miércoles, 20 de enero de 2016

Proyecto CINECLUB SIN FRONTERAS

ETTORE SCOLA, UNA JORNADA PARTICULAR.

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Proyecto Cineclub Sin Fronteras
Grupo Presidencialismo y Participación

Falleció este realizador italiano, nos informa la prensa internacional. Ya había pasado la cuenta de las 80 primaveras, y tenía un lugar ganado en los espectadores italianos de la posguerra, y, particularmente, pienso, en aquellos que le reclaman al cine algo más que diversión y novedad en la forma fílmica.

Ettore fue un militante comunista, y un partícipe en la vanguardia cultural que trató de ajustar cuentas a su modo con el gran drama del fascismo, adentrándose en el sentido común que lo hizo posible, y al cual instrumentaron los intelectuales que con Mussolini animaron esa aterradora revolución pasiva que dio impulso al capitalismo con la guerra dentro y más allá de la frontera italiana.

Un recuerdo estético y político

Mi recuerdo para con él está ligado con la película Una Giornatta Particolare, con la que empezamos el cineclub La Lechuza, en Girardot, mi terruño, cuando con otros compas animamos un movimiento cívico local, en interlocución con otras propuestas regionales, donde Orlando Fals Borda era un animador de primera línea con el Boletín MP.

Escogimos la película, en la que Sofía Loren y Marcello Mastroiani, consentidos de la ola neorrealista, y el último estrella de Federico Fellini, al lado de Giuletta Massina, hacen una radiografía de un día de parada, en una familia pequeño burguesa, donde el marido y los niños, en un edificio poblado de seguidores del Duce se desocupa para asistir a la gran ocasión.

Sofía se queda, esclavizada por las tareas de la casa, luego de ofrecer desayuno a los marchantes del hogar, y se encuentra en la azotea, donde la ropa se asolea y seca con Marcello, un homosexual desinteresado del machismo ambiente, y entusiasmado por aprender la rumba en su apartamento.

Es un pajarito el que conecta con su vuelo azaroso las dos vidas, y la historia se desencadena, con cuidado en el detalle, y actuaciones magistrales, permitiendo leer en las vidas de dos outsiders la miseria moral de aquel capitalismo ordinario que terminará en el linchamiento del Duce y Claretta, su amante, si mal no recuerdo en las calles de Milán.

Lecturas del fascismo

Otra será la lectura e interpretación del fascismo hecha por Pier Paolo Pasolini, "Saló, o los 120 días de Sodoma"; pero, por lo pronto, no quería dejar pasar, el recuerdo de los 80, la experiencia de Avanzada Democrática, Cívica y Cultural; pero ante todo un homenaje a Scola, una suerte de romántico neorealista, si me permiten la expresión, que le dio cabida al cine subalterno en su vena humorística y picaresca.

Invitándolos, claro, a que repasen su filmografía, y una de sus últimas películas, "Gente de Roma", donde la comedia permite hacer entradas agudas en el tiempo del Berlusconi, un Cesare de pacotilla, luego del deshielo comunista del compromiso histórico con todos sus vaivenes.

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