viernes, 6 de marzo de 2015

CAMILO TORRES RESTREPO (PARTE III)

Una invitación para releer y visibilizar la vigencia del pensamiento de Camilo

Carlos Medina Gallego

                                               En febrero de 2015 se estarán cumpliendo 50 años del “nacimiento” de Camilo Torres Restrepo a la historia del país, seguramente dicha conmemoración estará repleta de actos y muy variadas celebraciones, lo que resulta bien. No obstante, lo que requiere el país es hacer del pensamiento de Camilo una herramienta para la construcción del bienestar de la nación, la ampliación y profundización de la democracia, unido a un vigoroso proceso de unidad que convierta a los sectores populares  y a las fuerzas políticas democráticas en una autentica alternativa de poder.

Camilo tiene que volver a ser la voz de los campesinos reivindicando el derecho a la propiedad de la tierra para el que la trabaja, en un contexto de realidades en las que la tenencia empresarial no anula las posibilidades de una economía campesina pujante, erigida sobre la sustentabilidad y la soberanía alimentaria de la nación, el mejoramiento de la calidad de vida de las familias y comunidades campesinas, el reconocimiento y valoración de sus condición social y cultural, en el marco de la afirmación plena de sus derechos ciudadanos.

Camilo debe volver a ser la voz de los trabajadores y de los obreros, de la amplia población de desempleados, en la recuperación y consolidación del derecho al trabajo, en el mejoramiento de la calidad del empleo y de todas las garantías laborales y prestacionales. Su voz debe volver a los sindicatos a reclamar a los dirigentes sindicales por su burocratización y su pérdida efectiva de compromiso con los derechos de los trabajadores,  demandándoles estar del lado de las urgencias políticas del momento.

Camilo debe volver a ser la voz de las mujeres, construyéndose en procesos de empoderamiento y lucha por la deuda histórica que se tiene con ellas en materia de sacrificio y derechos. Las jóvenes tienen que emprender una cruzada de organización nacional de mujeres con una agenda propia y un proyecto ético y político democrático que las lleve al ejercicio político del poder. 

Nuevamente, debe amplificarse la crítica de Camilo a la incapacidad de los estudiantes para construir organización nacional y para estar del lado de los sectores populares en las luchas sociales y políticas por acceder al ejercicio del poder. Ellos mismos deben liberarse de falsos prejuicios para articularse desde muy temprano a la construcción de un modelo de democracia que se amplia y profundiza, con su presencia ética y política en los órganos de dirección del Estado y en los espacio de elección popular.

La voz de Camilo debe volver a sonar al interior de las brigadas, los batallones y puestos de seguridad de la fuerza pública, recordándoles que la patria es el pueblo y que defender la patria es proteger al pueblo. No pueden seguir siendo los bomberos de la inconformidad que apagan con represión los incendios que generan las élites políticas y económicas con su desfachatez y ambición. Para recordar a los militares que su papel no es hacer la guerra contra los humildes, sino conservar y garantizar la paz.

Camilo de motivar a que toda la iglesia vuelva a leer desde los púlpitos las encíclicas papales del Vaticano II, que dieron origen al compromiso de sectores de la institución con los pobres y sus problemas, que convirtieron el amor al prójimo, en Amor Eficaz. Hoy el país requiere que en todas las iglesias se hable de la paz y que se haga conciencia a católicos y cristianos de su compromiso con la construcción de la misma.

Camilo debe volver a transitar por los barrios populares con sus grupos de estudiantes haciendo los nuevos diagnósticos de la pobreza y construyendo las agendas de derechos de los pobladores urbanos. Su prédica política se afianza en la necesidad de que la paz se construya desde los territorios, con las poblaciones y sus agendas de derechos.

Un camino largo está por recorrerse en el proceso de solución política al conflicto armado, y con él deben comprometerse todos los sectores sociales, económicos y políticos de la Nación, con objetividad y realismo. Porque el pensamiento de Camilo está cargado de propuestas esenciales.


Bogotá, 15 de febrero de 2015  

Referencia Bibliográfica: Para el desarrollo de este artículo fueron tomados los documentos esenciales de Camilo Torres Restrepo en lo esencial: Mensajes a los campesino, a las mujeres, a la oligarquía, a los militares, a los sindicalistas, a los colombianos, a los cristianos, a los comunistas y a los estudiantes. Igualmente los trabajos de Orlando Falsa Borda sobre el pluralismo utópico y la vigencia del pensamiento de Camilo.  

Fue también objeto de consulta el trabajo de Eduardo Umaña Luna sobre el Humanismo en Camilo. Se consultaron textos de Camilo tales como: Universidad y Cambio Social (1964), Crítica y autocrítica (1964), entre otros documentos referenciados a sus vidas en la Universidad Nacional. El texto se construye en el marco de una reflexión libre sobre las ideas de Camilo, en el que el autor se tomó el atrevimiento de escoger y ajustar algunos de los textos transcritos para hacer más evidente su vigencia en el contexto de los tiempos presentes.                  


     

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