martes, 21 de mayo de 2013


EL “TÚNEL”  DEL PRESIDENCIALISMO EN COLOMBIA

Y SONÓ LA FLAUTA, ¿PARA QUIÉN?  (SEGUNDA PARTE)

Miguel Angel Herrera Zgaib
Director Grupo Presidencialismo y Participación
Presid.y.partic@gmail.com

La paz nacional y la economía global        

"Las políticas que hemos promovido se queden a mitad del camino o se echen para atrás." Juan Manuel Santos.

                                         Tiene que haber una definición de reglas de juego entre la democracia y la izquierda para sacar provecho de la división en el bloque dominante. Y la suerte del rumbo de la paz en La Habana es un ingrediente fundamental. La guerra de las vallas refleja lo definitiva que se ha vuelto la cuestión de la paz y su curso decisivo en términos de tierras, y una verdadera reforma agraria, que por lo pronto solo tiene cara de restitución que golpea a una parte del eje terrateniente para-político. 

La otra pata de la mesa en que se juega la presidencia está en la economía nacional, que se encuentra amenazada por la epidemia holandesa, que ya tocó a la industria colombiana, sumada a una baja intempestiva, especulativa en el mercado de las commodities, que se pronostica globalmente con insistencia, y que tiene que ver, igualmente, con la baja en la demanda de la economía china que acusa relativa fatiga productiva. Acercándose ésta cada vez más a los pronósticos del Nóbel  Krugman, al hacer recuento histórico comparativo de las economías determinadas por la relación capitalista. 

El equipo con el cual competirá el presidente para ganar las elecciones del 2014 incorpora en la fundación buen gobierno a Gabriel Silva, Juan José Echevarría, María Emma Mejía, y el general Oscar Naranjo con la presidencia de German Vargas, y la presidencia ejecutiva de Juan Mesa.

Pronto sabremos cuál será el equipo que propone el partido de la guerra para competir en la conducción del bloque dominante, e intentar ganar la presidencia perdida al fracasar en la liquidación de las Farc-Ep, el más influyente componente de la resistencia contra-hegemónica al proyecto del capitalismo globalizado, cuya punta de lanza son los megaproyectos impuestos a sangre y fuego, con más de 4 millones de colombianos desplazados.


La incógnita de la tercería democrática y de izquierda

La tercería democrática y de izquierda tiene pronto que hacerse visible, no puede menospreciar ninguna tendencia de los partidos existentes, los movimientos sociales y políticos, y los independientes que no están conformes con el estado de cosas actual, en tiempos de “prosperidad democrática”.

El referente fundamental tendrá que ser la paz democrática y la constituyente social, que hagan la diferencia frente a los esfuerzos reformistas timoratos que se ensayan hoy, la  restitución de tierras y reparación de víctimas, las casas gratuitas, y la paz con las Farc-Ep, que, para empezar, tienen que concretarse y profundizarse.

La movida es compleja y tortuosa, pero si la izquierda lo intenta puede como mínimo definir quien ganará la presidencia, y contribuir al establecimiento de un juego democrático liberal con oposición efectiva. Hasta podría la izquierda aliada con sectores democráticos ganar la presidencia si la confrontación arriba está adobada por una crisis económica inusitada; a la que podría sumarse el desmantelamiento del congreso infestado de para-político y  corrompido.

La revocatoria del congreso se tramita en forma casi silenciosa, tapada por el ruido paralelo de la revocatoria contra el alcalde Petro. Él es otro de los actores relevantes en esta crisis coyuntural del bloque dominante como animador principal de los progresistas junto con Antonio Navarro dedicado a la tarea de darle a este movimiento una proyección nacional pensando en las presidenciales de 2014.

Con todo, son demasiadas variables para pensar que se alineen  los astros a favor de esta tercería, que no logra organizarse todavía, fijando unas regla para seleccionar popularmente el mejor candidato, y no entre las dirigencias de cada agrupamiento de izquierda y democrático, interesado en ser una real alternativa de oposición a los candidatos del partido de la Unidad Nacional y del Centro Democrático.

Es la oportunidad política para que esta alianza le cambie el ritmo al baile del capital transnacional, legitimado por las visitas de Clinton y Blair, y favorezca por fin a las multitudes que resisten las cooptaciones y el transformismo que ensaya la dupla oligárquica de Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras.


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