domingo, 20 de febrero de 2011

WIKILEAKS Y COLOMBIA: LA PARAPOLÍTICA

Miguel Angel Herrera Zgaib
miguel.herrera@transpolitica.org*

Hoy difunde El Espectador los primeros resultados de la "expulgación" de los primeros 600 cables de 16000 entregados al director de este diario después de una reunión rocambolesca hace algo más de dos meses en Londres, donde está alojado el australiano Julien Assange, quien afronta un juicio en razón a conductas diferentes a las que lo han hecho famoso en el mundo: revelar información en Wikileaks, que por otro motivo permanece secreta a los ojos y mentes del común.

Los nuevos y antiguos "arcana"

El periodista colombiano Fidel Cano, director de El Espectador, comenta que la reunión fue en secreto en casa de un acaudalado periodista inglés, quien aloja a Assange mientras concluye el juicio, y se resuelve la petición que hace Suecia para procesarlo, sindicándolo de violación sexual por testimonio de mujeres por algún tipo de comercio sexual indebido.

Fidel hizo un contrato con el equipo de Wikileaks, que no reportó ningún tipo de transacción monetaria, sino salvaguardas exigidas de la información que le fue confiada, que no puede entregar a otros, y para las personas que puedan ser perjudicadas por su divulgación, en caso que no haya garantías de sus vidas e integridad.

De otra parte, la información que recibió, Fidel tiene que conservarla en una suerte de caja de seguridad, un arcano al revés, lejano de internet, y confiado su estudio a un equipo de periodistas especializados, tres según lo dijo el mismo Fidel. La recomendación la hizo Assange en persona, quien sabe por qué lo dice, ya que él fue un connotado hacker en el sofisticado mundo de los mineros, los bucaneros de la información mundial que circula en la web.

Desde que nació lo político en Grecia antigua, donde la política se hacía a plena luz del día, en el Agorá y en la Eklessia hasta hoy, muchas cosas han pasado. Para empezar desde la etapa marcada por la decandencia de las poleis, donde las movidas secretas empezaron a cumplir su papel entre los hostis, quienes hacían la guerra entre sí o contra los "bárbaros" en la antigüedad.

Pero, la reina de los arcana, imperii y dominationis, fue la República imperial romana. Así lo recuperó de manera erudita e inteligente el conservador y pro nazi teórico del derecho y la política, Karl Schmitt, estudioso genial de la excepcionalidad y la decisión política. Los lectores de su trabajo La Dictadura encontrarán interés y provecho al respecto.

Hay varios tipos de Arcana, y los lectores de las Décadas de Tito Livio, y de uno de sus más agudos comentaristas, Maquiavelo saben de qué se trata, esto es, de cómo los arcana hacen posible el surgimiento del Estado no sólo como una nueva forma sino como una técnica de organización y dominio político.

Wikileaks y la "seguridad" autoritaria enredada en la Web

En Colombia, los primeros cables de Wikileaks divulgados, no sin previa censura, por El Espectador, son depositarios de los arcana que informan de la parapolítica, y sus sujetos. Nos insertan en la red social de la posmodernidad que vivimos con crudeza, donde es hegemónico el modo de producción de la comunicación, tal y como lo indagan Mark Poster y Antonio Negri después.

Pero, antes de esta filtración, hubo también cables que contienen detalles secretos de la "operación Jaque", en el sentido de revelar al gran público arreglos con los exguerrilleros César y Gafas, para liberar a Ingrid y a otros secuestrados, a cambio de protección para sus familias, por Estados Unidos y Francia. Todo lo cual junta heroismo y picardía en un solo costal, y nos pone en situación de revisar en presente la tópica de los arcana y lo que implica el ejercicio de la excepcionalidad, por fuera de las exigencias de la democracia como forma de gobierno.


La parapolítica colombiana, que en una tercera parte explica el pírrico éxito eleccionario de los dos gobiernos del expresidente Uribe Vélez, es ahora reexaminada con el apoyo de nuevas fuentes diplomáticas, cuando surgen estas revelaciones en el primer artículo del diario bogotano. que fue de los Cano. Sabemos, por partes, cuál era el involucramiento en el gobierno de Colombia de la alianza entre políticos nacionales y regionales corruptos, y paramilitares. Pero, ahora, le añadimos parte de lo que sabía el gobierno estadounidense de esta situación, a través de su embajador en Bogotá.

Activos políticos del entorno del uribismo, y dentro del uribismo gobernante. aparecen citados en estos cables originados en Bogotá durante el año 2006 Las filtraciones divulgadas hoy domingo, prueban que tres de ellos se comunicaron varias veces con el embajador texano, Mr. Brownfield, para que el gobierno estadounidense les diera carta de "buena conducta", los tuviera en cuenta, cuando estaban por realizarse elecciones parlamentarias.

No conocemos todavía las respuestas que diera el guardián imperial a sus solicitudes. Pero ya "ripostó" el gobernador Ramos, diciendo que él nunca hizo tal tipo de comunicaciones en procura de instrucciones de parte de un gobierno extranjero de manifiesta intervención en nuestra política.


El "derrumbe" del Estado y sus partidos

Los "partidos" de la coalición uribista estaban infestados por la presencia de candidatos y componendas "para" desde el arranque de la "era" Uribe que permanece insepulta. Ahora aparecen sus miembros para renovar el análisis de la para-política. debido a su incómoda presencia.

Al respecto del fenómeno, empezamos nuestros análisis con el libro colectivo El 28 de mayo y el presidencialismo de excepción en Colombia, nutridos de la información que hasta entonces se conocía. Ahora estas filtraciones ofrecen al análisis nuevos hechos, como las consultas del procesado Mario Uribe a la embajada estadounidense, quien trató en vano de conseguir asilo político en Costa Rica, donde por ejemplo si está la exdirectora del Das, María del Pilar Hurtado, desde hace algo más de dos meses.

El primo y promotor político de Álvaro Uribe, Mario lo inició en Antioquia, y lo respaldó con su movimiento en los triunfos posteriores hasta obtener la doble presidencia. Pero, primero que todo, en la experiencia "piloto" de la seguridad durante la gobernación de Antioquia, en compañía del desaparecido Pedro Juan Moreno, quien fuera el secretario de gobierno en las operaciones de Urabá y alrededores.

La denuncia de lo que allí ocurrió le dio posterior fama nacional y prestancia moral a Gustavo Petro; y todavía incontables problemas a Santiago, el ganadero hermano del expresidente y a varios exgenerales, entre ellos Rito Alejo del Río, a quienes señalan con otros desconocidos como integrantes de la organización clandestina y siniestra: "Los doce apóstoles."Las indagaciones judiciales, y quizás otros documentos filtrados por Wikileaks talvez contribuyan a esclarecer estos episodios aún no probados ante la jurisdicción de Colombia.

Otro personaje citado en los cables de Wikileaks es Luis Alfredo Ramos, eminencia azul de Antioquia conservadora, quien dice no tener ningún partido. Él sustituyó en el liderazgo a Valencia Cossio, líder de otra familia política paisa, hoy caída en desgracia con su hermano Guillermo León Valencia , exfiscal condenado por obrar como testaferro de jefes paramilitares regionales, y recibir pagos por su torcido actuar.

Luis Alfredo envió un "candoroso" mensaje al procónsul estadounidense para decirle que él no había autorizado incluir a candidatos "paras" en sus listas. La suya fue la lista electoral más votada en Antioquia; y él sigue siendo el gobernador hasta hoy, mientras se destapan también los escándalos financieros que ocurren en su gobernación.

Luis Alfredo ha cruzado duras palabras y amenazas de obrar penalmente sobre sus relaciones con el paramilitarismo, derivadas de escritos de la analista Claudia López, excluida como columnista de El Tiempo. Han sido referencias asociadas a los libros de la fundación Nuevo Arcoiris, y la publicación "Arcanos". López contribuyó, primero, en la revista Semana divulgando su mapa de los rastreos y hallazgos reveladores de lo que llamó elecciones atípicas, para descubrir e inferir de éstas las alianzas parapolíticas a los colombianos desinformados, o tolerantes con el clientelismo armado y desarmado que invalida los procesos electorales más recientes.

Ante estas situacioens el Estado colombiano cruje en su legitimidad, y su clase dominante también. No basta para sanarlo la cura de las "buenas maneras", que realiza el príncipe heredero de la seguridad democrática. Él la practica a través de interpósita persona, su vicepresidente, quien es una suerte de "as proletario" que se saca de la manga en coyunturas difíciles, como lo fueron la fijación del salario mínimo y el paro camionero.

Eso sí, haciendo picardías, travesuras y cabriolas que ridiculizan y desautorizan a los funcionarios en crisis, quienes tampoco renuncian, para salvar la autoridad y prestigio de la "nueva era" de la tercera vía. A la cual J.J. Rendón ha venido a asistir de nuevo, pero con tan mala suerte que cayó con papeles non sanctos en la aduana aeroportuaria, que lo retuvo, sin que sepamos cuál es su actual paradero.

Un paréntesis necesario

Estaremos atentos todos, desde ya, a atar cabos, según lo que informen los nuevos cables,. sustraidos a la valija diplomática imperial, por un heredero de Robin Hood, que de los florecidos bosques de Sherwood se fue a vivir en las ciudades que rodean las áridas sabanas de Australia Suspendemos el juicio, pero no deja de ser sintomático que las primeras comunicaciones seleccionadas se refieran a la para-política, como abrebocas para un "picoso" banquete informativo.

Desconocemos, por supuesto, la metodología que El Espectador que hasta ahora implementó como guardián de estos arcana. Las primeras notas presentan al desnudo, en su indignidad a la clase dirigente nacional y regional en "ropa interior", emulando con el Galileo Galilei de Bertolt Brecht .

A este teatro político, el grupo Presidencialismo y participación, de modo general, lo ha caracterizado como un Régimen Para-presidencial que hizo uso discrecional de la excepcionalidad para combatir la subversión y favorecer al gran capital financiero en el campo y la ciudad, sin respetar las mínimas garantías de un Estado de Derecho liberal.

Lo que sí nos queda en claro es, que el diario El Espectador "chivió" a El Tiempo, en sus 100 años, a pesar de toda su "Prisa". Cuando la de l@s colombian@s de bien es mayor por saber la verdad, cuya ignorancia tantos estragos sociales y políticos ha ocasionado a nuestra convivencia que aspira a ser civilizada, igualitaria y democrática en lo político después de 200 años de amargura, desigualdad y exclusiones sin fin.

*Director Grupo Presidencialismo y Participación. UNIJUS/COLCIENCIAS.
Email: presid.y.partic@gmail.com

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