A LIBERARNOS DE LA GUERRA SOCIAL: COLOMBIA
Miguel Angel Herrera Zgaib.
Proyecto @utonomista
"¡No más ríos de sangre!". Jorge E. Gaitán. Expresión de su Oración de la Paz, 7 de febrero 1948. Manifestación del silencio.
Juan Manuel Santos, emparentado en línea directa con el establecimiento liberal, por vía de Eduardo Santos, expresión de la oligarquía bogotana y del país político, contra quienes se levantó en rebeldía Jorge Eliécer Gaitán, después de 65 años de ríos de sangre, se atrevió por fin, a obrar en disidencia contra su propio estamento, después de comprometerse en profundidad con la guerra oligárquica, y fracasar en el intento.
Alfonso Cano, dirigente máximo de las Farc-Ep, hijo intelectual de la Universidad Nacional, levantado en armas hasta su asesinato en el Cauca, igualmente, se atrevió a corregir el rumbo de la guerra de minorías. En ella estaba preso, enajenadoel proyecto político que lideraba con quienes hoy se juntan en las negociaciones de paz, en La Habana, Cuba, territorio libre de los dictados del capital global.
En esta lucha titánica, desigual por darle existencia al hombre nuevo por el que murieron Ernesto Che Guevara en la lejana Bolivía, en las vecindades del Yuro, y Camilo Torres en Patio Cemento, y fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán, cuando intentó darle rumbo popular y democrático a las mayorías de Colombia, en medio de la derrota electoral liberal de 1946, se juntan los miles, millones de seres anónimos, víctimas de 65 años de violencia sin cuento, de la que la masacre de El Salado es emblemática.
La violencia contra los de abajo
Cristian Valencia, reproduce el testimonio recopilado por Alberto Salcedo Ramos de lo que ocurrió en El Salado, con la connivencia del país oligárquico, del régimen para-presidencial que empieza a desmontarse con titubeos, al terminar el segundo periodo de Uribe, cuando el vocero presidencial de la oligarquía anuncia que la llave de la paz no está perdida.
Esto ocurrió en la mañana del 18 de febrero del 2000, como queriendo borrar, por brutal coincidencia, lo exigido por Gaitán 52 años atrás en las calles y plazas del centro de Bogotá, seguido en silencio por miles, juntos en multitudinaria oración:
"Era un viernes...en la mitad de la cancha, los paramilitares torturaron a Eduardo Novoa Alvis, la primera de sus víctimas. Le arrancaron las orejas con un cuchillo de carnicería y después le embutieron la cabeza en un costal. Lo apuñalaron en el vientre, le descerrejaron un tiro de fusil en la nuca. Al final, para celebrar su muerte, hicieron sonar los tambores y gaitas que habían sustraído previamente de La Casa de la Cultura..."
Con él murieron asesinados 65 habitantes más, en la cancha de baloncesto frente a la Iglesia por las Auc, aliadas con los políticos locales, y la silenciosa complicidad de las fuerzas del orden.
Las cifras de la guerra social de la propiedad privada
"Es decir, de alrededor de 15.000 homicidios anuales, la "paz" con las Farc nos traería en teoría, una reducción de 300 muertes. Y digo que en teoría, porque, en la práctica, las etapas del posconflicto suelen acarrear un recrudecimiento de la violencia..." Saúl Hernández Bolívar, ¿No estamos inflando a las Farc?, en: El Tiempo, 9 abril 2013, p. 17.
Otro columnista de El Tiempo, hoy, seguidor de los que objetan el rumbo actual de la paz, pasó revista a las cifras de la muerte violenta en Colombia. Es una sumatoria macabra que a 2011, según las estadísticas levantadas por Forensis 2011, llegó a 16.554 víctimas, de las cuales, repite él, para contra-argumentar contra la negociación de paz actual, sólo el 2,2 por ciento (365) fueron resultado de la acción guerrillera, discriminada así: 269, las Farc, 25 el Eln, y 71 otras guerrillas.
En el año 2010, discriminadas las cifras por el Instituto de Medicina Legal (Forensis), de un total de 17.459, éste señaló los siguientes datos de la barbaridad nacional: 9,69 por ciento (1.962 casos) por venganza o ajuste de cuentas; 5,1 por ciento por riña (891); 2,83 (494) por atraco callejero, y 2,16 por ciento (377) por acción guerrillera. Hay silencio del columnista sobre el resto del conteo, pero éste conteo parcial arroja un total de 3724 víctimas.
Estos datos que ilustran la realidad de las diversas violencias que pueblan a Colombia, fueron diagnosticadas años atrás por los violentólogos de la Universidad Nacional en los años 80. Luego otros grupos de investigadores, trabajos académicos como los de Echandía, Montenegro y Rubio desconectan la conexión entre pobreza y violencia múltiple, para mostrar, en cambio, cómo es la riqueza la que la motiva, sin conseguir probarlo tampoco como lo mostró el investigador de la Nacional, Francisco Gutiérrez Sanín hace algún tiempo.
Pero, lo que aquí señalo, es que uno y otro tipo de violentólogos, de la Nacional y las universidades e instituciones privadas, es la existencia de una guerra social que no cesa, y de la cual la violencia política de los grupos y clases subalternas es apenas un porcentaje menor de esa bárbara sumatoria.
Esta guerra social hace parte de un contexto que enmarca el régimen de la propiedad privada, que en las condiciones de Colombia ha reproducido y ampliado los privilegios de los pocos, y reproducido la miseria y la pobreza en grandes cifras hasta el día hoy, cuando en lugar de seguridad, el discurso oficial habla de prosperidad.
La Paz no tiene dueños
"La paz no puede tener dueño". Juan Manuel Santos, en: Alocución del 8 de abril de 2013.
Hoy, en efecto, los enemigos de la paz, de esta paz en concreto, que camina desde septiembre de 2012, han descubierto el rostro, cuando menos sus adalides, y en particular, el ex Uribe Vélez, quien divulgó vía twitter las coordenadas del territorio despejado de acción militar oficial para que pudieran transportarse con el auxilio de la Cruz Roja a nuevos delegados de las Farc-ep, con rumbo a La Habana, lo cual ocurrió en la mañana del 8 de abril pasado.
También se marginan, momentáneamente, los que dicen que esta jornada del 9 de abril, es un acto, el primero, en la campaña de reelección de Juan Manuel Santos, y otros, menos, dicen que es la apertura de la campaña del Movimiento Progresista, uno de cuyos candidatos probables es Antonio Navarro, si no, el propio Gustavo Petro, quien primero tiene que recobrar imagen y ejecutorias en Bogotá, donde han tenido varias embarradas inexcusables que van desde el affaire de las basuras hasta el cobro de valorización para financiar obras ·futuras".
En el grupo de los que dicen que no están contra la paz se encuentra el PDA, las centrales sindicales principales, cuyas direcciones se han marginado, y uno de los más vocales ha sido el socialista cristiano, el presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez.
El exvice Francisco Santos, en Hora 20, interpelado por el exsindicalista Lucho Garzón, animador del Partido Verde, un activista de la paz en el pasado, antes de comprometerse con el uribismo hasta los tuétanos, le sacó el quite a su inconsecuencia , Y hoy dice: "esto es una carámbola a tres bandas. Y el presidente Santos lo sabe, que de la marcha de hoy depende su reelección".
No queda duda que desde la Guerra de los Mil Días, el bloque dominante no se ha comprometido nunca con la paz de Colombia. Ha hecho, en el más inmediato pasado dos escaramuzas, la primera fue la del Frente Nacional, que constitucionalizó la exclusión de los grupos y clases subalternas de la construcción de la paz, y éstas votaron en contra del plebiscito del 57, simplemente se abstuvieron, o se enmotaron y organizaron las autodefensas.
La otra fue a instancias de una iniciativa del ex Belisario Betancur que tuvo un trágico colofón en la masacre del Palacio de Justicia, que involucró a gobierno y guerrilla en la inmolación de muchos inocentes. Esta tragedia corrigió en parte su rumbo con el pacto parcial que le dio contenido social a la Constitución de 1991, pero que se quebró con el fracaso de San Vicente del Caguán, cuando el Plan Colombia le ofreció dientes a la guerra entre colombianos, con apoyo de la presidencia imperial estadounidense bajo la dirección de Bill Clinton.
La Otra paz comienza hoy
La Otra paz comienza hoy
Hoy, el gobierno de Barack Obama apoya el nuevo giro de Colombia hacia la paz, que tiene como protagonista de primera línea a Juan Manuel Santos, y quien cerró su discurso de invitación a la manifestación de hoy, diciendo, que "las condiciones están dadas...nos permite, por primera vez, la posibilidad de una Colombia sin guerra".
Los de abajo, desde los tiempos del 9 de abril en adelante han estado directamente interesados en la paz de tod@s, y con el correr de los años y las tragedias aprendieron la importancia de su autonomía, esto es, que la paz las tienen que decidir ell@s mism@s.
Este 9 d abril es un primer ensayo general, y ya se ha anunciado la entrada del Eln a esta interlocución que no puede excluir a nadie. Aunque lo anuncia tímida, y calculadamente, y por separado el propio presidente Santos.
El acto de liberarnos de la guerra, de una vez por todas, y no de humanizarla para continuar la guerra tiene no sólo que ser refrendada, sino dotada de dientes con una efectiva Constituyente social de las multitudes.
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