domingo, 24 de junio de 2012


Valor de Uso, Utopía Moderna  y Disutopía Comunista
PARTE I

Miguel Angel Herrera Zgaib
miguel.herrera@transpolitica.org
Director
Grupo Presidencialismo y participación

Una semblanza político-intelectual

Qué sucede en nuestros días con el concepto de "revolución"; cómo pensar ahora esa realidad inherente a la política que es la violencia; de qué manera es posible distinguir aquello que de la vida política se encuentra efectivamente presente en lo que conocemos como "política": son algunas de las cuestiones a las que intentan acercarse estos ensayos. Bolívar Echeverría (2010), Presentación, Editorial Siglo XXI, México, p.9.

                                                              Aprovechando la participación en el VI Congreso de Alacip, asistimos a una accidentada y breve presentación en homenaje al intelectual ecuatoriano  Bolívar Echeverría fallecido el año pasado.Valor de Uso y Utopía fue uno de sus libros cortos, hecho de varios ensayos, que apareció en 1998, y se reeditó en 2010. El también fue autor de El discurso crítico de Marx, Las ilusiones de la modernidad, y la modernidad de lo barroco, y vivió la mayor  parte de su madurez fuera , siendo Berlín y México los lugares más relevantes para su formación y magisterio, en particular en la UNAM, donde hizo famosos sus cursos acerca de EL Capital de Marx.

Bolívar se dedicó a la cultura política, y coordinó un seminario llamado "El concepto de cultura política yla vida política en América Latina que estuvo bajo su orientación entre 1994-1997. El libro al que me referiré estuvo nutrido por aquellas reflexiones, pero su elaboración ocurrió en una estadía de estudio y escritura en la Universidad Libre de Berlín. Un lugar en que Echeverría pasó buenos y fructíferos años, durante los cuales tuvo ocasión de contactarse con Adorno en Frankfurt, y conocer con detalle los desarrollo de la escuela crítica, y en particular, además, los trabajos de Walter Benjamin y Max Horkheimer.

Pero, Bolívar, ante todo, dedicó un especial cuidado a la obra de cumbre de Carlos Marx, y se valió del instrumental lógico crítico de la llamada escuela de la lógica del Capital, que floreció en los tiempos de la revolución estudiantil de los años 60; y en particular, fue un interlocutor válido de Rudi Dustchke, el joven intelectual y activista política que le dio una coloratura especial a la obra de Rosa Luxemburgo, y con quien Bolívar compartió el tiempo de la esperanza revolucionaria, y el desmonte brutal de la misma, comoquiera que Dustchke fue objeto de atentados, acusado de ser animador intelectual de la Röte Armee  de Baader/ Meinhof, hasta que lograron asesinarlo cuando estaba en exilio en Dinamarca. 

El libro de ensayos:  valor de uso y  utopía moderna

Recuerda Echeverría : Hegel...llega a decir que, con el comportamiento natural llamado "vida" aparece "el individuo", que tiene en sí mismo un "principio de autoconfiguración, y que se enfrent como "sujeto" al "mundo objetivo", el que le sirve de condición de su existencia..." (Ver Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817), ps. 255-59)

El libro al que me referiré en algunos apartes contiene 8 ensayos, distribuidos en 197 páginas, y arranca con "La modernidad como decadencia y cierra con "El valor de uso": ontología y semiótica", al que me referiré y citaré en forma directa para lidiar con el asunto  de la utopía y la disutopía. Lo cual supone una aproximación a la lectura de Echeverría en diálogo con el trabajo de filosófico y político de Antonio Negri y Michel Hardt.

Echeverría aquí se pregunta en debate con el Foucault de "Las palabras y las cosas" con Marx, a quien aquel ubica en los escenarios de la modernidad política incapaz de ofrecer fundamentos a la nueva práctica de la política que se despliega en los años 60 y 70. Esta no es la perspectiva que defiende Bolívar, quien por otra parte, señala cómo el concepto de "valor de uso" que  Marx opone al pensamiento moderno, y el cual constituye una real revolución teórica.

Al mismo tiempo, el autor en comento, de entrada, reconoce que en Marx la crítica de la modernidad adolece de "una disimetría o unilateralidad; que "las amplias y penetrantes investigaciones del proceso de acumulación del valor capitalista -de uno de los dos lados del comportamiento económico contradictorio de la sociedad moderna- no se acompañan de investigaciones similares, capaces de hacerles contrapeso, en el terreno del otro lado de ese comportamiento, el del valor de uso, y su reproducción (p. 155)."

Entonces, siguiendo esa línea argumental, Echeverría se pregunta:¿por qué - Marx- no procede deductivamente a partir de una teoría de la producción en general que incluya ese concepto?", esto es, el de la forma natural, o "valor de uso. Y él va a citar lo escrito por Marx en los Manuscritos de París (1844), donde esta la mención a la forma natural, y que según su interpretación abre el discurso de Marx a los nuevos problemas de la política contemporánea.

De allí se pasa al concepto de "producción en general, considerada como un proceso completo de reproducción  social, transhistórico, supra-étnica, cuya actualización histórica constituye "la identidad o figura concreta de una sociedad" (p.157)". Pero en el capitalismo tiene una forma doble, compleja, porque también se "somete también a un condicionamiento "seudo-natural" que proviene de la organización económica constituida en "sujeto" (p.158)."

Bases de la disutopía

                                         Ahondando en la pesquisa, y explicitando su argumentación, Echeverría señala que:
"Para Marx, el modo de reproducción capitalista determina de manera dual la concreción de la vida social: como donación de forma primaria, de orden social-natural, y como donación de forma secundaria, carente de necesidad "socio-natural", en torno a lo que él llama el "proceso autonomizado de formación y valorización del valor (p. 159)". En suma las sociedades capitalistas resultan de dos tendencias contradictorias que las forman, que tienen concreción en el proceso real de trabajo. (Ver al respecto: El capital, Libro I, capítulo VI (inédito)).

Bolívar Echeverría cierra la presentación de su texto anunciando que su reflexión se centra en "una distinción entre lo que sería propiamente la forma social-natural del proceso de vida humano, como realidad que -incluso en su permanencia trans-histórica y supra-étnica- implica necesariamente un grado elemental de concreción, y lo que sería la estructura fundamental de dicho proceso, como esencia necesariamente abstracta...", para dar cuenta, luego, de "la libertad como hecho característico de la vida humana" (p. 160). Y en este caso de la libertad más plena alcanzable, la de los individuos libres del capitalismo, al modo como lo prospecta de modo tendencial la reflexión marxiana contenida en los Gründrisse.

Al hacer explicita esta crítica de la economía política burguesa, Marx abre el diapasón de una libertad radical, que supone cortar los lazos de dependencia y subordinación impersonal que se han tejido en la civilización capitalista, los lazos que reemplazaron aquellos más simples, que el mismo Marx caracterizara para las formaciones precapitalistas como "lazos de dependencia y subordinación personal".

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