jueves, 25 de abril de 2013


LA NACIONAL Y LA PARTICIPACIÓN PARA LIBERARNOS DE LA GUERRA.
¡A ENMENDAR LA PLANA!

Miguel Angel Herrera Zgaib.
Director Grupo Presidencialismo y participación
Proyecto  @utonomistas

                                                     Al fin llega, después de haber insistido más de diez años atrás, con rectores de todas las prosapias, en la posibilidad que la Universidad de la nación lo sea, en efecto, sin exclusiones. Ahora lo será, en potencia, con ocasión de lo que se va a discutir en la segunda mesa de La Habana.
Pero, para que así ocurra es necesario que cambie, en parte, la metodología, y aproveche los medios a su alcance, y en particular tres. El campus mismo, y la radio, e internet para alcanzar a Colombia, a través de sus sedes, y la televisión a la mayor parte del país, bajo una fórmula interactiva, que transforme la dinámica del Caguán, la de los Consejos Comunales del pasado gobernante  y  para la Prosperidad, del actual.

Sencillamente,  porque en ellos  no hay, no se estila el poder decisorio para la gente del común, para las victimas, mucho menos para los pobres, los jóvenes, las mujeres, los lgtbi, en suma, las grandes minorías que en verdad constituyen a la Colombia real, y no la de bolsillo sometida a los grilletes de la representación espuria y clientelista, ejercida  como manía en todos los campos y lugares. 

Es lo menos que esperamos del entusiasmo participativo de los estimados colegas de la Nacho que tienen esa responsabilidad académica y política, al lado del PNUD, que suponemos financia, o cofinancia esta jornada. Se trata de ponerle el cascabel al gato de la representación, y hacer un ensayo general de la deliberación que prepare al país con razones para implementar los acuerdos que hagan posible liberarnos de la guerra, y que le de cabida a todas las voces de Colombia en directo.

No hay lugar ni oportunidad para más secretismos, ni dobles agendas, ni cortapisas, porque como alguna vez lo recordó la Corte Suprema de Justicia, el poder constituyente no tiene límites. Aunque todavía hay "leguleyos y rábulas" que ansían que los tenga, y quieren regresar al orden marcial del Frente Nacional, y a los toques de queda abiertos y encubiertos para asfixiar la revolución democrática en curso, que no puede ir de tumbo en tumbo; ni marchar según el gusto del grumete al comando de la nave del estado; y mucho menos del chalán que añora un estado a la medida de su finca.

La Nacho no puede pasar de agache, o sí? Es la hora de la luz, y la hornada está casi lista .

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