lunes, 14 de mayo de 2018

LA JERUSALÉN DE TRUMP Y NETANYAHU.
A PARAR LA LOCURA CRIMINAL

Miguel Angel Herrera Zgaib.
Proyecto Geopolítica en Común

Hoy es el día en que Mr. Donald cumple su palabra y compromiso para que la comunidad judía que vive en EUA, votara el esperpento de elección que puso a este jugador en el capitalismo casino en el centro de la decisión imperial.

Desde hace casi un mes, la población palestina de Gaza, apostada a un lado del corral de aparheid posmoderno que abandera Benjamin Netanyahu, realiza una resistencia heroica, y muere, es masacrada por las tropas israelíes, la mayoría de las cuales están integradas por jóvenes que provienen de las cuatro esquinas del mundo actual, dividido y azotado por los "demonios del neoliberalismo".

Hoy, lunes, la cuenta de personas asesinadas por las fuerzas israelíes iba en 32, y el conteo de heridos superaba los 500. Ante esta carnicería, la cuna de Occidente, Europa sigue dudando acerca de qué hacer con respecto al flagrante incumplimiento de lo dispuesto por la resolución de la ONU, que estableció la creación de un binomio de estados en lo que era Palestina antes de la II Guerra Mundial.

En esta fecha vergonzosa

Lunes 14 de mayo, el gobierno imperial, como lo definieron Hardt y Negri, en el primer volumen de la saga Imperio, que empezó a publicarse en 2000, traslada la sede de su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.

Pero, el presidente no estará en el sitio de su tropelía internacional, sino que enviará a su hija para que lo represente. Es probable, con el colmo del cinismo que lo caracteriza, que encuentre "razones" para seguir con su locura asesina, si los países, y en particular, la UE, no frenan este desorden mayúsculo que ya incluyó también la ruptura unilateral del tratado firmado con Irán.

A pocas horas de lo que pasa en Gaza, en Indonesia hubo atentados con más víctimas, y en Francia acuchillamientos de seguidores o simpatizantes del Islam, que tienen simpatía o militancia con ISIS, que es la contracara del fundamentalismo ultraconservador estadounidense.

Nos urge a todos tomar cartas en el asunto, poblando las calles de millones de protestantes, si los gobiernos siguen impávidos y complacientes estas trayectorias demenciales e inconsultas con sus propias ciudadanías.

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