miércoles, 30 de octubre de 2013

BIEN CULTURAL, MAL CUIDADO. TIEMPO DE VERDAD Y DECISIÓN.
UNO, DOS  Y TRES !!!
Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, Unal. Ex rector de la U. Libre de Colombia. Ex director de Ciencia Política y Unijus.
En el día de ayer, martes 29 de octubre, después de la caída del cielo raso en el segundo piso, cuando estábamos en clases, y yo en Teorías de la Cultura, el lunes inmediatamente anterior de esta semana, me topé con la movilización de estudiantes de la Facultad con rumbo al ministerio de educación y hacienda.

Me invitaron a acompañarlos, pero, yo tenía y tengo que resolver lo que tiene que ver con la programación del VIII Seminario Internacional, y sus alternativas, puesto que lo acordado para los días 31 de octubre y 1o. de noviembre, se afectó por fallas humanas, que tienen que ser corregidas sin excusas naturales o sobrenaturales, como corresponde a una sociedad que quiere madurar intelectual y moralmente.

UNO

¿Un bien cultural?  Qué sarcasmo !!!

                                                      Me dirigí entonces al edificio de la Facultad, donde estuve hasta las 11.30 am., porque luego tuve que salir a cumplir una cita con uno de los conferencistas acordado para la sesión de este 31 de octubre, que espero realizar, en el auditorio Camilo Torres, donde esta la programación establecida, mañana y tarde.
En el interim, pudo fijar mi mirada en los dos pendones que irónicamente "rezan", bien cultural para calificar el edificio que se atribuye al concurso "ilustrado" de Leopoldo Rother y sus ayudas. Debajo de estos están estampadas, quizás cientos de veces los rostros del Ché y Camilo, mudos ante tanto estropicio padecido, por dentro y por fuera, desde el calamitoso estado de las escalinatas con que se accede a la Facultad misma, sin que nada pase, ni nadie se acomida cabiéndole tal responsabilidad. Ligerezas que nadie cometería con su lugar de habitación, cuando tiene el privilegio de disponer de ellas.

También rememoré el elogioso comentario visual, y "mentiroso" en parte de lo publicado en UNPeriódico, cuando se ponderó el edificio en "vías de extinción" por descuido inexcusable, y menosprecio en su preservación por sus reales usuarios y ocupantes. Por lo que afirmo, que, sin duda, es un bien cultural, pero mal cuidado, de conformidad con lo que rezan los códigos que en el mundo han sido, desde que se recopiló y publicitó el llamado Código de Napoleón, si mal no recuerdo, en 1804, cuando ya el Termidor se había cumplido, y la revolución burguesa fijó su ruta.

También quise recordar, por qué no hay cafetería, y nos tenemos que apiñuscar en Sociología, que sí la tiene, y nada pasa. Por qué se habla en Bienestar de práctica deportiva, y fueron suprimidas las duchas; por qué se tienen unos muebles cuya única ventaja parece ser el peso, porque impide que se los roben con facilidad, como ocurrió con 4 videobeams recientemente. Aunque tenemos la experiencia de un "padrón cebú" de media tonelada que fue birlado de esta finca abandonada, por parcelas, sujeta a la contra-reforma urbana que se come vivo al búho/curruco que ha perdido has en 80 años, y en la que se levanta desafiante, la avanzada de un urbanizador, dicen, egresado también de esta universidad.

Otros tiene los ojos puestos en este territorio mordisqueado que fue de humedales, y que donó, dice la historia el hacendado y cacique liberal, Nemesio Camacho, para que se restaurara en físico el proyecto educativo no confesional que empezó a ejecutar el general Santos Acosta, en los tiempos del radicalismo, y que selló fragilmente la figura académica de Manuel Ancízar.

Pero, hoy, no solo hay crisis en los saberes sociales que impartimos, cuando se quiere desdibujar la experiencia de la oposición y la disidencia legal y de hecho, para la cual, ni siquiera estos claustros pueden disponerse, por ejemplo, el auditorio León de Greiff, para que el país y las sedes de la UNal en el país escuchen a los 1200 o 1300, en un mar de 46 millones los escuchen de verdad.

Esto es, un vergonzoso retroceso con respecto a lo que fueron los diálogos del Caguán, donde cuando menos la Televisora Nacional los transmitía con su transcurrir anodino, no pocas veces, entre otras, porque otros iban a decidir, y los más "a botar corriente". Para tener que esperar Colombia 10 años, sumergida en un mar de mentiras, como ahora, físicamente le ocurre en realidad, a la facultad anegada por las aguas lluvias, y afectada en la temporada invernal por las aguas putridas que se empozan a la espaldas del monumento arquitéctonico, recordando la condición de humedal que tienen los terrenos en los que se apostó esta "ruina viviente".

DOS

Un saber interdisciplinar

                                                           Pero, lo que ocurrió este lunes, cuando se desfondó el cielo raso de la facultad de derecho y ciencia política, y vi salir empapado al coordinador del doctorado de derecho, el colega Oscar Mejía, y a los estudiantes apeñuscados entre asustados y rebeldes, imprimiendo las imágenes del desastre in situ, pensé que todo no estaba perdido.

Porque hacía un mes cuando menos, advertí a la reunión extraordinaria de profesores como la que hoy se convoca, como ya lo recordé en otra nota, que había el riesgo inminente que el cielo raso, la mampostería del segundo piso, y también del primero se viniera abajo. En este caso ocurrió, y claro, no era el  segundo "asalto al cielo" como lo definió Marx, a propósito de la Comuna, sino el asalto al cielo raso de nuestro edificio, por una inusitada corriente de agua, como corresponde a la temporada invernal, que los erráticos pronósticos del Idean no dejan, sin embargo, de vaticinar.

Para que ese techo se caiga, o el cielo raso, hay explicaciones físicas y químicas, que requieren de la interdisciplinaridad, e implica responsabilidades mediatas y mediatas. Me atrevería a pensar, porque no soy ingeniero civil, aunque le coquetee un año a la ingeniería por contagio familiar, que las cañerías estaban tapadas porque no tienen una adecuada limpieza, y el agua "anárquica" buscó salida por donde pudo, incluidas las grietas en la "capa protectora" que tiene que revisarse y reforzarse periódicamente.

Caída la capa cosmética del interior del edificio se vieron los huesos, las arrugas que la sustentan, que mucho se asemejan a las construcciones de bahereque de hace 50 años, pero los arquitectos nos dirán, de qué materiales se trata, los cuales en su desnudez revelan la verdad de lo que aquí pasa. Como lo que ocurre en El Poblado, donde la Nacional es parte de una comisión que fija a posteriori, y con víctimas incluidas por qué se caen las casas y los edificios, sin que se pueda acudir al argumento de "la mano de dios" para excusarlo, en este mar de ateos que puebla a Medellín y Bogotá, en lugar de fijar la mirada y la responsabilidad en esta "bendita tierra" ahíta de felicidad.

TRES

¿Otro elefante blanco?
                                                         Mientras tanto, se "avanza" en el diseño de lo que se define como el nuevo edificio de posgrados, mientras el monumento arquitectónico colapsa, y se piensa en un extranjero para diseñarlo, y se habla según actas de 1000 millones, en una suerte de joint venture con otras facultades.
 Como si los años del estudio de la arquitectura y diseño transcurridos desde Rother y sus discípulos, primero, no ameritaran que el concurso se hiciera, y se haga con los nuestros. Pero, antes, para hablar de esta facultad, que  se haga la remodelación y adecuación de nuestro edificio que amenaza ruina, y no requerimos de Kenzo Tange, que en paz descanse, o de Walter Gropius.  

El ejemplo nos lo dio economía, y allí funcionan los pregrados. Por qué, a 500 metros no puede y no ha ocurrido lo mismo. Ayúdenos a averiguarlo profesor  Alejo Vargas, usted que está lidiando con los temas de la paz y la guerra.

También se dice que la Facultad tiene en certificados o modalidades del capital financiero algo más de 1000 millones, y las cuentas de caja, que no pueden pasar sin conocerse de ahora en adelante, cada tres meses, tienen que destinarse a la reparación y habilitación definitiva del edificio, o proceder a encerrarlo en "una urna de cristal o plástico, a la manera de como ocurre con la que se dice fue la casa en que habitó Marco Fidel Suárez, antes de convertirse en presidente de Colombia, durante la regeneración conservadora.

Ahora la diferencia histórica será, que este encriptamiento ocurrirá en el tiempo de la "degeneración democrática", y la Facultad está a espaldas de lo que ocurre con la corrupción de la justicia, y con lo que pasa con el edificio que habitamos regularmente.

TODOS A  UNA(L)

                                                            Como lo dije al principio: no pude hallarme a la respuesta espontánea de los estudiantes que se fueron a protestar y hacer clase en las gradas del ministerio de educación, y que antes hicieron una estación frente al edificio Uriel Gutiérrez, que es donde funciona la rectoría, para evitar los bloqueos de cuando esta estaba emplazada en lo que conocemos como la torre de Enfermería, y que fue levantada si atender a los requerimientos de un suelo de humedal, y que lo hace inhabitable, creo, del tercer piso para arriba.

¿Y quién(es) es el responsable?, y de que la excavación que está detrás del centro de convenciones Alfonso López, que fueron los comedores de Gorgona en el pasado haya tardado tanto en repararse como si quisiera que lo habitaron ranas y renacuajos para que su canto, asordinado deleite a los visitantes permanentes o provisionales del Uriel.

Esto ocurre en la inmediación de los servicios de salud. Qué insultante paradoja, y cómo contrasta con los viáticos de los viajeros ilustres por el mundo, al escrutinio de los últimos desarrollos de la técnica y la ciencia, mientras no son capaces de resolver las cosas más obvias y urgentes de las obras civiles, como reparar los caminos de acceso a las facultades y departamentos, las vías internas de la Nacional, o precaver los robos, la destrucción de los bienes y enseres, el abandono de los lugares comunes.

Cuando los estudiantes protestan, y se colocan capucha para no ser identificados y sancionados por la justicia para los de ruana, no hemos advertido que hay otra máscara, la que oculta la verdad, y la solución cabal a esta mentira que requiere participación y eficacia. No compadrazgo, clientelismo y otras especies.

Así las cosas, recordar lo que decían nuestras abuelitas: "las cuentas claras y el chocolate espeso, sin ocultamientos de excusas. A "coger las goteras bien", rectificar los yerros, y manejar adecuadamente las finanzas, y por sobre todo, no dejar abandonados a los pregrados, como se le enrostra al ex rector Palacios, quien hoy estará de visita para hablar de violencia pública, y convendría que se le añada esta otra, la escandalosa y silenciosa violencia que venimos padeciendo con una pésima administración y destino de los recursos; y un descuido y desgreño de nuestra parte, que es responsable también de la amargura que escanciamos.

Toda a la Una(l), a su rescate definitivo sin agüeros. Llamando las cosas por su nombre, y actuando en consecuencia, del presidente de la "prosperidad" para abajo, pasando por el gobierno universitario. Carajo !!!

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