martes, 9 de agosto de 2016

SUBALTERNOS Y LOS OTROS OLÍMPICOS

JESSE OWENS, EUA SEGREGADO Y LA BERLÍN NAZI. (II)

Miguel Angel Herrera Zgaib

El negro Jesse, en aquella oportunidad, al siguiente día de agosto, el 4, ganó los 200 mts, triunfó en la posta de 4X100, con un tiempo récord de 39.8 s, que se mantuvo hasta que fue superado por Carl Lewis. Ganó también el salto largo, con 8.06, pero antes fijó otro récord, 8.13 mts que duró un cuarto de siglo, cuando en 1960 logró superarlo Ralph Boston.

Esta maravilla negra, apodado Buckeye Bullet, se había hecho famoso en los juegos del High School, cuando fue campeón en 1933. Pero, el momento de gran apoteosis inicial ocurrió en Ann Arbor, en 1935, cuando impuso tres marcas en 45 minutos, los quizás más extraordinarios en la historia del deporte mundial de pista y campo.

Owens había nacido en Oaksville (Alabama). En su tiempo de gloria tenía una figura espigada, medía 1.80 mts, y pesaba 75 kgs. Decía que el secreto de su éxito estaba en colocar sus pies el mínimo de tiempo sobre la tierra. Estudió en Ohio State University, y nunca tuvo una beca de estudios para su práctica deportiva.

En los Estados Unidos, a diferencia de su visita a Alemania, tuvo que dormir cuando competía en locales y hoteles segregados. Cuando triunfo no pudo, en la celebración neoyorkina entrar al Waldorf Astoria, y tampoco recibió ninguna felicitación del varias veces presidente Roosevelt.

Mucho se especuló en los Olímpicos, que se había visto con Hitler, y que incluso se habían saludado. Lo que Owens atinó a decir alguna vez al respecto, es que se había cruzado miradas, antes que el canciller nazi se fuera del estadio olímpico.

A Owens le impidieron volver a competir con su team, cuando rehusó acompañar la delegación deportiva estadounidense a Suecia, y prefirió viajar a los EStados Unidos para conseguir algún patrocinio que le reportara dinero, y apoyo para continuar sus estudios.

Aquellas franquicias prometidas no aparecieron. Tuvo que valérselas de otro modo, con la ayuda en la Ford, en Detroit, con un excompañero de competencias.

En política, al regresar, se afilió con el partido Republicano, y apoyó al candidato que rivalizó y perdió frente a Roosevelt. Tuvo 3 hijas, mantuvo su matrimonio. Era un fumador consuetudinario, y murió de cáncer en los pulmones, en Tucson (Arizona), acompañado de sus seres queridos.

Fue objeto de discriminación de toda la vida. Salió de su nativa Alabama con más de un millón de afroamericanos, huyéndole a la discriminación, la persecución y la muerte. Y le tocó ver y escuchar de la tragedia y triunfos de la lucha por los derechos civiles, pero no cambió su fe republicana. Se le honra hasta nuestros días con un premio en su nombre.

El sitio en que vivió durante los Olímpicos de Berlín alberga un pequeño museo. Y no pocos recuerdan que el fabricante de Adidas se acercó para ofrecerle sus zapatillas para que las usara y promocionara luego de aquella seguidilla de extraordinarias victorias.

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