domingo, 29 de marzo de 2015

DEBATE EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR PÚBLICA EN COLOMBIA

¿(RE)DESIGNACIÓN O ELECCIÓN EN LA NACHO?

                                            En una circunstancia en que las instituciones de la justicia nacional se encuentran en ascuas, porque revelan signos de inocultable corrupción. Cuando, además, se discute la injerencia inapropiada e ineficaz de la Corte Constitucional, entre otras, en los procesos de escogencia de funcionarios, ahora está en el explosivo "menú" del día el modo cómo se designa, no se elige al rector de la universidad más importante del país, la "Nacho" como se le llama cariñosa y brevemente.

Breve genealogía

La  Universidad Nacional, cuyos antecedentes, en rigor, no arrancan de 1867, como se repite en la propaganda oficial, sino, en verdad, se remontan a la ley de 18 de marzo de 1826, cuando el senado y la cámara de la República de Colombia organizaron su sistema de educación pública y enseñanza nacional, se puede concluir que nuestra universidad es gemela con las universidades hermanas de Ecuador y Venezuela, que conservan su nombre original de universidades centrales.

La creación del sistema de educación en 1826, respondía a que "no pueden difundirse la moral pública y todos los conocimientos útiles, que hacen prosperar a los pueblos...", sin una institución de educación y enseñanza nacional.

La Nacional nació en el entonces departamento de  Cundinamarca junto a las universidades centrales de Venezuela y Ecuador, que correspondían a los departamentos del mismo nombre. Conforme a lo que se consigna en la ley de 18 de marzo, en su capítulo VII. De las Universidades Centrales, Art 42.

Un presente oscuro y conflictivo

"Gané la consulta entre profesores, es decir, no es cierto que haya sido impuesto sin tener alguna favorabilidad." Ignacio Mantilla, ET, 29/03/15, p. 12.

                                               Esta universidad, reitera ahora el rector Ignacio Mantilla, escogido por segunda vez, con el voto de 6 contra 2, en la sesión del CSU, no tiene un proceso de elección. Así lo plantea en el reportaje de este domingo en El Tiempo. 

Él mismo señala que no se puede politizar, pero recuerda que ganó la consulta en el estamento de profesores. Lo cual es cierto, pero, ¿ello nada tiene que ver con la política? Por supuesto que sí. Así lo consigna la Constitución de 1991, cuando habla de los mecanismos de participación ciudadana. 

Dice Mantilla en el reportaje, "Una vez se hace esa consulta, el Consejo puede nombrar a cualquiera de los elegidos (cinco)". Esto es, la consulta realiza una elección para "seleccionar cinco candidatos entre quienes se presenten", añade el entrevistado.

Mantilla, un matemático de alta formación universitaria, concluye del modo siguiente: "No se trata de una elección, y la universidad no se debe dejar politizar en ese sentido. Introducir los vicios de la política sería lamentable..."

Muchos siglos antes, la etimología del término política, nos remonta a Grecia antigua, a polis, politeia, kinonia politiké. Estos vocablos refieren como constante de su significado, en su raíz, a los muchos, al asunto de los muchos quienes deciden sus propias reglas, es decir, al ejercicio real de la autonomía.

Volviendo con la consulta, Ignacio guarda silencio, no solo en este aspecto, sino en señalar que lo contrario ocurrió en los casos de estudiantes y egresados, donde perdió con Mario. Al obrar así, omite parte de la verdad, hace politiquería para defender su interés personal. 

Al recordar también que la consulta es ponderada, omite, igualmente, decir que el ponderado da como ganador a Mario Hernández con algo más del 30 por ciento, mientras que él consiguió el 26 por ciento.

¿Periodismo investigativo?

"En ese proceso, que contó con una participación estudiantil de apenas 30,5 por ciento, el médico Mario Hernández obtuvo la mayor favorabilidad, con un índice ponderado de opinión de 15,5 mientras que Mantilla alcanzó 13,5." ET, 29/03/15, p. 12.

Sin excusa, el periodista de la redacción de "Educación", quien entrevistó a Ignacio Mantilla, y no lo hizo con el ganador de la consulta, como tampoco lo hizo hasta ahora  Darcy Quinn, el mismo día que coló la "chiva" de la escogencia de Ignacio Mantilla, no han realizado la tarea completa de indagar por los hechos, y  preguntar a los protagonistas, a los estamentos, y a los que los representan en esta disputa. 

Con este proceder, después de varios días, se sigue desinformando al país. Cuando se vela la verdad de los hechos, cuando solo se exhibe un punto de vista se contribuye a crear un clima de insatisfacción, pugnacidad, y resistencia por parte de los afectados. 

En una palabra se estimulan las vías de hecho, una trampa en la que no ha caído la comunidad universitaria, que sí rechaza este tipo de conductas: que faltan a la verdad, y desconocen la autonomía que implica auto-gobierno de la universidad.  

Esto no ha ocurrido, y la expresión de la viceministra de educación Ariza, lo corrobora, cuando justificó su voto en favor de Mantilla, conducta que en poco, o casi nada la diferencia de agenciar un interés privado, como se denuncia hasta hoy, de la conducta de los magistrados de la Corte Constitucional, con Jorge Pretelt, y otros colegas suyos, según él mismo lo ha denunciado.  

Algo anda podrido en las Cortes y en la Educación Pública Superior, para parafrasear el  gracejo sarcástico de Darío Echandía, quien habló de la democracia colombiana con la siguiente figura: "un orangután con sacoleva".

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