MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
PROFESOR ASOCIADO, C. POLÍTICA
Candidato de Ciencia Política a la Decanatura de la Facultad de Derecho
Director del Grupo Presidencialismo y Participación, Colciencias/Unijus
Estimado Antonio, después de ver y denunciar el mutis por el foro del diario El Tiempo, que se imprime y publica en Bogotá, acerca de la manifestación de Gustavo Petro, de cierre de campaña en la atestada plaza de Bolívar, que prueba a todos los demócratas la urgencia de tener, en efecto, medios masivos de comunicación.
Urge poder contrastar el "régimen de la posverdad", y contrarrestar el fraude que se anuncia. Impuestos a la núbil ciudadanía colombiana, aterida por la guerra, y manipulada de modo regular por el amarillismo de los magnates de la prensa, escrita, televisiva y hablada, con Luis Carlos Sarmiento y Carlos Ardila a la cabeza.
Lo que escribes hoy, mostrando sindéresis en fundamentar con críticas, y reparos, el anuncio de tu voto por la pareja Gustavo Petro y Ángela María Robledo, permite comparar lo que han hecho otros tantos dizque periodistas, interesados en tapar el sol con las manos, y llenar de epítetos el supuesto rechazo a la candidatura del líder de la Colombiana Humana. Así como Caja de Herramientas se hace eco de la iniciativa de evitar que se repita en Colombia, groseramente, la sentencia de Camilo Torres, para recordar a todos que "el que escruta, elige".
Es, igualmente importante que haya una cadena de medios alternativos, democráticos, independientes, y de centro, que alerten y cualifiquen a los muchos de nuestro país, no sólo para que entiendan, a lo largo y ancho de nuestros territorios, sino también para que voten la mejor de las opciones puesta en la liza política de la elección presidencial más importante del medio siglo XXI. Esto quiere decir, ni más ni menos, como lo destacas, que todos podamos distinguir entre el bloque de candidatos de la reacción y la derecha, con nombre propio, por un lado, y quienes, en este caso, representan las opciones del centro, el liberalismo y la izquierda.
Para ponerle cifras y conceptos al asunto, volvamos a la primera plana del vergonzante diario El Tiempo, que hoy, por fin, en una página interior, la 1.14, publica una fotonoticia que informa que "Petro cerró su campaña en la plaza de Bolívar". En el pie de página que acompaña la imagen se lee que la foto que hoy sábado reproduce fue suministrada por la oficina de "Prensa Gustavo Petro".
En materia de cifras, dicho diario, que dizque se autocalifica de liberal, publica la encuesta de Guarumo-Ecoanalítica Medición y Conceptos Económicos, firma del exregistrador Carlos Ariel Sánchez y asociados. En la primera página aparece la Infografía que compara la trayectoria de la intención de voto medida en los últimos 6 meses, desde diciembre hasta mayo. En la ficha técnica de la misma se precisa que la población objeto del estudio es de 35 millones 347.152 personas, el 98,1 % del potencial votante.
De ésta se mide la percepción de 7.182 personas habilitadas para votar, de las cuales solo 3.912 manifestaron, en efecto, su intención de hacerlo. Con una simple resta esto quiere decir, que 3270 no aseguran que votarán, y esto corresponde al 45 % , con la incertidumbre que tal guarismo revela, pensando en el posible resultado de la primera vuelta del 27 de mayo.
Sobre lo cual, derivado de la lectura de la letra menuda, nada dice la que firma el artículo de fondo que aparece en la segunda página, que no es otra que la Dirección Política del diario de propiedad de un exalumno de la Universidad Nacional, el ingeniero Luis Carlos Sarmiento Angulo, soberano contratista de las obras del Estado, por muchos años.
Bien, el consolidado a mayo de la intención del voto, de la encuesta de Guarumo es la siguiente:
Iván Duque: 37,6, Gustavo Petro: 24,2, Sergio Fajardo: 16, Germán Vargas: 11, y de último aparece Humberto de la Calle con 2,3.
Vistas las cifras,
Conforme con los análisis que he venido compartiendo en artículos que publiqué en Caja de Herramientas, con la referencia al 55% de los dispuestos a votar, el 27 de mayo, el candidato de la reacción ocupa el primer lugar; la izquierda está en segundo lugar, con 13,4 de diferencia.
El tercer puesto lo tiene el centro, con una diferencia de 8,2 con el segundo opcionado; sigue el candidato de la derecha, con 13,2, casi la misma diferencia que se da entre el primero y el segundo. El último lugar lo ocupa el liberalismo de Gaviria y de la Calle, que lo separa del segundo opcionado el 21,9 por ciento, que resulta de restar 24,2 menos 2,3.
Si los partidos son la nomenclatura de las clases sociales, como lo sostienen los marxistas de Marx y Lenin en adelante, en las condiciones de Colombia, por la primera vez desde 1946, la ciudadanía de Colombia empieza a percibir una clara diferenciación entre la realidad de la vida económica y las preferencias políticas manifestas en la medición de sus percepciones.
Para decir lo siguiente, que sumados, a hoy, los liderazgos de la reacción y la derecha alcanzan al 48,6 %, del 55 % de la ciudadanía que dijo estar dispuesta a votar en la encuesta de Guarumo, que es la que cubrió a más gente y territorios. Mientras que la suma del centro, el liberalismo y la izquierda obtienen, por lo pronto el 42,5 de la intención del voto de los colombianos.
Sin embargo, al sumar los dos bloques potenciales, el total parcial es de 91,1, determinando una diferencia de 8,9. Hacia dónde se incline tal porcentaje de indecisos el día de las votaciones, podría, hipotéticamente, hacer que el segundo en pasar a la segunda vuelta sea otro.
Finalmente, de otra parte, con esta medición, se viene quebrando la constante abstención según lo que la encuesta de Guarumo diagnostica. Pero, la dimensión de la abstención es del 45 %, en todo caso. Luego, quien resulte ganador de la presidencia representará a una minoría, que requeriría para triunfar de una alianza en la segunda vuelta.
De acuerdo, a lo visto tendrá a la reacción al comando del bloque de la guerra, mientras que el bloque de la paz tendría a la izquierda como hegemónico junto a las fuerzas del centro y del liberalismo. Tal es el estado de la cuestión por estas calendas, estimado Antonio.
En lo académico, estas mediciones exigen la presencia de la academia con un Instituto que yo propongo urge crear en la Facultad de Derecho y Ciencia Política que tenga a la vista y en la práctica un saber especializado aplicado a las mediciones en materia política.
Para que equilibre y sirva de fiel de la balanza junto a las mediciones practicadas por las firmas encuestadoras privadas, y de veedor de los escrutinios electorales, que prevenga en lo posible los fraudes. Lo cual está por verse. Hace ya más de 14 años que agencié tal iniciativa sin que cuajara hasta el día de hoy.
Para determinar si Camilo Torres sigue teniendo razón, o empezamos a transitar como nación a la mayoría de edad no sólo intelectual sino, por supuesto, política y ética.
Amanecerá y veremos. Sin renunciar, en todo caso, a la pasión por la verdad, situada, históricamente, como corresponde.
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