EN EL BICENTENARIO
Bolívar Republicano: ¿Haití o Termidor?
miguel angel herrera zgaib, ph.d.
miguel angel herrera zgaib, ph.d.
Vengo conversando por estos días con el libro de Urueña Cervera, quien busca desmitificar la caracterización jacobina de Simón Bolívar. Operación que este colombiano, estudioso de las doctrinas y teorías económicas y políticas, centra en el estudio central de la Declaración de Angostura, su famoso discurso de 1819, que cumple ahora 200 años; y el Proyecto Constitucional para Venezuela.
En el recorrido reflexivo de Jaime Urueña, él se propone estudiar los fundamentos ideológicos e históricos del pensamiento político del Libertador con mayores glorias político militares de América, y de quien tantas lecturas e interpretaciones existen dentro y fuera de América Latina.
Hay Bolívar para todos los gustos políticos y las filiaciones ideológicas. Incluso está la reivindicación de marxistas y no marxistas contra el enfoque condenatorio producido por el joven periodista y analista Carlos Marx, que entonces no lo bajó de su pertenencia a la nobleza mantuana, y su desdoro frente a los compromisos de la lucha por la independencia.
El Bolívar de Arciniegas
Urueña enfrenta el trabajo historiográfico de Germán Arciniegas, legendaria figura de la inteligencia liberal de la primera mitad del siglo XX, que obró como intelectual orgánico de la renacida República liberal,durante las presidencias de Olaya, López Pumarejo, y Eduardo Santos. Luego, a partir de 1948, fue paladín de las ciencias humanas en la Universidad de los Andes hasta su jubilación; y llegó a ser presidente de la Academia de Historia de Colombia.
Antes, Arciniegas, un "nuevo" nacido en 1900, se había construido la trinchera intelectual y política de su revista Universidad. Así orientó a jóvenes liberales y socialistas en el combate y enjuiciamiento del proyecto de la regeneración y su trinchera principal, la Constitución de 1886, contra la que chocaron con menguado éxito brillantes juristas como Darío Echandía, Carlos Lozano y Lozano, Adan Arriaga, entre otros, animadores de la reforma de 1936.
Él fue pregonero de primera línea en la reforma de la educación superiror, a través del grito de Córdoba, de la autonomía universitaria, de la libre circulación de las ideas y la urgencia de sepultar la escolástica tomista, y con ella a la universidad colonial. Fue también un cancerbero contra las asechanzas del socialismo y el comunismo tempraneros que tentaban mentes y corazones de la joven generación liberal, donde descollaban Gabriel Turbay, Jorge E. Gaitán, los hermanos Lleras Camargo, Guillermo Hernández Rodríguez,.
En "Bolívar y la Revolución (1984)", Arciniegas dice:
"En suma: en Tenerife, Bolívar hizo jurar una constitución como la de Caracas...lo habían copiado de la Constitución de Haití y Bolívar iba a reproducirlo en su proyecto de Angostura...Era, a la letra, el art. 6 de la Constitución (de la Declaración de derechos) de Robespierre. Fatalmente los caminos de la república eran los mismos m(...)" (p.118)
(continua)
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