miguel angel herrera zgaib
Proyecto @utonomista
El anuncio del 3 de mayo
Si se revisan los datos en cada encuesta Mockus le fue acortando la distancia a Santos en todos sus estratos. César Valderrama, consultor de Datexco, en El Tiempo, 1 de mayo, 2010, p: 1-4.
Después de cinco rondas de encuestas que singularizan la semana anterior al 3 de mayo, no queda duda para las estadísticas electorales que la tendencia es irreversible. Antanas ganará la primera vuelta y también la segunda, si no se oficializan alianzas intempestivas. Más aún, de no ocurrir tales alianzas es posible que al 38,7 % que marcó en la última encuesta se sumen la mayoría de los indecisos que es 10,6 %, y de los que no respondieron 2,4%. Adicionados podrían permitir alcanzar el 50% más 1 voto que haga a Mockus presidente sin más atenuantes.
Así las cosas, se desprenden dos ejercicios indiciarios necesarios. El primero es el episodio protagonizado por Darío Montoya Mejía, Noemí Sanín y Juan Manuel Santos en el más ruidoso de los debates presidenciales, cuando Santos ofreció renunciar por la verdad, si Noemí le probaba que ofreció la cartera Defensa para cortejar al director del Sena, el guardián de 9 millones de potenciales votantes.
La estrella de Montoya cayó y produjo la airada condena de Laura ,su hija, al cínico Juan Manuel, un copartícipe principal en los engaños a la Cruz Roja Internacional y a Telesur, para obtener la liberación de Ingrid, los policías y militares en la operación Jaque. En coro repitieron con el presidente en un insultante show mediático que no se había usado emblema alguno de CICR. Y esta institución en su informe más reciente pone en cuestión lo que viene pasando después de la operación Jaque, que en lugar del "mate" las Farc se han venido adaptando y fortaleciendo.
Todo parece indicar que de alianzas intempestivas hablará al país, el cínico Juan Manuel este 3 de mayo como lo anuncia por RCN. Su discurso estará precedido por la condena del oráculo empresarial y gerente de elecciones exitosas, Fabio Echeverri Correa contra Angelino Garzón. Fabio anunció que respaldará a Noemí, quien cayó a menos del 10 %.
Este revés nos conduce al segundo elemento indiciario: la desbandada conservadora que encabeza el exministro Arias, para quien las reglas de su partido son"disciplina para perros", y el legado uribista tiene que preservarse a toda costa. Para los rebeldes reemplazar a Angelino es la consigna. Así las cosas, después del desastroso debate vicepresidencial, a Garzón también lo descalifica el congresista tránsfuga Roy Barreras, quien habla armado de un listado de potenciales reemplazos: el conservador valluno Luis Mejía, el candidato liberal Germán Vargas, y quizás un tercero en discordia aún desconocido. Amanecerá el lunes y veremos. Porque los dos primeros citados han rechazado públicamente tal designación espuria.
Cercano parecido y una lección por aprender
En Ecuador la tercera ola democrática puso en el solio presidencial a Rafael Correa con la “revolución de los forajidos”. Tal era el epíteto despectivo, “forajidos”, con que Lucio Rodríguez descalificó la multitudinaria protesta de clase media y estudiantes que estalló en Quito; extendida como mancha purificadora derrotó las pretensiones del exmilitar, Lucio Gutiérrez, un neopopulista de derecha que obtuvo y defraudó el respaldo inicial de la mayoría indígena.
En Colombia, la que llamamos tercera ola democrática se expresa de modo diferente. A pesar de las represiones oficiales contra los desobedientes, resistentes y rebeldes que produjo un efectivo retroceso político y social: la degeneración democrática en los últimos diez años. Esta rebelión ciudadana en Colombia se remonta a la movilización de los años 80.
Entonces narcos, militares, políticos y empresarios extirparon a bala los liderazgos reformistas. Sin cicatrizar aún las heridas que empezaron con la masacre de la justicia en 1985, la revolución de la multitud adquiere hoy momento y un nuevo cauce electoral que se encarna en la preferencia por Antanas Mockus, hasta asumir la dimensión de mito según lo denuncia el excandidato del Polo Carlos Gaviria Díaz.
Correa no presentó listas para el Congreso cuando triunfó en el Ecuador. Pero, al ganar la presidencia él resolvió este impasse convocando una Asamblea constituyente liderada por Alianza País. Esta ha sido desde entonces una coalición de fuerzas heterogéneas por el cambio y contra la corrupción pública que tiene las mayorías más activas. Este Acuerdo vivió pronto los disensos simbolizados por la separación del presidente de la Asamblea, Alberto Acosta, un economista prestigioso, líder ambientalista, defensor de la tierra, los indígenas y la participación ciudadana sin cortapisas. El tomó la decisión de hacer toldo aparte sin éxito electoral conocido. La más sonada de las últimas protestas la protagonizó la educación pública y privada, donde hay la hegemonía de un poderoso sindicato de la izquierda.
Sabido es que el congreso colombiano actual tiene el estigma de la ilegalidad y el clientelismo, el contagio de la parapolítica en algo más de la tercera parte de la representación elegida el 14 de marzo. Así lo denuncian la MOE (Misión de Observación Electoral), el monitoreo de la fundación Nuevoarcoiris, famosa por su escrutinio de las votaciones atípicas de 2002-2006; y las denuncias de los políticos que no aceptan el modelo para-político como instrumento legítimo en la lucha antiguerrillera.
En otras circunstancias, el candidato Mockus para nada habla de medidas radicales para extirpar el cáncer de la parapolítica enquistado en el congreso desde el 2002. Eso sí insiste en el lema de la legalidad democrática, es decir, en perpetuar el gobierno de la oligarquía (neo) liberal doctrinaria.
Por último, los informes del CNE son elocuentes en el cúmulo de “irregularidades” constatadas a lo ancho y largo de la república enferma, que hacen que la confirmación definitiva de curules pueda tardar dos meses más. A la fecha es sabido que de 268 congresistas elegidos solo 45 representantes tienen credencial expedida por el CNE de un total de 166. Mientras que de las 102 curules del senado ninguna credencial ha sido expedida.
¿Tiene presente la revolución ciudadana?
Antanas puede perder la elección en la segunda vuelta, si no asegura también un frente amplio de alianzas que contrarreste la que se constituye en sus narices por el bloque en el poder. La contrarrevolución reaccionaria se perfila este tres de mayo bajo la doble conducción de Santos y Uribe, que se dispone a utilizar todos los medios a su alcance.
La izquierda democrática tiene que jugar sus mejores cartas, dándole concreción a la lucha contra la desigualdad bajo la consigna de la equidad y la justicia social. Poniéndole realidad al compromiso con la reforma radical social y económica que publicita con atraso el candidato del PDA, esto es, con un conjunto de proyectos de ley a impulsar al inicio mismo del nuevo gobierno y sus alianzas.
Pero, la lucha contra la desigualdad y la exclusión tiene cifras tremendas por vencer. En la pobreza se mantienen 19,9 millones de compatriotas, y en la indigencia están 7,2 millones. El DNP se alegra con tristeza que se mejoraron las cifras del año 2008, porque entonces los índices eran 46 % contra el 45,5% actual, y 17,8% contra el 16,4 % del presente. La medida de la pobreza es $281.304 mensuales como ingreso máximo por miembro del hogar, mientras que el ejército de las extrema pobreza lo marca un ingreso inferior a $120.588. Según los técnicos en la materia erradicar la pobreza colombiana llevará otro medio siglo.
Para completar el cuadro analítico está la situación de trabajo para la pobrería y los trabajadores. El desempleo en marzo de 2010 es de 11,8 %, es decir, 2.5 millones de desocupados, junto a 8,5 millones de subempleados. Empleo y trabajo decente son bienes cada día más escasos. En esta vorágine social, Pereira es la más azotada con el 22 % de desempleo. según el Dane. Allí campean junto a la prostitución infantil el aberrante fenómeno de los baby sicarios denunciados por el Canal 4 en la tv española ahora amenazado de posible demanda por el ICBF. Simultáneamente, la desocupación en Bogotá es del 12,8 % según las cifras oficiales, mientras se indica que Santa Marta tiene el menor desempleo: 8.5 %, y continúa sujeta al desastre ambiental y a los coletazos del paramilitarismo.
Esta es la población principal a ser movilizada y organizada por el PDA, la oposición democrática y de izquierda, porque, de modo general, no vota, está subyugada por la tarea de sobrevivir. Sin embargo, estas son las fuerzas principales que nutren la multitud de l@s excluid@s, la mayoría de los estratos 0, 1 y 2. Sin embargo, en los dos últimos estratos, la mayoría de los que anuncian su voto la controla el neopopulismo presidencial de derecha con 30,7 %, a cambio subsidios para la reproducción de la miseria, un placebo asistencial que se administra desde los tiempos de Andrés Pastrana.
Con todo, en los estratos 1 y 2 también avanza la candidatura de Antanas que marca ya el 28,1 %, sin contraprestación previa inmediata. Para nada cuenta, en cambio, la campaña de Noemí que se retrata y habla por los pobres; y también se pierden las letanías de Pardo por la igualdad de oportunidades. Algo obtiene, eso sí, en el porcentaje de imagen favorable el desdibujado y despistado candidato del PDA, quien insiste a toda costa en la equidad social como su promesa principal.
Es el tiempo de combatir la retórica electoral con compromisos efectivos de reforma democrático radical. Mockus, el príncipe de la legalidad democrática, no es ni será el cultor de este evangelio de la equidad social y la defensa del trabajo de los muchos, como ha quedado bien establecido en los debates presidenciales. La decencia y su exigencia al presidente que renunciara por el escándalo de la yidispolítica no son suficientes para dar fortaleza a la revolución ciudadana que lo escogió como su líder coyuntural.
Esta demanda puede ser el desmonte de los privilegios ancestrales, o la equidad social, la cuota inicial que desemboque en una asamblea constituyente que realice la reforma social y económica. Que haga posibles las bases de una democracia acariciada hace algo más de 150 años, por las Sociedades Democráticas, y una nueva República que tiene doscientos años en la lista del espera de este continente movilizado cada vez más contra el autoritarismo de las oligarquías, y la exclusión social, económica y cultural del capitalismo translocal que nos gobierna y domina a doscientos años del bicentenario.
Si se revisan los datos en cada encuesta Mockus le fue acortando la distancia a Santos en todos sus estratos. César Valderrama, consultor de Datexco, en El Tiempo, 1 de mayo, 2010, p: 1-4.
Después de cinco rondas de encuestas que singularizan la semana anterior al 3 de mayo, no queda duda para las estadísticas electorales que la tendencia es irreversible. Antanas ganará la primera vuelta y también la segunda, si no se oficializan alianzas intempestivas. Más aún, de no ocurrir tales alianzas es posible que al 38,7 % que marcó en la última encuesta se sumen la mayoría de los indecisos que es 10,6 %, y de los que no respondieron 2,4%. Adicionados podrían permitir alcanzar el 50% más 1 voto que haga a Mockus presidente sin más atenuantes.
Así las cosas, se desprenden dos ejercicios indiciarios necesarios. El primero es el episodio protagonizado por Darío Montoya Mejía, Noemí Sanín y Juan Manuel Santos en el más ruidoso de los debates presidenciales, cuando Santos ofreció renunciar por la verdad, si Noemí le probaba que ofreció la cartera Defensa para cortejar al director del Sena, el guardián de 9 millones de potenciales votantes.
La estrella de Montoya cayó y produjo la airada condena de Laura ,su hija, al cínico Juan Manuel, un copartícipe principal en los engaños a la Cruz Roja Internacional y a Telesur, para obtener la liberación de Ingrid, los policías y militares en la operación Jaque. En coro repitieron con el presidente en un insultante show mediático que no se había usado emblema alguno de CICR. Y esta institución en su informe más reciente pone en cuestión lo que viene pasando después de la operación Jaque, que en lugar del "mate" las Farc se han venido adaptando y fortaleciendo.
Todo parece indicar que de alianzas intempestivas hablará al país, el cínico Juan Manuel este 3 de mayo como lo anuncia por RCN. Su discurso estará precedido por la condena del oráculo empresarial y gerente de elecciones exitosas, Fabio Echeverri Correa contra Angelino Garzón. Fabio anunció que respaldará a Noemí, quien cayó a menos del 10 %.
Este revés nos conduce al segundo elemento indiciario: la desbandada conservadora que encabeza el exministro Arias, para quien las reglas de su partido son"disciplina para perros", y el legado uribista tiene que preservarse a toda costa. Para los rebeldes reemplazar a Angelino es la consigna. Así las cosas, después del desastroso debate vicepresidencial, a Garzón también lo descalifica el congresista tránsfuga Roy Barreras, quien habla armado de un listado de potenciales reemplazos: el conservador valluno Luis Mejía, el candidato liberal Germán Vargas, y quizás un tercero en discordia aún desconocido. Amanecerá el lunes y veremos. Porque los dos primeros citados han rechazado públicamente tal designación espuria.
Cercano parecido y una lección por aprender
En Ecuador la tercera ola democrática puso en el solio presidencial a Rafael Correa con la “revolución de los forajidos”. Tal era el epíteto despectivo, “forajidos”, con que Lucio Rodríguez descalificó la multitudinaria protesta de clase media y estudiantes que estalló en Quito; extendida como mancha purificadora derrotó las pretensiones del exmilitar, Lucio Gutiérrez, un neopopulista de derecha que obtuvo y defraudó el respaldo inicial de la mayoría indígena.
En Colombia, la que llamamos tercera ola democrática se expresa de modo diferente. A pesar de las represiones oficiales contra los desobedientes, resistentes y rebeldes que produjo un efectivo retroceso político y social: la degeneración democrática en los últimos diez años. Esta rebelión ciudadana en Colombia se remonta a la movilización de los años 80.
Entonces narcos, militares, políticos y empresarios extirparon a bala los liderazgos reformistas. Sin cicatrizar aún las heridas que empezaron con la masacre de la justicia en 1985, la revolución de la multitud adquiere hoy momento y un nuevo cauce electoral que se encarna en la preferencia por Antanas Mockus, hasta asumir la dimensión de mito según lo denuncia el excandidato del Polo Carlos Gaviria Díaz.
Correa no presentó listas para el Congreso cuando triunfó en el Ecuador. Pero, al ganar la presidencia él resolvió este impasse convocando una Asamblea constituyente liderada por Alianza País. Esta ha sido desde entonces una coalición de fuerzas heterogéneas por el cambio y contra la corrupción pública que tiene las mayorías más activas. Este Acuerdo vivió pronto los disensos simbolizados por la separación del presidente de la Asamblea, Alberto Acosta, un economista prestigioso, líder ambientalista, defensor de la tierra, los indígenas y la participación ciudadana sin cortapisas. El tomó la decisión de hacer toldo aparte sin éxito electoral conocido. La más sonada de las últimas protestas la protagonizó la educación pública y privada, donde hay la hegemonía de un poderoso sindicato de la izquierda.
Sabido es que el congreso colombiano actual tiene el estigma de la ilegalidad y el clientelismo, el contagio de la parapolítica en algo más de la tercera parte de la representación elegida el 14 de marzo. Así lo denuncian la MOE (Misión de Observación Electoral), el monitoreo de la fundación Nuevoarcoiris, famosa por su escrutinio de las votaciones atípicas de 2002-2006; y las denuncias de los políticos que no aceptan el modelo para-político como instrumento legítimo en la lucha antiguerrillera.
En otras circunstancias, el candidato Mockus para nada habla de medidas radicales para extirpar el cáncer de la parapolítica enquistado en el congreso desde el 2002. Eso sí insiste en el lema de la legalidad democrática, es decir, en perpetuar el gobierno de la oligarquía (neo) liberal doctrinaria.
Por último, los informes del CNE son elocuentes en el cúmulo de “irregularidades” constatadas a lo ancho y largo de la república enferma, que hacen que la confirmación definitiva de curules pueda tardar dos meses más. A la fecha es sabido que de 268 congresistas elegidos solo 45 representantes tienen credencial expedida por el CNE de un total de 166. Mientras que de las 102 curules del senado ninguna credencial ha sido expedida.
¿Tiene presente la revolución ciudadana?
Antanas puede perder la elección en la segunda vuelta, si no asegura también un frente amplio de alianzas que contrarreste la que se constituye en sus narices por el bloque en el poder. La contrarrevolución reaccionaria se perfila este tres de mayo bajo la doble conducción de Santos y Uribe, que se dispone a utilizar todos los medios a su alcance.
La izquierda democrática tiene que jugar sus mejores cartas, dándole concreción a la lucha contra la desigualdad bajo la consigna de la equidad y la justicia social. Poniéndole realidad al compromiso con la reforma radical social y económica que publicita con atraso el candidato del PDA, esto es, con un conjunto de proyectos de ley a impulsar al inicio mismo del nuevo gobierno y sus alianzas.
Pero, la lucha contra la desigualdad y la exclusión tiene cifras tremendas por vencer. En la pobreza se mantienen 19,9 millones de compatriotas, y en la indigencia están 7,2 millones. El DNP se alegra con tristeza que se mejoraron las cifras del año 2008, porque entonces los índices eran 46 % contra el 45,5% actual, y 17,8% contra el 16,4 % del presente. La medida de la pobreza es $281.304 mensuales como ingreso máximo por miembro del hogar, mientras que el ejército de las extrema pobreza lo marca un ingreso inferior a $120.588. Según los técnicos en la materia erradicar la pobreza colombiana llevará otro medio siglo.
Para completar el cuadro analítico está la situación de trabajo para la pobrería y los trabajadores. El desempleo en marzo de 2010 es de 11,8 %, es decir, 2.5 millones de desocupados, junto a 8,5 millones de subempleados. Empleo y trabajo decente son bienes cada día más escasos. En esta vorágine social, Pereira es la más azotada con el 22 % de desempleo. según el Dane. Allí campean junto a la prostitución infantil el aberrante fenómeno de los baby sicarios denunciados por el Canal 4 en la tv española ahora amenazado de posible demanda por el ICBF. Simultáneamente, la desocupación en Bogotá es del 12,8 % según las cifras oficiales, mientras se indica que Santa Marta tiene el menor desempleo: 8.5 %, y continúa sujeta al desastre ambiental y a los coletazos del paramilitarismo.
Esta es la población principal a ser movilizada y organizada por el PDA, la oposición democrática y de izquierda, porque, de modo general, no vota, está subyugada por la tarea de sobrevivir. Sin embargo, estas son las fuerzas principales que nutren la multitud de l@s excluid@s, la mayoría de los estratos 0, 1 y 2. Sin embargo, en los dos últimos estratos, la mayoría de los que anuncian su voto la controla el neopopulismo presidencial de derecha con 30,7 %, a cambio subsidios para la reproducción de la miseria, un placebo asistencial que se administra desde los tiempos de Andrés Pastrana.
Con todo, en los estratos 1 y 2 también avanza la candidatura de Antanas que marca ya el 28,1 %, sin contraprestación previa inmediata. Para nada cuenta, en cambio, la campaña de Noemí que se retrata y habla por los pobres; y también se pierden las letanías de Pardo por la igualdad de oportunidades. Algo obtiene, eso sí, en el porcentaje de imagen favorable el desdibujado y despistado candidato del PDA, quien insiste a toda costa en la equidad social como su promesa principal.
Es el tiempo de combatir la retórica electoral con compromisos efectivos de reforma democrático radical. Mockus, el príncipe de la legalidad democrática, no es ni será el cultor de este evangelio de la equidad social y la defensa del trabajo de los muchos, como ha quedado bien establecido en los debates presidenciales. La decencia y su exigencia al presidente que renunciara por el escándalo de la yidispolítica no son suficientes para dar fortaleza a la revolución ciudadana que lo escogió como su líder coyuntural.
Esta demanda puede ser el desmonte de los privilegios ancestrales, o la equidad social, la cuota inicial que desemboque en una asamblea constituyente que realice la reforma social y económica. Que haga posibles las bases de una democracia acariciada hace algo más de 150 años, por las Sociedades Democráticas, y una nueva República que tiene doscientos años en la lista del espera de este continente movilizado cada vez más contra el autoritarismo de las oligarquías, y la exclusión social, económica y cultural del capitalismo translocal que nos gobierna y domina a doscientos años del bicentenario.
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