FORO
ENTREABIERTO
DE LA ASAMBLEA PROFESORAL A LA
TRIESTAMENTAL
Miguel A.
Herrera Zgaib.
Profesor
Asociado, Ciencia Política, Unal.
Director
Grupo Presidencialismo y Participación.
Con asistencia
de profesores que no superaba los 80 asistentes, escuchamos las intervenciones
de los colegas Leopoldo Múnera y Pedro Hernández de ASPU, quienes presidieron
la reunión en el Auditorio León de Greiff, en cuya mesa también los acompañaron
dos profesores más, con la coordinación del profe de Veterinaria y Zootecnia.
Desde la
audiencia intervinieron tres compañeros, quienes no solo preguntaron sino
llamaron la atención sobre asuntos polémicos, remitiéndose a 20 años atrás. Se
trajeron a cuento, igualmente, problemas tratados en la reunión del día
inmediatamente anterior.
En
particular, se recordó el "carrusel de los puntos", que había sido
mencionado, y lo reiteró el profe Hernández. Preguntándose la audiencia, sin
prueba directa, como un docente puede lograr contabilizar 100 puntos por año, a
través de la producción académica; y dónde es tangible el progreso académico y
científico derivado de tal "productividad" individual en la
Universidad Nacional.
Se cuestionó
la productividad como medida del rendimiento del profesorado, como una forma de
mercantilizar la educación superior, e introducir la competencia como criterio
pedagógico.
La infraestructura por reparar
El profesor Múnera informó sobre el costo que implicará reparar las
construcciones de la sede de Bogotá, que son cercanos a los 900.000 millones de pesos de hoy. Una averiguación de
costos que no era hasta ese momento pública, y que implicó una suerte de
indagación detectivesca para obtenerla.
A la vez, se
destacó en la reflexión que la Universidad Nacional está fragmentada en sus
sedes, y que la apropiación de dineros para el adelanto de trabajos de
infraestructura, no hay una política de conjunto, y tampoco al interior de
varias de las sedes.
El caso de
Bogotá es ejemplar al respecto, para ilustrar la segmentariedad de la gestión,
y quiénes han llevado la "mejor" tajada. A la fecha el fondo que
existía para atender estas demandas está exhausto.
El
representante de Aspu propone
diligenciar una estampilla que en la sede de Manizales produce buenos
resultados, es para mostrar. En la U. del Atlántico también hay estampilla, con
la que se mejora infraestructura, y el
pago de servicios académicos.
Cifras y realidades del desastre
social
El diagnóstico de la SUE, según Luis E. Arango, señaló una
desfinaciación de 11,2 billones. De la
anterior suma, entre las 32
universidades del SUE, se repartirían 1,3 billones adicionales, sumándolo al
presupuesto anual ya establecido. En cambio, el profesor Hernández, denuncia
que los 11,2 billones solo financiarán
infraestructura. ASPU calcula que se
requerirá una suma cercana a los $20 billones, si se quiere financiar la
Universidad Pública en Colombia, y sacarla de su desastre.
Mientras
tanto, el actual gobierno con la contra-reforma tributaria descargó a los
grandes empresarios. Premió al gran capital,
ya no provee el 12 porciento al gasto social. Esto ahora queda a las
costillas de la clase media, de los profesionales que se forman y egresan del
sistema de la educación superior. La deuda social dejó de ser responsabilidad
de los ricos.
Adicional a
lo anterior está la vena rota de la guerra, a la cual se destina una quema
anual de riqueza social cercana al 10 porciento del presupuesto nacional. El presidente Santos cosecha el desastre
social de la “seguridad democrática”, y quiere construir la prosperidad de la oligarquía a costillas del resto de la sociedad. Las
encuestas le muestran la urgencia de romper las amarras definitivas con el
desastre de los dos gobiernos autoritarios y reaccionarios del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
La bomba pensional y Unisalud
Además, en
la Unal, crece la bomba pensional en
explosividad. Y en lo que tiene que ver con Unisalud, hay gastos
injustificados, y la urgencia de establecer una racionalidad para preservar
este servicio para los que lo necesitan efectivamente.
Hay sedes
como Palmira y Manizales, se dice, donde se contratan y se pagan cuentas de
salud innecesarias. La fórmula de la
indexación es otra forma leonina de drenar recursos. Es una indexación sobre la
indexación previa, parecida a la fórmula de intereses sobre intereses, la
usura. Hay servicios contratados cuyas cotizaciones por un mismo producto
fluctúan entre $800.000 y $ 2 millones.
Adicionalmente,
los estudios señalan, que como mínimo un profesor universitario, recién enganchado
debe tener una remuneración de $4 millones. Como ocurre con los trabajadores y
empleados en asamblea permanente, no ha habido la nivelación de los
trabajadores y empleados del Estado.
Los únicos
nivelados han sido los altos funcionarios del gobierno: el ejecutivo, el
legislativo, y la judicial, el gran tío vivo de la nación, quienes ordeñan el
presupuesto nacional sin agüero.
Acción solidaria y reparación integral
"No
estamos dispuestos a que nos llamen a reuniones donde no resuelven nuestra
petición: un incremento salarial del 30 por ciento y un aumento anual de dos
puntos porcentuales por encima del ajuste salarial...¨" Jaime Salamandra,
Sintraunal.
Mañana habrá asamblea triestamental, y los trabajadores divididos en dos
organizaciones, mantienen las instalaciones de la sede de Bogotá cerradas; y el
acceso a los servicios sanitarios también. Los estudiantes que persisten en la
acción solidaria sesionan fuera de los edificios, mientras hay algunos que
reciben clase al lado del edificio inteligente.
Pero, el
grueso de la población universitaria está fuera, y a la espera de una solución,
a la espera, y con el mínimo esfuerzo. El año pasado fue la hora de los
estudiantes, y se derrotó solidariamente la contra-reforma educativa.
Este año,
son los trabajadores y empleados, los movilizados, en número superior a 2.000,
y reclaman un aumento del 30 porciento para ellos. Equivaldría a $24.400
millones adicionales al año. La Nacional destina al año $400.000 millones para
el pago de trabajadores administrativos en todas las sedes.
En
noviembre, la rectoría acordó llevar esta petición al gobierno, quien tiene la
potestad de hacerla efectiva. Ahora, el vicerrector general, el economista
Jorge Iván Bula, ha dicho que se hizo el trámite y que el ministerio de
Hacienda tiene la última palabra. Sin embargo, el vicepresidente de Sintraunal,
uno de los dos sindicatos, Jorge Salamandra, denuncia que "no han hecho la
gestión".
La
hora de los docentes y la ciudadanía democrática
Es la hora de los docentes, y de poner en la misma canasta solidaria las
reivindicaciones propias. Es el momento de juntar todos los programas
sectoriales, y fortalecer el proceso legislativo por una reforma democrática de
la Educación Nacional, de la cual la Educación Superior es un capítulo fundamental.
Es el momento
de reclamar de modo directo la reparación integral para la educación pública, y
hacerlo de arriba a abajo, en la pirámide educativa. Reclamar del gobierno, el
cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 13, de la Constitución Nacional,
promover que la igualdad sea real y efectiva, sin más aplazamientos.
Para
conseguirlo requerimos de la solidaridad de la ciudadanía del país, de los
padres de familia, de la gente movilizada, y constituyendo comités de apoyo por
el derecho a la educación pública gratuita a todos los niveles. Ya lo hacen
Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Es la hora
de quebrarle el espinazo al neoliberalismo, con la verdad, con el rechazo a la
corrupción y a las "cuentas alegres". Preparar la Constituyente
Educativa para democratizar todas las estructuras directivas de la educación
pública en Colombia.
El ejemplo de los cafeteros movilizados
conviene no perderlo de vista, y aprehender de su capacidad organizativa en la hora presente.
Se trata de construir la paz social, con el concurso activo de la sociedad
civil de los de abajo.
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