domingo, 26 de junio de 2016

LO QUE DIJO EL VOTO EN ESPAÑA.

miguel angel herrera zgaib




La primera seña fue la disminución de los votantes, con una votación cercana al 52%. En estos casos, quienes generalmente ganan son los que tradicionalmente gobiernan. Así ocurrió en España, pero es ésta una suerte de victoria pírrica, pero victoria al fin, que este lunes se pondrá de nuevo a prueba, cuando se empiece a buscar fórmulas para formar gobierno por parte del PP, con quien ha sido presidente por algo más de cuatro años, el adusto, acartonado, gris y ceremonioso Mariano Rajoy.

En segundo lugar, el fracaso de la unión de UnidosPodemos en el intentó de aumentar en la elección de diputados, puesto que quedaron con los mismos, pero perdieron alrededor de 1.600.000, tomando la elección anterior.

De otra parte, el PP logró arrebatarle diputados a Ciudadanos y al PSOE, para obtener 137. Ciudadanos tiene 32. El PSOE 85. UnidosPodemos no logró con su unión ganar diputados, se mantuvo.

Podría pensarse que fueron castigados por no formar gobierno con el PSOE en la primera oportunidad; y que la unión con la Izquierda tradicional tampoco convenció a sus votantes de la primera oportunidad. De serlo, habrían mantenido los guarismos iniciales.

¿Qué dicen los dirigentes?

Rajoy, ganador en medio de las cajas destempladas no puede hacer gobierno sino sumando fuerzas, con Ciudadanos, que quiere meter en un mismo saco al PSOE, esto es la centro derecha y la socialdemocracia desteñida de Felipe González y Pedro Sánchez.

Pero si no tendrá que entrar en la bolsa de las agrupaciones menores que obtuvieron 25 diputados, y se parecería aquella composición a la que conocemos en la Knesset israelí, donde los pequeños agrupamientos piden mucho para sumar al potencial ganador.

Pablo Iglesias y su estratega principal Íñigo Errejón no ocultaron su disgusto, y el sabor de derrota que experimentaron. Esta vez tendría, y ya lo hizo Iglesias, honrar su anticipo, que si ganaba el PSOE respaldaban la presidencia de Sánchez, pero las cuentas tampoco le alcanzan. Tendrían que juntar a 20 de los 25 diputados de los grupos regionales de orientación de izquierda, o contrarios a las políticas del PP.

En apariencia numérica, quien la tiene más fácil es la derecha española, y la izquierda sigue en un segundo lugar, pero dividida España casi por mitad. Sin embargo, la diferencia es de 13 diputados con respecto a la suma de la izquierda.

¿Estamos a disposición de todos?

Unos y otros van a tener que enfrentarse a una segunda experiencia de formación de gobierno; y lo peor que podría ocurrir es que fracasaran por segunda vez. Lo cual no parece ser una opción deseable para ninguno.

Pero, de ocurrir, destilaría la verdad de las preferencias de izquierda, derecha y centro, generando una franja que impide la polarización. De lo contrario, la democracia española habrá llegado después de 1938, al final de la guerra civil, a una maduración de dos tendencias equipotentes que se disputan la hegemonía, la dirección de una sociedad golpeada por la recesión, la corrupción política, y una xenofobia vergozante.

Mariano Rajoy, quien recordó que empezó pegando carteles, como el hombre de derecha que es, con ancestros falangistas, tuvo que decir en su discurso de "victoria" hoy, que está a la disposición de todos.

¿Qué dirá el segundo?

Su socio en este remedo liberal de democracia, Pedro Sánchez tiene oportunidad, por segunda vez de hacer un viraje a la izquierda, en favor de los subalternos. Tomando medidas que lo distancien de la inclinación probada a los intereses "soberanos" del capital financiero al que han servido PSOE y PP.

Y que a la vez prueben que los socialistas luego de 78 años han aprendido, con la fuerza de los hechos, dos derrotas sucesivas, las lecciones derivadas de una transición hecha en beneficio de las élites.

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