¿A QUÉ
VIAJA DON ENRIQUE A LA HABANA?
Miguel Angel
Herrera Zgaib
“El
presidente es el que tiene la chequera”. J.M. Santos.
“No es a
partir de un acto legislativo o de un plebiscito “no consensuado” como se va a
alcanzar la refrendación y la implementación… “Iván Márquez
En esta semana, después de la pérdida del equipo de Colombia con
Argentina, 1 a 0, se publicita en
seguida el viaje del hermano del presidente, Enrique Santos, de urgencia a La Habana. Juan Manuel, este viernes, se dirigió a los
colombianos para indicar por partida doble, para qué envía a su hermano, quien
dio la primera puntada del acuerdo secreto con las Farc-Ep, reuniéndose con
Alfonso Cano, la primera víctima de la actual negociación de paz.
Él hablará con Timochenko para desfacer un doble entuerto: la concreción del asunto de la justicia
transicional que tiene 75 puntos, con solo 10 conocidos; y acordar el mecanismo
de la refrendación de lo que acuerden las partes, que en ningún caso podrá ser
el plebiscito, tal y como lo prefabricó el gobierno y el Partido de la U, y sus
aliados, si damos crédito a lo dicho por Márquez.
En el entretanto se vienen, en apariencia, contando los seis
meses, a partir del 26 de septiembre, para finiquitar la negociación. A la vez,
se ha planteado por la dirección de la guerrilla, que ellos están dispuestos a
que en diciembre pueden empezar a darle curso al cese bilateral del fuego y
dejación de armas; cese que por lo pronto lo respetan ellas, aunque otra cosa
digan los organismos del Estado que lo monitorean, y dicen que hubo tres
violaciones contabilizadas.
La restricción de la libertad
“Queremos
decirle a los colombianos, que hemos cometido errores”. Iván Márquez.
Durante el mes de
septiembre, los negociadores del gobierno se sintieron aventajados, en lo
tratado por los especialistas que arreglaron los asuntos técnicos de la aplicación de la justicia, en
particular, en términos de la restricción de la libertad para los guerrilleros
que tiene directos efectos políticos en el tránsito de la guerra a la política
activa. El presidente estuvo dubitativo al momento de darle la mano al
secretario de las Farc-ep, con la presencia mediadora del anfitrión Raúl
Castro, y las cámaras del mundo mostrando aquel primer desenlace.
Enrique Santos Calderón no la tiene fácil, pero sí unos
antecedentes de hombre que fue de izquierda, la oveja negra de la familia del
establecimiento, los Santos Montejo, que no han tenido muchas veleidades de ese
caletre. El niño terrible hizo su experiencia periodística con Alternativa,
donde se forjaron como periodistas tres chicos de la high bogotana, él, Antonio
Caballero, y el actual director de El Tiempo. Todos bajo el amparo tutelar de
un escritor de talla mundial, el Gabo que ya no los acompaña.
Enrique juega todas las cartas del presidente, con una
ventaja relativa, en el plano global, la segunda parte de la guerra contra el terrorismo. Ahora con el liderazgo
de Europa, encabezada por la ofendida y martirizada Francia, en París y en su
excolonia, Mali, en Africa Occidental. Porque si se rompe la negociación de
paz, contra las Farc-ep, se puede reanudar la campaña de ataque a una
organización narco-terrorista.
Pero, no es menos cierto, que los Estados Unidos tiene menudo
problema en el Medio Oriente, y en el combate contra los frentes yihadistas del
Islam en sus vertientes, las que no respetan ninguna coalición, en particular,
a la que combate su base territorial, donde tiene existencia el Califato
Islámico, que controla los más ricos yacimientos petroleros, a quienes todas
las potencias le tienen ganas.
Se ha reanudado una nueva ronda de conversaciones en La
Habana, e Iván Márquez recordó que hubo acuerdos sobre tres puntos de la
agenda, pero hay 28 tópicos de desacuerdo no resueltos. Y la piedra de la
discordia es el cuarto punto de la agenda, la justicia transicional, que quiere
ser una que castigue de modo unilateral a la dirección guerrillera, sus máximos
líderes e ideólogos. Estos no repetirán el suicidio cometido por la Alianza
Democrática- M19, cuando aceptó auto-excluirse para ser elegida al nuevo
Congreso.
El modo de refrendación
“No se trata simplemente de llegar a un acuerdo. Se trata de
llegar a un buen acuerdo, el mejor acuerdo para los colombianos.” Humberto De
la Calle.
El gobierno reelecto pasó de la noche a la mañana del referendo al
plebiscito con una votación prefijada de 4.4 millones para darle el sí, de modo
general al Acuerdo de Paz. En disputas bizantinas, los defensores jurídicos y
políticos del gobierno de la Unidad Nacional, han insistido en que tiene que
distinguirse entre el procedimiento para la aprobación de refrendación y el
mecanismo para su aprobación.
Pero, lo cierto es que se insiste en que no se puede realizar
una constituyente en la que participe la ciudadanía que así lo quiera. Parece
ser un punto de principio del gobierno negociador, mientras que para las
Farc-ep es la garantía que lo acordado tiene el efectivo respaldo de la
población colombiana, a la vez que le da la oportunidad de entrar en contacto
con el país nacional, del que solo conoce, hasta cierto punto, la ruralidad.
¿Qué pasará de aquí en adelante con De la Calle y Sergio
Jaramillo?
Está claro que ellos desfallecen frente a sus interlocutores, porque
confiaron en su equipo jurídico, y cuando vieron los resultados, se echaron de
“pa´tras. Los juristas escogidos por las Farc-ep, con la presencia de Álvaro
Leyva en su conducción, pusieron en limpio el precio de darle cabida a la
insurgencia subalterna de las Farc-ep, para que no sea la rendición la fórmula
de la paz.
Para lo cual no necesitaba cambiarse el estilo y pretensiones
de Álvaro, por las de Juan Manuel. Pero, sigue el conteo del tiempo, y está en
la lista el Eln pidiendo pista. Mientras que el M19 está mareado, y su líder
más contemporizador, Antonio Navarro, puso el grito en el cielo; y recibió una
carta confirmatoria del presidente, que no los responsabilizarán de crímenes de
lesa humanidad por los hechos del Palacio de Justicia.
Aunque él recordó en seguida que el Estado no es el poder
ejecutivo, y que nada han hecho ni dicho las demás ramas del poder público, se
requiere un pronunciamiento unánime. En cambio, el procurador Ordoñez le llamó
la atención a Juan Manuel, diciéndole algo así como “zapatero a tus zapatos”. Y
el Fiscal fue el primero en armar ese tierrero.
Las cosas están revueltas en el asunto de la paz en Colombia.
Estamos muy cerca de que se rompan las negociaciones de la paz. Por lo que no
queda duda que el hermano del presidente, Enrique Santos Calderón, va con la
urgencia de evitar que su labor de ser amanuense de la paz no se quede en la
escritura de cómo empezó esta iniciativa. Para tener que volver a decir que se
recrudeció la guerra, cuando la economía colombiana está entrando en cuidados
intensivos, y no se ve a la vista una mejoría inmediata, con una conducción
errática frente a la inflación, que cada vez se acerca más a la estanflación.
Mucho menos parece dispuesta la chequera de parte de sus asociados extranjeros, eso sí,
siempre dispuestos a “hacer leña del árbol caído”. Aunque en la alocución de
este viernes Juampa se arrebatara en elogios para con el presidente Obama, y
los anteriores gobiernos de los Estados Unidos, que es su socio más importante
en la paz como en la guerra contra la oposición armada.
Y, él mismo se haya ufanado que Colombia tiene el apoyo de
los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, para monitorear un posible
cese bilateral al fuego y posterior dejación de las armas, que podría ser el
anuncio de navidad que recupere este tiempo de zozobra creciente.
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