viernes, 27 de octubre de 2017

RECORDANDO EL GUERNICA  DE OTRO MODO, 1937-2017.

miguel angel herrera zgaib
Profesor asociado, C. Política, UNal,
Director XIII Seminario Internacional Gramsci, 14-16 de noviembre, y
Coordinador Proyecto Sociedad GlobAL  Gramsci.


"Sé que voy a tener terribles problemas con esta pintura, pero estoy determinado a hacerla - nosotros tenemos que armarnos para la guerra que viene". Palabras de Picasso a Dora Maar.

El artículo de John Richardson, en NYBR, reseña lo documentado y escrito por el español Xavier Irujo, quien se basó en lo fundamental, a partir de una entrevista a Dora Maar, fotógrafa y compañera de Pablo Picasso, en París, en el tiempo que él acometió y realizó la pintura del monumental cuadro Guernica, destinado, como lo fue, para el pabellón de España, en la exposición mundial de París de 1937.

Picasso había recibido el encargo de pintar un cuadro para la exposición mundial de París, y siete esculturas. Pero, él no tenía aún decidida la temática que escogería. Esta le fue proporcionada, según lo cuenta Irujo, por el bombardeo sufrido sobre Guernica, del que le informó su amigo Larrea.

La acción asesina, destinada a sellar, el aplastamiento de la república española, con la aquiesencia de Francisco Franco, fue pensada por Hermann Göring, dizque para celebrar el cumpleaños del Führer, que debía ser el 20 de abril de 1937, pero tuvo que posponerse hasta el 26. 

El bombardeo contra una población civil inerme fue realizado por la Luftwaffe, en una operación que planeó y celebró luego de tan demencial masacre, al nuevo barón rojo, Coronel Wolfram von Richtoffen, quien comandaba la  legión Cóndor, y quien quedó  "inmortalizado" en la tira cómica Carlitos de Schultz,  impersonado en Peanuts con casco y  bufanda alrededor del cuello, piloteando la máquina asesina,  quien recuerda al otro Richtoffen Manfred, aviador condecorado muchas veces durante la Primera Guerra Mundial. 

En una operación de "blitzkrieg", el bombardeo rasante  empezó con una primera  acción destructora, sorpresiva, a las 4.30 pm sobre esta población ancestral, durante el día de mercado.. En cuestión de tres horas, porque hubo un intervalo en el segundo ataque, para que la gente saliera de las trincheras a rescatar a los heridos, concentrándose en el centro de Guernica.

La escuadra alemán volvió a atacar la gente agolpada rescatando y auxiliando a sus coterráneos, que no podía escapar en el pueblo vasco que una vez fuera la capital, destrozado sin clemencia en aquella encerrona bestial. El número reportado de muertos alcanzó a 1500, y derrumbó la moral de la resistencia, cuando precisamente la provincia vasca no había sido aún arrastrada a la vorágine de la guerra civil española.

Sobre el contenido del cuadro hay muchas anécdotas y referencias. Pero de lo contado por Dora, queda claro que la mujer que aparece recuerda a Conchita, la hermana adorada por Picasso, muerta prematuramente. La que el artista representó también, luego, en una de sus escultoras. Convertida en una obsesión, un fantasma fijado en su recuerdo imperecedero.

A los vascos no les agradó para nada el cuadro que recogía su tragedia "nacional". Varios fueron aplastantes en descalificarlo como pintura, y señalar que su composición era un caos, y además, afectada de pornografía. 

El cuadro fue colgado en el pabellón de España, y al finalizar la exposición mundial, se le retornó a su autor, quien lo exhibió luego en Escandinavia, y en Londres, donde lo observó, siendo un niño, el autor de esta  reseña, John Richardson.

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