Valor de Uso, Utopía Moderna y Disutopía Comunista
PARTE I
Miguel Angel Herrera Zgaib
miguel.herrera@transpolitica.org
Director
Grupo Presidencialismo y participación
Una semblanza político-intelectual
Qué
sucede en nuestros días con el concepto de "revolución"; cómo pensar
ahora esa realidad inherente a la política que es la violencia; de qué
manera es posible distinguir aquello que de la vida política se
encuentra efectivamente presente en lo que conocemos como "política":
son algunas de las cuestiones a las que intentan acercarse estos
ensayos. Bolívar Echeverría (2010), Presentación, Editorial Siglo XXI,
México, p.9.
Aprovechando la participación en el VI Congreso de Alacip, asistimos a
una accidentada y breve presentación en homenaje al intelectual
ecuatoriano Bolívar Echeverría fallecido el año pasado.Valor de Uso y
Utopía fue uno de sus libros cortos, hecho de varios ensayos, que
apareció en 1998, y se reeditó en 2010. El también fue autor de El
discurso crítico de Marx, Las ilusiones de la modernidad, y la
modernidad de lo barroco, y vivió la mayor parte de su madurez fuera ,
siendo Berlín y México los lugares más relevantes para su formación y
magisterio, en particular en la UNAM, donde hizo famosos sus cursos
acerca de EL Capital de Marx.
Bolívar se dedicó a la
cultura política, y coordinó un seminario llamado "El concepto de
cultura política yla vida política en América Latina que estuvo bajo su
orientación entre 1994-1997. El libro al que me referiré estuvo nutrido
por aquellas reflexiones, pero su elaboración ocurrió en una estadía de
estudio y escritura en la Universidad Libre de Berlín. Un lugar en que
Echeverría pasó buenos y fructíferos años, durante los cuales tuvo
ocasión de contactarse con Adorno en Frankfurt, y conocer con detalle
los desarrollo de la escuela crítica, y en particular, además, los
trabajos de Walter Benjamin y Max Horkheimer.
Pero,
Bolívar, ante todo, dedicó un especial cuidado a la obra de cumbre de
Carlos Marx, y se valió del instrumental lógico crítico de la llamada
escuela de la lógica del Capital, que floreció en los tiempos de la
revolución estudiantil de los años 60; y en particular, fue un
interlocutor válido de Rudi Dustchke, el joven intelectual y activista
política que le dio una coloratura especial a la obra de Rosa
Luxemburgo, y con quien Bolívar compartió el tiempo de la esperanza
revolucionaria, y el desmonte brutal de la misma, comoquiera que
Dustchke fue objeto de atentados, acusado de ser animador intelectual de
la Röte Armee de Baader/ Meinhof, hasta que lograron asesinarlo cuando
estaba en exilio en Dinamarca.
El libro de ensayos: valor de uso y utopía moderna
Recuerda
Echeverría : Hegel...llega a decir que, con el comportamiento natural
llamado "vida" aparece "el individuo", que tiene en sí mismo un
"principio de autoconfiguración, y que se enfrent como "sujeto" al
"mundo objetivo", el que le sirve de condición de su existencia..." (Ver
Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817), ps. 255-59)
El
libro al que me referiré en algunos apartes contiene 8 ensayos,
distribuidos en 197 páginas, y arranca con "La modernidad como
decadencia y cierra con "El valor de uso": ontología y semiótica", al
que me referiré y citaré en forma directa para lidiar con el asunto de
la utopía y la disutopía. Lo cual supone una aproximación a la lectura
de Echeverría en diálogo con el trabajo de filosófico y político de
Antonio Negri y Michel Hardt.
Echeverría aquí se pregunta en debate con el Foucault
de "Las palabras y las cosas" con Marx, a quien aquel ubica en los
escenarios de la modernidad política incapaz de ofrecer fundamentos a la
nueva práctica de la política que se despliega en los años 60 y 70.
Esta no es la perspectiva que defiende Bolívar, quien por otra parte,
señala cómo el concepto de "valor de uso" que Marx opone al pensamiento
moderno, y el cual constituye una real revolución teórica.
Al
mismo tiempo, el autor en comento, de entrada, reconoce que en Marx la
crítica de la modernidad adolece de "una disimetría o unilateralidad;
que "las amplias y penetrantes investigaciones del proceso de
acumulación del valor capitalista -de uno de los dos lados del
comportamiento económico contradictorio de la sociedad moderna- no se
acompañan de investigaciones similares, capaces de hacerles contrapeso,
en el terreno del otro lado de ese comportamiento, el del valor de uso, y
su reproducción (p. 155)."
Entonces, siguiendo esa
línea argumental, Echeverría se pregunta:¿por qué - Marx- no procede
deductivamente a partir de una teoría de la producción en general que
incluya ese concepto?", esto es, el de la forma natural, o "valor de
uso. Y él va a citar lo escrito por Marx en los Manuscritos de París
(1844), donde esta la mención a la forma natural, y que según su
interpretación abre el discurso de Marx a los nuevos problemas de la
política contemporánea.
De allí se pasa al concepto de
"producción en general, considerada como un proceso completo de
reproducción social, transhistórico, supra-étnica, cuya actualización
histórica constituye "la identidad o figura concreta de una sociedad"
(p.157)". Pero en el capitalismo tiene una forma doble, compleja, porque
también se "somete también a un condicionamiento "seudo-natural" que
proviene de la organización económica constituida en "sujeto" (p.158)."
Bases de la disutopía
Ahondando en la pesquisa, y explicitando su argumentación, Echeverría señala que:
"Para
Marx, el modo de reproducción capitalista determina de manera dual la
concreción de la vida social: como donación de forma primaria, de orden
social-natural, y como donación de forma secundaria, carente de
necesidad "socio-natural", en torno a lo que él llama el "proceso
autonomizado de formación y valorización del valor (p. 159)". En suma
las sociedades capitalistas resultan de dos tendencias contradictorias
que las forman, que tienen concreción en el proceso real de trabajo.
(Ver al respecto: El capital, Libro I, capítulo VI (inédito)).
Bolívar
Echeverría cierra la presentación de su texto anunciando que su
reflexión se centra en "una distinción entre lo que sería propiamente la
forma social-natural del proceso de vida humano, como realidad que
-incluso en su permanencia trans-histórica y supra-étnica- implica
necesariamente un grado elemental de concreción, y lo que sería la
estructura fundamental de dicho proceso, como esencia necesariamente
abstracta...", para dar cuenta, luego, de "la libertad como hecho
característico de la vida humana" (p. 160). Y en este caso de la
libertad más plena alcanzable, la de los individuos libres del
capitalismo, al modo como lo prospecta de modo tendencial la reflexión
marxiana contenida en los Gründrisse.
Al hacer
explicita esta crítica de la economía política burguesa, Marx abre el
diapasón de una libertad radical, que supone cortar los lazos de
dependencia y subordinación impersonal que se han tejido en la
civilización capitalista, los lazos que reemplazaron aquellos más
simples, que el mismo Marx caracterizara para las formaciones
precapitalistas como "lazos de dependencia y subordinación personal".
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