martes, 1 de marzo de 2016

EL BATA (CLAN)  DE URIBE

miguel angel herrera zgaib
profesor asociado, C.Política, Unal
Director Grupo Presidencialismo y participación

Síganme los buenos
                                             A muy pocos días de terminar su periodo como Fiscal de la Nación, que alargó, luego de reemplazar a Viviane Morales, Eduardo Montealegre, exhibe ante propios y extraños el huevo de la serpiente paramilitar, que se incubara, según denuncias del mayor Meneses, de la Policía Nacional divulgadas por la periodista Olga Behar, hace algunos años, en su libro "El Clan de los 12 apóstoles," libro que presentamos con la periodista, en una de las sesiones preparatorias del Seminario Internacional A. Gramsci, en el auditorio Camilo Torres. 

Hoy, un grupo de congresistas del Centro Democrático se acercaron con un letrero, con Paloma Valencia vociferando,y pidiendo la renuncia de Santos, a protestar la decisión de apresar a Santiago Uribe Vélez, quien estuvo por algo más de 18 meses a la espera de conocer la decisión de la Fiscalía. Ayer, por fin, le fue notificado lo resuelto, en Medellín, y de allí fue trasladado al calabozo del búnker, donde permanece desde entonces. Antes de 72 horas tendrá que surtirse la respectiva indagatoria, so pena de quedar libre en virtud del habeas corpus.

Antes, ayer en la noche, al enterarse de la aprehensión del hermano del senador Uribe Vélez, la dizque oposición del Centro Democrático abandonó el recinto, con la exhortación de la senadora caucana, Paloma quien reemplazó los entusiasmo de Gina Parody, en las filas furibistas,  a manifestar, a tomarse  las calles bogotanas. Pero la cosa no pasó a mayores, ni ayer y tampoco hoy. 

Sin embargo, la atmósfera política está caldeada entre las facciones del bloque de poder, hasta el punto que el presidente Santos mismo aventura solicitar una veeduría internacional si se encauza al menor de los Uribe Vélez, señalado  por muchos como animador de la culebra paramilitar en Antioquia.

Una visita casual

Su hermano, el expresidente, "casualmente", se encontraba en visitas en Washington y Miami, lo que hace suponer, sin mucha suspicacia, ni olfato de sabueso, que ya sabía del pronunciamiento que se venía, seguramente, a través del abogado Granados, que es apoderado de Santiago en esta causa, y que hoy, por la radio se despachó en descalificaciones, sin querer queriendo, contra esta actuación, y los testimonios que la apoyan.

El paramilitarismo tuvo su laboratorio principal en el Departamento de Antioquia, y desde allí se extendió como "verdolaga" al vecino Córdoba, y a otros lugares de Colombia. Le correspondió al gobernador de entonces, durante la presidencia de Ernesto Samper darle cobertura al fenómeno delincuencial que se transformó luego en las Auc, y durante las presidencias de Pastrana y Uribe, en la parapolítica.

El "huevito" se incubó a través de las cooperativas de seguridad, detrás de las cuales se armaron civiles, ganaderos, agricultores, políticos locales , militares, policías y curas para combatir a las guerrillas, a sus  simpatizantes, y a las reales fuerzas de oposición, con el saldo de muertes, masacres y bestialidades que en parte conocemos.

El suspenso de una retirada

Cuando la segunda reelección fracasó, Uribe y sus coequiperos se dispusieron a preparar la retirada, sin tener ya mucha confianza en lo que vendría con la presidencia de Juan Manuel Santos, un cachaco nada confiable, quien estaba al tanto de las denuncias que por paramilitarismo y parapolítica enviaba el embajador Brownfield, el texano de los chascarrillos que enviaba emails a Hillary, la secretaria de estado, que había perdido ante Obama la carrera presidencial.

El otro Uribe Vélez también extraditó a los principales cabecillas paramilitares a Estados Unidos, y estos, cómo no, se sintieron traicionados por la maniobra, luego que habían ayudado a elegirlo y reelegirlo a punta de fusil, billete y terror blanco. De lo cual quedaron los documentos convertidos en libro, "Y refundaron la patria". 

Dos de ellos han cantado para responsabilizar al hermano Santiago, quien ha concurrido también ante la Corte en el pasado, y por más de quince años ha esperado que esta causa criminal se enredara y feneciera en la enferma administración de justicia de Colombia.  

Presunción de inocencia

A pocos días que se realice un plebiscito impuesto por la administración Santos, para validar los puntos acordados en la negociación con las Farc-ep en La Habana, aquí, en Bogotá, en los ámbitos del Congreso, la fementida oposición del Centro Democrático alborota el cotarro contra la paz neoliberal. 

Al uribismo  le llega, de zopetón, el baldado de agua del arresto de Santiago Uribe, que amenaza con destapar las redes clandestinas del fenómeno para-político, que le dió existencia al régimen parapresidencial durante las dos presidencias de su hermano. Y todos se preguntan, qué pasará de aquí en adelante. 

¿Quién es el (anti) Cristo?

Por lo pronto, es recomendable leer el libro de la  periodistra Olga Behar, "El Clan de los 12 apostóles," y en la cercanía de la semana santa, apostarle, sin apostasías a descubrir quien será el (Anti) Cristo de esta saga sangrienta que contabiliza más de 100 asesinatos, que hace una buena cantidad de años denunciara Gustavo Petro en el Congreso. 

Por supuesto que no es el ministro de gobierno, el cucuteño que ya tiene su procesión "privada", con el escándalo de la prostitución masculina en las filas de la Policía Nacional, que puso, por fin, en ascuas, al correcaminos general Palomino, y al vice, denunciado por Ányelo Palacios, a través de la periodista Vicky Dávila, renunciada de RCN.

Esta seguidilla de escándalos y denuncias constituyen un verdadero (Bata)clan de la política, que con la acción de la Fiscalía, y la Procuraduría, cuando sus líderes controversiales, Montealegre y Ordóñez,  están de salida, meten las manos de la justicia en el serpentario nacional, para descubrir los intrígulis de la práctica abierta y encubierta del estado de excepción, de hecho y de derecho con que se ha gobernado  la martirizada Colombia en el tiempo de la guerra interna con el centinelato activo del gobierno estadounidense, mancomunado en la cruzada del Plan Colombia.

1 comentario:

  1. Sería bueno que salieran a relucir la cantidad de tapados que hay en Colombia y poder si saber si finalmente hay alguien en la política que merezca respeto.

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