EL TRIUNFO DEL CICLISMO
UN EJEMPLO CONTRA EL IDIOTISMO DE LA
IZQUIERDA NACIONAL
Miguel Angel Herrera Zgaib
"Si, en cambio, se trata de los intereses generales de
la ciudad, vemos que se levantan indistintamente para tomar la palabra
arquitectos, herreros, curtidores, comerciantes y marinos, ricos y pobres,
nobles y gentes del vulgo, y nadie les echa en cara, como en el caso anterior,
que se presentan allí sin estudios previos...prueba evidente de que nadie
considera que ésta sea materia de enseñanza." Sócrates, en: el Diálogo
Protágoras. Editorial Aguilar. Trad. P. Samaranch, 1966, 319b-319d.
Lecciones democráticas en cicla
"No me cabe la alegría dentro de mi cuerpo...Todo ha
terminado sin ninguna mala consecuencia." Nairo Quintana, campeón del Giro
de Italia.
Hoy, domingo 1o. de junio, en la
rebelde Trieste, se corona el 1, 2 de
Colombia, Nairo y Rigoberto. Corriendo para equipos diferentes coronan una victoria, que no será por equipos, porque Colombia, su team,
quedará en el 11 o 12 lugar. Es una muestra de lo que es la Colombia que
conocemos, con la excepción del patinaje, que tiene su ejemplo, en el otro "patinar" el de la izquierda nacional.
Quedan dos semanas para escuchar algo sensato de la
izquierda, a la cola del pelotón de la derecha y la reacción que se
"festinan" el centro, y engatusan la izquierda sin programa, y con
principios deleznables.
La conservadora reaccionaria, Martha Lucía Ramírez fue capaz
de hacer compromisos programáticos, mientras que Aída, Piedad, Clara se
quedaron boquiabiertas en esa materia. Ninguna exigencia programática tampoco
ocurrió con la "novedosa" Alianza Verde y sus dos vedettes, Enrique,
a quien le entusiasma la igualdad de oportunidades, frente a los insultantes
privilegios, y a la liberal Claudia López, quien se dispuso a taparse la nariz
y tapar los oídos,
Después de haber denunciado las votaciones atípicas, que
ahora amenazan con repetirse en la Costa, para "recuperar" el millón
de votos y más que se pagan por adelantando elección tras elección, cuando no
resultan del revólver y la ametralladora de los paramilitares en connubio con
la casta política, no puede ser la divisa para una real, urgente experiencia
democrática.
Tampoco puede provenir del progresismo a la manera de Gustavo
Petro, y sus pactos por debajo de la mesa con el candidato de la reelección. La
verdad quema el cuento de las "buenas intenciones" sacrificadas en el
altar de una paz pactada por las representaciones políticas, sin que la gente
del común tenga velas en esa fiesta de modo directo, afirmativo, propositivo.
Idiotismo de
izquierda y dignidad de las multitudes
"Voy a votar por la paz, y quien la representa en este
momento es el presidente Santos." Piedad Córdoba, Marcha patriótica, ET,
1/06/14, p. 4.
"Vamos a votar por Santos porque el proceso de paz que
inició es serio..."A. Mockus, ET, 1/06/14, p. 4.
"Un escenario signado por una campaña sucia que devino
en una confusión de propuestas. " Leandro Querido, director de
Transparencia electoral, ET, 1/06/14, p. 4.
Estamos, sin duda, en presencia del idiotismo de la izquierda
organizada, cuando la gente, las multitudes que entiendan la importancia de una
democracia efectiva, en Bogotá, y en el resto del país, animaron con su voto
que llegó a tres millones un proyecto de paz democrática.
Ello supone una paz abonada por la abolición de los
privilegios que hacen posible que aún crezcan el conservatismo y el
liberalismo, hasta que asfixien las
exigencias de igualdad social que son ahogadas regularmente en la maleza de la
demagogia, cuando hablan de disminuir la pobreza y se callan ante el aumento
exponencial de la desigualdad social, y la abstención política.
No hay de parte de la izquierda organizada en sus variantes
un programa para la paz de Colombia que sea recognoscible ni antes ni ahora.
Hay adhesiones sin principios a lo dispuesto en La Habana, y pare de contar.
Tal es el silencio del que hablara Cristo, el radical líder
de las multitudes irredentas y esclavas,
cuando denunciaba "los
sepulcros blanqueados, lenguas de víboras", cuando de aceptar
responsabilidades se trata en el "barril de puerco" que rebosa de corrupción política.
No es de moralina de la que se habla aquí, por supuesto, sino
de consecuencia política y claridad programática. Hoy, Nairo y Rigoberto,
fueron primero y segundo, con tesón, sin manguala, levantándose de las caídas,
rectificando el rumbo, y sin temor ni medio, subiendo, bajando, y luchando en
todos los planos.
Abstención y e voto en
blanco: fiel de la balanza democrática
"En los años 70, el 80 por ciento de los colombianos
decían que se identificaban con un partido. Hoy, esa cifra llega solo al 25 por
ciento." Miguel García, U. de los Andes.
Estos deportistas,
Nairo, Rigoberto, Julián, a su manera,
en su ley, dan ejemplo al otro país que crece en el esfuerzo y con el tesón de
los de abajo, pero es uno que para nada tiene la dirección, la intelectualidad
orgánica que se requiere. Es una nación
dominada por "pillos" y
truhanes, que espetan sin rubor la palabra democracia, cada vez que quieren
dizque legitimar sus tropelías.
Para recordar a Julien Benda, lo que, en cambio, está
presente es el idiotismo intelectual, la
"traición de los intelectuales", una clerecía insulsa, inane
que se arrodilla ante el menos peor de los males, para escoger entre Oscar y Juan Manuel. Esta trampa institucional se extiende desde
el acuerdo excluyente, oligárquico del Frente Nacional. Tiene razón Alejandra
Barrios, cuando lo recuerda, en presente, añado yo:
"De alguna manera se le dijo a la ciudadanía: No importa
por quién votes aquí hay un acuerdo entre cúpulas." Este cuento de
"Pacho Cuca" se repite ahora más dramáticamente. Pero, la ciudadanía
que se abstiene contestó ahora, el 60 %, que esa "democracia de
pacotilla" no le interesa. Simplemente la rechaza y con razón
suficiente.
La más alta abstención en 20 años, desde el tiempo del
proceso 8.000, que hizo evidente que las elecciones ya no se ganaban más, sin
la corrupción incorporada, triste título que "encochinó" la campaña
de Ernesto Samper, hoy abanderado liberal de la paz, en el año 1994. En este
año no votó el 66 % de los habilitados. Solo en parte, la existencia de la
segunda vuelta ha impedido que el desastre democrático no sea mayor.
Por último, la prospección de Antonio Lizarazo, quien fuera
en sus años mozos un entusiasta de la izquierda nacional, y joven líder
sindical, hoy afirma que en esta oportunidad a lo sumo votará el 45 por ciento
en la segunda vuelta. Lo cual en parte coincide con el encuestador y politólogo
de los Andes, César Caballero.
Dicho lo cual es la oportunidad, y quedan dos semanas, para
que la izquierda corrija su rumbo, defina un programa propio de lucha por la
paz y de conquista de la igualdad social. "No plantear un Santos o un
Zuluaga, sí o no a la negociación de paz, sino dos planteamientos
diferenciados", para parafrasear a Gemma Casadevall, observadora y
periodista española.
Pero, preciso, el otro planteamiento es el de la izquierda,
no el de Santos/Gaviria o el de Uribe/Zuluaga que por lo pronto, brilla por su
ausencia. Esta nueva izquierda y los movimientos rebeldes, el ciudadano del
común siguen a la espera de la democracia que le de alas y puerto seguro a la
revolución que las multitudes subalternas reclaman, a su modo. Frente a la
traición de los intelectuales desclasados, sin rumbo, inmersos en un mar de
generalidades y excusas que insultan el sentido común y el buen sentido de los
muchos.
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