jueves, 29 de junio de 2017

PREPARANDO UNA VISITA CON JACQUES-ALAIN MILLER:
LOS SIGNOS DEL GOCE (pagano) Y...

Miguel Angel Herrera Zgaib

Hace años, tuve interés, cuando era profesor en la U. Libre, de metodología, y lógica jurídica, en el marco de la experiencia del Círculo de Crítica Jurídica A. Gramsci, de revisar la obra de los neoplatónicos, y en particular, uno de ellos, Plotino. No se conseguían sus libros por acá.

Así que escribí a mi prima, Marina, y ella, me consiguió en esa serie de libros de Aguilar, de la Biblioteca de Iniciación Filosófica, las Enéadas de Plotino. Las recibí, cualquier día, cuando un tío que viajaba con frecuencia, a Mendoza, regreso con ese tesoro.

Para entonces, como ahora, yo seguía siendo un aficionado a eso que llaman filosofía, y había en la Libre, en Derecho, en interlocución con otros jóvenes profesores.

Un antecedente

Felipe Prieto y Carlos Maldonado, y Miguel Angel Ruiz, como yo teníamos un interés por el derecho, la política, la filosofía y la historia. La visita de Zuleta avivó esa llama, que las trastadas del profesor Bendeck Olivella cultivaron en algunos de sus discípulos de la Libre para que florecieran.

En todo caso, nuevas lecturas y afanes dejaron a Plotino para otros tiempos. Ahora Plotino regresa a propósito de Lacan, claro está, y Freud, en relación con la tópica de lo Uno y lo Otro.

Quiero enseguida extraer de Miller pasos previos, suyos, de esa pesquisa, fruto de los Cursos Psicoanalíticos que él ha ofrecido en París VIII, y en los cuales se formó Slavoj Zizek, a quien hace varios años, cuando era yo director de Ciencia Política, hemos querido invitar, infructuosamente. No hemos sido los únicos en Colombia.

Quiero avanzar en ese reto, que mi colega y amigo, el profe Juan Carlos García, nos vuelve a proponer, sin aduanas ni permiso. De pronto, podemos juntar en el esfuerzo, a la Libre, la Distri y la Nacho.

Citemos a Miller, maestro de Zizek, que tanto entusiasmo concita en Buenos Aires, ex paraíso de la clase media.

Algo es algo

JLM: ...a mi me gusta esa expresión de lo parecido a lo mismo...porque en ella hay algo que no funciona bien, algo que cojea, ya que lo idéntico, lo uno, se dice de dos maneras, se dice lo parecido y se dice lo mismo. Tenemos aquí una repetición que no es del orden del bis repetita placent (16,17)

En el fondo, del puerro a la cebolla es claramente de lo parecido a lo mismo, pero para esto hace falta que algo trastabille, hace falta un pequeño traspiés. La frase resume todo lo que es del orden de la ambición. Y toda ambición, por supuesto, es la de ser un puerro. Pero ¿por qué ser un puerro? Justamente, para ser puesto en la ristra como una cebolla. (17)

Napoleón...creó la Legión de Honor. Dijo: Hay que darles eso, los dejaré satisfechos, y los dominaremos. Y es que él sabía que al ser humano -y en humano está humus, que también es agrícola- le gustaría ser un puerro para ser puesto en fila. Existe entonces ese Mérito Agrícola.

Lo maravilloso es que cuando se recibe la medalla se la considera una distinción. Todo el mundo quiera tenerla...De este modo, estamos en el principio mismo de nuestra vida social: cada uno busca su rasgo de distinción. (18)

La satisfacción de este anhelo de ser un puerro es lo que se le ofrece a todo el mundo con la promesa del desarrollo de la personalidad, incluso del cultivo -de nuevo la metáfora agrícola- de la originalidad, y siempre con el único fin de enristrarlo como a cebollas. No hay otra cosa en esa promesa." (18)

Hablé del puerro, ahora hablaré de la cebolla, que es una metáfora del yo. Es, verdaderamente, una metáfora lacaniana. También en el psicoanálisis se invita al sujeto a cultivar su originalidad mediante la asociación libre. (18)

La cebolla que quiere ser un puerro es como la rana que quiere ser más gorda que el buey. la fábula de Fontaine se refiere a eso, a la identificación desafortunada, porque la rana revienta. (19)

La historia del psicoanálisis en Francia en sus últimos cincuenta años - hablo de la historia misma, no del volumen- es un verdadero cementerio de ranas reventadas. No es un cementerio de elefantes, donde hay tesoros, adonde se van a buscar esos enormes colmillos de marfil." (19)

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