domingo, 9 de diciembre de 2012


CHÁVEZ, UN CID CAMPEADOR POPULAR

"Estamos empeñados en construir un modelo socialista muy diferente al que imaginó Marx en el siglo XIX. Ese es nuestro modelo, contar con esta riqueza petrolera...le da una configuración especial a nuestro modelo económico".  Hugo Chávez, Aló Presidente 288.

                                                                   Lo que era una dolorosa sospechosa tuvo ayer confirmación, el Cte Hugo Chávez Frías enfrentará por cuarta vez el combate mortal contra el cáncer que le carcome vitalidad, y pone en riesgo la esperanza de millones de abajo, que han visto una mejora en sus vidas, sacando provecho de la renta petrolera distribuida en parte en beneficio de los muchos.

Bajo esas condiciones, hace dos meses, Chávez volvió a triunfar en la causa electoral, rompiendo el asedio peligroso de su joven rival, Enrique Capriles, pegado a sus talones en el Estado de Miranda, que comparte parte de la población y riqueza de la gran Caracas, donde se agolpa la mayor parte de la pobrería.

Los sin parte, que han hecho la diferencia, vienen eligiendo a Chávez en repetidas ocasiones, luego que se sublevaron en el Caracazo, contra la política hambreadora del difunto Carlos Andrés Pérez. Entonces bajaron de los cerros como un enjambre de laboriosas hormigas para "hacer justicia" por propia mano, a riesgo de morir en el intento.

La sucesión venezolana

Como en Cuba socialista, o en la revolución mexicana institucionalizada, el problema de la sucesión en el gobierno político es el asunto más definitivo porque define la estabilidad y permanencia de un orden cualquiera.

Ayer, luego de su regreso de la Habana, Hugo Chávez, quien será intervenido de su cáncer que se reproduce vorazmente, y que no lo detiene la cámara hiperbárica, se encaramó en su Babieca mediática, y proclamó su sucesor, el vicepresidente Nicolás Maduro, el líder popular de los transportistas, que primero hizo el curso de codearse con la diplomacia internacional, quien ahora es investido como futuro presidente, en la transición forzosa, o en las nuevas elecciones, en caso que la ausencia del presidente electo sea definitiva.

Como en el mítico sitio de Granada, hace 520 años, se repite, parece, la historia del Cid Campeador, pero protagonizada por personajes de piel moruna, que ponen a raya el apetito de los criollos y mantuanos que no se resisten a ver repartidas, "despilfarradas" las regalías del oro negro.

Hoy, en las plazas consagradas a Bolívar, en toda Venezuela, saldrán  las multitudes a sellar la voluntad de su "redentor", esto es, a respaldar la decisión del presidente Chávez, en un plebiscito intempestivo, que hace morir de envidia al expresidente Alvaro Uribe, estandarte del "estado de opinión", pero sin pueblo organizado. 

Las elecciones regionales y municipales

En ocho días se pondrá  a prueba qué tan organizada está la multitud de la pobrería, y hasta dónde la propuesta comunal del doble poder, que han trabajado el PSUV y sus aliados cubanos, ha progresado. Y más aún, si ganarán los puestos que ya tienen en municipios y gobernaciones.

Pero, la exigencia mayor es ganar también el estado Miranda, la joya de la corona política, y Zulia, que lo es en términos de riqueza económica, pegada al Golfo de Coquibacoa, la más grande reserva petrolera de la tierra hasta hoy conocida. Otro lugar en disputa en Carabobo, pero la mayoría piensa que esta gobernación ya está ganada. Al fin de la otra semana lo sabremos.

¿Eterno retorno del populismo?

En tanto la pobreza de América Latina no se extirpe, lo cual es perfectamente posible, habrá eso que se llama populismo a la puerta de la política. Que conlleva la inflación, el riesgo de la enfermedad holandesa, pero no deja, en lo inmediato, los estómagos de millones de seres llenos de telarañas, en la angustia de la sobrevivencia diaria.

Conviene recordar, que los cálculos están hechos hace un cuarto de siglo para que todo el planeta salga de la pobreza y la miseria que afecta a más de 1200 millones de congéneres. Lo ha hecho público la corriente llamada del "marxismo analítico", que con Roemer, Van Parijs, entre otros, han hecho los cálculos de un salario de subsistencia decente para toda la población de la tierra.

Pero, la recesión sigue en medio de la abundancia, y el despilfarro suntuario más inaudito. Y claro, los populistas de Suramérica, como Chávez reparten, redistribuyen la riqueza que la tierra ofrece  generosa, y ganan elecciones, pero, él, no todos, se atreven a organizar la gente, para extender el poder de sus colaboradores más inmediatos, y de los capitalistas que lo acompañan en el más grande de los negocios conocidos, la administración de la productividad de la pobrería.   

¿Un modelo alternativo?

"El único modelo que permite que triunfe la igualdad y la libertad es el socialismo, mientras que el capitalismo representa el reino de la desigualdad y la opresión". Hugo Chávez, febrero de 2012.

                                                            Con un Chávez luchando por su vida, y el legado prometido del socialismo bolivariano en riesgo, reflexiones como las de Pablo Stefanoni, quien introduce el debate sobre los modelos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, nos exige  potenciar las alternativas al pos-neoliberalismo, a lado y lado de la frontera, conceptual y física. (Ver Nueva Sociedad, mayo-junio, 2012, pp: 51-64)

Stefanoni habla de medidas contracíclicas, adminstrada por lo que llama un modelo de estado compensador, el sustituto bajo el nuevo tiempo del estado de compromiso del que habló el sociólogo brasileño Weffort, en el periodo de la sustitución de las importaciones en A. Observatorio Sociopolítico Latinoamericanoa, que recetaba Raúl Prebisch y la corriente cepalina.

Correa, a su turno, dice que es urgente cambiar el modelo de desarrollo, pero ninguno de los tres países lo logra. Lo que ahora, en verdad, se vislumbra es una suerte de capitalismo con rostro cristiano, cuya caja fuerte es en verdad la revolución extractivista, que también comparten con Colombia. 

Para otros más radicales, como el desencantado expresidente de la Constituyente, Alberto Acosta, candidato en campaña por la presidencia de Ecuador, proponen un modelo alternativo, el posdesarrollo. Ir más allá del desarrollo, con o sin rostro humano. Es urgente salir de la dependencia de las materias primas, que no "quiebra el modelo de explotación y exportación de naturaleza (recursos mineros, petroleros y monocultivos), dice Stefanoni, recordando al uruguayo Gudynas, que también habla de los Estados compensadores.

Entretanto, en esta coyuntura de vida o muerte, del popular Cte Chávez, la transición nacional venezolana le apuesta al nuevo sistema económico comunal, que competirá, sin pagar impuestos, con la economía capitalista existente. Un sistema del cual se predica que no habrá privilegios ni jerarquías. 

Recordando a Maurice Duverger, todos los socialistas y comunistas de Venezuela, y sus alrededores, no esperan que crezcan naranjas en la vecindad del Lago de Maracaibo, como en el viejo socialismo, el de Stalin, que porfiara con fracaso asegurado en que sí florecerían naranjas en el Lago Balatón.

 Los pobres de Venezuela, y de la tierra toda, tienen hoy más que nunca la palabra, y la democracia es su arma más contundente, aquí, en Caracas, en El Cairo, en Gaza, y, por si fuera poco, en Cafarnaúm.

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