PUROS UNOS: ENTRE OLIVOS Y ACEITUNOS
Miguel Ángel Herrera Zgaib
Esta vez, dos partidos enmarcaron una
tragedia, el amistoso entre Alemania y Francia, que afuera del Stade de France,
recordaba y multiplicaba con muertos la relación amigo-enemigo que enfrenta al
Occidente Capitalista con el Islam militante y radical; y de otra parte, el
encuentro entre Brasil y Argentina, en el estadio de River, en la mítica cancha
de Núñez, donde hubo empate 1-1, y en número de goles depositados en las redes
contrarias, 160 y 160.
En el penúltimo partido de esta
oscurecida noche, por el desastre humano de París, los goles de Lavezzi, en el
primer tiempo, y de Funes-Lima, en el segundo no lograron remontarse, a pesar
que fue un partido movido, y con duros roces y golpes entre "varones"
en los últimos 15 minutos.
Lo importante de este juego, en medio de
intempestiva tragedia, es que nos mostró la Argentina que enfrentará Colombia
el próximo martes. Hoy está claro que es posible que empate el partido, y hasta
ganarlo, porque no tiene la albiceleste la presencia de Messi; y Di María no está
aún en la condición de arrastrar el liderazgo, que formalmente estuvo esta vez
depositado en Mascherano.
Pero, los dos equipos en cuestión llevan
pésimos puntajes en la tabla, donde Ecuador tiene una performance descollante.
Es la oportunidad para que Pékerman renueve parte del plantel, insistiendo en
los dos nuevos, debutantes en el empate contra Chile. Y darle impulso y
confianza a Muriel que se proyecta con su juventud en la posibilidad que
encontremos sustitutos para el Pibe.
Por lo pronto, James, aunque no está en
la mejor forma es la figura, sigue siendo de talla mundial, ante la no
recuperación de Falcao. Y aunque el goleador poco luzca en buena en parte del
match, con ese giro de casi 180 grados, en una posición casi imposible, James impidió
que se hubiera encajado una derrota, aunque el equipo jugaba bien en el primer tiempo, y jugó mejor en el
segundo, más allá de sus estelares conocidos.
Pékerman estaba a punto de entrar en un
"ataque de nervios", y parece que aprendió a innovar, al borde del
abismo. Veremos qué tanta novedad se ha incorporado con el examen que tendrá el
combinado nacional inyectado con sangre joven, equilibrado con la presencia de
figuras consagradas, siempre y cuando no se sacrifique la vocación ofensiva que
es la que se traduce en goles, y verdad de perogrullo, en victorias que nos abran
esperanza de estar en Moscú.
El próximo es un mundial plagado de
corrupción, animada y fomentada por la jerarquía de la Fifa ad portas de ir a
la cárcel. Así que todo parece indicarnos que la renovación, casi revolución
volverá a tocar a las puertas, no de San Petersburgo, sino de Moscú. Y conviene
que la selección Colombia concurra de nuevo.
Hoy París sangra, y ya hay brotes
intensos de xenofobia dentro de la ciudad, que se tradujeron en lo inmediato en
el incendio a un campo de refugiados, con todos los riesgos que traerá que la
pólvora se riegue por la banlieu parisienne. Ojalá que la razón no sirva para
seguir contando cadáveres, sino para apuntar al nido de este drama, donde
Francia hace la guerra a ISIS, pensando su gobierno en que dizque defiende una causa justa.
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