BIEN CULTURAL, MAL CUIDADO. TIEMPO DE VERDAD Y DECISIÓN.
UNO, DOS Y TRES !!!
Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, Unal. Ex
rector de la U. Libre de Colombia. Ex director de Ciencia Política y Unijus.
En el día de ayer, martes 29 de
octubre, después de la caída del cielo raso en el segundo piso, cuando
estábamos en clases, y yo en Teorías de la Cultura, el lunes inmediatamente
anterior de esta semana, me topé con la movilización de estudiantes de la Facultad
con rumbo al ministerio de educación y hacienda.
Me invitaron a acompañarlos,
pero, yo tenía y tengo que resolver lo que tiene que ver con la programación
del VIII Seminario Internacional, y sus alternativas, puesto que lo acordado
para los días 31 de octubre y 1o. de noviembre, se afectó por fallas humanas,
que tienen que ser corregidas sin excusas naturales o sobrenaturales, como
corresponde a una sociedad que quiere madurar intelectual y moralmente.
UNO
¿Un bien cultural? Qué sarcasmo !!!
Me dirigí entonces al edificio de la Facultad, donde estuve hasta las
11.30 am., porque luego tuve que salir a cumplir una cita con uno de los
conferencistas acordado para la sesión de este 31 de octubre, que espero
realizar, en el auditorio Camilo Torres, donde esta la programación
establecida, mañana y tarde.
En el interim, pudo fijar mi
mirada en los dos pendones que irónicamente "rezan", bien cultural
para calificar el edificio que se atribuye al concurso "ilustrado" de
Leopoldo Rother y sus ayudas. Debajo de estos están estampadas, quizás cientos
de veces los rostros del Ché y Camilo, mudos ante tanto estropicio padecido,
por dentro y por fuera, desde el calamitoso estado de las escalinatas con que
se accede a la Facultad misma, sin que nada pase, ni nadie se acomida cabiéndole
tal responsabilidad. Ligerezas que nadie cometería con su lugar de habitación,
cuando tiene el privilegio de disponer de ellas.
También rememoré el elogioso
comentario visual, y "mentiroso" en parte de lo publicado en
UNPeriódico, cuando se ponderó el edificio en "vías de extinción" por
descuido inexcusable, y menosprecio en su preservación por sus reales usuarios
y ocupantes. Por lo que afirmo, que, sin duda, es un bien cultural, pero mal
cuidado, de conformidad con lo que rezan los códigos que en el mundo han sido,
desde que se recopiló y publicitó el llamado Código de Napoleón, si mal no
recuerdo, en 1804, cuando ya el Termidor se había cumplido, y la revolución
burguesa fijó su ruta.
También quise recordar, por qué
no hay cafetería, y nos tenemos que apiñuscar en Sociología, que sí la tiene, y
nada pasa. Por qué se habla en Bienestar de práctica deportiva, y fueron
suprimidas las duchas; por qué se tienen unos muebles cuya única ventaja parece
ser el peso, porque impide que se los roben con facilidad, como ocurrió con 4
videobeams recientemente. Aunque tenemos la experiencia de un "padrón
cebú" de media tonelada que fue birlado de esta finca abandonada, por
parcelas, sujeta a la contra-reforma urbana que se come vivo al búho/curruco que
ha perdido has en 80 años, y en la que se levanta desafiante, la avanzada de un
urbanizador, dicen, egresado también de esta universidad.
Otros tiene los ojos puestos en
este territorio mordisqueado que fue de humedales, y que donó, dice la historia
el hacendado y cacique liberal, Nemesio Camacho, para que se restaurara en
físico el proyecto educativo no confesional que empezó a ejecutar el general
Santos Acosta, en los tiempos del radicalismo, y que selló fragilmente la
figura académica de Manuel Ancízar.
Pero, hoy, no solo hay crisis en
los saberes sociales que impartimos, cuando se quiere desdibujar la experiencia
de la oposición y la disidencia legal y de hecho, para la cual, ni siquiera
estos claustros pueden disponerse, por ejemplo, el auditorio León de Greiff,
para que el país y las sedes de la UNal en el país escuchen a los 1200 o 1300,
en un mar de 46 millones los escuchen de verdad.
Esto es, un vergonzoso retroceso
con respecto a lo que fueron los diálogos del Caguán, donde cuando menos la
Televisora Nacional los transmitía con su transcurrir anodino, no pocas veces,
entre otras, porque otros iban a decidir, y los más "a botar corriente". Para tener que
esperar Colombia 10 años, sumergida en un mar de mentiras, como ahora,
físicamente le ocurre en realidad, a la facultad anegada por las aguas lluvias,
y afectada en la temporada invernal por las aguas putridas que se empozan a la
espaldas del monumento arquitéctonico, recordando la condición de humedal que
tienen los terrenos en los que se apostó esta "ruina viviente".
DOS
Un saber
interdisciplinar
Pero, lo que ocurrió este lunes,
cuando se desfondó el cielo raso de la facultad de derecho y ciencia política,
y vi salir empapado al coordinador del doctorado de derecho, el colega Oscar
Mejía, y a los estudiantes apeñuscados entre asustados y rebeldes, imprimiendo
las imágenes del desastre in situ, pensé que todo no estaba perdido.
Porque hacía un mes cuando menos,
advertí a la reunión extraordinaria de profesores como la que hoy se convoca,
como ya lo recordé en otra nota, que había el riesgo inminente que el cielo
raso, la mampostería del segundo piso, y también del primero se viniera abajo.
En este caso ocurrió, y claro, no era el
segundo "asalto al cielo" como lo definió Marx, a propósito de
la Comuna, sino el asalto al cielo raso de nuestro edificio, por una inusitada
corriente de agua, como corresponde a la temporada invernal, que los erráticos
pronósticos del Idean no dejan, sin embargo, de vaticinar.
Para que ese techo se caiga, o el
cielo raso, hay explicaciones físicas y químicas, que requieren de la
interdisciplinaridad, e implica responsabilidades mediatas y mediatas. Me
atrevería a pensar, porque no soy ingeniero civil, aunque le coquetee un año a
la ingeniería por contagio familiar, que las cañerías estaban tapadas porque no
tienen una adecuada limpieza, y el agua "anárquica" buscó salida por
donde pudo, incluidas las grietas en la "capa protectora" que tiene
que revisarse y reforzarse periódicamente.
Caída la capa cosmética del
interior del edificio se vieron los huesos, las arrugas que la sustentan, que
mucho se asemejan a las construcciones de bahereque de hace 50 años, pero los
arquitectos nos dirán, de qué materiales se trata, los cuales en su desnudez
revelan la verdad de lo que aquí pasa. Como lo que ocurre en El Poblado, donde
la Nacional es parte de una comisión que fija a posteriori, y con víctimas
incluidas por qué se caen las casas y los edificios, sin que se pueda acudir al
argumento de "la mano de dios" para excusarlo, en este mar de ateos
que puebla a Medellín y Bogotá, en lugar de fijar la mirada y la
responsabilidad en esta "bendita tierra" ahíta de felicidad.
TRES
¿Otro elefante blanco?
Mientras tanto, se
"avanza" en el diseño de lo que se define como el nuevo edificio de
posgrados, mientras el monumento arquitectónico colapsa, y se piensa en un
extranjero para diseñarlo, y se habla según actas de 1000 millones, en una
suerte de joint venture con otras facultades.
Como si los años del estudio de la
arquitectura y diseño transcurridos desde Rother y sus discípulos, primero, no
ameritaran que el concurso se hiciera, y se haga con los nuestros. Pero, antes,
para hablar de esta facultad, que se
haga la remodelación y adecuación de nuestro edificio que amenaza ruina, y no
requerimos de Kenzo Tange, que en paz descanse, o de Walter Gropius.
El ejemplo nos lo dio economía, y
allí funcionan los pregrados. Por qué, a 500 metros no puede y no ha ocurrido
lo mismo. Ayúdenos a averiguarlo profesor
Alejo Vargas, usted que está lidiando con los temas de la paz y la
guerra.
También se dice que la Facultad
tiene en certificados o modalidades del capital financiero algo más de 1000
millones, y las cuentas de caja, que no pueden pasar sin conocerse de ahora en
adelante, cada tres meses, tienen que destinarse a la reparación y habilitación
definitiva del edificio, o proceder a encerrarlo en "una urna de cristal o
plástico, a la manera de como ocurre con la que se dice fue la casa en que
habitó Marco Fidel Suárez, antes de convertirse en presidente de Colombia,
durante la regeneración conservadora.
Ahora la diferencia histórica
será, que este encriptamiento ocurrirá en el tiempo de la "degeneración
democrática", y la Facultad está a espaldas de lo que ocurre con la
corrupción de la justicia, y con lo que pasa con el edificio que habitamos
regularmente.
TODOS A UNA(L)
Como lo dije al principio: no pude hallarme a la respuesta espontánea de los estudiantes que se fueron a protestar y hacer clase en las gradas del ministerio de educación, y que antes hicieron una estación frente al edificio Uriel Gutiérrez, que es donde funciona la rectoría, para evitar los bloqueos de cuando esta estaba emplazada en lo que conocemos como la torre de Enfermería, y que fue levantada si atender a los requerimientos de un suelo de humedal, y que lo hace inhabitable, creo, del tercer piso para arriba.
¿Y quién(es) es el responsable?,
y de que la excavación que está detrás del centro de convenciones Alfonso
López, que fueron los comedores de Gorgona en el pasado haya tardado tanto en
repararse como si quisiera que lo habitaron ranas y renacuajos para que su
canto, asordinado deleite a los visitantes permanentes o provisionales del
Uriel.
Esto ocurre en la inmediación de
los servicios de salud. Qué insultante paradoja, y cómo contrasta con los
viáticos de los viajeros ilustres por el mundo, al escrutinio de los últimos desarrollos
de la técnica y la ciencia, mientras no son capaces de resolver las cosas más
obvias y urgentes de las obras civiles, como reparar los caminos de acceso a
las facultades y departamentos, las vías internas de la Nacional, o precaver
los robos, la destrucción de los bienes y enseres, el abandono de los lugares
comunes.
Cuando los estudiantes protestan,
y se colocan capucha para no ser identificados y sancionados por la justicia
para los de ruana, no hemos advertido que hay otra máscara, la que oculta la
verdad, y la solución cabal a esta mentira que requiere participación y
eficacia. No compadrazgo, clientelismo y otras especies.
Así las cosas, recordar lo que
decían nuestras abuelitas: "las cuentas claras y el chocolate espeso, sin
ocultamientos de excusas. A "coger las goteras bien", rectificar los
yerros, y manejar adecuadamente las finanzas, y por sobre todo, no dejar
abandonados a los pregrados, como se le enrostra al ex rector Palacios, quien
hoy estará de visita para hablar de violencia pública, y convendría que se le
añada esta otra, la escandalosa y silenciosa violencia que venimos padeciendo
con una pésima administración y destino de los recursos; y un descuido y
desgreño de nuestra parte, que es responsable también de la amargura que escanciamos.
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