sábado, 15 de junio de 2013

LA  HISTORIA DE DOS CIUDADES.

PETRO TIENE LO QUE LOS RICOS  DESEAN 
(PRIMERA PARTE)

Miguel Angel Herrera Zgaib.
Director Grupo Py P, UNal/Colciencias
Proyecto  Gestión de lo Común y Subalternidad
presid.y.partic@gmail.com

Los "chicos" de la oligarquía hacen goles

"Nosotros insistimos en que se siga estudiando, creo que en la plenaria tendremos más garantías. Guillermo Jaramillo, secretario de gobierno de Bogotá.
"Sí se hizo un debate de fondo". Concejal Juan Carlos Flórez

                                                      La Registraduría distrital informó y certificó que  357. 250 firmas, de un total  de 630.623 presentadas el 18 de abril pasado, son válidas para  adelantar el proceso de revocatoria del Alcalde Gustavo Petro, un burgomaestre tan controvertido como Jorge E. Gaitán. Sin embargo, Gaitán fue escogido a dedo, como era la "norma", por el presidente Alfonso López Pumarejo  para alcalde de Bogotá. Ya Gaitán había renunciando al proyecto de la UNIR, orillado a bala en Fusagasugá y con pobrísimos resultados en las urnas, ya que su propio líder no consiguió ser elegido.

De otra parte, el mismo 7 de junio, - cuando Colombia empató con Argentina, en el partido que consagró al portero David Ospina -, fue votado  negativamente el POT, por la comisión del Plan del Concejo bogotano, en proporción de 9 contra 6. Aquí la bandera contra la administración Petro la agitó el joven liberal  Miguel Uribe Turbay, nieto de la dinastía del ex Julio César Turbay, defensor de la corrupción en sus justas dimensiones, la milimetría del Frente Nacional, y la seguridad autoritaria de la “República de las armas”.

En el caso de la revocatoria del mandato, el fantasma que ronda a Petro es otro vástago de una familia política tradicional, Miguel Gómez Martínez, el promotor de la revocatoria, un conservador joven de "pelo en pecho", quien se dio el lujo de llamar a Gustavo un "Madurito," y le agita el trapo de su pasado guerrillero cada vez que puede.

Un día antes, y todo parece indicar, que Miguel ya lo "intuía", se había filtrado que la Registraduría distrital daría aprobación a la recolección de firmas; que algunos calculan fue una operación financiera con un costo cercano a los $ 1.300 millones, que por supuesto no se corresponde con las cuentas acreditadas por sus promotores. Ese jueves el equipo en defensa del alcalde, con el abogado Guillermo Asprilla, compañero de Petro en el M-19, había señalado  que el 79 porciento de las firmas recolectadas no eran válidas.

Se fija la arena política y jurídica para que dos campos adversarios pongan a prueba, no solo la confiabilidad de la Registraduría del Estado, y desmientan aquello de que “el que escruta elige” con la que se  acusa al sistema electoral nacional desde los tiempos del cura Camilo Torres, sino que también la ciudadanía se haga partícipe de las bondades y defectos de un mecanismo de participación política establecido en la Constitución de 1991, y reglamentado por la Ley 134 de 1994.

Mientras tanto, el resto de fórmulas de participación establecidas en la misma Constitución, artículo 103, continúan sin reglamentación, me refiero al parágrafo tercero que habilita a los organismos de origen privado, esto es, a la sociedad civil como la define Antonio Gramsci: “asociaciones profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles, benéficas o de utilidad común o gubernamentales…con el objeto que constituyan mecanismos democráticos de representación en las diferentes instancias  de participación, concertación, control y vigilancia de la gestión pública que se establezcan.”

Las defensas

"Bogotá vive un nuevo tiempo, no va a dejar que la devuelvan al pasado." Gustavo Petro.

“Queremos hacer una campaña en las calles, convenciendo a la gente, con jóvenes, trabajadores y con personas que sufren la ciudad y que la quieren ver mejor.” Miguel Gómez Martínez.

El equipo Progresistas, fuerza política de oposición, contraria a la extensión del bipartidismo bicentenario, tiene hoy un único bastión político administrativo de relevancia nacional en la ciudad capital. En Bogotá, después de dos administraciones  con alcaldes que lucían la divisa del PDA, se había intentado un viraje de centro izquierda. Con Lucho asistió a los más pobres y miserables en seis localidades; y después, negoció con la pobreza y desfalcó a más no poder, bajo la batuta de un nieto de la Anapo, y su compinchería familiar. Samuel Moreno protagonizó la violenta cabriola a la derecha que condujo al derrumbe del proyecto del Polo.

 Samuel  todavía alega inocencia, su juicio nada que arranca y el espera una absolución,  parecida a la de su abuelo, pero aquí no ante el senado sino la justicia ordinaria, porque no hay un equivalente al juicio político en los niveles municipal y departamental. Algo va de uno a otro miembro de la familia anapista, de los negocios del dictador con consentimiento bipartidista, al nieto alcalde con "consentimiento" izquierdo anapista. Sin embargo, conviene recordar también que Anapo vivió la escisión de la Anapo socialista, cuya militancia hizo parte en buena medida del M19 después del fraude electoral de abril de 1970.

Los aliados activos y pasivos de este grotesco e insultante aquelarre, el carrusel de la contratación pública, exhiben con desvergüenza suma su silencio ante la ciudadanía. En la "colada" está la pareja Clara y Carlos; el Moir y PC, la social-democracia del ex-educador Jaime Dussán, y otros socios menores de procedencia izquierdistas que pasaron de agache. Unos y otros intentaron ridiculizar y boicotear las actuaciones de la Comisión de ética del PDA, cuando ésta tomó cartas en el asunto, incluso contra el propio Guillermo Asprilla, parte de la rebeldía Progresista, quien sin embargo se posesionó como concejal de Bogotá, cuando ya había “partido cobijas”.

Hoy, el mismo Guillermo Asprilla, destituido por la Procuraduría, como ciudadano de a pie, y progresista de "racamandaca" prepara la defensa del alcalde Petro para enfrentar la revocatoria. El primer ataque ocurrió un día antes del anuncio de la registraduría. Él  divulgó el resultado de  los conteos y chequeos hechos a los listados de firmas por el movimiento Progresistas. No más de 133.887 firmas de las recolectadas eran válidas; y sin prueba se rumoró que la revocatoria era pagada por dineros  de los encarruselados,  lo cual Miguel Gómez  siempre ha rechazado.

Luego la diferencia entre uno y oro conteo  es de 223.363 votos, el de la Registraduría Distrital y los Progresistas. La Registraduría, sin embargo, invalidó un total de 273.373 firmas. De estas, 23.014 tenían apoyos incompletos, 68.618 no eran personas del censo electoral bogotano, y 29.453 tiene uniprocedencias. Fue una operación acompañada por la Procuraduría, quien, adicionalmente,  ordenó en la operación inicial una verificación de 3.000 firmas.  

Lo que "El Tiempo" debería saber

“Sin embargo, antes de que esto suceda, se deben resolver los recursos de reposición a que tiene derecho Petro.”  En primera página de El Tiempo,  8.06.2013.

                                                      Las herramientas de defensa del alcalde Petro y los “progresistas” que siguen no son “las reposiciones”, sino la reposición ante la misma Registraduría distrital del estado civil, y la apelación ante la nacional, que preside el liberal Carlos Ariel Sánchez. Dichas instancias tienen alrededor dos meses para resolver ambos recursos. Luego, de mantenerse la decisión vendrá la citación para votación en los dos meses siguientes.

Entonces tendrán que participar el 55 por ciento de los ciudadanos votantes que lo hicieron el 30 de octubre de 2011, esto es, alrededor de 1.200.000. La mitad más uno de estos deberá votar la salida de Gustavo Petro, quien pasado un año ha despertado una controversia que recuerda la producida en los tiempos de Jorge Eliécer Gaitán, quien intentó uniformar al gremio de los transportistas, y estos declararon la huelga contra él, y triunfaron en su intento. 

Pero, claro, Petro no es Gaitán, ni la causa es la misma. Aquí el “Florero de Llorente,” la más visible es el fracaso en la implementación del programa “Basura 0”, donde tuvo que enfrentarse con cuatro pulpos de la contratación de la recolección de basuras y desechos, quienes primero se lucraron por años de los ejercicios de “acumulación originaria del capital” que realizaban los pobres recicladores en las calles bogotanas, y ahora no quieren entregar los vehículos que compraron con los dineros producto de tales contrataciones con el Distrito.


Más allá de lo que los recursos judiciales brindan, y lo que la votación ciudadana establezca si las firmas revisadas, una a una, lo autorizan,  “l´enfant terrible” del M-19/Progresistas, con orígenes no oligárquicos, de talante autoritario, se ha atrevido desde su discurso de posesión en la plaza de Bolívar, que a no pocos le pareció con claros ribetes presidenciales, a presentar una fórmula alternativa de ciudad, como lo muestra la creciente favorabilidad que ya tiene en los estratos uno y dos, una ciudad social que tiene, dice él, el objeto de combatir la segregación capitalina. 

1 comentario:

  1. Los invito a leer la segunda parte de esta crónica política con una pizca de análisis y enseñanzas en presente.

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