jueves, 2 de noviembre de 2017

CATALUÑA RESISTE AL PODER ESPAÑOL. PARTE II.
GROSFOGUEL Y MONEDERO DEBATEN


Miguel Angel Herrera Zgaib

La disputa por la independencia de Cataluña tiene a la calle como banco de prueba. Mientras que el gobierno autónomo era cesado en sus funciones, por petición del presidente Mariano Rajoy, con la explícita aquiescencia del joven rey Borbón, Felipe VI, tataranieto de una estirpe opresora de la nación catalana.

Con tres heridas yo...

En las redes sociales hemos visto y escuchado un importante debate entre un pensador y activista decolonial, el puertoriqueño Ramón Grosfoguel, y Juan Carlos Monedero, quien lo ha cuestionado en un video difundido también por Youtube. Monedero se refiere a una decolonialidad mal informada, y propone pensar que España tiene tres heridas, la primera de las cuales denomina "herida colonial".

Grosfoguel cuestiona la tal herida, señalando Ramón que la herida por la que respira Juan Carlos es la imperial. Al mismo tiempo, Juan Carlos, desde la lectura y compromiso de Podemos, habla de la postizquierda, señalando que a hoy es difícil saber qué es, en particular, debido a la bancarrota de la socialdemocracia europea.

Podemos frente a la causa de Cataluña

Ramón Grosfoguel, desde la perspectiva decolonial, en cambio, reivindica la izquierda, y censura que Monedero endilgue a su posición que quiere la guerra para Cataluña. Lo refuta, y señala, por el contrario, que es fundamental denunciar, eso sí, el españolismo de Monedero, y de buena parte de la dirección nacional de Podemos.

Monedero censura el neoliberalismo, colonialista y decolonialista, y reclama que es necesario resolver las dos heridas colonial y social de España toda. El derecho a la identidad no puede imponerse sobre la herida social. Tampoco hay espacio para el uso de la fuerza; por lo cual reclama que se haga cuenta de quiénes votaron el referendo.

Ello quiere decir, que vistos los resultados, la mayoría de la población votante no respalda explícitamente la separación de Cataluña. Así probada, es una imposición de los independientistas. De ahí que Podemos insista, por el contrario, en realizar un referendo pactado. Ahora, en lugar de éste, lo que habrá son elecciones impuesta por el gobierno nacional para el próximo 21 de diciembre de 2017.

España postimperial y colonialidad interna

Sin embargo, siguiendo a Grosfoguel insiste en que no se puede pretender que la España imperial, cuyo producto se impuso a nacionalidades como la castellana, catalina, vasca, canaria, gallega, sea ahora la que vote por la suerte final de la independencia de Cataluña.

Ramón recuerda a Juan Carlos, que él no está sentado en una silla en Berkeley, sino comprometido desde el comienzo con la causa de Puerto Rico, dentro y fuera del imperio. Grosfoguel dice que el programa de Estudios étnicos se conquistó luego de una lucha que duró 9 meses en 1969. La más prolongada huelga estudiantil en la historia moderna de los Estados Unidos.

Entonces enfrentaron las agresiones diarias de la Guardia nacional, dispuesta a aplastar la iniciativa del Frente para la Liberación del Tercer Mundo, llamado así porque se unieron latinos, asiáticos, negros, las minorías que libran y han librado esa lucha contra el colonialismo interno hasta estos días. Y le pregunta a Juan Carlos, que cuál ha sido su lucha, para obtener la silla que tiene en la U. Complutense de Madrid

Más aún, Ramón señala que la heroica lucha de los 60 tuvo que librarse de nuevo en 1999, porque el departamento de estudios étnicos se venía desmantelando, por la desidia de la directiva de la UC Berkeley, de renovar las plazas de maestros jubilados, o que se marcharon a otras instituciones.

A su turno, Monedero recuerda como Convergencia, fue la agrupación de la que hizo parte Carles Puigdemont, y que él respaldó medidas neoliberales, de las que no se ha retractado. Pero, con independencia de la postura de Juan Carlos en Madrid, es un hecho que frente a las destituciones, y las medidas represivas contra los Jordi, la gente de Podemos en Cataluña está unida con la causa de los independientistas.

Dos lecturas de un mismo problema

Esta refriega verbal, de clara implicación política. descubre la presencia esclarecedora de dos lecturas y posiciones. Una reclama y exige la unidad del Estado español, y en apariencia, la defensa de la Constitución de 1978. La tripleta de Podemos es, sin embargo, crítica aguda de aquel orden.

La otra posición, que expone Ramón Grosfoguel se funda en la autodeterminación de los pueblos contra la opresión colonial y decolonial, como es el caso de Puerto Rico, Palestina, y claro está, Cataluña. En esta aparece comprendido el protagonismo de la democracia de abajo, movilizada en las calles y a través del voto del referendo independientista.

En medio de este debate entre la izquierda hispano hablante, durante el pasado fin de semana, el grupo españolista, en nombre de la sociedad civil catalana, salió también a manifestarse, según los organizadores, con un millón de personas. Pero, dicha cifra, según la policía local, en Barcelona, no superó la cifra de 350.000 manifestantes; y los mossos de squadra tienen por qué saberlo, aunque su director fue cesado también de sus funciones por el presidente Rajoy.

La batalla institucional en las Cortes

El gobierno controlado por la coalición PP/Ciudadanos/PSOE, además, de las destituciones y citación a los sancionados, ha convocado a elecciones para el 21 de diciembre, y puso al frente del gobierno de Cataluña a la vicepresidente española, por supuesto, del PP.

Entre tanto, Carles y 5 miembros del gobierno destituido no aceptan la medida, y prepara desde Bruselas con su abogado, la defensa invocando a la legislación de la Unión Europea, y española en lo que le concierne.

Hoy se sabe que las cabezas del Parlament cesadas concurrirán a la audiencia ante el juez, para responder por los cargos que se les imputa. Y es previsible que pronto habrá una nueva movilización convocada por los independientistas.

En suma

La herida colonial está abierta en Cataluña y supura, con la violencia ya provocada en las calles por la intervención de la guardia nacional, cuando se produjo la votación del referendo, en una clara acción destituyente, desconociendo las salvaguardas legales y constitucionales del orden central español.

Podemos sostiene y defiende una posición contraria a la independencia proclamada por los medios ya conocidos. Por el contrario, con la vocería de su secretario general insiste en un referendo pactado, similar al que se hiciera en Escocia; y, por lo pronto, votaron como sabe, en contra de las medidas de excepción dispuestas por el bloque dominante esgrimiendo el uso y la pertinencia del artículo 155.

Tenemos en acción todos los poderes, que enfrentan a una autonomía local, con el poder nacional colonial español, si aceptamos lo denunciado y defendido por el sociólogo puertoriqueño, Ramón Grosfoguel, hijo de la isla del encanto, disputada por dos imperios en 1898, el decadente español y el ascendente de los Estados Unidos.

Puerto Rico sigue dominado, es colonia bajo la forma del estado libre asociado; que el poder imperial dominante bloquea de todas formas, evitando, frustrando la realización de un referendo como el que hiciera Cataluña el pasado 2 de octubre.

El nuevo imperialismo, que teoriza David Harvey, con la fraseología de "América para los americanos", que empezó con la proclama del secretario de estado, James Monroe, pretextando un incidente en aguas internacionales, con el hundimiento de unos de sus barcos, hizo la guerra en las colonias españolas, despojando a la Corona de Puerto Rico, Filipinas, e interviniendo a Cuba, sujeta por años a la denominada enmienda Platt.

Por lo visto y lo vivido, la herida colonial se mantiene sin cura, y el tercer milenio la pone entre dos polos dilemáticos: el sanatorio o la morgue. La izquierda y la democracia tienen el desafío más importante de la historia presente en la España del pos neoliberalismo.

Podemos es una oposición real, y paradójicamente contrario a la independencia catalana. Después de las bestialidades padecidas, no curadas, a partir del bombardeo nazi de Guernica, que resultó a la postre ser antesala de la II Guerra Mundial.

 Por lo visto y lo vivido, la herida colonial se mantiene sin cura, y el tercer milenio la pone entre dos polos dilemáticos:  el sanatorio o la morgue.




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