miércoles, 31 de mayo de 2017

Zizek y la (nueva) lucha de clases

miguel angel herrera zgaib

Mi amigo y colega en los estudios gramscianos, Luciano Concheiro, en una de sus más recientes visitas, me trajo la publicación de Slavoj dedicada a la indagación por la presencia sintomática de los refugiados y el terror. Antes, otro amigo, el joven maestro, Hernán David me había llamado la atención sobre ese conjunto de ensayos publicados por Anagrama, pero que en inglés tienen otro título:
Against the Double Blackmail. Refugees, Terror and Other Troubles with the Neighbours.

Intrigado por ese contraste de títulos, como no pocas veces pasa con las películas extranjeras, y quienes le cambian el nombre sobre determinados por fines comerciales recorrí el texto, y fijé mi atención, en encontrar, descubrir el porqué de aquel cambio, y encontré un principio de explicación en un intertítulo del libro, ¿Qué hacer?

De allí extraigo los siguientes párrafos, donde Zizek busca responder a qué debería hacer Europa, atravesada en estos días por las tentaciones manifiestas del Brexit, con sus líneas de cal y de arena. Luego de los atentados de París, y ahora con el triunfo de la derecha neoliberal comandada por Macron y Hollande.

Esto dice "el armadillo"

"Lo que hay que recuperar, pues, es la lucha de clases, y la única manera de hacerlo es insistir en la solidaridad global con los explotados y oprimidos. Sin esta idea global, la patética solidaridad con las víctimas de París es una obscenidad seudoética.

A pesar de que una gran oscuridad rodea la afluencia de refugiados a Europa, entre ellos hay muchos que sin duda intentan escapar de las aterradoras condiciones de vida de sus países. Un día después de los ataques de París, uno de ellos comentó fríamente en televisión:
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Quizá la solidaridad global sea una utopía, pero si no luchamos por ella, estamos realmente perdidos, y merecemos estar perdidos. (ps. 126,127)"

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