domingo, 25 de julio de 2010

Para el debate sobre el capitalismo contemporáneo en Colombia reproducimos apartes significativos de una contribución al tópico hecha por el académico de la Universidad Nacional de Colombia, Jairo Estrada Vélez, doctorado en Ciencias Económicas en la R.D.A. El texto es seleccionado del envío hecho por Plural. N de la R.


Transformaciones del capitalismo en Colombia.

Jairo Estrada Álvarez

Economista, Ph.D. en Ciencias Económicas. Profesor del Departamento de Ciencia Política, Director de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos, Director del Grupo interdisciplinario de Estudios políticos y sociales, Universidad Nacional de Colombia. Coordinador del Grupo de Trabajo de CLACSO Economía mundial, economías nacionales y crisis capitalista. Director de las revistas virtuales Espacio crítico e Izquierda, w. Remitido por www.colombiaplural.org.



Aclaración del autor sobre el texto, algunos de cuyos apartes reproducimos aquí para motivar su lectura crítica:

Este texto se encuentra publicado en el libro de mi autoría Derechos del capital. Dispositivos de protección y estímulos a la acumulación en Colombia, Instituto Unijus, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010.

Reconozco en buena parte de las reflexiones aquí expuestas un intento de lectura de la teoría marxista de la acumulación capitalista y de las contribuciones de David Harvey a la geografía del capital (materialismo histórico geográfico), adaptándolas a las condiciones de la realidad colombiana. En especial me refiero, entre otros, a Carlos Marx, El Capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, caps. XXIII y XXIV, y a David Harvey, Espacios del capital. Hacia una geografía crítica, Ediciones Akal, Madrid, 2007.

Dinámicas de acumulación y nueva espacialidad

Durante las últimas tres décadas el país ha vivido un incesante proceso de cambio y reconfiguración de su formación socioeconómica, en el que se ha interrelacionado la intensificación con la expansión geográfica de la relación social capitalista. Tal proceso se encuentra inmerso y es parte a la vez de nuevas dinámicas de la acumulación que trascienden (y hacen estallar) la frontera nacional para adquirir dimensiones regionales y transnacionales.


La conjunción entre la lógica capitalista y la lógica territorial transcurre a través de una doble vía, interrelacionada, y en diferente escala, en la que se encuentran las dinámicas externas con las dinámicas internas de la acumulación. No se trata simplemente de la imposición de una exterioridad (aunque también lo es). En sentido estricto, es un mismo proceso - complejo, contradictorio, conflictivo, desigual y diferenciado- que da cuenta, por una parte, de nuevas formas de constitución y de reproducción de la relación social capitalista, de una especie de racionalización forzada, arbitraria, del modo de producción. Por la otra, de la renovada estructuración del proyecto hegemónico, de la (re)conformación específica del poder clase. En suma, en una incesante tendencia a la acumulación por desposesión se sintetiza el rasgo esencial del proceso de neoliberalización de la totalidad capitalista en nuestro país durante las últimas décadas.

El despliegue de múltiples y variadas formas de la acumulación se ha fundamentado en la producción de una nueva espacialidad capitalista, en la que se interrelacionan la intensificación con la extensión de la relación social capitalista. Allí donde esta relación ya existía, se ha reconfigurado y ha adquirido nuevas formas, acentuando las condiciones de valorización y del domino de clase; la lógica capitalista ha logrado profundizarse.

Al mismo tiempo, la relación capitalista se ha extendido a campos de la vida social que antes no estaban organizados como tales, y ha adquirido una dinámica geográfica que la ha llevado a la conquista e incorporación de nuevos territorios a los procesos de valorización y a su sometimiento al poder de clase. En ello ha consistido el proyecto político-económico del neoliberalismo.

La historia reciente del país se condensa en una santísima trinidad, expresiva de un único proceso: Acumulación por desposesión, nueva espacialidad capitalista y neoliberalización.


En este ensayo preliminar se hará énfasis en la forma como el capitalismo colombiano, en consonancia con la tendencia del capitalismo transnacional, ha enfrentado los problemas de acumulación que se registraron durante las décadas de 1970 y 1980, y que llevaron precisamente a la crisis y la necesaria superación del régimen de acumulación basado en la industrialización dirigida por el Estado y a las transformaciones de la formación socioeconómica aquí esbozadas. La consideración más precisa de los cambios en el régimen político y la nueva conformación del campo sociocultural escapan de los propósitos y alcances de este trabajo.

Formas de acumulación y nueva espacialidad capitalista

El proceso de acumulación en el marco del proceso de neo-liberalización se ha desenvuelto durante los últimos decenios a través de diversas vías y de variadas formas:

1. La expropiación de parte del ingreso de los trabajadores en detrimento de la capacidad de consumo de la sociedad y a favor de los fondos de acumulación, mediante la flexibilización laboral y la precarización del trabajo.

2. El sometimiento de toda relación social y del Estado mismo a un proceso de financiarización incremental, en el que la lógica especulativa atada a la incesante búsqueda de mayores rentabilidades, activa nuevos dispositivos de riesgo e incertidumbre para la reproducción.

3. El surgimiento y desarrollo de formas ilegales de la acumulación, particularmente a través de la economía de la cocaína, produciendo un nuevo tipo de excedentes, que demandan ser incorporados en los circuitos legales de la acumulación y generan de esa forma lo que podría definirse como zonas grises de la acumulación.

4. El despliegue de una nueva geografía regional de la acumulación, tendiente a la explotación de recursos naturales y energéticos y a la creación de plataformas para la exportación, basada principalmente en el ejercicio de la violencia y el exterminio, y articulada con la tendencia de la acumulación a escala transnacional.

5. La movilización política del capital transnacional y de sus instituciones, con miras a la consolidación de un proyecto político económico neoliberal que debe erigirse en referente a seguir por los países de la región, a través de crecientes flujos de capital, en la forma de inversión extranjera, de recursos de crédito y de ayuda militar.

6. Todas estas expresiones y caminos, que describen la trayectoria de la acumulación capitalista de las últimas décadas en nuestro país, se presentan por separado sólo con propósitos expositivos. En realidad se ha tratado de un único proceso, en el que las diferentes formas de la acumulación se han imbricado, condensando esa interrelación entre la lógica capitalista y la lógica territorial, produciendo una nueva espacialidad (…)

El texto en su totalidad se puede obtener consultando el sitio de Plural según la referencia que se reproduce al inicio de esta selección.

De Plural que orienta el investigador Alpher Rojas, exidirector del Instituto de Pensamiento Liberal recibimos este envío con el que damos inicio a un intercambio sobre la naturaleza actual del capitalismo, y en particular, a propósito de Colombia. Esperamos nuevas contribuciones y sugerencias. N de la R.


Capitalismo contemporáneo:

Notas sobre la crisis estructural y la crisis de la coyuntura


Theotonio Dos Santos

www.colombiaplural.org 16/07/2010.-

La idea de la llamada “crisis estructural”,
se encuentra primeramente en el prólogo de Marx a la Contribución a
la
Crítica de la Economía Política. Marx habla de un largo período
histórico, “una era de revolución social” en que se crea, dentro del
modo de producción existente, un nuevo modo de producción. Las
relaciones sociales de producción buscan ajustarse al desarrollo de las
fuerzas productivas que no logran avanzar sin profundas reformas hasta
al nacimiento revolucionario de un nuevo modo de producción que supera
el anterior.

El modo de producción capitalista evoluciona hacia la constante
innovación tecnológica, la concentración, el monopolio, y la
intervención del Estado. Solo estos ajustes de las relaciones sociales
le permiten mantenerse en funcionamiento y hasta expandir las fuerzas
productivas. Pero esto se hace entre revoluciones, crisis económicas y
guerras cada vez más violentos. De ahí el surgimiento de nuevas
formaciones sociales que buscan adaptar las relaciones sociales a los
nuevos y gigantescos avances de las fuerzas productivas, particularmente
con la explosión de la revolución científico-técnica en los años de 1940.

El Nazifacismo, luego de derrotado el Estado Militar que emerge después
de la 2ª guerra y con la excusa de la “Guerra Fría”, el Estado de
Bienestar y la planeación centralizada que se identifico con el
socialismo, fueron las formaciones sociales nuevas que permitieron la
supervivencia del modo de producción capitalista entre varias
revoluciones sociales y la emergencia de los nuevos Estados nacionales
en las zonas coloniales. La derrota del fascismo, la caída de los
regímenes coloniales y el surgimiento de los Estados
nacional-desarrollistas marcaron los años de posguerra.

Como respuesta a esta expansión, los centros de decisión capitalistas
lograron articular una ofensiva ideológica y política en su contra que,
en las décadas del 1970-80, se cristalizó en el llamado “pensamiento
único” neoliberal.

Pero, al contrario del mundo de equilibrio fiscal, cambiario y monetario
que proponía alcanzar, con una disminución de la intervención estatal,
la práctica neoliberal condujo a un gigantesco desequilibrio global con
fuertes déficit en el centro del sistema mundial y la creación de un
sistema financiero colosal sostenido por esta intervención estatal –
sobretodo la expansión colosal de la deuda pública. Ésta, a su vez,
generó un gigantesco sistema financiero que absorbió los excedentes
económicos generados en todo el planeta a partir de la generalización de
los efectos de revolución científico técnica, para el consumo ostensivo
de una nueva casta social de dimensiones globales.

La crisis actual (2008-2010) demuestra las dificultades del sistema
capitalista de gestionar la economía, la sociedad y la cultura
contemporánea. La gigantesca intervención estatal en curso no hizo más
que reforzar los intereses privados y su capacidad de destrucción de la
vida en la tierra: expansión de la pobreza, violencia social creciente,
destrucción del medio ambiente y amenaza a la propia sobrevivencia de la
humanidad, en tanto que las nuevas guerras son las manifestaciones de la
crisis del sistema.

La coyuntura actual, marcada por la fuerte intervención estatal, l no
apunta a un periodo de crecimiento sostenido y a cambios estructurales
profundos. La recuperación del crecimiento económico en marcha apunta
hacia una “recuperación rasante” en los países centrales, mientras la
periferia se abre camino al crecimiento y al desarrollo. Pero hay graves
límites para un desarrollo sostenible, igualitario, pluralista y
democrático en esta nueva coyuntura.

Además, la actual ola de innovación
tecnológica, en curso desde 1994, se encuentra en su fase final. Ella
debe agotarse en 10 a 15 años. La combinación de una nueva crisis
coyuntural violenta con una nueva fase depresiva de reestructuración del
sistema mundial abrirá un periodo de revoluciones y contra-revoluciones
mundiales parecido al que vivimos entre las dos guerras mundiales,
pasando por las revoluciones sociales, de un lado, y el acenso del
nazi-fascismo, de otro, con un costo de vida colosal para la humanidad.


- Theotonio Dos Santos es Profesor Emérito de la Universidad Federal
Fluminense (UFF). Profesor Visitante Nacional Sénior de
la Universidad
Federal de Río de Janeiro (UFRJ). Presidente de la Cátedra y Red
UNECO/UNU sobre Economía Global y Desarrollo Sostenible (REGGEN). Ver
www.reggen.org.br

jueves, 22 de julio de 2010

Revelaciones y silencios en torno a una reflexión dialogada de un heredero de César Gaviria.

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, Unal. Bogotá


El analista Álvaro Forero hace parte de la generación que se proyectó durante la presidencia de César Gaviria, y tiene un espejo retrovisor para juzgar el camaleonismo del mejor discípulo de los dos gobiernos uribistas, Juan Manuel Santos. Es posible que él tenga todo para ser un buen presidente, pero, la pregunta tiene un aditamento necesario: ¿bueno para quiénes?

Si se trata de la tercera vía, el tránsito tendría que ser en el sentido de innovar en materia de régimen para transitar a a un semipresidencialismo o a un parlamentarismo que posibilitara si las hay las ejecutorias de tercera vía, que serían cuáles en las condiciones colomb¡anas? Y para hablar de asuntos sustanciales que van más allá de las disputas institucionales y de cambios de tal naturaleza, si está o no dispuesto a frenar la degeneración democrática conmandada por el jefe que está de salida.

Asumiendo, p.e., la necesidad de una reforma agraria impostergable, así como una acción internacional no adscrita a los intereses estadounidenses que le permita recomponer las relaciones con sus vecinos que él mismo contribuyó a deteriorar secundando las acciones del presidente Uribe en las fronteras.

En apariencia los nombres cantados en Agricultura con Juan Camilo Restrepo, y de Holguín en Relaciones Exteriores parecieran disponerse en tal dirección, y cortar alas a la única oposición existente, la del PDA, y su bancada congresional, que en el pasado hizo esta tarea sin llegar a cosecharla en votos por procedimientos antidemocráticos y sectarios internos. Veremos, entonces, a dónde conducirá el diálogo empezado entre el nuevo presidente, y el candidato Petro, si es que consigue, por fin, la presidencia del partido.

Muy pronto sabremos qué quiere decir un buen presidente, y para quiénes escogerá serlo, habida consideración del desastre social e internacional que hereda como el sucesor más audaz y pícaro de los que aspiraron a reemplazar a Uribe, sin ir más allá de su legado coyuntural como bien lo anota el jurista Forero Tascón, que no llega a ser de la dimensión de lo hecho por dos expresidentes liberales, los primos Lleras, descollantes figuras de lo que fue el Frente nacional.

viernes, 9 de julio de 2010

¿Qué pasa en México?

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, Unal, Bogotá
Miguel.herrera@transpolitica.org

Las elecciones en doce Estados

Ya no está el país para cambios cosméticos, para maquillajes, para paños calientes. Se requiere una renovación tajante de la vida pública. A.M. López Obrador, excandidato presidencial del PRD.

La jornada del domingo pasado en México decidió en parte, el rumbo de lo que podrá ocurrir en 2012, cuando se esté eligiendo presidente. De las votaciones se desprende, de una parte, el claro descenso de la fuerza del PRD, quien perdió la gobernación de Zacatecas, la única que estaba bajo su comando durante doce años.

De otra parte, la alianza del PAN, PRD, PT y Convergencia derrotó al PRI en tres gobernaciones, Oaxaca, Puebla, Sinaloa. Hay, además, la posibilidad que resulten ganadores en Durango. Pero no pudo constituirse en Zacatecas, que de repetirse hubiera impedido el triunfo del priista Miguel Alonso, quien obtuvo el 43.1 porciento. Si se suman los votos obtenidos por Antonio Mejía del PRD, los del PAN, el PT y Convergencia otro hubiera sido el cantar.

Sin embargo, en todos estos casos la fuerza electoral mayoritaria es el PAN como partido gobernante de la nación, no interesado en aceptar el liderazgo de un candidato efectivo del PRD. Los ganadores de tal alianza fueron, sin embargo, un panista y dos expriístas.

Con todo, conmueve a propios y extraños esta alianza, porque la fuerza de izquierda queda desdibujada como tal, aliada como se encuentra con el tradicional partido de la derecha. Tal es la opinión de los dirigentes capitalinos del PRD, Manuel Oropeza y Obdulio Ávila como lo registró el diario La Jornada de 6 de julio.

El PRI ganó ya en 8 gobernaciones siendo las más disputadas Tamaulipas y Durango a la espera del escrutinio final. En las derrotas del PRI está claro que la ciudadanía castigó los escándalos en Puebla, donde hace 4 años se destapó por una periodista el caso del gobernador pederasta; en Oaxaca los mil y un abusos con los maestros y los sectores populares reprimidos y procesados violentamente como única respuesta a sus reivindicaciones hicieron mella para quebrar ochenta años de dominación revolucionaria institucional.

En Sinaloa no poco tiene que ver el modo cómo en dicho Estado se vive el drama del narcotráfico y todos los ribetes sociales, políticos y jurídicos que lo rodean, en últimas, emparentados con la destorcida económica que resultó de la inserción de México en la economía global, y, en particular, con sus dos poderosos vecinos, Estados Unidos y Canadá en un intercambio desigual y amañado.

Lo que vendrá

Vamos a ver qué evaluación hacen los verdaderos perredistas (del resultado de las alianzas). La Jornada, 6 de julio 2010, p. 9.

De los grandes Estados en disputa con el PRI antes de las presidenciales, el más deseado ahora es el Estado de México porque circunda al Distrito Federal, donde habrá elección el año entrante. Aquí tuvo lugar la disputa con los campesinos y organizaciones populares de San Salvador Atenco, quienes se opusieron a construir el nuevo aeropuerto en sus predios. El resultado fue la condena a 12 de sus líderes quienes pagaron cárcel injustamente hasta hace pocos días cuando fueron puestos en libertad por sentencia de la Corte Suprema de Justicia.

Ciudad de México es el único lugar de importancia que sigue en poder del PRD, gobernado por Marcelo Ebrard, para quien lo ocurrido el domingo 4 de julio es prueba de la alternancia pacífica en el poder que robustece al sistema democrático mexicano, maltrecho por la represión, la guerra perdida contra el narcotráfico, y con crímenes como el cometido contra el aspirante al gobierno de Tamaulipas y a otros aspirantes de menor rango en diversas unidades político administrativas.

Para Andrés Manuel López Obrador, el poderoso candidato del PRD, derrotado por Calderón en la pasada elección, luego de un alegado fraude no probado judicialmente, las elecciones y sus resultados no le impiden hacer estos comentarios esclarecedores: “…aun queriendo mejorar las cosas desde los estados, no se puede dar solución a los problemas de la gente. Se necesita un cambio en política económica sobre todo, pero también en la forma de hacer política y en cuanto a lo social”.

¿Cuál porvenir para la izquierda?

Cuando la izquierda se divide nos va mal, y si en el PRD nos vamos cada quien por un lado, pues obviamente el resultado no es positivo…para que todas las fuerzas del partido fuéramos juntas. Socorro Ceseñas.

De darle crédito a Jesús Ortega Martínez, presidente nacional del PRD, su porvenir es incierto. Él sentenció, “Servimos de escalera para que el PAN subiera y pudiera colocarse bien”. Socorro Ceseñas, secretaria de acción política electoral, evalúa con cierta nostalgia y dolor la pérdida de Zacatecas, recordando que el ganador candidato del PRI salió de sus propias filas.

Resulta claro que el PRD tiene que corregir su rumbo y liderar una fuerza de izquierda con claras preocupaciones democráticas, limpieza en el manejo en el erario, y una alternativa al modelo económico imperante. Lo cual quedó en buena parte desdibujado con la alianza Slim López Obrador, pese a que fuera exitosa en materia política hasta el punto de proyectarlo como una alternativa de triunfo contra Felipe Calderón.

Quizá sea necesario tener oído atento a lo que significó la irrupción del EZLN en la escena glocal, pese a los erráticos manejos de la cuestión electoral que se convirtió además de la represión en el talón de Aquiles de la acción política nacional del subcomandante Marco y la dirigencia lacandona y mestiza.

Los resultados electorales locales en Chiapas ejemplifican la importancia del hacer político de esta fuerza pero no son suficientes. Proclamar la autonomía local e insistir en mandar obedeciendo no son suficientes. Es necesaria un acuerdo de las izquierdas de más amplio espectro, que, además, tome en cuenta la crisis de las fronteras con Estados Unidos, el asunto del narcotráfico, y por sobre todo la miseria y el empobrecimiento de la gente del común.

Por último, conviene a todos no olvidar el importante papel de los jóvenes que ya despuntó en las luchas universitarias por la autonomía y la defensa del derecho a la educación universal, una bandera postergada desde las luchas del CEU a finales de los ochenta.

Las elecciones han sido la campana para madurar una propuesta de democracia radical que fue la razón de ser del PRD, que no puede estar a la cola del PRI ni del PAN. Es la hora de corregir el rumbo.

domingo, 4 de julio de 2010

LO UNO Y LA UNIDAD: ¿DE QUÉ Y PARA QUÉ?

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB

PROFESOR ASOCIADO, UNAL, BOGOTÁ

Miguel.herrera@transpolitica.org

“no se trata de entrar en una repartija de la torta burocrática, que tanto rechazo crea entre la ciudadanía y que le abre las puertas a la corrupción, sino de analizar temas realmente sustantivos”. Editorial de El Tiempo, julio 4 de 2010, p. 1-16.

Unidad, ¿de quiénes?

El diario El Tiempo escribe sobre la unidad con un título irónico porque injerta entrelíneas la sentencia de Darío Echandía, ¿La unidad (el poder), ¿para qué? Echandía abría así una reflexión frente a los desastres de la Violencia que crecieron con el 9 de abril de 1948, y que no terminaron con la desmovilización de la guerrilla liberal formada por miles de desplazados que orientaban Guadalupe Salcedo y Dumar Aljure, levantados en armas en los Llanos Orientales contra el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez quien representaba los intereses minoritarios.

Las circunstancias de modo, tiempo y lugar hoy reeditan una suerte de refrito de unidad parecido al Frente nacional que tuvo un antecedente cien años años atrás: el acuerdo bipartidista forjado entre 1885 y 1886 con la Iglesia Católica primero, y luego los partidos Liberal y Conservador. Fernando Guillén Martínez lo refirió como el primer frente nacional. Así, los señores de arriba , la oligarquía impulsó una vía capitalista “junker” montada sobre la explotación del trabajo de los muchos, los de abajo cuya mayoría era población rural, campesina e indígena, y minorías urbanas que habitaban las ciudades capitales de nueve departamentos.

Así se impidió con la guerra antes y después cualquier pretensión de revolución burguesa niveladora como la de los Estados Unidos, donde una vía “farmer” publicitada e idealizada por Thomas Jefferson, cuyos arrestos jacobinos no le impidieron tener esclavos a su servicio, después de la guerra civil de 1861-65, y el movimiento por los derechos civiles de los años 50-60, hicieron viable el funcionamiento de una poliarquía, lo que los especialistas llaman más comúnmente una democracia liberal.

La lista de mercado y las elecciones

La lista de mercado de El Tiempo de 4 de julio comienza por decir que no basta con “facilitar la gobernabilidad y limar las asperezas en el parlamento” para enumerar lo fundamental. No bastó con lo que Álvaro Gómez Hurtado exigía, el cambio de régimen político. Este cambio se operó al revés en la década que concluye, 1999-2010, de manera retrógrada con la batuta de otro Álvaro, el liberal Uribe Vélez ayudado por los previos arreglos de Andrés Pastrana y Bill Clinton su aliado, a través del Plan Colombia.

Colombia mutó su régimen neo-presidencial que nació prometiendo ampliar la representación de los gobernados con la llamaba democracia participativa, transformándose en un régimen presidencial de excepción prolongado de hecho en lo que cada vez conocemos mejor como para-política sobre la cual la Corporación nuevo arcoíris nos ha ilustrado mostrando las picardías electorales a través de la atipicidad de dos elecciones presidenciales y congresionales.

La tercera elección, la actual del presidente Juan Manuel Santos, no logró salir de este laberinto aunque él se ufane de haber conseguido 9 millones de votos, porque entre otras razones, ahora también creció la abstención, aunque en dos horas hubiese mermado de 61 porciento a la cifra que todos conocemos. Sin que exista una explicación válida de tal fenómeno.

Igualmente, seguimos sin tener certeza de la composición del congreso de Colombia. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Adelina Covo se comprometió públicamente esta semana a finiquitar el escrutinio de elegidos a la Cámara al finalizar la entrante semana. Es decir, que aún queda pendiente la suerte del Senado.

Las “nuevas” caras en el poder público

Con independencia que se cumpla lo prometido por el bloque en el poder que recompone Juan Manuel Santos con dificultad manifiesta, hoy sabemos que los herederos de la para-política están electos, y no pocos y las caudas que ellos movilizaron como clientelas votaron en las urnas la elección de Santos. La alegada ilegitimidad e ilegalidad no declarada de las dos presidencias de Álvaro Uribe afecta también en materia grave la actual elección de Santos.

Con lo dicho sobre las vicisitudes jurídico-políticas del régimen, lo sustancial según el recetario que suscribe El Tiempo versa, primero que todo, sobre la salud, donde el presidente electo jamás llevó la voz cantante en los debates.

e sigue la justicia afectada por la impunidad en la gran mayoría de los casos, que pretendió curar la impunidad utilizando como instrumento un nuevo estado de conmoción interna.

De otra parte está nuestro crecimiento económico regresivo que ahora se centra en el petróleo y la minería. Lo cual siembra dudas sobre la bandera de la prosperidad democrática y a quiénes beneficiará. El otro capítulo es la tierra en términos de productividad y equidad. El desastre más visible e insultante son los millones de desplazados y las innúmeras fosas comunes. De éstas el diario El Espectador de este mismo domingo registra su espeluznante conteo e inhumano resultado. Las únicos reformas agrarias que ha tenido Colombia han sido contra-reformas desde los tiempos de la desamortización de bienes de manos muertas.

Como si fuera poco el anterior lista también se recuerda el asunto crítico del agua, cada vez más amenazada por su privatización, en lo cual ha sido muy diligente el Ministerio del Ambiente, que dice también quedará en manos de la hija del dueño de Aviatur. Qué no decir de la energía sostenible y sustentable, cuando al no venderse Isagen se ferian cuatro electrificadoras departamentales.

Un presente en claroscuro

Breguemos para que doña Rumbo empolle esos huevitos… Álvaro Uribe, presidente de Colombia. El burro, la vaca y los tres huevitos. Daniel Samper, 4 de julio 2010, p. 1-17.

El último capítulo, por supuesto, son las relaciones internacionales, donde Colombia ha cosechado un desastre tras desastre con sus más inmediatos y lejanos vecinos por servir a los poderes e intereses de Gran Bretaña, con el deshonroso episodio de las Malvinas, y de los Estados Unidos, cuyo penúltimo episodio ha sido el costoso alquiler de bases militares a dicho gobierno como pago diferido al episodio de agresión en la frontera con Ecuador cuya investigación no termina a la espera que se entregue a este gobierno el material informativo incautado en el campamento guerrillero de Angostura.

Por lo visto, el presente, a las puertas de un tercer siglo de independencia, el horizonte no es promisorio para los muchos, a quienes sí interesa la democracia. Porque Doña Rumbo, la gallinita ponedera del presidente que termina, empolló huevos de serpiente.

Los huevos de la seguridad, la confianza y la cohesión se engüeraron. Los huevitos del Ubérrimo fueron huevos vacíos o a lo sumo malogrados para las grandes mayorías, quienes volvieron a abstenerse de votar a su escudero, el exministro de defensa. Santos, dos años después no se halló para conmemorar la liberación de civiles y militares en Operación Jaque, que salvó valiosas vidas de un encierro inhumano a costa de la picardía de usar ilícitamente los símbolos de la Cruz Roja Internacional y los distintivos profesionales de instituciones civiles y públicas debidamente constituidas.

Las multitudes, y los liderazgos minoritarios que tratan de orientarlas desde el Partido Verde hasta el desteñido PDA, cuyo candidato se aplica ahora a la tarea de revisar la lista de mercado en la propia casa, es decir, en la alcaldía de Bogotá, tienen que estar alerta al ciclo electoral que falta que ocurrirá el año entrante, una vez hayan bajado los hervores de la olla del mundial de fútbol que culminará la semana entrante.

Para estarlo es necesario no cejar en la tarea de realizar un juicio político a los gobernantes saliente y entrante, y una censura efectiva a la continuación de la para-política en las ramas del poder público. Pero, hacerlo, implica algo más que la rechifla a un presidente en Medellín, o las raquíticas movilizaciones de despedida con ocasión de su cumpleaños número cincuenta y ocho que cierra esta tragicomedia de la falsa democracia.

Se trata en suma de desmontar lo uno, el unanimismo de la autocracia de la seguridad autoritaria, y darle paso a la unidad de la pluralidad de los movimientos sociales y políticos. Se trata, en suma, de que el burro y la vaca de la fábula presidencial filosofe y mastique bien, para que los huevitos que están por las nubes permitan hacer una pericada en la que quepan tod@s con el concurso de tod@s.

viernes, 2 de julio de 2010

Nos han hecho llegar noticia de este grupo, que desde una perspectiva de izquierda propone el debate electoral en Colombia. Esperamos que los ciberandantes lo tengan en cuenta con la consideración debida. N de la D.

El GRUPO VIRTUAL DEBATE ELECTORAL COLOMBIANO,


Es una necesidad urgente para poder dinamizar el proceso político Colombiano, ante el encubrimiento de la realidad por sustracción cultural de materia: pecan de engañados y engañadores eletorales, políticos, económicos, sociales, etc.

Son los propios partidos y movimientos políticos y sociales colombianos la prueba fehaciente de las prácticas de feudos electorales viciados, que por esa caracterización, son los menos interesados en dinamizar un debate electoral que ayude a clarificar los vicios de las prácticas electorales del proceso político colombiano.

No existe en Colombia alguna costumbre sana en los procesos electorales, que históricamente, son simplemente la feria de la cultura del engaño, tanto de quien engaña como de quien se deja engañar.

El GRUPO pretende colocar en primer plano un tema que en Colombia lo han mantenido oculto de manera adrede por parta de los feudos políticos, que buscan toda clase de disfraz para mantener estas prácticas lesivas de la sociedad.

En tales circunstancias, se observa TIERRA ABONADA PARA EL IMPULSO DEL FASCISMO URIBISTA que pretende legitimar su acción represiva ante el aplauso de sus fervientes seguidores, motivados por el fanatismo inducido por el TERRORISMO MEDIÁTICO.

Ejercer la oposición política en Colombia es una decisión suicida. Vasta mirar las estadísticas de desaparición forzada, masacres, muertes selectivas, desplazamiento forzado, torturas y tratos crueles y degradantes; todo por móviles políticos, económicos, sociales y culturales: He ahí EL TERRORISMO DE ESTADO con el cual se legitima la Gobernabilidad de la ULTRADERECHA COLOMBIANA.