PRAXIS SUR

Historia Subalterna. Región Andino Amazónica.

MELO, DISCÍPULO DE ZULETA Y LA HISTORIA MÍNIMA. UNA PRECISIÓN EN MATERIA DE GOBIERNO.

miguel angel herrera zgaib

Proyecto historia subalterna, grupo PyP.

Uno de los libros más vendidos de la pasada Feria de Bogotá fue Historia Mínima de Colombia. Publicado por editorial Océano se convirtió en referencia obligada para quienes comprancon cierta selectividad ejemplares para sus bibliotecas. Éste, el último día de la feria lo vendían con un 10% de descuento.

El éxito, en parte, es debido al prestigio de Jorge Orlando, uno de los discípulos de Estanislao Zuleta, cuando estudiaba filosofía en la Universidad Nacional, y quien se dedicó a la historia, y en los años 70 públicó el texto Colombia Hoy, que obtuvo múltiples ediciones, incluidas copias piratas, como pasó con otro trabajo de Historia, de la autoría de Álvaro Tirado Mejía.

Igualmente, Jorge Orlando fue ayudado por los extensos reportajes que le fueron previamente publicados en El Tiempo, y este domingo, la publicidad continúa en el suplemento del diario, las Lecturas, que reprodujo un fragmento del libro, con el título La Independencia Inesperada.

En el nuevo libro Melo destaca los aspectos culturales de la historia nacional, y en el fragmento que toca con los antecedentes de la Independencia, haciendo gala de un lenguaje fluido, se refiere a la influencia estadounidense en el proceso independentista, previo a 1810.

Aparece entonces una mención más puntual, como sigue:

"Un gobierno independiente parecía más remoto por el ejemplo de las colonias inglesas del norte en 1776, cuando se crearon los Estados Unidos de América, con un gobierno federal, republicano y representativo."

Sin embargo, la verdad es que los Estados Unidos primero fueron una Confederación antes que experimentar el gobierno Federal, y en esos términos hay una suerte de réplica en la experiencia de la Confederación Granadina.

Pero, los estadounidense modificaron esa estructura, afectado aquel gobierno por revueltas y protestas internas,que, en últimas darán paso a un gobierno federal, republicano y representativo, como lo escribe nuestro historiador.

De hecho, será en las publicaciones hechas en El Federalista, en particular por Hamilton, Madison, Adams, donde se debatirá y expondrá por qué convendría instaurar una república, un poco a la manera romana, y no la democracia griega, para prevenir la lucha faccional, y según Madison la tiranía de las mayorías.

En otro apartado del fragmento, Melo hace una referencia a Antonio Nariño, quien había sido alcalde y recaudador de diezmos, y quien en su labor de impresor ilustrado publicó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en Santa Fe, en el año 1794.

Tal audacia política resultó en condena para Nariño, quien se fugó cuando iba rumbo a una prisión en Cádiz. Intentó conseguir apoyos para la lucha de independencia con franceses e ingleses infructuosamente.

Entonces, señala Melo, que Nariño regresó en 1797, y "pidió perdón al arzobispo y al virrey". Circunstancia esta que conviene cotejarla, igualmente, con un caracterizado biógrafo de Nariño, a quien, por demás, admira, Enrique Santos Molano, para precisar esta actuación del ilustre granadino, quien hará causa común con la acción militar de Simón Bolívar, luego que los intentos de independencia en Venezuela fracasaran.