El profesor, investigador de la cuestión agraria, Francisco Hidalgo, animador de la revista Espacios, y copartícipe en el proyecto Seminario Internacional Antonio Gramsci, comparte estas notas que resultan de una reciente visita y diálogo a la Bolivia actual, donde las comunidades indígenas en su diversidad experimentan el acto de cogobernar en el marco de una experiencia capitalista; y reeditan las experiencias de la revolución de comienzos de los años 50, que no ha tenido solución de continuidad.
Pero, en el centro de este intercambio, por supuesto, después de haber experimentado una reforma agraria hace más de 50 años, está la tierra y la población que le otorga un valor y la transforma. En América Latina, desde México hasta Bolivia, las reformas agrarias han retrocedido a sangre y fuego, y de lo poco que de ésta ha ocurrido en Colombia, se sostiene también, dolorosamente, con la fuerza de los fusiles. N de la R.
Francisco Hidalgo / Director Ejecutivo SIPAE
Investigación agraria en la región andina
¿Un relanzamiento de la investigación agraria en la región andina requiere de nuevas relaciones entre ONG, Estado y universidades? Con esa pregunta comenzó un fructífero diálogo entre varias personas de distintos ámbitos institucionales ligados unánimemente al interés por potenciar la investigación en el área del desarrollo rural de base campesina indígena.
Intentando responder a esa interrogante el Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) recurrió a las experiencias del Sistema de Investigación Agraria en Ecuador (SIPAE), el Programa de Investigación de Bolivia (PIEB), el programa de post grado de la Universidad Mayor de San Andrés CIDES, unidades de proyecto de las agencias de cooperación ICCO y Oxfam, el Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST), la Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas, Indígenas y Originarias de Bolivia (CIOEC) y consultoras como la empresa Agrodata. Los resultados del intercambio se sintetizan en el presente artículo.
Desde hace varias décadas la mayoría de los Estados de la región sudamericana disminuyó su apoyo o dejó de promover investigaciones en el ámbito del desarrollo rural, función que tomaron para si principalmente las Organizaciones no Gubernamentales (ONG). Este desinterés estatal no fue fortuito, sino que correspondió a la tendencia de abandonar la producción campesina como un sector estratégico, mientras que crecía, imparable, la corriente de fomento a la agro industria, agricultura para la exportación o, como se denomina de manera más general, al agro negocio.
Nuevos escenarios, nuevos temas… (texto completo en archivo adjunto)
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