domingo, 25 de julio de 2010

Para el debate sobre el capitalismo contemporáneo en Colombia reproducimos apartes significativos de una contribución al tópico hecha por el académico de la Universidad Nacional de Colombia, Jairo Estrada Vélez, doctorado en Ciencias Económicas en la R.D.A. El texto es seleccionado del envío hecho por Plural. N de la R.


Transformaciones del capitalismo en Colombia.

Jairo Estrada Álvarez

Economista, Ph.D. en Ciencias Económicas. Profesor del Departamento de Ciencia Política, Director de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos, Director del Grupo interdisciplinario de Estudios políticos y sociales, Universidad Nacional de Colombia. Coordinador del Grupo de Trabajo de CLACSO Economía mundial, economías nacionales y crisis capitalista. Director de las revistas virtuales Espacio crítico e Izquierda, w. Remitido por www.colombiaplural.org.



Aclaración del autor sobre el texto, algunos de cuyos apartes reproducimos aquí para motivar su lectura crítica:

Este texto se encuentra publicado en el libro de mi autoría Derechos del capital. Dispositivos de protección y estímulos a la acumulación en Colombia, Instituto Unijus, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010.

Reconozco en buena parte de las reflexiones aquí expuestas un intento de lectura de la teoría marxista de la acumulación capitalista y de las contribuciones de David Harvey a la geografía del capital (materialismo histórico geográfico), adaptándolas a las condiciones de la realidad colombiana. En especial me refiero, entre otros, a Carlos Marx, El Capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, caps. XXIII y XXIV, y a David Harvey, Espacios del capital. Hacia una geografía crítica, Ediciones Akal, Madrid, 2007.

Dinámicas de acumulación y nueva espacialidad

Durante las últimas tres décadas el país ha vivido un incesante proceso de cambio y reconfiguración de su formación socioeconómica, en el que se ha interrelacionado la intensificación con la expansión geográfica de la relación social capitalista. Tal proceso se encuentra inmerso y es parte a la vez de nuevas dinámicas de la acumulación que trascienden (y hacen estallar) la frontera nacional para adquirir dimensiones regionales y transnacionales.


La conjunción entre la lógica capitalista y la lógica territorial transcurre a través de una doble vía, interrelacionada, y en diferente escala, en la que se encuentran las dinámicas externas con las dinámicas internas de la acumulación. No se trata simplemente de la imposición de una exterioridad (aunque también lo es). En sentido estricto, es un mismo proceso - complejo, contradictorio, conflictivo, desigual y diferenciado- que da cuenta, por una parte, de nuevas formas de constitución y de reproducción de la relación social capitalista, de una especie de racionalización forzada, arbitraria, del modo de producción. Por la otra, de la renovada estructuración del proyecto hegemónico, de la (re)conformación específica del poder clase. En suma, en una incesante tendencia a la acumulación por desposesión se sintetiza el rasgo esencial del proceso de neoliberalización de la totalidad capitalista en nuestro país durante las últimas décadas.

El despliegue de múltiples y variadas formas de la acumulación se ha fundamentado en la producción de una nueva espacialidad capitalista, en la que se interrelacionan la intensificación con la extensión de la relación social capitalista. Allí donde esta relación ya existía, se ha reconfigurado y ha adquirido nuevas formas, acentuando las condiciones de valorización y del domino de clase; la lógica capitalista ha logrado profundizarse.

Al mismo tiempo, la relación capitalista se ha extendido a campos de la vida social que antes no estaban organizados como tales, y ha adquirido una dinámica geográfica que la ha llevado a la conquista e incorporación de nuevos territorios a los procesos de valorización y a su sometimiento al poder de clase. En ello ha consistido el proyecto político-económico del neoliberalismo.

La historia reciente del país se condensa en una santísima trinidad, expresiva de un único proceso: Acumulación por desposesión, nueva espacialidad capitalista y neoliberalización.


En este ensayo preliminar se hará énfasis en la forma como el capitalismo colombiano, en consonancia con la tendencia del capitalismo transnacional, ha enfrentado los problemas de acumulación que se registraron durante las décadas de 1970 y 1980, y que llevaron precisamente a la crisis y la necesaria superación del régimen de acumulación basado en la industrialización dirigida por el Estado y a las transformaciones de la formación socioeconómica aquí esbozadas. La consideración más precisa de los cambios en el régimen político y la nueva conformación del campo sociocultural escapan de los propósitos y alcances de este trabajo.

Formas de acumulación y nueva espacialidad capitalista

El proceso de acumulación en el marco del proceso de neo-liberalización se ha desenvuelto durante los últimos decenios a través de diversas vías y de variadas formas:

1. La expropiación de parte del ingreso de los trabajadores en detrimento de la capacidad de consumo de la sociedad y a favor de los fondos de acumulación, mediante la flexibilización laboral y la precarización del trabajo.

2. El sometimiento de toda relación social y del Estado mismo a un proceso de financiarización incremental, en el que la lógica especulativa atada a la incesante búsqueda de mayores rentabilidades, activa nuevos dispositivos de riesgo e incertidumbre para la reproducción.

3. El surgimiento y desarrollo de formas ilegales de la acumulación, particularmente a través de la economía de la cocaína, produciendo un nuevo tipo de excedentes, que demandan ser incorporados en los circuitos legales de la acumulación y generan de esa forma lo que podría definirse como zonas grises de la acumulación.

4. El despliegue de una nueva geografía regional de la acumulación, tendiente a la explotación de recursos naturales y energéticos y a la creación de plataformas para la exportación, basada principalmente en el ejercicio de la violencia y el exterminio, y articulada con la tendencia de la acumulación a escala transnacional.

5. La movilización política del capital transnacional y de sus instituciones, con miras a la consolidación de un proyecto político económico neoliberal que debe erigirse en referente a seguir por los países de la región, a través de crecientes flujos de capital, en la forma de inversión extranjera, de recursos de crédito y de ayuda militar.

6. Todas estas expresiones y caminos, que describen la trayectoria de la acumulación capitalista de las últimas décadas en nuestro país, se presentan por separado sólo con propósitos expositivos. En realidad se ha tratado de un único proceso, en el que las diferentes formas de la acumulación se han imbricado, condensando esa interrelación entre la lógica capitalista y la lógica territorial, produciendo una nueva espacialidad (…)

El texto en su totalidad se puede obtener consultando el sitio de Plural según la referencia que se reproduce al inicio de esta selección.

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