domingo, 2 de abril de 2017

PERSPECTIVA SUBALTERNA

TRIUNFÓ LENIN EN ECUADOR. A RECOMPONER EL BLOQUE HISTÓRICO NACIONAL Y REGIONAL.

miguel angel herrera zgaib

Lenin Moreno, primero en la sucesión de los gobiernos progresistas que presidió Correa, en medio de polémicas, y confrontaciones con la izquierda establecida, ganó hoy las elecciones con alfo más del 51 % del voto, y su contendor, Guillermo Lasso, consiguió más del 48, 93 por ciento, contabilizado el 94 por ciento de votos emitidos.

Hubo una votación superior al 72 por ciento de los habilitados para hacerlo, en un país, donde el voto es obligatorio entre los 18 y 65 años. Luego, de hecho, hubo esta vez una disminución en los índices anteriores de votantes para elegir al presidente Correa.

Celebrando por anticipado

Por enésima vez, las encuestadoras, al servicio de ambas campañas, en sus ejercicios a boca de urna, establecieron resultados exactamente opuestos, pero cercanos al porcentaje ganador. La que favorecía a Lasso indicaba que tenía una favorabilidad del 53%, mientras que la de Moreno, indicaba a su favor un porcentaje del 52 por ciento.

Así las cosas, esta última encuestadora estuvo más cerca del resultado, y la otra, quedó fuera de base, dándole pie a los trinos victoriosos del presidente saliente, Rafael Correa, quien deja a un sucesor, al tiempo que evitó la tentación de ser presidente por tercera vez.

Aprendiendo lecciones

Este no fue el caso del Cdte Chávez, quien estuvo repitiendo presidencias, y dejó un sucesor, cuando ya sus quebrantos de salud eran irreparables. El actual presidente Maduro, quien por estas calendas está pasando por las verdes y las maduras.

Sigue en el listado Evo Morales, quien por este tiempo es objeto de cuidado hospitalarios en Cuba, y quien sigue entusiasmado con ser presidente. Pero ya es tiempo de que piense en serio en un sucesor, para evitar contratiempos advertidos con antelación.

Otro tanto le corresponderá hacer a Michelle Bachelet, cuyo partido tendrá que enfrentar las aspiraciones de Piñera, quien ha anunciado que quiere repetir. Las fuerzas progresistas, socialistas y de izquierda tendrán que prepararse para responder a este nuevo y cercano desafío.

¿Qué pasa con el bloque histórico progresista?

El analista Fernando Dorado se preguntaba hace unos días en su columna del blog "Arañando..." al respecto de esta categoría de cuño gramsciano, pero que él tomó de otro autor, y que se ha hecho popular en el estudio de las transiciones democráticas en América Latina.

Él cuestionaba la composición del mismo, de acuerdo con lo ocurrido en varios países, Argentina, Brasil , en particular, donde los progresismos perdieron las elecciones, y dieron paso a fuerzas de derecha, con fundamento, decía él, en los errores cometidos, en la medida en que no fueron capaces de darle cabida a las emergentes clases medias, donde el precariado y el cognitariado tiene notable expresión.

A hoy, vista la elección ecuatoriana, tal parece que tiene que repensarse tanto la composición social de los votantes que favorecieron a Lenin Moreno, como el tipo de relación que se establecerá entre Alianza País y el bloque opositor de izquierda a las políticas de Rafael Correa. Repensar, en una palabra, los componentes del bloque histórico en cada país.

En lo que tiene que ver con Venezuela, visto el desenlace inmediato del choque de poderes, entre el legislativo y el ejecutivo, el poder de control, la Fiscalía general, le dio una apertura posible al presidente Nicolás Maduro,

Para que el TSJ reversara dos de las decisiones, y dejara en veremos el quehacer de este lunes en la OEA, donde el secretario Almagro preparaba el terreno para darle aplicación a la Carta Democrática.

El triunfo de Lenin Moreno, y la asonada con incendio del congreso en Paraguay obligan a repensar tal decisión., y, a propiciar, en cambio otra salida para la crisis de Venezuela, a cuyo partido de gobierno, el PSUV, no se le puede asfixiar.

Impidiéndole hacer uso de los recursos de endeudamiento externo que requiere para ofrecerle flotación a su maltrecha economía mono-exportadora, y extractivista, un mal general de la región, del cual Colombia tampoco es la excepción.

Este es un año que promete, y Colombia está en el tablero con su proceso de paz, afectado por incumplimiento con la insurgencia subalterna. Y por el envalentonamiento de la reacción, que se atrevió a llamar a la calle a sus seguidores, con presencias notorias.

En Medellín, que calculan en 50.000, Bogotá, en una cifra cercana a los 20.000, insuficiente para llenar la Plaza de Bolívar, y Cali. En las demás ciudades las concurrencia fue mucho menor.

Conviene entonces, que las fuerzas de izquierda, democráticas y de centro asimilen las lecciones para Colombia, y que se dispongan a moverse desde ya en las calles y plazas, para construir un proyecto diferente, más allá de los personalismos, y las rencillas parroquiales.

Los tiempos están cambiando, y es necesario ir más allá del progresismo, e incorporar a los muchos, clases y grupos subalternos en las tareas de la representación y la participación política, exigiendo respuestas inmediatas, y correcciones en el rumbo de la economía nacional.

Colombia está en la primera línea del partidor, y hay razones más que suficientes, para hacer un primer ensayo este 9 de abril. y preparar un 1o. de mayo ejemplar.

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