martes, 11 de enero de 2011

Aquí incluímos un escrito del cual es responsable Javier González, quien por lo leído no es un entusiasta de la izquierda latinoamericana, pero cuyas notas de análisis contribuyen a la reflexión de conjunto sobre lo que avizoramos en el año 2011, regional y globalmente. A la vez hay una invitación a polemizar y discurrir sobre su escrito, como lo expresa la nota que lo precede. N d la R.

Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año XII - No. 314 - Madrid - San José de Costa Rica - Santiago de Chile, 13 de diciembre de 2010 - Responsable: Javier González (texto interactivo, sujeto a inclusión de sugerencias de nuestros lectores; basta escribir a caballeroalvarado2006@yahoo.es ; también pueden solicitar para no recibir más mensajes; ¡y una Feliz Año!)

Uruguay: Frente Amplio, urticaria de huelgas y deshilachamiento

El dilema de las izquierdas uruguayas no es fácil de resolver: si avanzan demasiado lento, la extrema izquierda se impacienta y comienzan las huelgas-chantaje; si avanzan demasiado rápido, el barullo hará despertar a los centristas que actualmente dormitan arrullado por las melodías “moderadas”

1. El Uruguay termina el año con una urticaria de huelgas y de ocupaciones, inclusive del palacio de la Suprema Corte de Justicia; con pugnas que incluyen gritos, manotazos y empujones entre las izquierdas radicales y “moderadas” del Frente Amplio, el partido gobernante; y con su capital, Montevideo, la encantadora, arbolada y marítima “tacita del Plata” kafkianamente sumergida en basura y malos olores por causa de una huelga-chantaje del sindicato de los basureros.

2. Así termina también, con bastante pena y sin mucha gloria, el primer año del gobierno del frentista Sr. José Mujica, un ex tupamaro que hoy se presenta como “moderado” y conciliador, y que parece estar siendo superado por los problemas internos. Desde el presidente Mujica hasta el Partido Comunista los izquierdistas concuerdan en que la raíz del problema en el interior del Frente es de orden “ideológico”.

3. El Frente y el propio Uruguay en cuanto nación viven una especie de “dinámica de grupos” en la que todas las amarras se sueltan mientras discípulos uruguayos del Dr. Ox, que parecen incentivar esa “dinámica”, observan las correlaciones de fuerza y tratan de calcular la velocidad de crucero ideal para la "revolución a la uruguaya". El doctor Ox es un enigmático personaje de Julio Verne que conseguía modificar el temperamento colectivo de la aldea de Quinquedone mediante misteriosos gases producidos en su laboratorio, que hacían pasar a sus habitantes de la apatía y la indiferencia a la indignación y la exaltación, y viceversa ("Une fantaisie du docteur Ox", Amiens, 1872).

4. La izquierdista revista Caras y Caretas advierte en extenso reportaje que en el interior del Frente “están todos los demonios desatados”; que se vive “el mayor nivel de conflictividad” en la historia de la coalición gobernante; que existe “crisis estratégica y de conducción”, “falta de rumbo” y “estado de debilidad”; que grupos frentistas se encargan de colocar “palos en la rueda” del propio partido; y que, en una palabra, la coalición gobernante aparece como “deshilachada”.

El presidente Mujica trata de colocar paños fríos y tibios, pero Juan Castillo, todopoderoso dirigente de la central única de trabajadores, PIT-CNT, acusa a Mujica de “decir sobre la misma cosa tres cosas distintas”, una “a primera hora de la mañana”, otra “en la audición radial del mediodía” y otra “en el noticiero de la noche”; con lo cual, según Castillo, las estrategias unitarias de la izquierda gobernante y la izquierda sindical se ven afectadas “gravemente”.

5. Como ya se dijo, los frentistas, de capitán a paje, reconocen que los problemas de fondo son ideológicos. Pero no menos importante son sus principales corolarios, los dilemas “estratégicos”. Por un lado tenemos la marcha lenta y suave hacia la izquierda, propugnada por los “moderados” y por las corrientes ideológicas más gramscianas, inspiradas en las llamadas teorías del caos, del “pensamiento débil” y del neoanarquismo, que defienden la supremacía de la transformación de las mentalidades sobre la revolución de las estructuras y llegan a defender el caos no solamente como estrategia sino como meta; y, por otro, la marcha rápida exigida por los radicales, más cercanos a las viejas teorías comunistas de la reforma de estructuras como condición necesaria para modificar las mentalidades.

7. Un autor contemporáneo que estudió en profundidad el juego de las velocidades en el interior de las revoluciones del siglo XX; los dilemas que ello representa para los líderes y las bases izquierdistas; el tema del caos en cuanto estrategia y meta revolucionaria; y las nuevas revoluciones posteriores al comunismo, fue el escritor y periodista brasileño Plinio Corrêa de Oliveira ( www.pliniocorreadeoliveira.info ) .

8. Ese dilema de las izquierdas uruguayas no es fácil de resolver. Si avanzan demasiado lento, la extrema izquierda se impacienta y comienzan las huelgas-chantaje; si avanzan demasiado rápido, el barullo puede hacer despertar a un centro del espectro político que actualmente dormita arrullado por las melodías “moderadas”.

La actual encrucijada de las izquierdas uruguayas se vive también en el interior de las izquierdas de otros países latinoamericanos, desde Brasil hasta Cuba, pasando por Venezuela, Chile, Ecuador, Bolivia, Argentina, etc. En tal sentido, actualmente ese fenómeno que viven las izquierdas uruguayas tiene algo de paradigmático, dejando al descubierto sus vulnerabilidades y sus “talones de Aquiles”.

Para el Uruguay, el problema no es que el Frente se siga “deshilachando”. El problema es que llegue a “deshilacharse” el propio Uruguay.

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