En el lanzamiento de la Revista Ciencia Política 8, con ocasión del dossier Gramsci y América Latina. Conversatorio en el Auditorio Camilo Torres Restrepo, Facultad de Derecho, Universidad Nacional, Bogotá, el 12 de mayo, 6-8.30 pm.
Guerra de Posiciones, Bicentenario, Contra-hegemonía y Elecciones.
La Otra Cara de Gramsci y la Nueva Ciudadanía del Sur
MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB[1]
miguel.herrera@transpolitica.org
Los antecedentes histórico concretos
Para comenzar la serie de los conversatorios del equipo de la Revista Ciencia Política de la Universidad Nacional, nos corresponde vivir y recrear ahora el significado y sentido actual de la globalización enriquecida y abierta por el movimiento contra-hegemónico de cuño anticapitalista que marcó la segunda mitad del siglo XX.
Esta es otra época en la lucha de los grupos y clases subalternas, a doscientos años de la independencia suramericana y caribeña, 1809-2010, porque fueron los jacobinos haitianos, los afro-caribeños de Lovertoure y Petion. Ellos arrancaron la gesta emancipadora en la región al sur del río Grande, cuando se afianzaba la primera mundialización del capital y se agotaba el ciclo expansivo de las revoluciones burguesas.
Ahora, en el 2010, hablamos de la que denomino tercera ola democrática de l@s de abajo, cuando en lugar de la primera y segunda ondas largas de la mundialización del capital, que corresponden a lo que Marx teorizó como subsunción formal del proceso de trabajo por el capital,[2] experimentamos, en cambio, la globalización capitalista, es decir, el despliegue pleno y, por supuesto, antagónico y desigual de la subsunción real del proceso de trabajo por el capital, que no hace desaparecer sino que rearticula el espacio tiempo de la subsunción formal del proceso de trabajo que la antecede.
Guerra de posiciones global
Las revoluciones no requieren solamente emancipación, sino liberación; no solamente un evento de destrucción sino también un largo y sostenido proceso de transformación, creando una nueva humanidad. Este es el problema de la transición: cómo extender el evento de la insurrección en un proceso de liberación y transformación. Hardt, Michael, Negri, Antonio. Gobernando la revolución, en: Common Wealth, pp: 361-62.
Vivimos la época del dominio inmaterial sobre la sociedad de la cooperación que, con una cierta dosis de ironía histórica, Paolo Virno denomina el comunismo del capital,[3] porque pese a cumplirse el pronóstico tendencial hecho por Marx en los Grundrisse, no se realizó, sino que se aplazó el comunismo de los trabajadores; esto es, la autonomía y la auto-valorización del trabajo humano sin prescripción, o predeterminación institucional alguna, en suma, como el espacio tiempo de la disutopía.
El comunismo productivo, que es la nueva, actual forja de cooperación humana, la producción biopolítica,[4] sigue aún, de manera perversa, bajo el control capitalista. La sociedad global está sujeto a una nueva forma de soberanía, que Hardt y Negri de modo polémico denominan Imperio en un primer volumen de la trilogía que comprende también a Multitud y el más reciente Common Wealth.[5]
Desde lo ya consignado, en su verdad, la tercera ola democrática nos plantea, igualmente, la necesaria refundación del comunismo más allá de Marx. Eso sí, ahora mismo, bajo las condiciones de una guerra global, que autores como Mary Kaldor, con otro horizonte analítico califican de nuevas guerras.
La refundación del comunismo también implica, por necesidad lógica e histórica, un descentramiento creativo de la figura de sujeto hegemónica, el individuo racional calculador; y del estado y el mercado capitalista que la constituyeron en la fragua de varios siglos, y a la que Marx alude en términos de la acumulación originaria del capital, una subjetividad regada y alumbrada con sangre.
En síntesis, me refiero al individuo social burgués, cuyo summun es el empresario, imprenditore del que habló Antonio Gramsci en la serie de escritos de la cárcel agrupados bajo el título Americanismo y Fordismo.
El individuo actual que somos en su particularidad es uno sacralizado, cristalizado, abstraído simultáneamente en las figuras colectivas que le son concomitantes: el pueblo y la nación, sin pasar por alto sus contradicciones y tensiones, su dialéctica propia.
Con ello se practica así la religiosidad de la voluntad general ,en lugar del laicismo desacralizador de la voluntad de todos.
Bajo la primera forma el poder constituyente de la multitud, que constituimos todos y cada uno, activamente, queda constreñido y disciplinado por la cárcel de las normas del poder constituido, que resulta ser un nuevo estilo de servidumbre humana.[6]
Ahora experimentamos la vuelta de la multitud, que había irrumpido con vigor revolucionario durante los siglos XVI, en España e Italia, donde se proyectó vigoroso y aleccionador el pensamiento de Nicolás de Maquiavelo, quien reflexionaba con agudeza en la derrota de las repúblicas italianas, y, en particular de su querida Florencia.
Después de un largo silencio, en siglo XVII, sobre todo, en Holanda e Inglaterra, donde cuajó un laboratorio capitalista en medio de crudas guerras civiles, vuelve a expresarse la multitud. En un entorno singular, al que Antonio Negri definió como la anomalía salvaje, donde tomó cuerpo y sentido el pensamiento de Baruch Spinoza.
Él ofició como heraldo y ejemplo vivo del nuevo sujeto, la multitud y su institución ontológica, la democracia que Spinoza refirió como gobierno absoluto en su inconcluso Tratado Político.
[1] Profesor Asociado, Unal. Catedrático Maestría en Estudios Políticos, U.Javeriana. Director del Grupo Presidencialismo y Participación, Colciencias D/Unijus B. Director Proyecto Seminario Internacional Antonio Gramsci. Hegemonías y Contra-hegemonías en la Región Andina y el Caribe, 2007-2010.
[2] Ver el capítulo VI inédito, que hace parte de los Grundrisse (Borradores), objeto de discusión de marxistas italianos, alemanes, franceses e ingleses en la década de los sesenta. Ver al respecto, Negri, Antonio. Marx, más allá de Marx. Tronti, Mario. La autonomía de lo político. Roldosky, Roman. Génesis y estructura del capital, entre otros.
[3] VIRNO, Paolo. Diez tesis en: La gramática de la multitud. Consultar el sitio Rebelión en internet, en la sección de libros.
[4] Repasar la secuela de revisiones que comprenden la lectura crítica de lo hecho por Foucault y Deleuze en particular, Parte 1. Constitución Política del Presente, 1.2. La producción biopolítica, en: Imperio. Ediciones desde abajo. Bogotá, noviembre 2001, pp: 65-82.
[5] HARDT, Michael, NEGRI, Antonio. Common Wealth. Belknap/Harvard Universitiy Press. Cambridge, 2009.
[6] Una condición advertida lúcidamente por Etienne de La Boitie al comenzar el siglo XVI, y publicitada por su amigo y corresponsal Miguel de Montaigne.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario