jueves, 1 de noviembre de 2012


A las puertas de una elección glocal

                                                          En pocos días habrá una nueva elección de implicaciones mundiales. Sabremos si ganará la representación Obama, o entrará a gobernar su rival, el multimillonario, Romney, exgobernador de Massachussets. Pero, además, serán unas elecciones pasadas por agua, causando grandes destrozos, miseria, y muerte en dos estados de la costa este, Nueva Jersey y New York.

Pero, igual, quiero destacar, luego de la conferencia de Jacques Rancière, cómo obra el mecanismo de la representación en el modelo replicado hasta el cansancio del republicanismo presidencial. Que está estrechamente ligada a la ingente movilización y disposición de recursos. La elección presidencial en curso costará  6.000 millones de dólares, y por autorización expresa de la Corte Suprema de Justicia, hay donantes privados sin  límite para contribuir al triunfo de uno de los dos contendientes.

Elecciones pasadas por agua

Esta vez, aunque los hispanos, y otras minorías activísimas en la primera elección de Obama están deprimidos por ciertas promesas incumplidas, y por la fidelidad que Obama ha tenido por los llamados "intereses nacionales", se destaca el trato especial y coqueteo de estos, con la "amenaza" de que volverán a estar en riesgo de salir de los Estados Unidos, por indocumentados, lo cual a trochas y mochas ha garantizado en parte el presidente demócrata de ser elegido.

Claro, Obama se ha convertido en visitante directo de las zonas de desastre en New Jersey y New York, a lo cual no le ha jalado su archirival. Y claro esto también contará al momento de votar los que aun no lo han hecho. Y él tuvo tiempo para darle un espaldarazo al proceso de paz colombiano, que también tiene una importante colonia de votantes, a la que le puede "sonar la flauta".

¿Quién ganará?

Sin embargo, la última palabra la tienen los estados en disputa, y el principal de todos es Ohio, en cierto modo Virginia, y claro Florida, donde se selló la suerte de la sintomática elección del año 2000.  

Finalmente, los debates públicos cerraron con una ligera ventaja de Obama. Vistos estos factores, con la tragedia de SAndy, podrá pronosticarse el triunfo final de B. Obama, y la diferencia puede superar el millón de votos, pero faltan unos días en los que seguirá rodando dinero, y también el defícit galopante de la maltrecha economía estadounidense que todos subsidiamos.

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