DOCUMENTOS PARA EL
DEBATE SOBRE LA EDUCACIÓN PÚBLICA Y LA UNIVERSIDAD NACIONAL
En la semana que ya termina hubo una nueva experiencia de designación de rector en la Universidad Nacional de Colombia, que es responsable de la mayor actividad investigativa, tal y como se prueba con los registros nacionales e internacionales conocidos. Sin embargo, no es menos ciertos, que esta institución está abandonada en materia de infraestructura y mantenimiento. Lo cual ha llevado al colapso de varias de sus edificaciones más connotados, luego de estar sujetas al descuido por más de 30 o 40 años.
Amén de la precaria dotación de los pregrados, en materia de recursos tecnológicos, como lo prueba una de las facultades más antiguas, la de Derecho, donde no hay una dotación básica de computadores y programas adecuados para los ejercicios de investigación y de consulta de las bases de datos internacionales más importantes.
La denominada fórmula neo-liberal de la autofinanciación fracasó en las promesas hechas cuando se entronizó en los cuerpos administrativos y en la "competencia docente" en lo que algunos llaman el "puntímetro". Se presentaron siete alternativas. Aquí está el comunicado de la que resultó más votada en la consulta. NdR.
Comunicado a la opinión pública de
la campaña de Mario Hernández a la Rectoría de la Universidad Nacional
El mensaje del gobierno Santos a la Universidad Nacional
A pesar de la expresión mayoritaria de
la comunidad por un cambio de rumbo de la Universidad Nacional de Colombia, el
gobierno del presidente Santos optó por la continuidad. Como lo sustentó la señora
Viceministra de Educación Superior, Natalia Ariza, “el rector Mantilla permite
una mejor relación con el gobierno nacional”, sin considerar la crisis
financiera, de transparencia, de infraestructura y de calidad académica por la
que atraviesa.
Éste mensaje no sólo da la espalda -una
vez más- a la comunidad universitaria sino que ratifica la política de educación
superior que se ha venido implantando en el país y que el gobierno actual ha
profundizado. Este mensaje no contribuye a la construcción de una sociedad en
paz para el post-acuerdo.
La comunidad universitaria le apostó a
más autonomía, más democracia, más transparencia, más calidad académica y más
compromiso con los problemas de la Nación, con base en el financiamiento
público directo. Pero esta propuesta sigue sin ser escuchada.
En efecto, el Plan Nacional de
Desarrollo expresa con toda claridad una política de educación superior lesiva
para el país. Esta política plantea un sistema de educación “terciaria”
orientado hacia la educación técnica y tecnológica de los más pobres y
educación superior para unos pocos.
Es un sistema de financiamiento que irá
transfiriendo los recursos de los presupuestos de las universidades públicas
hacia el crédito educativo y el programa “Ser pilo paga”; un sistema de
educación superior orientado por la competencia de mercado entre instituciones
públicas y privadas indiferenciadas; un sistema que no podrá hacer
investigación de calidad; un sistema que niega la autonomía universitaria y la
delega en consejos superiores ajenos a las comunidades universitarias; en fin,
un sistema que reproduce las desigualdades acumuladas según la capacidad de
pago de las personas, como se ha demostrado en el sistema de salud.
La comunidad universitaria de la
Universidad Nacional reclama una relación más autónoma respecto del gobierno y
propone discutir con el Congreso de la República y con la sociedad colombiana
los cambios que requiere una educación superior en concordancia con el
post-acuerdo y una sociedad igualitaria, democrática y en paz.
Desde este ejercicio de convergencia
alrededor de la campaña de Mario Hernández a la Rectoría de la Universidad, desplegaremos
un movimiento de transformación interna y de organización nacional que conduzca
a la construcción de pactos sociales y políticos para una nueva educación
superior pública que contribuya al goce efectivo del derecho a la educación y a
una sociedad en paz.
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