viernes, 15 de mayo de 2009

Liberémonos de la Guerra y la Corrupción Política

Cibervisitantes,
Hoy no puede estar más claro para l@s colombian@s, que ponerle fin a la guerra, y todas sus secuelas, que las resume bien el sanbenito de la seguridad dizque democrática. La guerra se traga como un cáncer la democracia, y lo que va quedando en la vida rasa de abajo y de arriba es el temor a ser chuzado, sin que nadie de razón en el alto gobierno de tal proceder.

Ahí tenemos el escándalo del que son protagonista el ejecutivo y el poder judicial en una lacerante crisis de confianza, de una parte. A la que se suma el dantesco asesinato de jóvenes entregados por $200.000.oo a la máquina de guerra para ser fusilados y bestializados por agentes de los cuerpos armados de Colombia. A la vez que no se oculta el apetito de los que gobiernan civil y militarmente el apetito de seguir exprimiendo hasta la asfixia las libertades precarias que quedan, alegando como excusa la presencia del demonio interno, y aplazando o trabando los ejercicios de acuerdo posible, de intercambio humanitario, en la idea que sólo el presidencialismo imperial es la fórmula que garantiza la gobernabilidad.

A todo lo cual, como en los tiempos de la República romana, que ahora ya no son honorarios, se tienen que producir ganancias multiplicadas al 9.000 %, escudándose bajo las fórmulas leguleyas, de que todos tenemos el derecho a acceder a la propiedad, pero no a la libre e igual información, que está controlada por las elites en el poder.

Esta es la razón para que convoquemos a todo Colombia, la academia y la sociedad, el país nacional y el político a que deliberemos con tod@s sobre estos asuntos, despojados de las armas, las coacciones y las amenazas, en el espacio universitario por excelencia: La Universidad Nacional de Colombia, entre el 27-29 de mayo, entre las 5-8 pm., el día miércoles 27, y en los siguientes días, entre las 6-8 pm. en las Jornadas Preparatorias del II Seminario Internacional A. Gramsci.

Para que develemos los arcana del poder, la razón cínica de los gobernantes. Mostremos la verdad de la indigna situación de sus elites. Exijamos responsabilidades a quienes la tienen en la degeneración democrática de Colombia, e invirtamos la consigna de la seguridad democrática por la de construir ya una democracia segura, con la academia, sin exclusiones, ni impunidad para l@s responsables .
Bienvenidos a los predios de la Ciudad Blanca.

Seamos pesimistas con la inteligencia y optimistas con la voluntad. La verdad es revolucionaria. Recitaba Antonio Gramsci encerrado en las cárceles fascistas, sin quebrar su dignidad ni sus principios

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