sábado, 28 de junio de 2014

EN CORTO

MATA, MATA EN EL MARACANÁ.
Miguel Angel Herrera Zgaib[1]

“Si Colombia tiene ese nivel es porque siempre ha sido muy trabajador y ha tenido equilibrio. Los jugadores saben que teníamos muchas presiones porque hacía mucho tiempo que no se lograba llegar a un mundial…”  José Pékerman, en ET, 28/06/14, p. 3.

                                                   En la primera parte del mundial de fútbol, Colombia se destacó como el que más, y la Fifa premió con el ejercicio estadístico, la ascendente estrella de James Rodríguez, quien obtuvo sumando todos los aspectos que esa calificación contempla 9,79. Al mismo tiempo premió la labor de un DT, José Pékerman, que las más de las veces frente a los tres rivales, y en particular, Costa de Marfil, supo hacer los cambios requeridos, validados por los resultados.

Ahora y en la hora

“Colombia está pensando realmente en el partido contra Uruguay y el triunfo es la meta.” Mario A. Yepes, en ET, 28/06/14, p. 4.

                                                                     Ahora pasamos del bachillerato al pregrado futbolístico, y por la ubicación primeros, la  suerte se echó con Uruguay, un equipo que tiene 8 años de conformación, y que salvo la merecida ausencia del "conejo" Luis Suárez, tiene la experiencia reciente de triunfos y logros notables, empezando por lo que fuera el último campeonato mundial.

La vida, en su inalcanzable riqueza, tiene sus traviesas coincidencias, porque vuelve a ser el Maracaná el lugar mítico, donde Uruguay, con Obdulio Varela al comando, arrebató en franca y gladiadora lid, el título a Brasil, en aquel silencioso, estruendoso sino de 1950. Definido, en últimas, como corresponde a punta de goles.

Esta vez el eliminado puede ser Uruguay. Entonces, Colombia irá a los cuartos, al posgrado, a la maestría, enfrentada probablemente con Brasil, de quien Chile conoce también sus debilidades con un excelente director, Sampaoli. O no, podría ser, que lo enfrentados fueran Chile y Colombia, la nueva cepa del fútbol suramericano. Dejando por el camino a dos grandes, uno muy experimentado como conjunto, y el otro muy débil en esa materia, porque hay mucha juventud y extranjería jugando.

Si gana Colombia, y es ambicioso pensarlo, estará preparada, después de 16 años de espera, para defender su tesis doctoral, en la aldea globalizada que somos en este 2014, cargado de tantas incertidumbres, y la primera de todas, cuál será el rumbo económico del capitalismo planetario, que sigue sin recuperarse del todo.

Que tiene, eso sí, dos liderazgos en esa materia, Alemania y Estados Unidos, de un lado; y dos gigantes sacudiéndose, en Asia, China, que no tiene aún equipo de fútbol competitivo, y Rusia, que con Putin, quiere a toda costa refundar la Federación Rusa, cambiando los lindes con sus vecinos, y sacando provecho de la rusificación, del otro.

Volvamos al estadio

“Sabemos la capacidad de Uruguay; nunca da nada por perdido; entrega hasta la última gota de sudor en cada partido. “ David Ospina
                                                                          Hoy, a las 3 en punto, James Rodríguez tendrá la tarea de los 10, en este último tiempo del fútbol, armar y conducir al equipo en la literal batalla con Uruguay, donde Forlán, Cavani, y el espigado Godín estará al acecho, a la menor equivocación, para levantarse y anotar de cabeza, y para contrarrestar esta sorpresa a un gran arquero, David Ospina.

Pero, aquí,  el nudo de la batalla, la que canta Shakira en "waka, waka", es el medio campo, donde habrá fuerza y habilidad de parte y parte, para destruir y habilitar juego con posibilidad de gol. De no ser así, la suerte será con pelota quieta. Pienso que el marcador en el primer tiempo, puede cerrar 1-1. Puede ocurrir que Godín y Yepes hagan su golecito.

Luego, el segundo tiempo tendrá que ser resuelto con jugadas desequilibrantes de los delanteros más habilidosos. Es probable, que la presencia en Colombia de Jackson Martínez encuentro el camino del gol, y lo mismo resulte del botín de Teófilo. Podrá haber un descuento de Forlán o Cavani; y podríamos llegar a un inusitado marcador de 3-2 favorable a Colombia.

Empero, que esto ocurra mucho tendrá que ver con que Colombia resista sin alterarse los mordiscos, patadas y empellones, y que el árbitro holandés, incorpore la lección aplicada por la Fifa en el caso de Suárez, por desproporcionada que pueda parecer.

Del circo al estadio

                                                               Tenemos que recordar que el fútbol, aunque se le parezca, no es lo mismo que el circo romano. Así que convendría leer  el trabajo de Paul Veyne, "Pan y Circo".
Si nada de lo dicho pasa, entonces, es posible que el partido concluya con un marcador más prosaico, que hasta el propio Juan Manuel, entusiasmado con la tercera vía, y su re-encauche, a quien el fútbol ayuda a acercarse a la gente distante y remolona a sus esguinces, pronostica como  2-1 favorable a la divisa nacional.

En todo caso, el Maracaná estará lleno, delirante de una audiencia de uruguayos, que superará en número a los miles de colombianos que se transportaron por todos los medios a su alcance, y que han sido recompensados, en sus frustraciones, por la esperanza del deporte más globalizado que conoce el mundo, el balompié.

Este sábado habrá un preliminar deportivo de las tensiones que se dan cuando se negocia la paz de Colombia en La Habana. Un triunfo en la cancha ayudará en materia de estado de ánimo, pero política y  fútbol no son directamente convertibles.

¿Cómo será el grado?
                                                                        Colombia con o sin triunfo ha de mostrar que está madura de sobra, para la paz, y también para el fútbol, que dejó de ser un deporte monárquico, aristocrático, y empieza a saborear de nuevo las mieles de la democracia, donde todos los once, muestran la capacidad de auto-gobernar sus pasiones, y de brindar alegría, cultivando el "jogo bonito" con un dosis razonable de rudeza.

Por último, no descartemos un ejercicio de verdadero infarto, que el regreso adolorido a casa, para cualquiera de los elencos se resuelva probando habilidad, control, y suerte en el rincón de las ánimas, las 5.50, donde todo es posible.




[1] Profesor asociado,  ex director de Ciencia Política y Unijus, U. Nacional de Colombia. Ex rector U. Libre. Autor: La participación y la representación política en Occidente (2000),  Antonio Gramsci y la crisis de hegemonía. La refundación de la ciencia política (2013). Director Grupo Presidencialismo y participación, GPYP. Email: presid.y.partic@gmail.com

sábado, 21 de junio de 2014

BOGOTÁ,  UNA CIUDAD REBELDE PERO DIVIDIDA

Miguel Angel Herrera Zgaib         

                                                            Los analistas sin excepción, y ante el peso de los resultados, reconocen que el triunfo de Juan Manuel Santos  en la segunda vuelta se debió a la concurrencia principal de dos votaciones, la de la región Costeña y Bogotá.
Si la campaña del presidente, sus asesores, sumados a los compromisos de figuras de la izquierda, el progresismo y los verdes, no hubiesen estado en la brega de los últimos días, el ganador hubiese sido otro.

Los  resultados de la segunda vuelta

                                                           Conforme a lo reportado por la Registraduría, con la excepción de las localidades de Usme y Sumapaz,  Santos ganó en las restantes 18 en la segunda vuelta. Para ambos candidatos hubo un crecimiento en los votos obtenidos en la primera vuelta, lo que revela la intensidad de la lucha en las localidades para conseguir el mayor número de votantes a favor de cada causa.
Las cifras, a la postre, establecen en la segunda vuelta, que Juan Manuel consiguió 1.337.349 votos, incrementó lo conseguido en la primera en 893.298; mientras que Oscar Iván obtenía  1.045.638, con un aumento de 503.206, en relación con quienes los respaldaron en Bogotá durante la primera vuelta.
En la jornada del 15 de junio, cuando la contienda era solamente entre los dos contrincantes finalistas,  Oscar triunfó en Sumapaz y Usme, al tiempo que perdió sus mayorías en Los Mártires, Fontibón, Chapinero y Usaquén, que lo habían respaldado en la primera vuelta.

El contraste con la primera vuelta
                                                                 Es “requete-sabido” que Juan Manuel sufrió una soberana paliza en Bogotá, durante la primera vuelta del año 2014. Aquella vez, el ganador fue Oscar Iván con 542.432,  el segundo lugar lo consiguió Clara López, con 501.302, mientras que el tercer lugar fue para Juan Manuel con 444.051. En esa oportunidad fue el más votado en las localidades de Teusquillo, Barrios Unidos, la Candelaria, Santa Fé, y Suba. En tanto que, el PDA/UP, liderado por Clara López resultó favorecido en Engativá, Bosa, Kennedy, Puente Aranda, Tunjuelito, Antonio Nariño, Rafael Uribe, y San Cristóbal.
Si observamos en términos geo-poblacionales la distribución de las preferencias en materia de representación política es fácil determinar que el sur bogotano se encuentra repartido entre el Centro Democrático, y la alianza PDA/UP. Pero a la vez, esta fuerza electoral y política, conforme a la distribución de sus votantes, divide en dos el mapa bogotano, dejando en los dos extremos, arriba  a los animadores de la Unidad Nacional, mientras que al otro lado está el Centro Democrático.
En materia de voto en blanco y nulos, en la segunda vuelta el  primero pasó del 8.4 (207.783) al 5.3 (135.000), en tanto que los votos nulos pasaron, en cambio, a 2.9 (76.193),  con un aumento comparado con la primera votación, que fue de 2.18 (54.989).  Al sumar, nulos y blancos en la segunda vuelta el resultado es de 2011.193.  
Es conveniente, por supuesto, hacer la lectura por estratos socioeconómicos, quiénes son los que votan y no votan en esos tres escenarios bien marcados de la geografía electoral citadina. Pero, es esta, una tarea a cumplir en otro escrito de mayor profundidad y detalle.
Pero, en todo caso, me atrevo a anticipar que son los estratos medios los que siguen definiendo los resultados de la votación bogotana, y en ellos está ya asentada una tendencia de izquierda que fluctúan entre los 250 mil y los 500 mil votos, que, sin embargo, no tiene adecuada representación en los cuerpos colegiados de hoy.

Lo que va de la elección del  2010 al 2014.

                                                          En la primera vuelta del año 2010, cuando Santos y Uribismo marchaban juntos, de un total de  2.832.483 votantes (59.68%),  Juan Manuel  consiguió 1.130.815 (40.34%), seguido por Antanas Mockus con 771.239 (27.51%), y la tercera posición de Germán Vargas alcanzó 413.576 (14.75%).  Haciendo la suma de los dos para el mismo año, el resultado era: 1.544.391 votos,  y para la primera vuelta en el 2014 solo lograron 444.051 votos. Así que la caída fue estruendosa, pero define la realidad de su propia fuerza electoral, para el caso del presidente en la ciudad capital.
El otro fenómeno que se incrementó en la primera vuelta de las dos elecciones fue la abstención y el voto en blanco. La abstención pasó de 40.32  a 51.69, esto es 11.37 %. Si miramos el desempeño del PDA en Bogota, con Gustavo Petro como candidato presidencial se alcanzó el 8.61 % (241.384); y esta vez teniendo a Clara López, después del desprendimiento de Petro y su movimiento Progresista,  el resultado en alianza con Aída Abella consiguió el 20, 41, llegando a 501.302 votos. 
Es evidente que la izquierda nacional tiene su principal fortín en la ciudad capital, pero, no tiene la representación que se correspondería con este resultado, porque, en efecto, en la pasada elección para Congreso, el PDA apenas alcanzó 145.959 sufragios. 
Al mismo tiempo, los votos de la izquierda que una vez estuvieron juntos en el proyecto del PDA hoy alimentan de modo desigual a tres fuerzas principales, que deberían ser el núcleo hegemónico, orientador del bloque de la paz democrática, un imaginario que no se confunde con la paz liderada por el presidente hoy reelecto.

Los competidores por la Alcaldía
                                                        Luego del drama de la alcaldía de Gustavo Petro, que ha sido destituido, y luego por vía de tutela restituido en el cargo; acción la primera que fue avalada por el propio presidente Santos; para después pactarse el apoyo del progresismo a la reelección de Juan Manuel, aventajando a todos en más de dos meses, ahora estamos en presencia a algo más de un año vista, de una lista de aspirantes a reemplazarlo.
Ahora que la derecha fue quebrada en su dominio electoral sobre Bogotá en elecciones para Congreso y presidenciales, con el triunfo en la pasada segunda vuelta presidencial, la pregunta obvia es si se mantendrá el gobierno de la izquierda con aliados de centro en Bogotá, o si, por el contrario, la ganará un candidato del partido de la U, o del Centro Democrático, CD.
Al respecto, está claro, primero, que Clara López quiere ser alcaldesa, y que a sus aspiraciones, por lo menos, se le oponen dos candidatos en perspectiva,  Rafael Pardo, quien ha dicho que quiere ser nurgomaestre; entre otras cosas, porque le quedó gustando la “palomita” que le ofreció Santos.
El otro adversario es Francisco Santos, quien tiene a la vista la herencia de más de 1 millón de votos depositados por Zuluaga, parte de los cuales él pastoreó al ser responsable como jefe de debate del CD en la capital de la República.

Bogotá, democracia y rebeldía
                                                        Está claro que Bogotá es una ciudad dividida y también segregada; y que la realidad de la desigualdad que aqueja a Colombia, aquí tiene una prueba efectiva, y sin aproximación mecanicista al fenómeno político, la abstención recurrente de la ciudadanía a votar tiene una correlación evidente.
Sin embargo, a la vista de la propuesta de Frente Amplio por la Paz, las fuerzas de izquierda y centro que se expresan en Bogotá tienen la posibilidad de  madurar lo que no pudieron acordar en la pasada elección presidencial.
Ahora bien, si en efecto, progresistas, PDA/UP y Alianza Verde se juntan, y definen una plataforma propia que reclame la defensa de una paz democrática, al tiempo que se disponen a combatir los privilegios, en procura de una efectiva igualdad social, que acabe con el deshonroso puesto que tiene el país en la región, donde ocupa el primer lugar, podrán aventajar a los otros rivales en el gobierno del segundo más importante cargo político-administrativo; para pensar en un triunfo electoral presidencial.
En materia de desigualdad,  el coeficiente de Gini, que citó el libro de Thomas Piketty, para el año 2010, era  de 55.4, que corregido  con base en el pago de impuestos se sube a 58.7. Este  indica a Colombia y a la capital que ha mejorado en desempleo , un derrotero, una brecha socio-económica que la izquierda en Bogotá tiene que encarar y reducir. No se trata de disminuir la pobreza, sino de quebrarle el espinazo a la desigualdad, sin lo cual la izquierda no puede aspirar a volver a ser gobierno local, regional y nacionalmente. Bogotá es, hoy más que nunca, el laboratorio de este triunfo posible, una vez se consoliden las negociaciones de paz con las dos guerrillas, las Farc-ep y el Eln.
A la vez, para poder obtener este triunfo, la izquierda en una suerte de frente democrático, de dirección plural, tendrá que hacer una efectiva vigilancia de las ejecutorias finales del alcalde Gustavo Petro, en todos los asuntos que están pendientes; y en primer lugar, resolver  lo que tiene que ver con la movilidad, que es con la miseria la tenaza que más aprieta la condición citadina.
Resueltos estos dos problemas le permitirán escalar posiciones a la capital en el ranking de ciudades globales más atractivas de América Latina para la inversión extranjera, ya que en la actualidad a Bogotá se la ubica en 4º. Lugar, después de Ciudad de México. Por supuesto, que en este caso se tratará de implementar el modelo de la ciudad social, en franca oposición a la ciudad neo-liberal, obsecuente con el servicio al capital, y de espaldas al trabajo en sus diferentes figuras.

El talón de Aquiles de los jóvenes y la educación
                                                               La realidad de una activa, vigorosa democracia bogotana tiene mucho que ver con la presencia de sus miles de jóvenes, quienes provienen en buena parte de los espacios de la educación pública, a todos los niveles. Estos a la fecha no han obtenido la debida atención, y están a la espera de una respuesta clara en materia de mejora de sus condiciones de vida. Ellos requieren del apoyo cierto, en materia de educación, empleo, recreación y transporte.  Es el sector social transversal a la pirámide de clase más sensible y de potencial efectivo para el cambio en procura de la igualdad real y efectiva.
Por lo pronto estas cuatro exigencias no están cumplidas para la juventud, y en cambio, sí hay un deterioro dramático de las instituciones públicas principales con asiento en Bogotá. Las universidades Nacional, Distrital y Pedagógica requieren auxilio y atención inmediata. Ellas son el triángulo catalizador de una urgente reforma intelectual y moral que potencie el quehacer democrático de la ciudad toda.
No puede ocurrir de nuevo lo que ha pasado con la U. Distrital abandonada de la preocupación de los alcaldes, y mucho menos que estos le den la espalda a la educación superior de carácter nacional que tiene aquí sus sedes principales. Una candidatura de la izquierda democrática y sus aliados provenientes del centro podrá hacer esta diferencia y ganar la próxima contienda electoral, que prepara la disputa por la presidencia a un candidato de la izquierda con opciones de triunfo.


sábado, 14 de junio de 2014

TERMINÓ EL PARTIDO:

¿CUÁL CIUDADANÍA TRIUNFARÁ?

Miguel  Angel Herrera Zgaib

                                                                 No acerté en las cifras del triunfo de la selección de Colombia, como tantos otros que se atrevieron a compartir su pronóstico. En lugar de dos fueron 3 los goles. Porque casi al final vino el tanto de James Rodríguez, en quien hay fincadas las esperanzas que resulte el armador del equipo para el duro partido con Costa de Marfil. Y nadie quiere ser aguafiestas.

Es cierto que el equipo construido por Pékerman no se ha desbaratado por la ausencia de Falcao, Aldo Leao, y Perea, incluso el mismo Muriel, alejado del grupo por otras razones. Pero, sí nos revela ciertas falencias, como el hecho que no pocas veces se queda parado en mitad de la cancha si crear jugadas que lleguen a las 5.50, donde lo Real traumático espera a los audaces, quienes obtienen el premio de goles, que hace delirar a las tribunas.

Pékerman tiene hasta el jueves para sacar conclusiones de lo que permitió aprender de los helenos, y su ineficacia ofensiva que ya estaba anunciada. Koné no fue capaz de hacer de estratega, y, por eso, fue retirado de la cancha por el entrenador. Pero, los griegos del primer tiempo corretearon al elenco colombiano, y descubrimos que el estado físico de Colombia no es el mejor.

En buena medida, y no es exageración tiene que ver que la mayoría viene  de los extenuantes campeonatos en el extranjero, donde las empresas futbolísticas les "sacan la leche".  Se requiere utilizar más jóvenes provenientes de los mismos torneos rentados nacionales; que, además, esté presente una escuela futbolística permanente, que arranque desde las divisiones inferiores con el seguimiento que es debido.

Termina una época: la de la mafia y fútbol juntos.

No se puede negar que el presidente que quiere reelegirse contribuyó a que se produjera el quiebre entre mafia y fútbol, después que fue la soberana de las canchas, donde grandes figuras se malograron paladiadas por los señores del narcotráfico, que los querían como a las mujeres bellas a su lado, creando devociones y muerte, en los dos extremos.

Pudo haber sido Martino o Pékerman, el contratado. La elección fue inteligente, escoger a un argentino que había jugado en Colombia, y que había conseguido la gloria forjando a juveniles en torneos mundiales. El entrenador maduro, y sabio por experiencia, no se ha dejado manosear, y tampoco cortejar por las fortunas mal o bien habidas.

Su presencia ha hecho posible el milagro. Este ya no es más el tiempo de Higuita, por espectacular que fuera, ni el del Bolillo. Tampoco el de Maturana, que hizo posible que surgiera un estilo propio, capaz de derrotar, superar a sus propios maestros, la escuela argentina, que había empezado con el ballet azul  de los años 50, en la cima de otra bonanza, la del café y la dictadura populista de Rojas Pinilla.

Por 16 años, en Colombia,  por dentro y por fuera,  se ha valido todo, desde comprar partidos, y referees, hasta lavar grandes fortunas ilegales. Y grandes jugadores fueron títeres para satisfacer los caprichos y apuestas de los grandes capos.

¿De la ciudadanía del miedo a la democracia subalterna?

El cuadrilátero de Medellín, Bogotá, Barranquilla y Cali fue la caja de resonancia, donde las multitudes recibieron la cuota de circo que hizo posible que se librara la guerra más cruenta contra los de abajo, y se produjera el desplazamiento de varios millones despojados de vida y tierra, que abandonaron aterrorizados los campos, objeto de una violencia  sorda que hizo posible una inaudita acumulación de capital.

Pero, a diferencia de Roma antigua, el pan fue amargo, y el circo abundante, pero en la más extrema de las desigualdades. Este 15 de junio tendremos delante, qué tanto de para-política sigue gravitando en el otro orden de realidad, la política. Lo que hemos llamado el régimen para-presidencial, del que Juan Manuel Santos es hijo putativo.


Durante 8 horas, en el laboratorio electoral de mañana, sabremos si la lección del fútbol nacional, hoy, si Colombia está cerrando una época, y dando inicia a otra, con tambaleos e inconsecuencias. Si, por fin, será posible desterrar las clientelas del fútbol, y los patrones sangrientos de la política, que han prolongado y reproducido  las ciudadanías del miedo, para darle albergue a la nueva ciudadanía subalternas.  

sábado, 7 de junio de 2014

Antesala a la preparación del IX seminario Internacional Antonio Gramsci

UN TERCER IMAGINARIO ES POSIBLE Y DESEABLE
Otra Lectura de la Cuestión Electoral en Colombia

Miguel Angel Herrera Zgaib

"Estamos dispuestos a una paz negociada. En Colombia, las Farc siguen cometiendo actos terroristas. Exigir unas condiciones para que las Farc den señas de querer una negociación...Sí, no hay un conflicto armado, es el accionar de un grupo armado que hace terrorismo." O.I. Zuluaga entrevista con RCN, 06/06/14.

                                      Esta semana han confluido 4 encuestas sobre las percepciones de los votantes en materia de la elección presidencial colombiana. La última encuesta conocida, la de Napoleón Franco /Ipsos, establece  para Zuluaga 49 por ciento, y 41 por ciento para Santos, al tiempo que registra que hay un 12  que aún no sabe por quién votará, con una merma en la abstención comparada con lo que fueron los resultados de la primera vuelta.

En el otro extremo aparece los resultados de la encuesta de Publimétrica, Cifras y conceptos de César Caballero. Aquí, a contrario del anterior encuestador, Santos gana con 43 por ciento, mientras que Zuluaga llega al 38.5, el voto en blanco está por el 11.7, y hay 6.3 que no sabe/no responde. Si tal fuera el resultado la diferencia al final del 15 de junio, las cifras alcanzarían a unos 630.000 votos.

Novedades relativas en la ronda de encuestas

En adición a lo dicho, la firma de Caballero establece que un 46 por ciento de los posibles votantes no se reconocen de ningún partido, y en esta franja poblacional, el 40 por ciento votaría por Santos,  y el 30 por Zuluaga, y hay un 19 por el voto en blanco, y un 13  NS/NR.

Hay, además otras dos, Datexco  y  Gallup. La primera señala a Santos triunfando con el 41.9, mientras el segundo obtiene el 37.7. A su turno, Gallup marca que Zuluaga conseguiría el 48.5 de los votos, y el aspirante a reelegirse 47,7, esto es una diferencia de 0.8, entre uno y otro. 

En materia de  voto en blanco, Datexco mide la existencia de 13.8 por ciento de voto en blanco. Gallup, particularmente, establece que lo que más le preocupa a los votantes potenciales es el desempleo, lo cual pone en contraste la buena marcha de la economía, en términos de crecimiento económico; y el segundo punto que reclaman es una mejora sustancial en la salud, que marca el 12.7.

El debate televisado en Caracol

Ayer tuvo el público televidente la oportunidad de ver a los dos candidatos, cara a cara, debatiendo sus diferencias, y contrastando los argumentos de uno y otro. No queda claro quién ganó este encuentro. No hay duda que la tele-audiencia fue ganadora en la medida en que pudo sopesar el conocimiento, la claridad de principios, y la capacidad de responder a los comentarios adversos del contrincante.

Los periodistas de Caracol, con Darío Arismendi a la cabeza, dieron como ganador a Santos, en la medida en que pudo controvertir lo que Zuluaga exhibía como datos en contra del gobierno actual y sus realizaciones. Los dos, ex ministros de hacienda en gobiernos diferentes, intentaron mostrar las fallas en la gestión económica de cada quien.  Santos señaló que el mejor minhacienda de América Latina, según él se auto-proclama, dejó una deuda de 19 billones.

Zuluaga ripostó, recordándole a Santos que ambos habían sido parte del mismo gobierno de la seguridad. Pero, a la vez, Mr "Z" señaló que los índices de desigualdad no habían caído sino crecido, y los procesos de crecimiento económico eran inferiores proporcionalmente a los obtenidos en los gobiernos de Uribe, en particular, el índice de competitividad.

¿Qué nos falta?

Queda todavía la oportunidad de escuchar a los candidatos en otros programas televisivos, donde, no hay duda, tendrán que ser más claros. Uno, en relación a si hay o no conflicto armado, o guerra, en Colombia. A lo cual, Zuluaga hasta ahora, un poco a regañadientes, ha dicho que en Colombia no hay guerra, sino acción terrorista de parte de las Farc.

Dos. Santos, igualmente, tendrá que precisar, en efecto, si a la economía le va a bien, y, en limpio, indicando a quiénes ha beneficiado ese crecimiento; particularmente, qué pasa con el desempleo y la condición ruinosa del campesinado  pobre y medio, que le hizo un paro nacional en el año 2013. Aunque ahora, César Pachón, desde Tunja anuncie que votará por Santos.

Además, a la luz de las encuestas, faltaría una, la del Centro de Consultoría de Carlos Lemoine, Bogotá se convierte en punto focal para resolver el ganador de la próxima elección. Hoy por hoy, y hasta el próximo 15 de junio, la enconada disputa para persuadir a los abstencionistas y el voto en blanco les quita el sueño a las dos campañas, y con sobrada razón, porque en Bogotá la abstención fue superior al 50 por ciento. 

La penúltima hora  de la centro izquierda

                                              Al tiempo se sigue a la espera de si la izquierda, un posible bloque de Centro-izquierda, por el que Navarro predicó en el desierto hace unos meses, por fin establecerá por anticipado condiciones programáticas a la campaña de Santos, en particular, exigiendo la cuestión social, que toca dos asuntos nodales: empleo y salud. 

De concretarse, la demanda compromiso de igualdad social, de abolición de los privilegios, ésta se convierte en carga de profundidad para hundir el barco del partido de la guerra. Por lo pronto, la izquierda que se manifiesta en el PDA, la UP, Marcha Patriótica, Alianza Verde, Progresistas sigue dividida, y expectante delante de una coyuntura casi irrepetible. 

Sus liderazgos no han sido capaces de estructurar esa propuesta que le de contenido cierto y claro a la fórmula del Frente Amplio/Común, que cambiaría el Acuerdo de Unidad Nacional con que Santos gobernó sin sobresaltos, sin hacerle "cosquillas" siquiera a la aterradora desigualdad que nos coloca en la vecindad con la maltratada y abandonada Haití. Tal será la carta de triunfo de la propuesta de Santos jugada por una paz frágil, pero, paz al fin, cuando éste no tiene seguro su triunfo electoral que exige una paz con reforma social, intelectual y moral juntas. 

El tercer imaginario: la Constituyente Social

                                             Se trata de dotar a la de paz de amarras firmes en la reforma tanto social como política; y de dotar desde ya de una forma de refrendo realmente democrática. Todo lo cual se compendia en otro tipo de imaginario que no es más ya, ni la seguridad, ni la prosperidad, sino la Constituyente Social.

Este imaginario muestra y prueba a la izquierda colombiana compartiendo con la centro derecha una verdadera reforma, con el papel activo de los grupos y clases subalternas; y no un ejercicio a la cola, o chupando rueda al candidato de la centro derecha. 

Lo que supone, claro está, reconocerle también sin vergüenza estatus político a la izquierda insurrecta por medio siglo, en defensa y resistencia con los de abajo ubicados en el campo, y en los bordes inmiserados de las grandes ciudades. 

Solo queda algo más de una semana para que se movilicen los abstencionistas de casi siempre, y el voto en blanco que todavía es superior al 10 por ciento, cuando menos en dos encuestas, Datexco  y Cifras y Conceptos. 

La ciudadanía, la sociedad civil de arriba y de abajo está interpelada de modo directo, como no ocurría desde la campaña de 1945, cuando irrumpió una tercera fuerza malograda por el magnicidio de Jorge E. Gaitán. Será que la tercería de la izquierda es capaz de recuperar y potenciar sus banderas articulando libertad e igualdad social. 

Ya lo veremos, obrando en consecuencia. Recordemos a Gramsci, optimistas con la voluntad, pesimistas con la inteligencia, en tiempos de relativa oscuridad.

Invitados tod@s  a la sección preparatoria del IX SEMINARIO INTERNACIONAL GRAMSCI. La cita es en el Auditorio Camilo Torres Restrepo, edificio de Sociología. Coordina el Maestro Juan Carlos García Lozano. Tópico principal:
Política, Psicoanálisis y Hegemonía. Homenaje a Ernesto Laclau. Hora: 3-5 pm. Mayores informes: presid.y.partic@gmail.com.

domingo, 1 de junio de 2014

EL TRIUNFO DEL CICLISMO UN EJEMPLO CONTRA EL  IDIOTISMO DE LA IZQUIERDA NACIONAL

Miguel Angel Herrera Zgaib

"Si, en cambio, se trata de los intereses generales de la ciudad, vemos que se levantan indistintamente para tomar la palabra arquitectos, herreros, curtidores, comerciantes y marinos, ricos y pobres, nobles y gentes del vulgo, y nadie les echa en cara, como en el caso anterior, que se presentan allí sin estudios previos...prueba evidente de que nadie considera que ésta sea materia de enseñanza." Sócrates, en: el Diálogo Protágoras. Editorial Aguilar. Trad. P. Samaranch, 1966, 319b-319d.

Lecciones  democráticas en cicla

"No me cabe la alegría dentro de mi cuerpo...Todo ha terminado sin ninguna mala consecuencia." Nairo Quintana, campeón del Giro de Italia.

                                              Hoy, domingo 1o. de junio,  en la rebelde Trieste, se corona el 1, 2  de Colombia, Nairo y Rigoberto. Corriendo para equipos diferentes  coronan una victoria, que  no será por equipos, porque Colombia, su team, quedará en el 11 o 12 lugar. Es una muestra de lo que es la Colombia que conocemos, con la excepción del patinaje, que tiene su ejemplo, en el otro "patinar" el de la izquierda nacional.

Quedan dos semanas para escuchar algo sensato de la izquierda, a la cola del pelotón de la derecha y la reacción que se "festinan" el centro, y engatusan la izquierda sin programa, y con principios deleznables.
La conservadora reaccionaria, Martha Lucía Ramírez fue capaz de hacer compromisos programáticos, mientras que Aída, Piedad, Clara se quedaron boquiabiertas en esa materia. Ninguna exigencia programática tampoco ocurrió con la "novedosa" Alianza Verde y sus dos vedettes, Enrique, a quien le entusiasma la igualdad de oportunidades, frente a los insultantes privilegios, y a la liberal Claudia López, quien se dispuso a taparse la nariz y tapar los oídos,

Después de haber denunciado las votaciones atípicas, que ahora amenazan con repetirse en la Costa, para "recuperar" el millón de votos y más que se pagan por adelantando elección tras elección, cuando no resultan del revólver y la ametralladora de los paramilitares en connubio con la casta política, no puede ser la divisa para una real, urgente experiencia democrática.

Tampoco puede provenir del progresismo a la manera de Gustavo Petro, y sus pactos por debajo de la mesa con el candidato de la reelección. La verdad quema el cuento de las "buenas intenciones" sacrificadas en el altar de una paz pactada por las representaciones políticas, sin que la gente del común tenga velas en esa fiesta de modo directo, afirmativo, propositivo.

Idiotismo de izquierda  y dignidad de las multitudes

"Voy a votar por la paz, y quien la representa en este momento es el presidente Santos." Piedad Córdoba, Marcha patriótica, ET, 1/06/14, p. 4.

"Vamos a votar por Santos porque el proceso de paz que inició es serio..."A. Mockus, ET, 1/06/14, p. 4.

"Un escenario signado por una campaña sucia que devino en una confusión de propuestas. " Leandro Querido, director de Transparencia electoral, ET, 1/06/14, p. 4.
                                                                 Estamos, sin duda, en presencia del idiotismo de la izquierda organizada, cuando la gente, las multitudes que entiendan la importancia de una democracia efectiva, en Bogotá, y en el resto del país, animaron con su voto que llegó a tres millones un proyecto de paz democrática.

Ello supone una paz abonada por la abolición de los privilegios que hacen posible que aún crezcan el conservatismo y el liberalismo, hasta que  asfixien las exigencias de igualdad social que son ahogadas regularmente en la maleza de la demagogia, cuando hablan de disminuir la pobreza y se callan ante el aumento exponencial de la desigualdad social, y la abstención política.

No hay de parte de la izquierda organizada en sus variantes un programa para la paz de Colombia que sea recognoscible ni antes ni ahora. Hay adhesiones sin principios a lo dispuesto en La Habana, y pare de contar.

Tal es el silencio del que hablara Cristo, el radical líder de las multitudes irredentas y esclavas,  cuando denunciaba  "los sepulcros blanqueados, lenguas de víboras", cuando de aceptar responsabilidades se trata en el "barril de puerco"  que rebosa de corrupción política.

No es de moralina de la que se habla aquí, por supuesto, sino de consecuencia política y claridad programática. Hoy, Nairo y Rigoberto, fueron primero y segundo, con tesón, sin manguala, levantándose de las caídas, rectificando el rumbo, y sin temor ni medio, subiendo, bajando, y luchando en todos los planos.

Abstención y e voto en blanco: fiel de la balanza democrática

"En los años 70, el 80 por ciento de los colombianos decían que se identificaban con un partido. Hoy, esa cifra llega solo al 25 por ciento." Miguel García, U. de los Andes.

                                        Estos deportistas, Nairo, Rigoberto, Julián,  a su manera, en su ley, dan ejemplo al otro país que crece en el esfuerzo y con el tesón de los de abajo, pero es uno que para nada tiene la dirección, la intelectualidad orgánica que se requiere.  Es una nación dominada por "pillos"  y truhanes, que espetan sin rubor la palabra democracia, cada vez que quieren dizque legitimar sus tropelías.

Para recordar a Julien Benda, lo que, en cambio, está presente es el idiotismo intelectual, la  "traición de los intelectuales", una clerecía insulsa, inane que se arrodilla ante el menos peor de los males, para escoger entre Oscar  y Juan Manuel.  Esta trampa institucional se extiende desde el acuerdo excluyente, oligárquico del Frente Nacional. Tiene razón Alejandra Barrios, cuando lo recuerda, en presente, añado yo:

"De alguna manera se le dijo a la ciudadanía: No importa por quién votes aquí hay un acuerdo entre cúpulas." Este cuento de "Pacho Cuca" se repite ahora más dramáticamente. Pero, la ciudadanía que se abstiene contestó ahora, el 60 %, que esa "democracia de pacotilla" no le interesa. Simplemente la rechaza y con razón suficiente. 

La más alta abstención en 20 años, desde el tiempo del proceso 8.000, que hizo evidente que las elecciones ya no se ganaban más, sin la corrupción incorporada, triste título que "encochinó" la campaña de Ernesto Samper, hoy abanderado liberal de la paz, en el año 1994. En este año no votó el 66 % de los habilitados. Solo en parte, la existencia de la segunda vuelta ha impedido que el desastre democrático no sea mayor.

Por último, la prospección de Antonio Lizarazo, quien fuera en sus años mozos un entusiasta de la izquierda nacional, y joven líder sindical, hoy afirma que en esta oportunidad a lo sumo votará el 45 por ciento en la segunda vuelta. Lo cual en parte coincide con el encuestador y politólogo de los Andes, César Caballero.
Dicho lo cual es la oportunidad, y quedan dos semanas, para que la izquierda corrija su rumbo, defina un programa propio de lucha por la paz y de conquista de la igualdad social. "No plantear un Santos o un Zuluaga, sí o no a la negociación de paz, sino dos planteamientos diferenciados", para parafrasear a Gemma Casadevall, observadora y periodista española.


Pero, preciso, el otro planteamiento es el de la izquierda, no el de Santos/Gaviria o el de Uribe/Zuluaga que por lo pronto, brilla por su ausencia. Esta nueva izquierda y los movimientos rebeldes, el ciudadano del común siguen a la espera de la democracia que le de alas y puerto seguro a la revolución que las multitudes subalternas reclaman, a su modo. Frente a la traición de los intelectuales desclasados, sin rumbo, inmersos en un mar de generalidades y excusas que insultan el sentido común y el buen sentido de los muchos.