LA DIALÉCTICA DEL PETRÓLEO Y EL AGUACATE.
NO MÁS CARRETA: A BAJARSE DEL BUS DE LA CONTAMINACIÓN!
miguel angel herrera zgaib
profesor asociado, ciencia política, unal
Director grupo Presidencialismo y participación.
El ministro del Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo Urrutia dijo hoy, que él actuó de modo diligente, y que procedió en lo que le correspondía. Luego, ¿quién(es) son responsables los habitantes de la Lizama y alrededores? Mamola!, dicen los habitantes del corregimiento de la Lizama y sus alrededor afectados gravemente por el vertimiento del petróleo crudo salido de un pozo abandonado, incumpliendo la forzosa disposición de cerrarlo conforme a la legislación existente.
La mancha de aceite no sólo daña a especies animales y vegetales, así como la salud humana, sino al funcionariado negligente, de cuando menos dos administraciones de (Eco)petrol, que tiene por estos días teñída de negro a la iguana, que respira con dificultad. Y por supuesto, a los ministros que están conectados con esta industria de manera directa e indirecta.
El actual presidente de los colombianos tampoco puede pasar de agache. A él lo alcanza también la mancha de aceite, que viene anegando la quebrada de la Lizama, después el Río Sogamoso, y en esta semana el curso medio del Río Grande de la Magdalena. Juampa tiene a su cargo la tarea nacional de cuidar de la paz ambiental. Este es un colofón brutal que oscurece la carreta del funcionario internacional, quien quiere ser presidente, insistiendo en el extractivismo de petróleo irresponsable, incluido el "cuento chino" del fracking.
El "ahogado" va río arriba
"Como medida preventiva decidimos suspender las labores de captación del acueducto y elevamos la alerta amarilla ante la llegada de vertimientos de crudo." William Ferrnández, coordinador Comité de Gestión del Riesgo, en ET, 27/03/2018, p. 1.4
Flotando en el Magdalena, y perjudica a los 6.000 habitantes de Cantagallo, Bolívar. Allí el comité municipal de gestión del riesgo avistó manchas, que no sólo afectan a este municipio sino a 8 más en las riberas del Río Grande. El derrame proviene de la zona rural de Barrancabermeja, que está a 40 minutos de viaje en balsa de Cantagallo
Las advertencias de la Contraloría se cumplieron catastróficamente, y, sin embargo, el doptor Luis Gilberto Murillo intentó desmontarse por las orejas. Increpó a los ambientalistas en sus reclamos, diciéndoles, que porqué no decían nada, ni armaban foforro cuando se producían los derramamientos de petróleo que resultaban de las acciones criminales de las guerrillas.
Murillo quiere utilizar, a manera de descargue de culpas, en vísperas de la semana mayor, una "dialéctica" al estilo del dúo dinámico de la reacción remozado con la presencia triunfal de Iván Duque, quien en la escuela de periodismo de Columbia University intentó desmarcarse de las torturas y Odebrecht, que tocan a su ilustre padre, gobernador en la presidencia de Turbay, y a él acompañando a Zuluaga en sus pilatunas del Brasil.
Pues no.
Una y otra actuaciones, la negligencia criminal de Ecopetrol y las de los grupos guerrilleros, con respecto al desastre ambiental, doptor Murillo son, primero que todo, inexcusables. Claro que son comparables, censurables, pero no eximen de responsabilidad a los agentes del estado. La auditoría de Ecopetrol ocurrió en 2016, cuando el presidente era otro doptor, Echeverri, señalando que desde 2015, no se hizo el cierre total del pozo ubicado en la Lizama-Nutria.
El incumplimiento era y es flagrante, de la resolución del minminas de 2009. Tale pozos tienen que ser desmantelados y taponados inmediatamente. Ahora, más aún, nos quedó claro, entre el martes y miércoles de la "semana de pasión ambiental," que Ecopetrol ni siquiera tiene la máquina "tapapozos," porque hubo que traerla de afaán desde Houston, con altísimos costos; acompañada, eso sí, de más escoltas, que los que tuvo Petro en la agresión de la que fuera objeto en Cúcuta, de la que ya casi nadie habla. Esto último no puede pasar con la vena rota del oro negro anegando la vida de estos habitantes damnificados, y la naturaleza hollada en la jurisdicción de Barrancabermeja.
Ellos. todos los que están en funciones, deben entregar sus cargos por su negligencia criminal manifiesta. Y los que ya no, como el doptorcito Echeverri tienen que pagar por su probada negligencia. Y pare de contar.
Esto lo decimos, incluyendo, cómo no, tanto la cronología que se viene verificando como los expedientes analíticos del desastre del pozo Lizama 158, en el sector de la Lizama-Nutria el fatídico agujero negro, que corroborarán las advertencias hechas por los pobladores, las que fueron ignoradas.
Lo demás son "pamplinas"! Los responsables tienen que ser castigados, y ellos, todos, tienen que participar del resarcimiento de los daños ocasionados, y los que ocasione el avance de la mancha de aceite a lo largo de la cuenca de los ríos y quebradas, y en las zonas ribereñas del Magdalena Medio.
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