HURGANDO EN LA NOTICIA.
ECUADOR SUBALTERNO EXIGE DEMOCRACIA
Miguel Ange Herrera Zgaib, Ph.D.
Presidente IGS-Colombia
Nunca es fácil, y mucho menos prudente, hablar desde lejos. Pero, Ecuador está muy vecino, a nuestros corazones y mentes. Por lo que seguimos a la espera del curso de los acontecimientos, y a la sensatez de quienes lo gobiernan circunstancialmente.
Porque Lenin Moreno, y los que los acompañan no queda duda que se pifiaron haciéndole reverencias al FMI, y a un modo de gestionar los dilemas económicos de la hora con recetas que sin duda golpean severamente la vida cotidiana de los de abajo.
El saliente gobernante, Rafael Correa, gozó de la fortuna de tener excelentes precios del petróleo y otros minerales, que no le impidieron realizar modernizaciones, y especular con "revoluciones científicas y tecnológicas" que no llegaron, pero sí quedó la reforma de la educación superior, que ayudó a darle solidez y solvencia a los docentes y estudiantes más aplicados y productivos.
En las experiencias que se enmarcaron con la etiqueta del progresismo hay diversas formas de conducir los procesos afectados de gravedad por la receta neoliberal. La fórmula ecuatoriana con Correa le apuntó al desarrollismo, lo que le significó acciones autoritarias sobre las organizaciones subalternas, y de modo particular, los indígenas y los maestros, que sufrieron represión y persecución, pero no muertes.
En cambio, su sucesor, que caminó el último trecho con Rafael Correa, y, parece que de mala gana, la cosa resultó a otro precio. Porque el gobierno contabilizó ya 7 muertes, según reportó la Personería, y algo más de 30 desaparecidos. Por lo que, poco y nada de democracia ha tenido el ejercicio de su mandato. Menos si se trata de volver al formulario letal del neoliberalismo.
Bien, seguimos atentos a lo que resultará de la derogatoria del Decreto 883, y la revisión que dice hará el gobierno para expedir uno nuevo, y qué injerencia podrán tener las dirigencias indígenas en la nueva redacción. Para que no vayan a ser objeto de nuevo engaño. Al modo de nuestras Capitulaciones de Zipaquirá, como me lo recordó un amigo hace poco.
En todo caso, el diálogo entre las partes enfrentadas, hecho a los ojos del público, pocas veces ha ocurrido en América Latina. Yo solo tengo en la memoria no tan reciente, la discusión y debate paritario, entre el CEU, de la UNam, y el rector Carpizo y sus asesores, en 1988. Entonces yo era un estudiante de posgrado en la maestría de Ciencia Política.
Esa vez la reforma a los estatutos de la UNAM se vino abajo con los argumentos de estudiantes y profesores, que desnudaron las supuestas razones de sus adversarios. Y con las palabras la movilización de millares de jóvenes que llenaron la plaza del Zócalo, y abarrotaron las callles aledañas.
Eso sí, cayó la reglamentación reaccionaria, que subía matrículas, y otros derechos. Pero, no prosperó en las reformas que la CEU agenció entonces. Quedaron congeladas, cuando no olvidadas y censuradas, por los sucesores, que mantuvieron una huelga de varios meses, haciéndose eco de la presencia del EZLN, y su particular autonomía.
Pero, la lección democrática no feneció. Vivió la prueba del PRD, su inconsecuencia, la campaña del EZLN, y ahora el gobierno de Morena, que puso en otro sitio al bipartidismo posrevolucionaio del PRI y el PAN.
El resto de América está atenta al curso de la revolución democrática que vuelve a caminar de extremo a extremo entre México, Ecuador y Argentina, y, quizá, nuestra amada Colombia que enfrenta a la reacción neoliberal con variada fortuna.
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