miércoles, 2 de septiembre de 2015

CONSTITUYENTE, SUBALTERNOS  Y PAZ DEMOCRÁTICA

Miguel Angel Herrera  Zgaib
Director Proyecto X Seminario Antonio Gramsci
Presid.y.partic@gmail.com

Fernando y contertulios del proyecto del X SEMINARIO, la determinación en última instancia por la economía, o la infraestructura económica y social, es uno de esos "clichés" que nos permiten hablar de la paz neoliberal en Colombia, asunto que ya está sobre la mesa, y para lo que propongo tener en cuenta, al menos tres asuntos en las siguientes reflexiones preliminares. 

Mostrando las cartas

Con independencia de si se dice o no, la reflexión de Hardt y Negri, que plantea una relación antagónica entre guerra y democracia parece ser el otro cliché, sobre el que se estructura este pensamiento, y la exhortación del artículo remitido a los jóvenes. Ninguno de los dos me fastidian, por el contrario, reconozco validez analítica en ellos. Pero las lecturas que se desprenden de la implementación de ambos son, y pueden ser, diversas.

La mundialización, o la globalización capitalista es un tercer referente, que algunos leen en clave imperialista y otros califican como imperial. Por supuesto, uno y otro no son lo mismo, tomando en cuenta lo que al respecto dicen David Harvey sobre el imperialismo; y Antonio Negri acerca del imperio, y cómo estas interpretaciones obran en el entendimiento de los procesos políticos nacionales y globales, y, en concreto, para comprender la situación de Colombia.

Precisando los términos                             

Para adelantar una acción autónoma de los subalternos, es decir, del nuevo y viejo proletariado, de las multitudes, incluyendo también al “cognitariado”, en tanto pueblo auto-organizado se requiere un pensamiento propio. No parece serlo, en ningún caso, el que precisa hablar de una paz neoliberal, y, mucho menos, si reclama con realismo ajustarse a ella. Tampoco lo es que tal sea el dictum de las Farc-ep, de la que el escrito de Fernando Dorado trata en otra parte, para señalar que éstas fueron derrotadas políticamente. 

¿Cuándo? hace trece años, en San Vicente del Caguán? O Ahora? Cuando se lAs “fuerza” a firmar la paz de La Habana. 

El asunto de la paz neoliberal, o de otro cuño es el fruto "dulce o amargo" de las fuerzas neoliberales, con sus dos alas, partido de la U, y Centro Democrático, presentes en la negociación de la paz, y enfrentadas con las de las Farc-ep, que son el polo visible de los subalternos?  ¿Y qué papel juega el resto de la sociedad, las organizaciones civiles y políticas que se mueven y animan la sociedad civil, de las que hacen parte iniciativas como "Somos Ciudadanos," "Pazelavoz", y otras?

Una acción estratégica alternativa

                                                          En la presenta coyuntura, pienso que conviene identificar, al menos, tres proyectos de paz, la que tu llamas "paz neoliberal" que tiene pretensiones hegemónicas, de dominar y dirigir a los subalternos insurgentes, y por esa vía, también al resto de las fuerzas sociales, y sus expresiones. 

La paz de las Farc-Ep que va más allá de la agenda pactada, en la medida en que su dirigencia dentro y fuera de Colombia recuerda que el "refrendo" de los acuerdos que resulten de desarrollar la agenda es un asunto abierto, que no puede ser decidido unilateralmente, como lo intentó el gobierno y la mayoría del Congreso avanzando la carta del referendo, que luego fue descartada, aunque como instrumento constitucional/legal está listo para implementarse.

Para decirlo de un modo contemporáneo, que nos recuerde al fallecido analista del discurso político, Ernesto Laclau, la culminación de la agenda tiene como remate una suerte de significante vacío o significante flotante cuyo sentido definirá el carácter de esta paz y sus alcances. El equivalente general que a la postre se establezca lo definirá la relación de fuerzas que nunca es estática, porque las propias fuerzas en contienda movilizadas transforman los equilibrios. 

Por supuesto que esto no ocurrirá por arte de birlibirloque, sino que tendrá y tiene sus agenciamientos. De ahí que haya, cuando menos, una tercera opción que es la que denomino Paz Democrática. Esta reclama como mecanismo para su concreción la Constituyente; y que para que esta Paz sea eficaz requiere ser una constituyente social, a la que se refiere, en concreto, la abstracción "justicia social". El sujeto prevalente, determinante en últimas, en el sentido político es la pluralidad constituyente de los grupos y clases subalternas, la Multitud Ciudadana

Conviene, urge hablar de una Constituyente Subalterna. Ahora bien, de ellas hace parte, sin exclusiones, las insurgencias subalternas, con sus expresiones, siendo hasta hoy la más visible y eficaz, por lo conseguido, las Farc-Ep. Pero, en tanto obren como sujetos de una pluralidad, compuesta por el campo de las fuerzas de la sociedad civil de los de abajo.  

Hablo de  Constituyente Subalterna para distinguir al sujeto colectivo que disputa en democracia una guerra de posiciones sin armas de destrucción individual y masiva, que orienta esa transición que compleja, política, moral, intelectual y, por supuesto, económica con fórmulas radicales porque son anti-privilegios, bajo la orientación que la igualdad sea, necesita ser, real y efectiva.

Espero, Fernando, y contertulios del Proyecto SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI, quienes generosamente ponen en común sus reflexiones, su previsión y perspectivas; para de paso recordar y potenciar la obra de Antonio Gramsci, que estas notas sean de utilidad en afilar nuestras cogitaciones, argumentos, divergencias y coincidencias con miras a las deliberaciones que tendremos en las jornadas del 26 al 29 de octubre en la Ciudad Universitaria.



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