domingo, 23 de julio de 2017

INTERLOCUCIÓN Y DIÁLOGO SOBRE VENEZUELA
Y DIEZ AÑOS DESPUÉS DEL ANÁLISIS DEL PRESIDENTE CHÁVEZ.

miguel angel herrera zgaib
director del Grupo PyP, y
Proyecto Sociedad GlobAL Gramsci, SGG/GGS


Y, diez años después de aquella caracterización del presidente Chávez, quien señaló el curso de una crisis orgánica, de signo gramsciano, que arranca siendo una crisis de representación, luego monta hasta una crisis de legitimidad, poniendo en cuestión al bloque dominante, nos acercamos a su desenlace, con dos fuerzas antagónicas en el desarrollo de otro grado de la crisis, cuando se pasa de la disputa por la legitimidad a la dirección, a la hegemonía en la sociedad civil.

Este momento de la coyuntura estratégica de la guerra de posiciones tiene expresión fundamental en dos fórmulas tácticas de esta guerra de posiciones democrática: la huelga general de dos días en la que se juega la oposición que junta derecha y reacción, en las 21 organizaciones agrupadas en la MUD, este próximo lunes y martes, de un lado.

Y de otro lado está el bloque que gobierna, y que controla hasta hoy, el régimen político venezolano, que tiene como cabezas recognoscibles al presidente Maduro, al diputado Diosdado Cabello, al comandante de las FFAA, el general Padrón, Tibisay Lucena, del Consejo Nacional Electoral, y el ex diputado y presidente de la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, el magistrado Juan José Mendoza .

Esta fuerza política responde a la crisis de hegemonía del proyecto del socialismo del siglo XXI, convocando a la Constituyente del domingo 30 de julio. El fiel de la balanza en esta disputa por la hegemonía, la resolverán los millones de venezolanos que no votaron la consulta de hecho realizada por la oposición el pasado jueves, donde según sus propios cálculos y resultados obtuvo 7,6 millones de votos, que no superó el registro de la mejor de sus votaciones.

El electorado potencial de Venezuela es de más de 16 millones. Lo que quiere decir, que el proyecto reaccionario y de derecha de la MUD no tiene el favor de las mayorías, y tiene que radicalizar sus acciones, en consecuencia. La primera, inmediata fue el nombramiento de un TSJ, con 33 nuevos magistrados, quienes afirman que este lunes irán a ocupar sus cargos, reclamando, por supuesto, la salida de los actuales ocupantes.

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