sábado, 19 de junio de 2010

TEATRO COLOMBIA

LOS HUEVitos DE LA SERPIENTE

TERCER ACTO

¿NOMBRAR AL SANTO PERO NO EL MILAGRO?

Homenaje a Luis Enrique Osorio, "Campitos", quien combatió con la risa y la ironía los autoritarismos del siglo pasado

Miguel Angel Herrera Zgaib [1]

Las penúltimas cifras

El sábado 12 de junio Datexco publicó la última medición de intención de voto. Santos obtuvo 65,1 porciento mientras Mockus quedó en el 28 porciento. La diferencia es 37,1 porciento que por tendencia estadística señala a Juan Manuel como indiscutible ganador este 20 de junio. Pero la historia no era así a las puertas de la primera vuelta. No hay duda que “algo está po… en Cun…dinamarca”.

Claro, siempre existe la posibilidad de un hecho excepcional que cambie el resultado probable de una votación y deje a los encuestadores en Babia. Esto ocurrió al revés en la primera vuelta de la elección presidencial cuando los mismos candidatos, uno de ellos matemático para más señas, se disputaban cabeza a cabeza el triunfo. Después de una semana sin encuestas pero con intervenciones públicas la ventaja de Santos por más de 25 porciento sobre su rival Antanas juntó la sorpresa con la frustración.

El viernes previo a la primera votación, la rolling sample de Datexco pagada por una campaña privada indicaba que Santos aventajaba a Mockus en 13 porciento. El mismo Santos confesó el viernes 18 de junio en entrevista con Darío Arismendi que la firma Contacto le indicó que aventajaba a Mockus antes de la votación pero tampoco dijo cúal era la diferencia.

La aplastante derrota de Mockus generó todo tipo de interpretaciones y el reproche inmediato a los encuestadores y su pronóstico. Ninguno advirtió la marejada santista que sumergió la ola verde en un mar de votos no suficientemente explicados a menos de 48 horas de la elección de este domingo.

La "misteriosa" primera vuelta revivió la futura candidatura de Germán Vargas Lleras disparándolo de los últimos lugares al tercero con el apoyo de las votaciones de Bogotá y Cundinamarca. Hizo que el Polo Democrático Alternativo, PDA, flotara como un corcho aterido en el diluvio que hundió a liberales y conservadores como partidos creibles, y convirtió al PDA en la única fuerza de oposición al uribismo ante las manifiestas deserciones. Lo del Polo ocurrió a contramano de la errática estrategia de Gustavo Petro que se corrigió en los últimos 15 días, y exige responsabilidades ante la militancia de base. El pírrico cuarto lugar apenas contabilizó la mitad de la votación de Carlos Gaviria cuando compitió contra Uribe, y no al orondo rin rin crecido dentro de la seguridad "democrática".

La otra operación "Camaleón" detrás de bambalinas

Mockus reaccionó, por primera vez, confrontando y retando a Santos, como muchos lo esperaban. Cristina de la Torre, en El Espectador.

Una encuesta es sólo una fotografía de un momento dado. Lo que puede marcar una tendencia fuerte hoy, puede cambiar mañana. Rubén Sánchez. El Tiempo.

Surtidos tres debates televisivos, los analistas dieron como ganador a Antanas en los dos primeros, y a Juan Manuel del "gran debate" de RCN cuando él usó las picardías y el repertorio de evasivas que aconsejaron los asesores norteamericanos, los mismos Obama que costarán un ojo de la cara a la democracia colombiana.



La operación “Camaleón” del candidato puntero, - fuera ya del ministerio de Defensa - pareció salirse con la suya cambiando los temas de disputa, incluso hasta recordó que él fue oposición durante la primera presidencia de Uribe e insistió en el sirirí de la unidad nacional alrededor de él, es decir, el frente Contra-democracia.

Regresemos a la escena de la primera vuelta. El partido de la U. y el uribismo buscaron ganarla sin escrúpulo alguno precavidos de lo que revelaron las encuestas no publicadas. Entonces las “picardías” más obvias operaron: la presión ilegal por interpuesta persona a los beneficiarios de acción social, del que la fundación Una Esperanza es botón de muestra así como la movilización regional de funcionarios y beneficiarios del Sena denunciada en televisión.

Sin embargo, siguen sin esclarecerse los comportamientos “atípicos” de miles y miles de votantes en no pocos lugares de Colombia, en cuya denuncia oportuna se rajó tanto la fundación Nuevo arcoiris como la Misión de Observación electoral, MOE con sus más de 2000 veedores. Los registros errados de votos fueron la punta del iceberg que sí los registró la MOE “tartamundeando” al advertir que su efecto numérico era irrelevante e inocuo.

Examinemos la atipicidad en la votación de Bogotá y de Cundinamarca. Tracemos una hipótesis verosímil, una hoja de ruta sobre lo que pudo ocurrir entre el viernes de la última encuesta privada y el domingo de la primera vuelta. Es necesario explicar el “mágico” incremento de 12 puntos adicionales a los 13 que señalaba Datexco en favor de Santos que nadie ha explicado.


Hagamos cuentas, por si l@s Moskas

¡Presidente Uribe, su gobierno es un asco! Palabras del expresidente César Gaviria.

En Bogotá cinco fueron las localidades que más contribuyeron al "increíble" triunfo de Santos. En primer lugar está Ciudad Bolívar, donde su esposa María Clemencia Rodríguez fue muy activa y él obtuvo 95.872 y Antanas sólo 24.822. Luego están Usme con 55.541 por Santos, y Mockus, 15.220; Bosa: 81.637, y 30.051; San Cristóbal: 61.327 y 28.111; por último Tunjuelito: 36.108, y 18.561.

Santos cuadruplicó la votación de Antanas en Ciudad Bolívar, la triplicó en Usme, en las restantes localidades lo duplicó en votos. Todo lo cual contrasta con el casi empate de los dos candidatos que registró Corferias: Santos, 58.871, y Mockus, 58.024; a lo que se suman también las pequeñas diferencias entre ambos en las demás localidades, y hasta triunfos de Mockus como ocurrió, p.e., en la localidad de Barrios Unidos.

Este paradójico universo electoral exige una investigación de campo al detalle. Descubrir qué pasó con los resultados electorales en las cinco localidades señaladas en Bogotá es una tarea urgente. Descontando de la votación de Santos, la que compone el 13 porciento contabilizado por Datexco, el voto de liberales y conservadores que reconocieron la traición a sus partidos, más la suma de los votos del PIN, con mayoría de beneficiarios de la para-política, y el archipiélago de fuerzas confesionales que lidera el Mira y las coaliciones cristianas que hicieron proselitismo abierto con sus cautivas feligresías.

Todos los apoyos sanctos y non sanctos sumados no son suficientes para dar cuenta del 12 porciento adicional que sumado al 13 constituye el 25 de la primera victoria. Este 12 porciento no lo detectaron Datexco y Contacto juntos. Este porcentaje es el nido de la serpiente donde reposan los huevitos electorales pendientes de ser cascados por l@s analistas.

Este "misterio" exige ser esclarecido por estadísticos y cientistas sociales y políticos para que no expliquen cómo romper el séptimo sello del fraude público que ata y desvía el rumbo de la revolución democrática en curso , porque Igmar Bergman no está con nosotros más. Tampoco José Saramago, quien en vida fue un comunista experto crítico en elecciones, estudioso de la protesta del voto en blanco, y los demás arcana que son el jardín de las delicias de la así llamada democracia liberal como lo consignó en la serie de tres conferencias que hacen parte de un breve libro titulado El nombre y la cosa.

Algo está…en Cun…dinamarca

El caso de Cundinamarca completa el cuadro indiciario de la situación electoral en la región centro del país cuyo estudio en detalle exige una réplica en las demás regiones: tomando como referencia al joven departamento de Casanare. Es una tarea que necesita replicarse en las regiones sur, oriente, occidente y norte de la "patria" colombiana.


Junto con Bogotá CUN...dinaamarca permite trazar el mapa crítico de la victoria “intempestiva” de Juan Manuel Santos. Bogotá, Cundinamarca y Casanare juntos posibilitan hacer una biopsia exploratoria en el cuerpo electoral nacional antes y después de la primera y la segunda vuelta. Para determinar el cáncer de la representación que está al borde de la metástasis ,y exige la urgencia de su cura radical.

Aquí apenas se insinúa un corte transversal del comportamiento electoral en la primera de dos vueltas presidenciales. Tomamos dos muestras en particular: Bogotá y Cundinamarca para indagar con el conjunto de la ciudadanía consciente, abstencionista o no, por el estado de la corrupción política durante el periodo del presidencialismo de excepción que adquiere identidad propia al momento de "elegir" y "escrutar".

Recordemos que CUN…dinamarca fue el departamento con más alta votación después de Casanare, donde votó el 61 porciento rompiéndole el espinazo a la abstención con un total de 903.451 votos. Casanare puso las cifras más altas puesto que llegó al 68 porciento de votantes, una cifra histórica para Colombia aquejada del abstencionismo de modo recurrente.

En 2006, en Cun…Dinamarca votaron 700.000 en la primera vuelta, es decir, el 53 porciento de los habilitados para hacerlo. En apariencia en este departamento la ciudadanía avanza a pasos agigantados, pero lo hacen a mayor velocidad los casanareños. Si descomponemos la población votante tomando en cuenta las provincias del departamento cuya capital es Bogotá, 12 de sus 15 provincias estuvieron por encima del promedio nacional que es del 49 porciento para la primera vuelta. La santísima trinidad del voto municipal la conforma el triángulo Tabio, Sopó y Tocancipá, donde sufragó el 73, 72 y 71 porciento de los electores.

A no dudarlo es allí, en lo que se llama Sabana Centro, y en Sabana Occidental donde se debe montar la escuela de formación ciudadana, porque en ambas provincias se impuso el record de 68 y 69 porciento de votantes. Conviene recordar que Sabana Occidente la componen Mosquera, Funza, Madrid, Bojacá, Zipacón, Facatativá, El Rosal y Subachoque. En tercer lugar quedó Soacha con 64 porciento, y de la que hacen parte Sibaté y Soacha.

Le siguen en votos superiores al 50 porciento las provincias de Almeidas, Oriente, Ubaté, Sumapaz, Gualivá, Tequendama, Alto Magdalena, Guavio. La frontera la fija la provincia de Bajo Magdalena donde la relación es 50/50 porciento. Las provincias que contravienen el rumbo de la mayoría, porque aquí la abstención ganó son Magdalena Centro, Rionegro y Medina, donde votaron 48,47 y 44 porciento de los ciudadanos respectivamente.

No queda la menor duda que el ejercicio del orden marcial en Cundinamarca ha producido sus resultados, puesto que logró la derrota del Bloque oriental de las Farc-Ep cuya estrategia era asediar a la capital del país e imponer su orden en las provincias que la rodean. Una combinación de fuerzas legales e ilegales permitió recolonizar el espacio político y reinstalar de modo notorio a las clientelas tradicionales nuevas y viejas.

Sin embargo, en esta oportunidad, hay un notorio aumento de votantes en comparación con el año 2006, cuando se consolidó el plan de recuperación del departamento. Para entonces en las urnas se depositaron 700.000 votos en la primera vuelta, por encima también de la abstención, que en el mismo año alcanzó al 53 porciento en el país.

Ahora en 2010, el crecimiento en el voto cundinamarqués es casi el mismo que obtuvo Santos de diferencia frente a Mockus en la primera vuelta, porque CUNdinamarca pasó a 903.451, es decir alrededor del 24 porciento más de los 700.000 obtenidos en 2006.

¿Cómo explicar el galimatías del voto y la abstención?

Este ejercicio preliminar boceta la profundidad del clientelismo uribista y posuribista, armado y desarmado en su hacer cínico. Valgámonos de lo escrito por Finkelkraut a propósito de la razón cínica que domina la posmodernidad. Él afirma que ya dejamos los tiempos de la Ideología alemana, de donde Luis Villoro extrajo la definición de ideología de Marx y Engels como falsa conciencia: “ellos no saben lo que hacen pero lo hacen.”

La razón cínica que nos es coetánea obra de la siguiente manera: “ell@s lo saben, pero lo hacen”. De este tenor son las picardías que “infectan” la más profunda crisis de representación política que conozcamos. Ellas paradójicamente conducen al triunfo de Juan Manuel Santos, con J.J y los tres asesores norteamericanos. Es el segundo candidato de una serie que sigue apalancada por la parapolítica y el clientelismo juntos, a plena luz del día y sin atenuantes.

Además, el presente ciclo electoral ha tenido la descarada presencia de la república imperial estadounidense, su abierta intervención en política que niega los cartelones del partido de la U, y los pasacalles que se vienen pegando en las principales avenidas de Bogotá y otras ciudades.

Al lado de la visita oficial de la secretaria de Estado, Hillary R. Clinton, y su consorte, el príncipe empresarial caricativo, Bill Clinton, se expuso la exitosa operación Marquetalia de liberación de rehenes/secuestrados que incluyen al general de más alto rango en la Policía Nacional, quien ha sido prudente y mesurado en sus apreciaciones sobre el acuerdo humanitario. Además de la operación Jaque está también tuvo el visto bueno y el conveniente apoyo del gobierno estadounidense.

El embajador Brownfield volvió a mostrar groseramente sus orejas de lobo bueno, para disgusto del general Freddy Padilla de León, desautorizado por el centurión imperial; quien no resistió la tentación de “tirárselas” en público al indiscreto y parlanchín cowboy texano, alter ego del expresidente G. W. Bush, y prueba de que Obama no sólo está sumergido en un mar de brea.

Todo ello ha ocurrido a menos de una semana de las elecciones. Y sin embargo los publicistas del régimen de excepción y los falsos positivos nos inducen a que como la esposa de Lot miremos en la dirección contraria hacia Venezuela, porque es Chávez, dicen, quien está interviniendo en la política colombiana.

¿Qué puede pasar mañana domingo?

A no dudarlo volverá a ganar Santos, y será su Polichinela, ¿quién lo creyera?, un matemático y filósofo ilustrado a quien le falló la dignidad de ser un demócrata consecuente, con la ilusión sus correligionarios de ganar algunas alcaldías como premio de consolación, recordando la trágica caída de Granada.

Antanas, en lugar de animar la oposición ciudadana contra la corrupción política, después del fraude conocido y consentido por la legalidad democrática, la ilegalidad autoritaria de la parapolítica y el clientelismo que infecta la sociedad política prefiere callar y aumentar su votación, para conseguir alrededor de 4 millones de votos. Para enjugar con paños de agua tibia la pudredumbre política desde adentro balbuceando todavía el lenguaje de la Babel de la seguridad “democrática”, y dejando que los huevitos de la serpiente liberen nuevos monstruos autoritarios que saquen provecho de un nuevo canal televisivo.

De otra parte, se alinea el bloque incierto de los que quieren aumentar la abstención como forma de protesta contra el actual estado de cosas. Es decir, quienes aspiran a sumar varios puntos al porcentaje de 51 que marcaron las pasadas elecciones. Cuál será el efectivo progreso de la abstención compromete a la línea oficial del PDA, dividida una vez más entre dos opciones: el voto en blanco que respalda el candidato presidencial derrotado; y la abstención y el voto en blanco ante la cual oscila el excandidato Carlos Gaviria, quien no descalifica las dos opciones.

La abstención, así las cosas, es la posición más radical frente al desenlace electoral de 2010. Y de ella también se reclama la subversión armada, y las Farc a través de sus comunicados públicos.

Sin importar quien resulte vencedor mañana aparece una verdad de a puño: hay en tránsito una revolución democrática ciudadana en Colombia, un esfuerzo por pasar de la minoría de edad de la seguridad autoritaria y el excepcionalismo que tiene mil voces, una pluralidad de experiencias e iniciativas que no se circunscriben a ningún proyecto partidista porque todos se han hundido en la hoguera electoral. A no ser que se quiera llamar partido a los huevitos puestos por la serpiente autoritaria en la que se suman intereses corporativos y mafiosos a un proyecto de gobernabilidad imperial regional.

Quebrar esa forma reaccionaria de regir la vida civil de Colombia es la condición sine qua non para acceder a la madurez de la democracia, que nos conduzca a las raíces de un complejo problema fundamental para resolverlo de una vez por todas: la desigualdad social y política que se traduce en miseria, hambre y exclusión para l@s much@s.

L@s much@s, las multitudes tienen la primera y la última palabra en la inmensa tarea de conquistar la autonomía de las elites gobernantes corruptas. Y el remedio para este cáncer no es una prolongación de la oligarquía (neo) liberal-conservadora, tampoco sirve la quimioterapia del binomio físico-matemático. Se requiere una (re) constituyente nacional sin cortapisas y a eso invitamos tanto a los abstencionistas como a quienes votan en blanco, y a aquellos que se disponen a respaldar con su voto a los Verdes, sobre todo, a quienes son su verdadera clorofila, l@s jóvenes.

Lo mejor es asunto del presente


En democracia los pobres son quienes gobiernan, porque son el mayor número y porque la voluntad de la mayoría es ley. Aristóteles, POLIteia.


En algo Aristóteles acertó. Que se sepa -a lo largo de toda la historia- jamás los ricos han sido más que los pobres. Pero el aserto del filósofo de Estagira, pura obviedad aritmética, se hace añicos al chocar contra la dura muralla de los hechos: los ricos siempre han sido los que han gobernado al mundo o quienes siempre han tenido quien por ellos lo gobierne, y hoy más que nunca". José Saramago. El nombre y la cosa, FCE, México, 2006, p: 24.

Empieza a forjarse mañana otro rumbo: la democracia anticapitalista sobre los heroicos cuerpos de los mineros sacrificados en los socavones de Amagá al altar del dios Mammón, en la que fuera alguna vez tierra de promisión: Antioquia.


Para quienes se resisten a liberarse de la teología política y religiosa de la representación, conviene recordar, una vez más, las advertencias de un ateo, simultáneamente comunista y democráta, José Saramago cuya lección de vida nos trasciende su muerte.


Avanzar en la participación efectiva de los grupos y clases subalternas, de los muchos, las multitudes en la praxis de una Constituyente Democrática que ponga los puntos sobres las íes; y que no desista en el desarrollo del Juicio Político a los Gobernantes corruptos y las elites que les sirven y se lucran de su canto de sirenas para recuperar la memoria histórica de l@s de abajo en presente . Es el primer paso en el necesario despliegue de la revolución democrática ciudadana del trabajo liberado, autónomo circunstancialmente encalladao entre el Escila y el Caribdis de la reacción política y el centro que la acolita.



[1] Dramaturgo invitado por @utonomistasColombia y Praxisur para dialogar con J.J y las demás Letras (inter) nacionales.

1 comentario:

  1. Reflexiones de Carlos Raúl Gutiérrez, galeno especialista en Acupuntura y Medicina Alternativa, quien plantea inquietudes sobre la homeopatía de la abstención en Colombia. N de la D.

    Recuerdo una conversación nuestra, en la que decíamos que la abstención en Colombia es una respuesta de la gente a la exclusión tanto política como social a la que es sometida nuestra población. Lo difícil es que alguien reclame es tendencia popular como efecto de acción polìtica, de otra manera tendría que generar un movmiento de exclusión que ya está siendo llevado a cabo por las clases en el poder.

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