¿PASO AL ABISMO DE LA IMPUNIDAD?
Miguel Ángel Herrera Zgaib
Director Grupo Presidencialismo y Participación, UNal/Colciencias.
Poner pies en polvorosa
Poner pies en polvorosa
El anuncio del presidente Juan Manuel Santos, el pasado sábado, como cabeza de las FF.AA y de Policía en Colombia, como lo ratifica el texto publicado por el portal de la "Silla Vacía", llenó de contenido la necesidad del Bloque de la Paz, resolver el asunto de las negociaciones con un ejercicio constituyente. Esto es, con un ejercicio que exige la participación plena de los ciudadanos conforme lo dispone el artículo 40 de la Constitución Nacional.
Estos anuncios del presidente constituyen el inri para el
plebiscito auto impuesto mediante la fórmula cocinada por el poder constituido,
vía las mayorías del Congreso de Colombia. Porque aquí se buscó blindar la
"legitimidad" del régimen para-presidencial del que fueron activos
partícipes tanto el presidente Álvaro Uribe como el mismo Juan Manuel Santos.
El gobernante reelecto, al "mostrar el cobre," descubre ante todos que quiere proteger las espaldas de los dos
gemelos que han sido en la guerra interna contra la insurgencia subalterna. Santos quiere alejarse de la búsqueda de la verdad
debida y de los crímenes ordenados, encubiertos o propiciados contra los
gobernados opuestos, desobedientes, rebeldes, resistentes, insurrectos.
En suma, no responder a la dominación padecida por los muchos, armados y desarmados. De ahí se entiende que se quiera borrar ahora de un "plumazo" ejecutivo, con sanción congresional, la responsabilidad de todos los superiores jerárquicos en la guerra sucia contra los subalternos en armas. Así lo advirtió ya, y lo censuró la organización HRW.
¿Roxin pasa de moda?
En suma, no responder a la dominación padecida por los muchos, armados y desarmados. De ahí se entiende que se quiera borrar ahora de un "plumazo" ejecutivo, con sanción congresional, la responsabilidad de todos los superiores jerárquicos en la guerra sucia contra los subalternos en armas. Así lo advirtió ya, y lo censuró la organización HRW.
¿Roxin pasa de moda?
Por eso, con tal propósito del bloque dominante, tampoco la doctrina del alemán Roxin les ofrece
seguridades a estas conductas delictivas, de las que cuando menos se tiene
memoria de finales de los años 70, cuando bajo el orden marcial, que Gustavo
Gallón calificó como República de las Armas, se pasó al Estatuto de Seguridad,
estructurado por Turbay/Camacho Leyva con apoyo de los expertos estadounidenses
en inteligencia, para "aconductar" a la Sociedad Civil colombiana.
Ella daba muestras inequívocas de impulsar por necesidad, la
revolución democrática, que había arrancado con el fallido intento populista de
Jorge Eliécer Gaitán. Dos notables impulsos en esa dirección lo dieron, después
de la muchedumbre que animó el gaitanismo, las multitudes que respondieron al
llamado de Camilo Torres y el Frente Unido, y las que votaron al exdictador
reformista Rojas Pinilla, dándole existencia a la Anapo que derrotó al último
candidato del Frente Nacional, Misael Pastrana Borrero.
Hecha la trampa se dieron argumentos para que subalternos
afectados por el robo, y la coyunda del capital financiero, propiciaran el
nacimiento del M-19, quien reinvindicaba como guerrilla urbana, el nombre de
Bolívar, por una parte; y por la otra,
interpelaba a la nación colombiana, bajo el lema "Con el pueblo,
con las armas, al poder", valiéndose del ingenio mediático dispuesto por
la Era de la Comunicación.
Bueno, ahora, si se quiere hacer la paz, que es asunto de
todos, y no de dos representaciones guerreras, la paz verdadera no es solo la
de las víctimas, sino la que impulsen y exijan los grupos y clases subalternas.
A ella, el grupo Presidencialismo y Participación la caracteriza como PAZ
SUBALTERNA, como paz constituyente.
Por supuesto, esta
revolución democrática, interrumpida por el terror y la intimidación, a lo
largo de 60 años, se tendrá que ver con la ambivalencia de la multitud, acerca
de lo cual, entre otros ha escrito Paolo Virno, para relativizar lo escrito por
la pareja Negri/Hardt. Pero no hay duda que es el tiempo del poder
constituyente.
Sin duda, a esta propuesta en curso, bombardeada por la
derecha, la reacción y el centro, en Colombia, le ayudan las experiencias
suramericanas más cercanas, y la española que acaba de acontecer este 20 de
diciembre. En tres palabras, se trata de democracia, autonomía y poder
constituyente juntos, ejercidos por los muchos. Por último, y ¿cómo esto es de
común ocurrencia? Como el ser humano aprende a ser anfibio, caminando, nadando
y volando, en vivo y en directo.
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