domingo, 1 de junio de 2014

EL TRIUNFO DEL CICLISMO UN EJEMPLO CONTRA EL  IDIOTISMO DE LA IZQUIERDA NACIONAL

Miguel Angel Herrera Zgaib

"Si, en cambio, se trata de los intereses generales de la ciudad, vemos que se levantan indistintamente para tomar la palabra arquitectos, herreros, curtidores, comerciantes y marinos, ricos y pobres, nobles y gentes del vulgo, y nadie les echa en cara, como en el caso anterior, que se presentan allí sin estudios previos...prueba evidente de que nadie considera que ésta sea materia de enseñanza." Sócrates, en: el Diálogo Protágoras. Editorial Aguilar. Trad. P. Samaranch, 1966, 319b-319d.

Lecciones  democráticas en cicla

"No me cabe la alegría dentro de mi cuerpo...Todo ha terminado sin ninguna mala consecuencia." Nairo Quintana, campeón del Giro de Italia.

                                              Hoy, domingo 1o. de junio,  en la rebelde Trieste, se corona el 1, 2  de Colombia, Nairo y Rigoberto. Corriendo para equipos diferentes  coronan una victoria, que  no será por equipos, porque Colombia, su team, quedará en el 11 o 12 lugar. Es una muestra de lo que es la Colombia que conocemos, con la excepción del patinaje, que tiene su ejemplo, en el otro "patinar" el de la izquierda nacional.

Quedan dos semanas para escuchar algo sensato de la izquierda, a la cola del pelotón de la derecha y la reacción que se "festinan" el centro, y engatusan la izquierda sin programa, y con principios deleznables.
La conservadora reaccionaria, Martha Lucía Ramírez fue capaz de hacer compromisos programáticos, mientras que Aída, Piedad, Clara se quedaron boquiabiertas en esa materia. Ninguna exigencia programática tampoco ocurrió con la "novedosa" Alianza Verde y sus dos vedettes, Enrique, a quien le entusiasma la igualdad de oportunidades, frente a los insultantes privilegios, y a la liberal Claudia López, quien se dispuso a taparse la nariz y tapar los oídos,

Después de haber denunciado las votaciones atípicas, que ahora amenazan con repetirse en la Costa, para "recuperar" el millón de votos y más que se pagan por adelantando elección tras elección, cuando no resultan del revólver y la ametralladora de los paramilitares en connubio con la casta política, no puede ser la divisa para una real, urgente experiencia democrática.

Tampoco puede provenir del progresismo a la manera de Gustavo Petro, y sus pactos por debajo de la mesa con el candidato de la reelección. La verdad quema el cuento de las "buenas intenciones" sacrificadas en el altar de una paz pactada por las representaciones políticas, sin que la gente del común tenga velas en esa fiesta de modo directo, afirmativo, propositivo.

Idiotismo de izquierda  y dignidad de las multitudes

"Voy a votar por la paz, y quien la representa en este momento es el presidente Santos." Piedad Córdoba, Marcha patriótica, ET, 1/06/14, p. 4.

"Vamos a votar por Santos porque el proceso de paz que inició es serio..."A. Mockus, ET, 1/06/14, p. 4.

"Un escenario signado por una campaña sucia que devino en una confusión de propuestas. " Leandro Querido, director de Transparencia electoral, ET, 1/06/14, p. 4.
                                                                 Estamos, sin duda, en presencia del idiotismo de la izquierda organizada, cuando la gente, las multitudes que entiendan la importancia de una democracia efectiva, en Bogotá, y en el resto del país, animaron con su voto que llegó a tres millones un proyecto de paz democrática.

Ello supone una paz abonada por la abolición de los privilegios que hacen posible que aún crezcan el conservatismo y el liberalismo, hasta que  asfixien las exigencias de igualdad social que son ahogadas regularmente en la maleza de la demagogia, cuando hablan de disminuir la pobreza y se callan ante el aumento exponencial de la desigualdad social, y la abstención política.

No hay de parte de la izquierda organizada en sus variantes un programa para la paz de Colombia que sea recognoscible ni antes ni ahora. Hay adhesiones sin principios a lo dispuesto en La Habana, y pare de contar.

Tal es el silencio del que hablara Cristo, el radical líder de las multitudes irredentas y esclavas,  cuando denunciaba  "los sepulcros blanqueados, lenguas de víboras", cuando de aceptar responsabilidades se trata en el "barril de puerco"  que rebosa de corrupción política.

No es de moralina de la que se habla aquí, por supuesto, sino de consecuencia política y claridad programática. Hoy, Nairo y Rigoberto, fueron primero y segundo, con tesón, sin manguala, levantándose de las caídas, rectificando el rumbo, y sin temor ni medio, subiendo, bajando, y luchando en todos los planos.

Abstención y e voto en blanco: fiel de la balanza democrática

"En los años 70, el 80 por ciento de los colombianos decían que se identificaban con un partido. Hoy, esa cifra llega solo al 25 por ciento." Miguel García, U. de los Andes.

                                        Estos deportistas, Nairo, Rigoberto, Julián,  a su manera, en su ley, dan ejemplo al otro país que crece en el esfuerzo y con el tesón de los de abajo, pero es uno que para nada tiene la dirección, la intelectualidad orgánica que se requiere.  Es una nación dominada por "pillos"  y truhanes, que espetan sin rubor la palabra democracia, cada vez que quieren dizque legitimar sus tropelías.

Para recordar a Julien Benda, lo que, en cambio, está presente es el idiotismo intelectual, la  "traición de los intelectuales", una clerecía insulsa, inane que se arrodilla ante el menos peor de los males, para escoger entre Oscar  y Juan Manuel.  Esta trampa institucional se extiende desde el acuerdo excluyente, oligárquico del Frente Nacional. Tiene razón Alejandra Barrios, cuando lo recuerda, en presente, añado yo:

"De alguna manera se le dijo a la ciudadanía: No importa por quién votes aquí hay un acuerdo entre cúpulas." Este cuento de "Pacho Cuca" se repite ahora más dramáticamente. Pero, la ciudadanía que se abstiene contestó ahora, el 60 %, que esa "democracia de pacotilla" no le interesa. Simplemente la rechaza y con razón suficiente. 

La más alta abstención en 20 años, desde el tiempo del proceso 8.000, que hizo evidente que las elecciones ya no se ganaban más, sin la corrupción incorporada, triste título que "encochinó" la campaña de Ernesto Samper, hoy abanderado liberal de la paz, en el año 1994. En este año no votó el 66 % de los habilitados. Solo en parte, la existencia de la segunda vuelta ha impedido que el desastre democrático no sea mayor.

Por último, la prospección de Antonio Lizarazo, quien fuera en sus años mozos un entusiasta de la izquierda nacional, y joven líder sindical, hoy afirma que en esta oportunidad a lo sumo votará el 45 por ciento en la segunda vuelta. Lo cual en parte coincide con el encuestador y politólogo de los Andes, César Caballero.
Dicho lo cual es la oportunidad, y quedan dos semanas, para que la izquierda corrija su rumbo, defina un programa propio de lucha por la paz y de conquista de la igualdad social. "No plantear un Santos o un Zuluaga, sí o no a la negociación de paz, sino dos planteamientos diferenciados", para parafrasear a Gemma Casadevall, observadora y periodista española.


Pero, preciso, el otro planteamiento es el de la izquierda, no el de Santos/Gaviria o el de Uribe/Zuluaga que por lo pronto, brilla por su ausencia. Esta nueva izquierda y los movimientos rebeldes, el ciudadano del común siguen a la espera de la democracia que le de alas y puerto seguro a la revolución que las multitudes subalternas reclaman, a su modo. Frente a la traición de los intelectuales desclasados, sin rumbo, inmersos en un mar de generalidades y excusas que insultan el sentido común y el buen sentido de los muchos.

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