viernes, 29 de enero de 2016


SARA ABRIL Y LA UNIVERSIDAD NACIONAL 

INTERPELAN
AL PRESIDENTE SANTOS

EN EL LEÓN DE GREIFF. 

Miguel Angel Herrera Zgaib
Grupo Presidencialismo y participación
Profesor asociado, Ciencia Política, Unal

"El presidente Santos decidió meterse a la boca del lobo. Tuvo coraje y valor personal. " Comentario de Darío Arismendi, 29/01/16
"Este presidente es el que le quitó $28.000.000.000 a Colciencias. Qué pasa con un país que no fortalece la educación pública. La educación es un derecho." Sara Abril, representante del CSU.

                                                                      El año 2016 empieza con dramáticas situaciones para todos los colombianos, a la vez que en él se define la ruta definitiva de la paz parcial en Colombia. Porque los antagonistas, gobierno y guerrilla de las Farc-ep, han acordado acelerar y propiciar la terminación de la negociación en el próximo mes.

Entretelones de una lección inolvidable

                                                              Bogotá vivió ayer, entretelones, una transformación en la negociación de la paz. La universidad, y en particular, la Nacional, restaurada en 1867, y reformada en 1934, a través de la vocería digna, valiente, rotunda de la estudiante Sara Abril, única representante ante el CSU, cuestionó públicamente el quehacer del presidente Juan Manuel Santos, visitante clandestino del auditorio León de Greiff.
Cuando se planeó en secreto, que el presidente acompañado de la ministra Gina Parody, hablara de la paz, en la presentación de la película Colombia, Magia Salvaje. En apariencia, lo que se esperaba era que el Centro de Pensamiento para el Seguimiento de la Paz, que preside el colega Alejo Vargas, tendría al delegado del gobierno, Humberto de la Calle para que interviniera a los estudiantes de primer ingreso.

Los hechos conocidos

                                                                En los hechos, lo que aconteció ya es conocido de la opinión nacional. Al intervenir el presidente, el primero que después del año 1967 ingresó a un espacio público, abierto, el auditorio León de Greiff, a riesgo de ser interpelado y cuestionado, abrió el espacio público de la universidad que estaba condenado a la labor de notario y mensajero. 

Sólo que este debut lo prepararon en secreto, de manera vergonzante, con la connivencia de la rectoría de Ignacio Mantilla, y del CSU, que preside la ministra de educaciónh, Gina Parody, que lo reemplaza de modo inveterado. Aunque la periodista Darcy Queen dijo, que el presidente no había confirmado su presencia en el auditorio León de Greiff, y de pronto, intempestivamente, decidió concurrir a la Nacional con todo el revuelo exterior que conllevó con la movilización de los cuerpos de seguridad que lo acompañaron.

A esta tragicomedia le apareció una contradictora de kilates, la representante estudiantil Sara Abril, una graduada con honores en la carrera de ingeniería electrónica, y quien es también estudiante de biología, con logros sobresalientes. Ella fue votada por un número de estudiantes superior a los que votaron por el rector Mantilla en la consulta que cerró su segunda designación, a pesar a haber perdido la consulta.
El rector descalificó, a posteriori, la interpelación de Sara, que recordó al presidente el recorte hecho a Colciencias, la absurda venta de Isagén, que, además, tiene una claúsula que evitará que ésta pague impuestos en Colombia, entre otros estropicios, el incremento en los costos de la matrícula universitario, y el abandono de la universidad pública.
El profesor investigador Fabián Sanabria, ex decano de Ciencias Humanas tuvo el descaro de llamar a Abril, verdulera y patética, lo cual sorprende y ofende a la vez, proviniendo de un académico, quien además tuvo la dirección del ICAHN, donde los saberes de la antropología y la historia se juntan.
Tal reacción no tiene justificación ni académica tampoco, mucho menos, política. Ambos colegas deben excusa pública al conjunto de la comunidad universitaria; y aclaración de su conducta ante el país, porque contravienen el espíritu de la universidad, la libertad de expresión y pensamiento; y denotan, más grave aún, la carencia de pasión por la verdad, cuando el país más lo necesita.

La nueva universidad pública para la Paz

                                                           De otra parte, el Centro de Pensamiento para el Seguimiento de la Paz, recibió la mayor y mejor lección de su vida, con Alejo Vargas, nuestro colega, presente en vivo y en directo, quien dizque oficiaba de anfitrión de la presencia del delegado presidencial, Humberto de la Calle, quien de modo unilateral intervendría ante los estudiantes de primer ingreso; porque había la ausencia de un delegado de la contraparte, las Farc-Ep.
Más aún, este escenario se montó con la pretendida ausencia de la sociedad civil, para imaginarla como un títere estratégico en este "juego perverso" que justamente salió mal. Instrumentar al estudiantado universitario, en lugar de invitarlo a ser partícipe, en este primero de varios encuentros que seguirán, y que de hecho reclaman carta de ciudadanía.
Igualmente, fue un ejercicio testimonial, porque estuvo presente, entre otros, el exrector José Félix Patiño, el galeno que animó la reforma universitaria modernizadora de los años 60; adelantada con la fuerte injerencia de los Estados Unidos, a través del famoso plan diseñado por Rudolph Atcon desde la U. de Berkeley en California.
Patiño, su amplia vida y honores profesionales y académicos, se culmina con este acto inolvidable, donde una estudiante, llevó la vocería de los sin voz, de los sin parte, según el decir de Jacques Ranciere. Ella participó con sindéresis, con consecuencia, llamando las cosas por su nombre.
Una joven de izquierda, militante del PDA ha metido el dedo en la llaga de la antidemocracia y del menosprecio a la educación pública que delibera, y disputa el rumbo erróneo del país, a una dirigencia pacata y corrupta. Para la muestra tenemos la venta engañosa de Isagén, y el robo mayúsculo en la construcción de la Refinería de Cartagena.
Es una acción que se cumple sin rechazar la paz, sino fijándole un contenido sustancial a la misma, haciendo vibrar la vocería estudiantil, sin golpear o agredir físicamente a ningún representante gubernamental, y pese a la presencia insultante de muchos uniformados rodeando a la Ciudad Blanca. 

Esta presencia que siempre induce a la provocación violenta, sin garantizar seguridad alguna, pues en lo cotidiano, sabido es, que la comunidad universitaria sigue afectada por una permanente oleada de robos y agresiones de parte de la delincuencia común, apostada en su alrededor, y la autoridad preventiva brilla por su ausencia.

¿Un re(nacimiento)?

                                                  No me queda duda, que asistimos al nacimiento de la nueva universidad, que tuvo un alumbramiento temprano para el año 2011, cuando el estudiantado nacional rechazó la contra-reforma del gobierno Santos. Ahora, cuatro años después, el estudiantado recupera momento, con esta valiente y digna vocería de una joven mujer.
Exigiendo todos, que la paz no sea ademán vacío, tampoco mímica democrática con ausencia real de los muchos convertidos en títeres, o convidados de y para la piedra.

Es, sin duda, un paso en firme por la participación, la deliberación madura, de la que la constituyente social, de la que la Constituyente Educativa es un componente orgánico.

 Es una manera de potenciar el mensaje de rebeldía de León de Greiff, Camilo Torres Restrepo, y Guillermo León Cano, figuras ligadas con la historia viva de la universidad de la nación, donde cabe el presidente, y todos y cada uno de los colombianos en este tiempo de revolución democrática.

1 comentario:

  1. EL 15 DE FEBRERO SE CUMPLE UN NUEVO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE CAMILO TORRES EN COMBATE. PARA HONRAR A LA NUEVA UNIVERSIDAD, OJALÁ SE REALICE LO PROPUESTO POR EL ARZOBISPO DE CALI, Y QUE LAS CENIZAS DEL SOCIÓLOGO SACERDOTE SE DEPOSITEN EN LA CIUDAD BLANCA.

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