lunes, 7 de marzo de 2011

ENTRE POLÍTICA Y ÉTICA

EL POLO SE SACUDE

Miguel Angel Herrera Zgaib
miguel.herrera@transpolitica.org

Antecedentes


Este lunes es un día de novedades en la política colombiana, y en la suerte del Polo Democrático Alternativo, un partido hecho de "partidos" y agrupamientos de toda índole, que desde su segundo triunfo en la alcaldía de Bogotá, se sumió en un marasmo clientelar y una oscuridad programática. Preso de los vicios tradicionales, clientela y corrupción, que lo han hecho navegar en aguas oscuras.

El episodio que sintetiza esta debacle ética se muestra en el manejo de los negocios en torno a las obras y acciones de la Alcaldía de Bogotá, que preside Samuel Moreno Rojas, nieto del exdictador Gral. Gustavo Rojas Pinilla, quien se hizo célebre con mácula, al ser protagonista militar de la pacifícación de las guerrillas liberales del Llano.

Luego, él mismo fue protagonista de un golpe de Estado que sacó de la silla de Bolívar al conservador Laureano Gómez, y gobernó hasta 1957 cuando dejó el poder presidencial en cabeza de una Junta Militar, que lo entegó a civiles, con la mediación de dos expresidentes, padres del Frente Nacional, Laureano y Alberto Lleras, quien fue el primer mandatario en este experimento político excluyente manejado por los socios conservadores y liberales.

La destorcida


El exgeneral dictador tuvo un regreso triunfal a la política animando como líder a la Anapo, que en 1970 obtuvo la mayor votación popular contra el Frenta Nacional, declarándole su muerte prematura, pero perdió en el conteo secreto de los votos la presidencia a manos de Carlos Lleras Restrepo, quien mandó a callar a todos a partir de las 7 pm., haciendo uso de la excepcionalidad marcial que anunció por televisión y radio.

Después, la Anapo y sus animadores fueron languideciendo, a la vez que nacía una expresión armada que reinvidicaba ese triunfo popular, el M-19, que se dispuso a combatir "los parásitos" en una ingeniosa campaña de prensa, que multiplicó hurtando la espada de Bolívar que estaba expuesta en la casa museo de Bogotá.

El M-19 tuvo su momento estelar al ser virtual ganador de la primera asamblea constitucional/constituyente del siglo XX. De allí salió la Constitución de 1991, que hace poco cumplió 20 años. Después de 1999, la Constitución se vino desmoronando por la demolición de la paz en el altar sacrificial de la guerra interna, donde los EUA ha ofrecido sus "generosos oficios", con el llamado Plan Colombia.

El más dispuesto discípulo de esta degeneración democrática lo fue el expresidente Uribe Vélez, quien contó con la cuota inicial puesta por el expresidente Andrés Pastrana con quien concluyó la tragi-comedia de las negociaciones de Paz con la guerrilla en San Vicente del Caguán. A la vez, este desastre, dio enjudia y ánimo a la experiencia alternativa de una corriente de izquierda deslindada de la subversión armada, que empezó como Frente Social, Alternativa Democrática, luego como Polo Democrático Independiente, y terminó convertida en un proyecto de unidad, el PDA, el Polo Democrático Alternativo, que eligió dos alcaldes, y logró la segunda votación para presidencia enfrentado a la reelección de Uribe Vélez, y elegir regionalmente gobernador del Departamento de Nariño y alcalde.

Una debacle en ciernes

En simultánea, el PDA confrontó con sus congresistas el ascenso de la parapolítica y la vuelta de Colombia a un regimen de excepción, de hecho y derecho, como lo práctico el presidente Uribe, con el lema de la seguridad democrática, cuyos pormenores vamos conociendo al límite del paroxismo, donde la mentira política se convirtió en la "mejor" forma de gobierno para imponerse a sus adversario legales e ilegales, con el sueño de gobernar por siempre, en forma directa o por interpuesta persona.

El Polo, después de la alcaldía de Lucho Garzón contó sus votos, y sopesó sus acciones en términos de organización de los muchos en la capital del país, y contó un potencial de 300.000 votos que no eran suficientes para darle triunfo a un candidato de raigambre anapista, y prácticas clientelistas, Samuel, y su hermano Iván, excalde de Bucaramanga, afecto confeso al mismo tipo de "política". La nueva non santa alianza le dio el triunfo al Polo, pero lo puso en el camino de las componendas clientelistas y el pago de favores, y los negociados, que hacen palidecer a lo sucedido en los tiempos de la república romana cuando el cesarismo era dominante.

En tiempos del "uribismo", Bogotá no fue la excepción. Así las cosas, los Nule y otros contratistas por el estilo perfeccionaron la obra de demolición ética en Bogotá con el apoyo abierto o subrepticio de los validos de Uribe y Moreno. No valieron exhortaciones inanes de las corrientes del PDA enajenadas en los puestos y negocios compartidos dentro y fuera de Bogotá. Y las clarinadas de alerta dadas por la disidencia representada por Gustavo Petro y Carlos Vicente de Roux, a quienes poca o ninguna atención le ofrecieron sus rivales.

Quedaron unas voces disidentes, y la división con ocasión de la pasada elección presidencial afloró en dos tendencias con candidato propio, la de Carlos Gaviria y la de Gustavo Petro. Con la primera se alinderaron los Moreno, con el apoyo del senador más votado del Polo, Jorge Enrique Robledo, cabeza del Moir, uno de los partidos asociados en el PDA. Esta tendencia fue derrotada, por una diferencia de algo más de 20.000 votos, y el debate y la censura interna se acrecentaron.

Petro terminó separándose del PDA, después de perder las elecciones, y bajar el caudal electoral a algo más de la mitad del obtenido cuando el candidato fue Carlos Gaviria, y pasarel PDA al tercer lugar en la votación presidencial, sobrepasado ahora por dos candidatos de la derecha: Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras, con la ayuda de un exsindicalitas"independiente", Angelino Garzón, quien fuera dirigente comunista y cristiano, y la carta popular de la "tercera vía" de la centro-derecha colombiana que enarbola Juan Manuel Santos.

Un deslinde Ético:

"Los idus de marzo"

Hoy, la Comisión Ética del PDA hace pública ante el país la resolución de suspensión por 3 meses del senador Iván Moreno, una decisión tomada el día 3 de marzo, con la cual este agrupamiento de la izquierda toma distancia por fin de la corruptela que afecta a su gobernante, cuyo desastre moral y económico es evidente.

La ciudad capital es la muestra elocuente del desgobierno y la podredumbre producida por el clientelismo desatado que involucra a todos los partidos, y en primer lugar, al partido de la U, el partido del presidente electo, quien ha hecho mutis por el foro, mostrando que la locomotora ética, nunca ha partido de la estación Colombia.

Esta sanción coincide en su divulgación pública con el anuncio de la renuncia que Iván Moreno hace a su militancia en el Polo, y claro, pone en entredicho su propia condición como senador, y en riesgo la circunstancia que el vuelva al país, porque estará en mañana, junto a los tres hermanos "fugitivos", autores del más grande desfalco al erario de Colombia, siendo la más jugosa de sus presas, Bogotá. Es decir, que en Miami, están los cuatro, quienes sin tener vinculación judicial en firme pueden tomar las de villadiego pretextando cualquier motivación, incluida la persecución política.

El sainete está a punto de dejar caer el telón. La justicia colombiana ha sido mancillada varias veces, porque también está afectada de corrupción, cuando menos, desde el tiempo que autorizó la reelección de Uribe, marchando contra toda evidencia, de lo cual hay constancia en el salvamento de voto de uno de los magistrados de la Corte Constitucional, excandidato presidencial también derrotado.

El Polo, a través de su comisión de ética, que antes se había atrevido a sancionar una actuación con ocasión de la elección del actual procurador, a raíz de una votación contraria a lo decidido por su bancada, encara ahora la única trinchera que le queda a su dirigencia no corrupta deslindar en profundidad campos con la corrupción de su gobernante principal.

Esperan la militancia y las corrientes de la izquierda democrática que esta actuación sea la punta del iceberg, que evite el derrumbe del Titanic que parece ser la nave del PDA, y evite su disolución definitiva tragado en la corrupción política e incapaz de reclamar su caracter de única oposición durante los dos gobiernos de Uribe, para esgrimirla con contundencia ante su "pícaro" y orondo heredero.

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