamada Carta Democrática de la OEA, que de hecho pocos gobiernos del continente americano están dispuestos a cumplir. Porque hacerlo supone reconocer cortapisas al poder constituido establecidas por determinadas reglas de derecho, que previenen los abusos de poder entre unas y otras ramas del poder público en el Estado de derecho, propio de las democracias liberales.

Dos casos extremos recientes lo ilustran, y no son los únicos, Venezuela, que en tiempos de Chávez se separó de la CIDH, y la acción de facto que puso fuera del gobierno al presidente Zelaya en Honduras, cuando éste se disponía a reformar la Constitución. En Colombia lo hizo Uribe Vélez por interpuesta persona, "cohechando" (permítaseme esta licencia gramatical) para cambiar el articulito que hizo posible su reelección en 2006. Casi todas las instituciones  hasta hoy, incluida la Corte Constitucional de Colombia y la CSJ, han hecho mutis por el foro al respecto.

Al respecto se arguye la legalidad de tal proceder antes y ahora. Más aún se señala que en la Constitución se dan poderes dictatoriales al Procurador para destituir e inhabilitar de manera discrecional a autoridades electas popularmente. De ser ello cierto, tal proveído de acuerdo con los valores supremos, consagrados en el preámbulo de la Constitución.

El Preámbulo que arriba cito define a Colombia como una democracia participativa, y al hacerlo hace inconstitucional tal competencia de la Procuraduría. De igual modo lo confirma el artículo 1, del título I. De los principios fundamentales, donde se lee que "Colombia es un Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria...democrática, participativa y pluralista..."

  Así debió declararlo la Corte Constitucional colombiana, cuando Piedad Córdoba, la senadora destituida e inhabilitada por la Procuraduría recurrió en la acción de tutela en fecha reciente. Pero, nada de ello ha ocurrido hasta hoy, haciendo gala de rabulerismo legalista.

A la calle, por la democracia de multitudes

"Contra la decisión del Ministerio público existen caminos legales...Entre ellos están los recursos de reposición, la tutela y la jurisdicción de lo contencioso administrativo." Citado en ET, viernes 10/01/2014, p. 13.

                                                     Por lo que la única salida que queda, una vez agotada la instancia internacional es la acción del poder constituyente que movilizado, en acción política "presentifica" su potencia autónoma, transforma lo establecido en el artículo 3 de la Constitución Nacional, ejerciendo en las calles y plazas, "en forma directa...en los términos que la Constitución establece." Porque los poderes constituidos en Colombia ignoran la democracia.

Por lo pronto, la CIDH, donde hay representación colombiana, en cabeza del exmagistrado de la C.C, que puso cortapisas a la segunda reelección de AUV, por manifiestos visos de forma, no consideró en su  decisión procedimental, que lo actuado por el Procurador en contra del alcalde Gustavo Petro corresponda a la salvedad siguiente: " cuando la inmediatez del daño potencial no admita demora".

En consecuencia es urgente, en defensa de la maltrecha democracia prometida en 1991, en este tiempo de manifiesta de-democratización que se extiende desde el año 2001 hasta hoy, manifestarnos libremente en las calles y plazas de Bogotá y Colombia.


Todo lo dicho, de ninguna manera excusa las responsabilidades administrativas en las que haya podido incurrir el burgomaestre de la capital de Colombia. Esas son harina de otro costal. Y ameritan un tratamiento específico y puntual, que el constituyente mismo tendrá que abocar también de modo ejemplar para recuperar la salud de una república descuadernada por el ejercicio antidemocrático de los poderes constituidos.

martes, 7 de enero de 2014

¿Por qué fracasan los países hoy en día? Instituciones, instituciones, instituciones. A propósito del libro de Robinson y Acemoglu (Parte III).

Miguel Angel Herrera Zgaib

Una semblanza política de Álvaro Uribe  Vélez.

                                                    Acemoglu y Robinson se preguntan cómo es posible que Colombia resista por tantos años semejantes contrastes, entre áreas urbanas como Bogotá y Barranquilla, y  "partes significativas del país (donde el Estado) proporciona pocos servicios públicos y prácticamente ninguna ley y orden." (p. 446)

Dan como explicación plausible la que llaman una "relación simbiótica" que "surge porque los políticos nacionales explotan la falta de ley de las zonas periféricas del país, mientras que el gobierno nacional deja libertad a los grupos paramilitares" (p. 447)

En seguida viene la directa mención al expresidente Uribe y a su antecesor Andrés Pastrana. Así comienza la cita:

"Este patrón se hizo particularmente evidente a partir del año 2000". Esto es, cuando están iniciándose las conversaciones de paz en San Vicente del Caguán entre el gobierno de Pastrana  y la guerrilla de las Farc-ep. 

Los autores se refieren a Uribe así:

"En 2002, Álvaro Uribe ganó las elecciones presidenciales. Uribe tenía algo de común  con los hermanos Castaño: su padre había sido asesinado por las Farc. Realizó una campaña en la que repudiaba los intentos de la administración anterior de hacer las paces con las Farc. 

En 2002, su porcentaje de votos era 3 puntos porcentuales superior en zonas con paramilitares. En 2006, cuando fue reelegido, su porcentaje de votos era 11 puntos porcentuales superior en esas zonas." (p. 447)

Acemoglu y Robinson, con suficiente distancia de Colombia, infieren lo siguiente:
"Si Mancuso y sus compañeros podían entregar el voto para la Cámara (la traductora dice el Congreso) y el Senado, lo podían hacer también en las elecciones presidenciales, sobre todo para un presidente fuertemente alineado con su visión mundial (en favor de la guerra contra el terrorismo, lanzado por G.W. Bush, añadido mío) y que probablemente sería indulgente con ellos."
Y los investigadores refuerzan su aserto citando una declaración de Jairo Angarita, "el segundo de Salvatore Mancuso y exlíder de los bloques Sinú y San José de las Auc, en septiembre de 2005, estaba orgulloso de trabajar para la <> (p. 447)

El  "nuevo" Congreso y los  resultados: Reelección y Justicia y paz.

                                                    Robinson y Acemoglu hablan ahora sin tapujos sobre el Congreso, y sus representantes paramilitares:
"Una vez elegidos, los senadores y congresistas paramilitares votaban lo que Uribe quería, sobre todo los cambios en la constitución para que él pudiera ser elegido en 2006, lo que no estaba permitido...A cambio, el presidente promulgó una ley profundamente indulgente que permitió a los paramilitares desmovilizarse." (p. 447)

Los autores hacen la siguiente apreciación al respecto:
"La desmovilización no significaba el fin del paramilitarismo, sino simplemente su institucionalización en grandes zonas de Colombia y el Estado colombiano, de las que s habían adueñado los paramilitares y que se les permitió mantener." (p. 447)

Esta situación "novedosa" está en correspondencia con la estrategia de descarado desmonte de la promesa del Estado social de derecho y su reemplazo desde las regiones por el autodenominado Estado comunitario de los propietarios, en cumplimiento descarado, a sangre y fuego, de uno de  los 100 puntos del programa del <>.

La Colombia que "ganó" Juan Manuel Santos.

                                                           Juan Manuel Santos, prometió en el momento más álgido de su campaña, cuando estaba detrás de la intención de voto que favorecía a Antanas Mockus, famoso por el lema: "todo no se vale", que cuidaría como un padre de familia ejemplar los "huevitos" protegidos por su antecesor, el ganadero, terrateniente  "gran elector" de Santos. 

Mockus  recordaba su petición de renuncia directa a Álvaro Uribe, cuando se comprobó la compra de los votos de dos congresistas; así consiguió el cambio del "articulito" para su reelección, mediando el delito de  cohecho, el 28 de mayo de 2006. Una causa judicial aún no concluida.

Para los neo-institucionalistas, vinculados con prestigiosas universidades estadounidenses, de la "Ivy League", esta es la precaria condición del sistema político nacional, después del cambio de mando en 2010:

"En Colombia, muchos de los aspectos de las instituciones políticas y económicas han pasado a ser más inclusivos con el tiempo. Sin embargo, ciertos grandes elementos extractivos permanecen. La falta de ley y los derechos de propiedad inseguros son endémicos en grandes zonas del país, y esto es consecuencia de la falta de control por parte del Estado nacional de muchas partes del país, y la forma particular de falta de centralización del Estado en Colombia." (p. 447)

Una luz de esperanza en el túnel

                                                           A pesar de lo dicho, los académicos, autores de "Por qué fracasan las naciones", aventuran el siguiente pronóstico:

"No obstante, esta situación no es un resultado inevitable, sino una consecuencia de la dinámica que refleja el círculo vicioso: 

las instituciones políticas de Colombia no generan incentivos para que los políticos proporcionen servicios públicos, ley y orden en gran parte del país y no les ponen límites suficientes para evitar que hagan tratos implícitos o explícitos con los paramilitares y los criminales." (p. 448)

A las puertas del nuevo ciclo electoral, lo que advierte acá Acemoglu y Robinson está superado? Han hecho algo Santos y quien fuera su ministro estrella, Germán Vargas, han hecho algo en tal sentido, o por el contrario, sigue cuidando con efectivo celo los más "preciados huevitos" de quién fuera su principal padrino político y sus aliados.

La conclusión, para desgracia de la ciudadanía coombiana, y la inmensa mayoría de su población es otra. La situación diagnosticada por estos académicos extranjeros se mantiene; y ha empeorado con el descarado ejercicio del neoclientelismo presidencial.

Peor aún, el régimen para-presidencial no ha sido desmontado, y los herederos de la para-política se encuentran bien asentados en sus territorios, y dispuestos a jugar las cartas del triunfo con el mejor postor en favor de sus intereses.

Mientras tanto

                                                     Mientras tanto,  las fuerzas de izquierda, y quienes se identifican con la democracia duermen la siesta " de los justos", y se arremolinan en el incómodo canapé republicano, que no han sido capaces de reparar, porque se esmeran en competir entre ellas, sujetas al síndrome de las pequeñas diferencias doctrinarias. 

Después de lo hecho por la generación del Centenario, nada o casi nada se avanza en el rediseño democrático de la república de los señores de golilla y peluquín. Estamos en tiempo, pero ya "doblan las campanas," por la sepultura definitiva de la prometido en la Constitución de 1991.

Consulte el blog:  Seminario.internacional.gramsci en este año 2014. Contribuya con sus escritos y comentarios.

sábado, 4 de enero de 2014

El colega investigador Medina Gallego, quien es uno de los animadores del Centro de pensamiento que brinda asistencia académica a las negociaciones de paz en La Habana, comenta la alianza estratégica que para la paz de Colombia pueden ofrecer las dos más importantes organizaciones insurgentes de Colombia.  

Es una situación relevante para el rumbo político de los grupos y clases subalternas en el país, de cara, además, a un proceso electoral propicio para la izquierda democrática, pero incierto en el errático manejo que le dan las direcciones interpeladas, inaptas e ineptas en construir una necesaria alianza estratégica. Nos referimos al PDA y a la recién creada Alianza Verde, insistiendo todavía en la mezquindad de los cálculos inmediatos, y haciéndole juego al círculo vicioso de la llamada "ley de hierro de la oligarquía".  N de la R.

FARC-EP  y ELN
Una alianza estratégica por la PAZ

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de pensamiento y seguimiento al proceso de Paz

El comunicado expedido por las comandancias de las FARC-EP y el ELN con motivo de presentar un saludo de navidad y  fin de año a la sociedad colombiana;  así como el saludo a los integrantes de las dos fuerzas en el mismo sentido,  expresa una muy importante alianza estratégica de las dos organizaciones en el camino de construir un escenario de paz, reconciliación, democracia y justicia social durante el 2014.

Los términos del comunicado están cargados de frases contundentes comenzando por afirmar que la paz es un derecho inalienable de los pueblos y que es necesario escuchar el clamor de paz de los colombianos que se ha hecho manifiesto en distintas y multitudinarias oportunidades y que se sostiene de manera decidida en un acompañamiento eficaz y propositivo al proceso de conversaciones que avanza en La Habana y al que,  seguramente se sumara,  el que comenzara a desarrollarse en los dos primeros meses del año próximo con el ELN,  del que se sabe ya hay importantes y significativos acercamientos en el desarrollo de una fase exploratoriaen la que se busca afinar un acuerdo de paz, definir una agenda, metodología y lugar de conversaciones para darla a conocer la país.

Si bien los dos comunicados son de naturaleza distinta y se corresponden con lenguajes diferenciados para sus auditorios (nación-insurgencia), es de resaltar que en ambos la paz constituye el objetivo estratégico de la unidad insurgente. Afirmaciones como “la guerra que hemos librado durante más de medio siglo, no es la salida más conveniente para el país. El camino correcto es el de la paz”, es de especial,  profunda y contundente significación proviniendo de dos organizaciones que decidieron el camino de las armas para el logro de las transformaciones estructurales económicas y políticas del país y que están a escasos meses de cumplir cincuenta años de lucha armada.

Esto no significa que hayan renunciado a los idearios que guiaron su lucha durante algo más de medio siglo pues mantienen con el mismo convencimiento que es “la reconciliación cimentada en la justicia social, la única capaz de superar las causas que originaron el terrible conflicto que consume hoy a Colombia”, solo que hoy apuestan a otras rutas en el espejo de las transformaciones que se vienen produciendo en América Latina.   

El comunicado que Timoleón Jiménez (FARC-EP) y  Nicolás Rodríguez (ELN) dirigen a la sociedad colombiana está desprovisto de cualquier tipo de pretensiones radicales y se inscribe en un realismo histórico y un pragmatismo político de proporciones, esas si,  auténticamente revolucionarias. De manera clara y explicita,  lejos de los extensos e inabarcables programas revolucionarios de otros tiempos, de discursos ortodoxos y dogmáticos  las dos organizaciones colocan a disposición del procesos de paz tres requerimientos esenciales y estrictamente necesarios para el éxito del mismo en los que además coinciden de manera unitaria, lo que resulta importante para los retos que deben enfrentar los procesos en el 2014: la participación activa de toda la sociedad, o al menos de sus grandes mayorías; una paz que signifique justicia, equidad social y democracia y, un cese al fuego y tregua bilateral que ambiente un escenario de construcción democrática de acuerdos y potencialice los escenarios democráticos de participación en el camino de refrendación de los mismos.
  La disposición de las dos organizaciones para someterse sus fuerzas guerrilleras a las dinámicas de un proceso de paz que se revista de esos tres requerimientos para su éxito, convoca la decidida participación de la sociedad civil y en general de la sociedad colombiana, de posesionarse en un protagonismo determinante de lo que constituye un proceso constituyente de paz en el que las fuerzas políticas democrática de la nación, distintas personalidades, sectores y movimientos sociales y los  gremios empresariales y sectores de la economía, las iglesias, así como la institucionalidad publica existente,  asuman con decisión y entereza el llamado que la dirección de la insurgencia de las dos organizaciones les esta haciendo de tomar en sus iniciativas y acciones un proceso de paz que ellos y el gobierno nacional han colocado en marcha y que ahora requiere de las acciones definitivas del constituyente primario para llevarlo a feliz termino.

Es una muy buen señal que las FARC-EP y el ELN estén unificando criterios sobre el camino que ha de seguir un proceso de paz,  que a la postre,  en los escenarios de la refrendación requiere de que las dos organizaciones sumen sus acuerdos en un único y definitivo mecanismo de refrendación y compartan de manera decidida los caminos y logros construidos desde sus diferenciados esfuerzos. Pero resulta aun más significativo que estén llamando a la sociedad colombiana para que se apersone del proceso y lo conduzca hasta el final, pues como se entenderá con el tiempo no es la paz de las FARC-EP y el ELN, sino la paz de todos los colombianos lo que esta en juego.      

viernes, 3 de enero de 2014

A las Izquierdas de Europa y del Mundo
Transcripción del discurso ante el Congreso del PIE: Álvaro García Linera
Publicado el 30/12/2013 16:18:42 (31 Lecturas)

El IV Congreso del Partido de la Izquierda Europea (PIE) reunió 30 formaciones de izquierdas europeas en Madrid entre el 13 y el 15 de diciembre, en busca de un discurso para unificar estrategias frente a las políticas de austeridad y de sumisión de Bruselas al dictado de los mercados. Este fue el discurso del invitado Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera.

Permítanme celebrar este encuentro de la Izquierda europea y en nombre de nuestro Presidente Evo, en nombre de mi país, de nuestro pueblo, agradecer la invitación que nos han hecho, para compartir un conjunto de ideas, de reflexiones en este tan importante congreso de la Izquierda Europea...

Permítanme ser directo, franco... pero también propositivo.

¿Qué vemos desde afuera de Europa? 

Vemos una Europa que languidece, una Europa abatida, una Europa ensimismada y satisfecha de sí misma, hasta cierto punto, apática y cansada. Sé que son palabras muy feas y muy duras, pero así lo vemos. Atrás ha quedado la Europa de las luces, de las revueltas, de las revoluciones. Atrás, muy atrás ha quedado la Europa de los grandes universalismos que movieron al mundo, que enriquecieron al mundo, y que empujaron a los pueblos de muchas partes del mundo, a adquirir una esperanza y movilizarse en torno a esa esperanza.

Atrás han quedado los grandes retos intelectuales. Esa interpretación que hacían y que hacen los post modernistas de que se acabaron los grandes relatos, a la luz de los últimos acontecimientos, parce ser, que lo único que encubre, son los grandes negociados de las corporaciones y del sistema financiero.

No es el pueblo europeo el que ha perdido la virtud, ni ha perdido la esperanza, porque la Europa a la que me refiero, cansada, la Europa agotada, la Europa ensimismada, no es la Europa de los pueblos, es ésta silenciada, encerrada, asfixiada. Y la única Europa que vemos en el mundo, es la Europa de los grandes consorcios empresariales, la Europa neoliberal, la Europa de los grandes negociados financieros, la Europa de los mercados y no la Europa del trabajo.

Carente de grandes dilemas, horizontes y esperanzas, sólo se oye —parafraseando a Montesquieu— sólo se oye el lamentable ruido de las pequeñas ambiciones y de los grandes apetitos.

Unas democracias sin esperanza y sin fe, son democracias derrotadas. Unas democracias sin esperanza y sin fe, son democracias fosilizadas. En sentido estricto, no son democracias. No hay democracia válida que sea simplemente un apego, aburrido a instituciones fósiles con las que se cumplen rituales cada tres, cada cuatro o cada cinco años, para elegir a los que vendrán a decidir de mala manera sobre nuestros destinos.. Todos sabemos, y en izquierda más o menos compartimos, un pensamiento común de cómo hemos llegado a semejante situación. 

Los estudiosos, los académicos, los debates políticos brindan un conjunto de ejes interpretativos de lo mal que estamos y de cómo hemos llegado ahí. Un primer criterio compartido, de ¿cómo hemos llegado a esta situación?, es que entendemos que el capitalismo ha adquirido –no cabe duda- una medida geopolítica planetaria absoluta. El mundo entero se ha redondeado. Y el mundo entero deviene un gran taller mundial. Una radio, un televisor, un teléfono, ya no tiene un origen de creación, sino que el mundo entero se ha convertido en el origen de creación. Un chip se hace en México, el diseño se hace en Alemania, la materia prima es latinoamericana, los trabajadores son asiáticos, el empaque es norteamericano, y la venta es planetaria.

Esta es una característica del moderno capitalismo -no cabe duda- y es a partir de ello que uno tiene que tomar acciones.

Una segunda característica de los últimos veinte años, es una especie de regreso a una acumulación primitiva perpetua. Los textos de Karl Marx, que retrataba el origen del capitalismo en el siglo XVI, XVII, hoy se repiten y son textos del siglo XXI. Tenemos una permanente acumulación originaria que reproduce mecanismos de esclavitud, mecanismos de subordinación, de precariedad, de fragmentación, que lo retrató, excepcionalmente Carlos Marx. Solo que el capitalismo moderno reactualiza la acumulación originaria. La reactualiza, la expande, la irradia a otros territorios para extraer más recursos y más dinero. Pero junto con esta acumulación primitiva perpetua – que va a definir las características de las clases sociales contemporáneas, tanto en nuestros países como en el mundo, porque reorganiza la división del trabajo local, territorialmente, y la división del trabajo planetario-. Junto con eso tenemos una especie de neo acumulación por expropiación. 

Tenemos un capitalismo depredador, que acumula, en muchos casos produciendo en la aéreas estratégicas: conocimiento, telecomunicaciones, biotecnología, industria automovilística, pero en muchos de nuestros países, acumula por expropiación. Es decir, ocupando los espacios comunes: biodiversidad, agua, conocimientos ancestrales, bosques, recursos naturales… Esta es una acumulación por expropiación -no por generación de riqueza- sino por expropiación de riqueza común, que deviene en riqueza privada. Esa es la lógica neoliberal. Si criticamos tanto al neoliberalismo, es por su lógica depredatoria, y parasitaria. Más que un generador de riquezas, más que un desarrollador de fuerzas productivas, el neoliberalismo es un expropiador de fuerzas productivas capitalistas y no capitalistas, colectivas, locales, de sociedades.

Pero también la tercera característica de la economía moderna, no es solamente acumulación primitiva perpetua, acumulación por expropiación, sino también por subordinación – Marx diría subsunción real del conocimiento y la ciencia a la acumulación capitalista-. Lo que algunos sociólogos llaman sociedad del conocimiento. No cabe duda, esa son las aéreas más potentes y de mayor despliegue de las capacidades productivas de la sociedad moderna.

Pero también la cuarta característica y cada vez más conflictiva y riesgosa, es el proceso de subsunción real del sistema integral de la vida del planeta. Es decir de los procesos metabólicos entre los seres humanos y la naturaleza.

Estas cuatro características del moderno capitalismo, redefine la geopolítica del capital a escala planetaria, redefine la composición de clase de las sociedades, redefine la composición de clase y de las clases sociales en el planeta.

No solamente está la externalización -a las extremidades del cuerpo capitalista de la clase obrera tradicional, clase obrera que vimos urgir en el siglo XIX y principio del siglo XX que ahora se transfiere a las zonas periféricas, Brasil, México, China, la India, Filipinas – sino que también surge, en las sociedades más desarrolladas, un nuevo tipo de proletariado. Un nuevo tipo de clase trabajadora. La clase trabajadora de cuello blanco. 

Profesores, investigadores, científicos, analistas, que no se ven a sí mismos como clase trabajadora, se ven a sí mismo como pequeños empresarios seguramente, pero que en el fondo constituyen una nueva composición social de la clase obrera, del principio del siglo XXI. Pero a la vez también tenemos una creación -de lo que podríamos denominar- en el mundo, un proletariado difuso. Sociedades y naciones no capitalistas, que son subsumidas formalmente a la acumulación capitalista. América Latina, África, Asia, hablamos de sociedades y de naciones no estrictamente capitalistas, pero en el conjunto aparecen subsumidas y articuladas como formas de proletarización difusa. No solamente por su cualidad económica, sino por las propias características de unificación fragmentada, o de difícil fragmentación, por su dispersión territorial.

Tenemos entonces, no solamente una nueva modalidad de la expansión de la acumulación capitalista, sino que también tenemos un reacomodo de las clases y del proletariado y de las clases no proletarias en el mundo. El mundo hoy es más conflictivo. El mundo hoy está más proletarizado, solamente que las formas de proletarización, son distintas a las que conocimos en el siglo XIX, principio del siglo XX. Y las formas de proletarización de estos proletarios difusos, de estos proletarios de cuello blanco, no toman necesariamente la forma de sindicato. 

La forma sindicato ha perdido su centralidad, en algunos países, y surgen otras formas de unificación de lo popular, de lo laboral, de lo obrero. ¿Qué hacer? - la vieja pregunta de Lenin- … ¿Qué hacemos? … Compartimos definiciones de lo que está mal, compartimos definiciones de lo que está cambiando en el mundo, y frente a estos cambios no podemos responder -o mejor- las respuestas que teníamos antes son insuficientes, si no, no estaría gobernando la derecha, acá en Europa. Algo ha faltado y algo está faltando a nuestras respuestas. Algo está faltando a nuestras propuestas. Permítanme, de manera modesta, hacer cinco sugerencias en esta construcción colectiva del quehacer que asume la izquierda europea.

La izquierda europea no puede contentarse con el diagnóstico y la denuncia. El diagnóstico y la denuncia sirve para generar indignación moral y es importante la expansión de la indignación moral, pero no genera voluntad de poder. La denuncia no es una voluntad de poder. Puede ser la antesala de una voluntad de poder, pero no es la voluntad de poder. La izquierda europea, la izquierda mundial, a esta vorágine depredadora de naturaleza y de ser humano, destructivo, que lleva adelante el capitalismo contemporáneo, tiene que aparecer con propuestas o iniciativas. 

La izquierda europea, y las izquierdas de todas las partes del mundo, tenemos que construir un nuevo sentido común. En el fondo, la lucha política es una lucha por el sentido común. Por el conjunto de juicios y de prejuicios. Por la forma en cómo de manera simple la gente: el joven estudiante, el profesional, la vendedora, el trabajador, el obrero, ordena el mundo. Ese es el, sentido común. La concepción del mundo básica, con la que ordenamos la vida cotidiana. La manera de cómo valoramos lo justo y lo injusto, lo deseable y lo posible, lo imposible y lo probable. Y la izquierda –mundial, la izquierda europea- tiene que luchar por un nuevo sentido común, progresista, revolucionario, universalista. Pero es obligatoriamente, un nuevo sentido común.

En segundo lugar, necesitamos recuperar – como lo hacía el primer expositor de manera brillante- el concepto de democracia. La izquierda siempre ha reivindicado la bandera de la democracia. Es nuestra bandera. Es la bandera de la justicia, de la igualdad, de la participación. Pero para eso tenemos que desprendernos de la concepción de la democracia como un hecho meramente institucional. ¿La democracia son instituciones? Sí, son instituciones. Pero es mucho más que institución. 

¿La democracia es votar cada cuatro o cinco años? Sí, pero es mucho más que eso. ¿Es elegir el Parlamento? Sí, pero es mucho más que eso. ¿Es respectar las reglas de la alternancia? Sí, pero es mucho más que eso. Esa es la manera liberal, fosilizada, de entender la democracia en la que a veces quedamos encerrados. ¿La democracia son valores? Son valores, principios organizativos del entendimiento del mundo: la tolerancia, la pluralidad, la libertad de opinión, la libertad de asociación. Están bien, son principios, son valores, pero no son solamente principios y valores. Son instituciones, pero no son solamente instituciones. La democracia es práctica. La democracia es acción, colectiva. 

La democracia en el fondo es creciente participación en la administración de los comunes, que tiene una sociedad. Hay democracia si en lo común que tenemos los ciudadanos participamos. Si tenemos como un patrimonio común el agua, entonces democracia es participar en la gestión del agua. Si tenemos como patrimonio común el idioma, la lengua, democracia es la gestión común del idioma. Si tenemos como patrimonio común los bosques, la tierra, el conocimiento, democracia es gestión administración, común. Creciente participación común, en la gestión del bosque, en la gestión del agua, en la gestión del aire, en la gestión de los recursos naturales. A de haber democracia -hay democracia- en el sentido vivo, no fosilizado del término, si la población y la izquierda ayuda, participa en una gestión común de los recursos comunes, instituciones, derecho, riquezas.

Los viejos socialistas de los años 70 hablaban que la democracia debería tocar las puertas de las fábricas. Es una buena idea, pero no es suficiente. Debe tocar la puerta de las fábricas, la puerta de los bancos, la puerta de las empresas, la puerta de las instituciones, la puerta de los recursos, la puerta de todo lo que sea común para las personas. Me preguntaba nuestro delegado, de Grecia, me preguntaba sobre el tema del agua. 

¿Cómo comenzamos nosotros en Bolivia? Por temas 
básicos, de sobrevivencia, agua! Y en torno al agua que es una riqueza común, que estaba siendo expropiada, el pueblo llevó adelante una “guerra” y recuperó el agua para la población, y luego recuperamos no solamente el agua, hicimos otra guerra social y recuperamos el gas y el petróleo y las minas y las telecomunicaciones, y falta mucho más por recuperar. Pero en todo caso este fue el punto de partida, la creciente participación de los ciudadanos de los comunes, de los bienes comunes que tiene una sociedad, una región.

En tercer lugar la izquierda tiene que recuperar también la reivindicación de lo universal, de los idearios universales. De los comunes. La política como bien común, la participación, como una participación en la gestión de los bienes comunes. La recuperación de los comunes como derecho: el derecho al trabajo, el derecho a jubilación, el derecho a la educación, gratuita, el derecho a la salud, el derecho a un aire limpio, el derecho a la protección de la madre tierra, el derecho a la protección de la naturaleza. Son derechos. Pero son universales, son bienes comunes universales frente a los que la izquierda, la izquierda revolucionaria, tiene que plantearse medidas concretas, objetivas y de movilización. 

Leía, en el periódico, como se estaba utilizando en Europa recursos públicos para salvar bienes privados. Esa es una aberración, estaban utilizando el dinero de los ahorristas europeos para salvar la quiebra de los bancos. Estaban usando lo común para salvar lo privado. El mundo está al revés! Tiene que ser al revés, usar los bienes privados para salvar y ayudar los bienes comunes. No los bienes comunes para salvar los bienes privados. Los bancos tienen que tener un proceso de democratización y de socialización de su gestión. Porque si no los bancos van a acabar por quitar no solamente su trabajo, su casa, su vidas, su esperanza y todo… y esto es algo que no se puede permitir.

Pero también reivindicar – en nuestra propuesta como izquierda- una nueva relación metabólica entre el ser humano y la naturaleza. En Bolivia, por nuestra herencia indígena, llamamos eso una nueva relación entre ser humano y naturaleza. El Presidente Evo dice, la naturaleza puede existir sin el ser humano, el ser humano no puede existir sin naturaleza. Pero, no hay que caer en la lógica de la economía verde, que es una forma hipócrita de ecologismo.

Hay empresas que parecen ante ustedes los europeos como protectores de la naturaleza y con el aire limpio, pero esas mismas empresas nos llevan a nosotros a la Amazonia, nos llevan a América o a África, todos los desperdicios que aquí se generan. Aquí son depredadores o aquí son defensores y allí se vuelven depredadores. Han convertido la naturaleza en otro negocio. Y la preservación radical de la ecología no es un nuevo negocio, ni una nueva lógica empresarial. 

Hay que restituir una nueva relación. Que es siempre tensa. Porque la riqueza que va satisfacer necesidades requiere transformar la naturaleza y al transformar la naturaleza modificamos su existencia, modificamos el BIOS. Pero al modificar el BIOS, como contra finalidad muchas veces, destruimos al ser humano y también a la naturaleza. Al capitalismo no le importa porque eso es un negocio para él. Pero a nosotros sí, a la izquierda sí, a la humanidad sí, a la Historia de la humanidad sí le importa. Necesitamos reivindicar una nueva lógica de relación… no diría armónica, pero si metabólica. Mutuamente beneficiosa, entre entorno vital natural y ser humano. Trabajo, necesidades.

Por último, no cabe duda que necesitamos reivindicar la dimensión heroica de la política. Hegel veía la política en su dimensión heroica. Y siguiendo a Hegel supongo, Gramsci decía, que las sociedades modernas, la filosofía y un nuevo horizonte de vida, tienen que convertirse en fe, en la sociedad, o solamente puede existir como fe el interior de la sociedad. Esto significa que necesitamos reconstruir la esperanza. Que la izquierda tiene que ser la estructura organizativa, flexible, crecientemente unificada, que sea capaz de rehabilitar la esperanza en la gente. Un nuevo sentido común, una nueva fe –no en el sentido religioso del término- sino una nueva creencia generalizada por la que las personas apuestan heroicamente su tiempo, su esfuerzo, su espacio, su dedicación.

Yo saludo – lo que comentaba mi compañera, cuando nos decía, hoy nos estamos reuniendo 30 organizaciones políticas- Excelente! Quiere decir que es posible reunirse. Que es posible de salir de los espacios estancos. La izquierda tan débil de hoy en Europa, no puede darse el lujo de distanciarse de sus compañeros. Podrá haber diferencias en 10 o 20 puntos, pero coincidimos en 100. Esos 100 que sean los puntos de acuerdo, de cercanía, de trabajo. Y guardemos los otros 20 para después. Somos demasiados débiles como para darnos el lujo de seguir en peleas de capilla y de pequeños feudos, distanciándonos del resto. Hay que asumir una lógica nuevamente gramsciana, unificar, articular, promover.

Hay que tomar el poder del Estado, hay que luchar por el Estado, pero nunca olvidemos que el Estado más que una máquina, es una relación. Más que materia es idea. El Estado es fundamentalmente idea. Y un pedazo es materia. Es materia como relaciones sociales, como fuerza, como presiones, como presupuestos, como acuerdos, como reglamentos, como leyes. Pero es fundamentalmente idea, como creencia de un orden común, de un sentido de comunidad. En el fondo la pelea por el estado, es una pelea por una nueva manera de unificarnos, por un nuevo universal. Por un tipo de universalismo que unifica voluntariamente a las personas.

Pero eso requiere entonces, haber ganado previamente las creencias. Haber derrotados a los adversarios previamente en la palabra, en el sentido común. Haber derrotado previamente las concepciones dominantes de derecha en el discurso, en la percepción del mundo, en las percepciones morales que tenemos de las cosas. Y entonces eso requiere un trabajo muy arduo. La política no es solamente una cuestión de correlación de fuerzas, capacidad de movilización. Que en su momento lo será. 

Es fundamentalmente convencimiento, articulación, sentido común, creencia, idea compartida, juicio y prejuicio compartido respecto al orden del mundo. Y ahí la izquierda no solamente contentarse con la unidad de las organizaciones de izquierda. Tienen que expandirse hacia el ámbito de los sindicatos, que son el soporte de la clase trabajadora, y su forma orgánica de unificación. 

Pero también hay que estar muy atentos -compañeros y compañeras- a otras formas inéditas de organización de la sociedad, las reconfiguración de las clases sociales en Europa y en el mundo, va a dar lugar a formas diferentes de unificación, formas más flexibles, menos orgánicas, quizás más territoriales, menos por centros de trabajo. Todo es necesario. La unificación por centros de trabajo, la unificación territorial, la unificación temática, la unificación ideológica… es un conjunto de formas flexible, frente a los cuales la izquierda tiene que tener la capacidad de articular, de proponer y de unificar, y de salir adelante.

Permítanme en nombre del presidente, en nombre mío, felicitarlos, celebrar este encuentro, de desearles y exigirles -de manera respetuosa y cariñosa- ¡luchen, luchen, luchen! No nos dejen solos a otros pueblos que estamos luchando de manera aislada en algunos lugares, en Siria, algo en España, en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia. No, nos dejen solos, los necesitamos a Uds, más aun a una Europa que no solamente vea a distancia lo que sucede en otras partes del mundo, sino nuevamente una Europa que vuelva nuevamente a alumbrar el destino del continente y el destino del mundo.


ALAI - América Latina en Movimiento - 18 de diciembre de 2013